Blue Period, el camino del artista

Blue Period es una verdadera joya que permanecía oculta. Gracias a Milky Way, podemos leer en España una de las obras más realistas y que más profundizan en el hecho de ser artista.

Recomendaciones Mistral para el verano de 2019

¡Ha llegado el el horrible calor! Tened mucho cuidado, bebed agua, poneos crema de sol y todo eso. Aparte, disfrutad de las vacaciones (los que las tengáis) y, si os apetece, pillad algunas de las nuevas recomendaciones de Mistral para el verano. Recordad que aquí tenéis todas las que ya hemos hecho.


Recomendaciones de Suzume

Tales of Zestiria (Namco Tales Studio)

En un mundo donde los humanos han perdido casi por completo la capacidad de ver lo sobrenatural, la Malicia amenaza con apoderarse del subconsciente de la gente y transformarla en lo peor de sí misma. La única forma de asegurar una balanza es mediante un Pastor capaz de purgar la Malicia y que esté dispuesto o dispuesta a dedicar su vida a luchar contra la constante tendencia a dejarnos llevar por nuestra parte más oscura.

El protagonista de este videojuego es Sorey, un humano, a quien acompaña su amigo de la infancia Mikleo, un Serafín. Ambos se han criado en una aldea alejada del mundo humano donde no hay Malicia ni verdaderos peligros, pero cuando la princesa Alisha lo alcanza por pura casualidad y se ve perseguida por Infernales (criaturas infestadas de Malicia), emprenden el camino para que Sorey se convierta en Pastor y pueda evitar que el mundo se vuelva completamente inhabitable.

Este título de los Tales of guarda un lugar muy especial en mi corazón por varios motivos. Entre otros, la descarada pareja romántica que son Sorey y Mikleo, con este último ocupando el lugar tradicional de la protagonista femenina y con numerosos títulos y acciones que dejan más que clara la relación entre ambos.

Lo siento, es demasiado bonito para que NO suba esta pelea de cosquillas.

Leer más

La Balada del Viento y los Árboles #2. La perpetuación del maltrato

Ha salido el segundo tomo de La Balada del Viento y los Árboles, y la historia continúa a un ritmo lento pero sin pausa. En esta ocasión descubrimos parte del pasado de Gilbert, lo cual da contexto para muchísimas características del pobre chico. Al fin y al cabo, Gilbert no se despertó un día y se dijo que quería empezar a tener sexo con todo adulto que se cruzara por su camino por mal que lo tratara.

Pero vayamos por partes. Antes de llegar a esto, la historia presenta dos puntos interesantes:

Primero, nos habla de la sociedad heterosexual y patriarcal y presenta unos ejemplos a seguir para ser feliz en ella. La narración a menudo tiende a olvidar el color de piel de Serge, por cierto, lo cual le corta todas las vías abiertas a otras personas de piel blanca.

Segundo, nos muestra cómo Gilbert se somete a otras personas para conseguir buenas notas y por qué sufre tantísimo cuando alguien no se somete a sus encantos.

Centrándonos en el primer punto… ¡Llegan las vacaciones de Navidad! Serge, en vez de volver con su tía, que lo trata como si fuera un mono de feria, demuestra tener carácter y preferir quedarse en la academia. Sin embargo, Pascal se apiada y lo invita a su casa. Una vez allí resulta que el muchacho tiene una familia bastante grande y, atención, repleta de mujeres. Con un tono comédico, se las enfoca como ruidosas, molestas y no muy inteligentes a menos que nos refiramos a la más «masculina» de todas, Patricia. Ella se dedica a pintar, en ocasiones usando su cuerpo de referencia, sin mostrar interés por los vestidos o el mundo exterior. Con todo, esto es temporal, ya que la historia demuestra que solo necesita el reconocimiento de un muchacho para sentirse bella y validada. Lo cual no es muy interesante, pero al menos Serge no es el típico protagonista de shojo o shonen y hay cierta, digamos, ternura en el desarrollo de la relación entre los dos. Lástima que Patricia sirva más como paralelo de Gilbert que para tener su propio arco, por corto que sea.

Leer más

‘Solanin’ de Inio Asano y el trágico fin de la adolescencia

Entramos en el mundo de Inio Asano desde una de sus obras más representativas: Solanin. ¿Por qué precisamente ésta? Hay varios motivos, pero el principal es que es una obra que hace reflexionar bastante sobre el fin de la adolescencia, la juventud y la llamada vida adulta. Inio Asano es un autor que ha aterrizado en el panorama español para quedarse definitivamente desde que la editorial asturiana, Milky Way, decidiese apostar por él en 2013 con la obra La chica a la orilla del mar. Los más avispados ya se habrán dado cuenta de que, en cambio, Solanin está licenciada por Norma Editorial, pero la batalla de licencias y las competencias entre editoriales es algo que podemos dejar perfectamente para otro artículo.

Nacido en 1980, Inio Asano empezó a publicar en el 2000 y un año después ganaba el premio GX de jóvenes mangakas. Asano se consolidó rápidamente en un mercado que se rindió a sus emotivas obras, llenas de un realismo dramático. La gran habilidad de este hombre ha sido la capacidad para conectar con toda una generación, al empatizar y desgranar punto por punto los problemas a los que nos enfrentamos en la juventud, especialmente aquellos que están entre esa línea intermedia que conecta la adolescencia tardía con la recién estrenada vida adulta.

Anteriores a Solanin fueron mangas como La chica a la orilla del marNijigahara Holograph, ambas de Milky Way, aunque ésta última obra ya había sido editada en el 2009 por Ponent Mon, sin mucha repercusión. Tras el inesperado éxito cosechado -los tomos agotados en todas partes daban fe de ello-, Norma también decidió apostar por Asano y así apareció, a finales del 2014, la obra que vemos hoy. Otras que quizá os suenen son la laureada Buenas noches, Punpún; el tomo de relatos cortos El fin del mundo y antes del amanecer o El barrio de la luz.

Leer más

Mi amigo capricornio: crítica a una sociedad que se limita a mirar

‘Mi amigo capricornio’ es un manga que combina a la perfección una historia que engancha y no te suelta hasta la última página con un mensaje de denuncia a una sociedad que siempre mira hacia otro lado cuando alguien necesita ayuda con problemas como el acoso escolar.

Mistral Chronicles