En el episodio anterior de Persona 5: The Animation, Ryuuji logró invocar a su propia Persona, Captain Kidd. Además, gracias al extraño ser llamado Morgana —que se enfada si le llaman gato demoníaco—, aprendimos que el grotesco castillo que se alzaba donde el instituto Shujin debería estar era un Palacio, es decir, otra realidad que refleja los deseos del corazón de alguien (en este caso, Kamoshida).
Esto es lo que Igor y sus dos ayudantes de la Velvet Room nos recuerdan al empezar este capítulo. Además, añaden que el Palacio de Kamoshida cobra forma de castillo porque eso es lo que el instituto representa en su distorsionado corazón. Sus habitantes no son reales: solo se trata de sombras a semejanza de los estudiantes de Shujin. Igor se pregunta cómo logrará Ren acabar con ese lugar… Y es que Igor tiene cierta tendencia a hacer preguntas pero lo que es responderlas no es su punto fuerte. Porque, como ya comenté, todo esto lo sabíamos ya gracias a Morgana. Igualmente, se aprecia este resumen por si alguien no hubiera logrado asimilar de las revelaciones del anterior capítulo de una semana para otra.
Por lo visto, el discurso de Igor no es un mero recordatorio que hacen por nuestro bien, sino un sueño que tiene Ren acerca de la Velvet Room. Maldito seas, Igor. No dejas al pobre dormir en paz y, además, nunca nos das información nueva.
Ren aprovecha para contarle su sueño a Ryuuji mientras esperan al tren que les lleva al instituto. El andén está lleno de gente y hay bastante ruido, así que sus palabras no deberían llegar a oídos ajenos… Si no fuera por el hecho de que Ryuuji grita como si le fuera la vida en ello y tiene la sutileza de una ballena varada en una playa. ¿Sabéis quién llega al andén justo para oír al chaval confirmando que los rumores sobre los abusos al equipo de voleibol son ciertos? Sí, el famoso detective Goro Akechi. Resulta evidente que esa parte de la conversación ha llamado su atención. Aún tendrán suerte de que no alcance a coger el mismo metro y de que no les haya oído hablando de Palacios, sombras o un gato demoníaco Morgana, a quien Ryuuji ha bautizado como Monamona. Renren, Monamona… ¿Ryuuji podría ser más mono original? Imposible.