¡Analizando D.Gray-man 6 y 7 supone llegar al final del primer tomo! ¡Yay! Recordad que podéis consultar aquí los otros análisis y que continuaremos lenta pero constantemente el recorrido de la obra de Katsura Hoshino~
La admisión
A pesar de haber recibido permiso expreso para entrar, Allen no puede moverse porque Kanda despide todavía intenciones bastantes asesinas. Creo que añade un poquito a afirmar su personalidad por lo que ya comentamos en el análisis anterior, pero en definitiva perfila su desconfianza hacia Komui y otras figuras de autoridad.
¡Y Lenalee se teletransporta para golpear a Kanda con su carpeta! Eso o ha utilizado las botas. Pero me inclino por el teletransporte.
Mirando su uniforme parece taaaan evidente que estamos en el siglo XIX, ¿verdad? Buf. Les pirraban las minifaldas. Maravilloso.
Dejando de lado los cuestionables diseños femeninos, considero curioso que Lenalee se presente como la «ayudante del jefe». Por un lado, mediante esta simple frase queda claro que Komui es el jefe de la Congregación, hecho que no se confirma hasta bastante más tarde en una charla extra, y por otro… que Lenalee no antepone su posición como Exorcista, sino que prefiere presentarse una figura «inferior» que le permite formar parte de un grupo distinto. Lleva el traje de Exorcista, de modo que no es que Hoshino cambiara repentinamente de opinión, pero para ella, igual que para Kanda, no deja de ser una maldición, una píldora que tragar con amargura. Es un detalle interesante y fácil de pasar por alto.
Y Allen, decidido a ser buena persona, intenta empezar una segunda vez con buen pie con Kanda. ¡El chico que ha intentado cortarlo por la mitad! Es fácil olvidarlo por el humor, pero Allen es tremendamente chill para recuperarse tan rápido de una experiencia cercana a la muerte. Puede que sea que se ha acostumbrado con el maltrato constante de Cross.
En cualquier caso, sus intentos no son apreciados:
Yo no le doy la mano a ningún maldito.