En este artículo encontraréis spoilers de Devilman, La rosa de Versalles y, por supuesto, Berserk, junto a menciones a otros trabajos. El artículo se publicó originalmente en Deculture.es, ¡donde todavía podéis ir a leerlo!
Berserk. Como buen título, nos adelanta temas oscuros y violentos antes incluso de leer la primera página. No hay tomo en el que no tengamos un encantador atisbo del cerebro —o el ojo fuera de la cuenca— de un desgraciado, víctima de la enorme espada de Guts. Un constante baño de sangre, vamos. Es una historia, como dijo Miura en una entrevista, que versa sobre la rabia, la furia. La injusticia, la muerte y la traición son temas recurrentes. También lo fueron, hasta hace relativamente poco, las violaciones indiscriminadas de mujeres.
Y, sin embargo, Berserk es mucho más que un personaje que elimina repugnantes Apóstoles. Trata —cada vez con más acierto— temas que el autor ha admitido querer desarrollar desde que comenzó a idear la historia. Si nos fijamos, descubrimos que este clásico manga contiene muchos elementos que se alejan de lo que uno esperaría encontrar en un seinen tan oscuro y violento. No es todo masculinidad y testosterona, aunque nadie niegue que sean elementos —cada vez menos— importantes en la serie.
Sin ir muy lejos, a menudo la gente cierra los ojos ante la ambigua relación que sostuvieron Guts y Griffith. No es raro que los fans pasen por encima de los temas homoeróticos, en general representados como agresiones. Por supuesto, que Guts sea una deconstrucción del macho dominante es algo que muchos tampoco quieren ver. Todo esto, junto a la evolución cada vez menos sexista del guión de Miura, daría para varios artículos.
Lo bueno es que, en ocasiones, sólo hay que ir a las obras que inspiraron Berserk para ver la historia bajo una nueva luz… Tanto para los que aceptan que no es una narración típica como para los que se niegan a verla como algo más.
Muchos ya conocen cómo surgió Berserk y las curiosas coincidencias con diversos personajes históricos que se asemejan mucho a los protagonistas. Una de las claras referencias para Guts y el universo de Berserk es Hokuto no Ken (El puño de la estrella del Norte); sólo hay que ver el diseño de ambos protagonistas y sonreímos ligeramente porque se delatan por sí solos. Miura también declaró que Griffith y Guts surgen de algunos aspectos de él mismo. En realidad, se podría decir que son manifestaciones de sus diversas opiniones y su forma de pensar. Hay, sin embargo, mucho más material detrás. Por ejemplo, se inspiró en el líder de su banda de dibujantes para crear hasta cierto punto a Griffith. Toda la Banda del Halcón es, asimismo, un reflejo de sus compañeros de juventud —Pippin está inspirado en el propio Miura, al menos físicamente—.
Lo que está claro es que Miura no saca ideas simplemente de su entorno. Se ha declarado fan de varias obras shojo (Yumiko Oshima es una de sus mangakas favoritas), es un cinéfilo y ve mucho la televisión. No solo eso, sino que es un gran lector. Creo que todos coincidimos en que sólo teniendo un amplio bagaje cultural se puede crear una serie que trata tantos temas políticos, religiosos y culturales como Berserk. Sería fascinante explorarlos, porque daría para mucho, muchor rato. En este artículo, sin embargo, voy a centrarme en aspectos menos sonados o menos reconocidos.
Estoy hablando de las principales influencias de obras queer, por supuesto.
En el «capítulo piloto» de su obra, Berserk Prototype, que Miura envió a Hakusensha, Griffith era una chica llamada Frikka. Podría ser simplemente que Miura dibujaba a todas las niñas iguales porque guarda mucho parecido con Theresia. El diseño, con todo, es demasiado similar y sus nombres también como para que sea mera coincidencia. Y la niña estaba claramente embelesada por Guts.
Pero la muchachita de esa historia estaba lejos de acercarse al fascinante personaje que es Griffith. Un plebeyo hermoso como un noble, con unos rasgos angélicos, una voluntad apisonadora, inteligencia y una increíble habilidad para el combate. Griffith es uno de esos personajes complejos y contradictorios, que despierta pasiones a su paso, tanto por parte de sus hater (que tienen sus claros motivos para odiarlo) como de sus fans más acérrimos. No se parece en nada a la niñita que iba a ser víctima de un cruel noble excepto en su origen humilde.
Una de las inspiraciones de ese maravilloso personaje fue una mujer.
La rosa de Versalles
Quizás a algunos les resulte familiar la obra La rosa de Versalles, de Riyoko Ikeda, que narra las intrigas políticas de la corte de María Antonieta antes y durante la Revolución Francesa. Aunque tarda en ganar protagonismo, el centro de esta historia es una joven llamada Oscar. Es la última de varias hijas y su padre, desesperado al no obtener descendencia masculina, decidió criarla como un varón. La corte de Versalles siempre queda deslumbrada por su presencia y las mujeres corren tras ella para intentar ganar su atención; con el tiempo, incluso los hombres soñarán con casarse con la doncella caballero y devolverla a sus ropas femeninas. Oscar, pues, rompió muchos corazones. Entre otros, el de Miura, a quien le impactó lo suficiente para que quisiera incluir a un personaje semejante en su historia.
Berserk nació del deseo de fusionar los mundos de estos dos trabajos. ¡Un manga de chicos fuerte y duro y un dramático manga de chicas!
Tanto Griffith como Oscar son personajes ambiguos en el aspecto físico, pues los confunden con el género contrario, pero que tienen muy claro su sexo biológico. Griffith es controlador y tiene una mentalidad dolorosamente machista, como se ve cuando ordena a Casca mantener en calor a Guts. Oscar, por su parte, siempre insiste en que es una mujer, pero no por ello actúa como una y se siente muy cómoda en su rol masculino y superior. Al igual que Griffith, Oscar piensa que las mujeres deben cumplir con su papel en la sociedad pero no soporta que nadie intente ponerse por encima de ella física o psicológicamente. No olvida los desafíos y es muy, muy territorial.
Griffith se le parece, solo que al no ser un noble, tiene muchísimos menos escrúpulos. Curiosamente, los dos constituyen ejemplos a seguir de formas muy opuestas, envueltos en un aura de dignidad y de defensa de las clases más bajas. A Griffith el pueblo lo adora no solo por su apostura, sino porque es un plebeyo que les protege y se preocupa por ellos. Es ver un sueño cumplido. Oscar es la imagen de la verdadera nobleza capaz de sacrificarse por los demás pues, al contrario que Griffith, se va a acercando más y más a la gente corriente a medida que avanza la serie.
Los dos tienen una relación muy estrecha con una princesa que se eleva al rango de reina: Charlotte y María Antonieta. Más allá de que Charlotte sea mucho menos caprichosa que María Antonieta, ambas princesas son encantadoras e inocentes y sueñan con realidades que no pueden alcanzar, sin querer hacer frente al mundo que tienen delante. Claro que las implicaciones son muy diferentes con Griffith y Oscar debido a su género. Por ello no es raro que María Antonieta desarrolle otro interés amoroso más heterosexual que, además, es histórico.
Tanto Griffith como Oscar tienen una «sombra» que los sigue y cuida. Sin duda aquí es donde encontramos claras diferencias aunque también una idea muy interesante si pensamos en términos queer. Griffith sólo confía en Guts y Oscar sólo confía en André. El primero es un mercenario vencido en combate y por quien Griffith siente una gran posesividad que roza lo absurdo. Guts es la única persona que no lo idolatra, con quien siente que puede hablar de igual a igual y frente a quien puede mostrar un asomo de debilidad sin sentir —como con Casca— que se está rebajando. Guts no se somete a él, sino que camina muy cerca. Es, desde luego, una relación compleja porque Griffith sabe que tiene el control… O lo tiene hasta la famosa batalla en medio de la nieve.
En cuanto a André, es el sirviente de Oscar y su guardián desde la infancia. Aunque la idealiza un poco, sabe cuáles son sus partes malas y buenas y también es su mejor amigo. Juntos beben y se emborrachan, juegan a la política y corren aventuras. Y André desarrolla algo más que un mero sentimiento de camaradería por Oscar. Cosa que a esta ni se le ocurre pensar porque, aunque se considere mujer, tiene una mentalidad clasista —al menos hasta cierto punto de la historia— y muy masculina. Es más, se supone que la relación de ambos se debería ver como la de dos hombres.
Y ya, como paralelismo final, tanto Griffith como Oscar tienen una chica enamorada perdidamente de ellos a quien enseñan a hacer esgrima y a la que cuidan como su protegida. También, a la que no pueden ni pretenden corresponder sentimentalmente.
Hasta cierto punto, Griffith casi parece ser la idea de un Oscar impuro y más complejo. Además de varón, claro. La gran diferencia, a mi modo de ver, es que Griffith nunca sufrirá la disforia de género a la que se verá enfrentada Oscar cuando se le exija contraer matrimonio.
¿Solo es una coincidencia lo mucho que se parecen estos personajes? Es posible, pero poco probable. La relación entre André y Oscar es de aceptación, con algunos escollos, justo lo contrario que la de Griffith y Guts. Teniendo en cuenta todos los temas que recoge Berserk que pueden encontrarse en La rosa de Versalles, sería muy extraño no pensar que Miura quiso adaptarlos a su obra y desarrollarlos a su propia manera. Creo que los parecidos son demasiado evidentes para negarlos y que Miura hace un buen homenaje a Oscar sin llegar por ello a plagiarla.
Riyoko Ikeda, por cierto, fue una destacada mangaka que trató en sus obras la transexualidad, la bisexualidad y, en fin, lo queer. Toda una pionera si pensamos que empezó a publicar antes de los años 70.
Devilman
Berserk no tiene solo influencia queer de La rosa de Versalles. A algunos quizás os suene Devilman, de Go Nagai, autor de Violence Jack entre otras obras. Ambas dejaron su impronta a Berserk. Sin ir muy lejos, Miura ha afirmado que le encantaba la exageración de Violence Jack, que no tenía ningún límite en sus escenas. Pero vamos a destacar Devilman para el tema que nos trae de cabeza.
Cualquiera que se siente a leer esta vieja obra —siempre y cuando pueda superar la ENORME diferencia artística, porque la verdad es que impone— podrá ver las similitudes. Ya no es solo el concepto de lo divino como algo malvado y de la representación de los ángeles como seres crueles y hermosos, sino que los demonios y semi-demonios son los más humanos y quienes presentan los mayores dilemas morales. Evolucionan de simples enemigos a criaturas con sueños y esperanzas. Como reflejo de esta idea, los Apóstoles una vez tuvieron que tomar una dura decisión, no son simplemente seres crueles porque sí; por eso resultan tan interesantes. Donde se ve la inspiración más evidente es, sin embargo, en los diseños estrambóticos de Devilman.
En Devilman, los demonios luchan por sobrevivir frente a la tiranía de los ángeles. Pero, por el camino, se encuentran a un enemigo terrible: la Humanidad, que se divide asimisma en dos. Por una parte, los que rechazan a los demonios y destruyen todo lo que es diferente; por otra, los que se aprovechan de los demonios y se elevan por encima de los simples mortales para poder luchar cara a cara contra Satán. Mientras tanto, Dios y los ángeles contemplan esta batalla en silencio, conscientes de que la Humanidad y los Demonios están precipitando su propia destrucción. La filosofía de este manga es brutal y, aunque empieza a favor de los humanos, termina por ponernos del lado de los semi-demonios e incluso de los propios demonios. Si los humanos deben caer por el camino, que lo hagan; los fuertes pueden y deben luchar contra el Destino que les ha impuesto Dios. ¿No os resulta familiar?
Lo que más nos atañe, con todo, son los dos protagonistas: Akira y Ryou comenzaron como amigos que perseguían un mismo propósito impuesto por Ryou. Fue él quien introdujo a Akira al mundo de los demonios, considerando que su pureza era lo único que podía salvar a la Humanidad si conseguía controlar al demonio Amon y usar su fuerza contra su raza. Hasta tal punto respetaba Akira a su amigo, que accedió a convertirse en Devilman para poder vencer a los demonios que amenazaban la Tierra. No sabía lo que sus acciones precipitarían, tanto para el mundo como en su relación con Ryou.
Ryou es un personaje muy celoso y controlador, además de inteligente y arrogante. No soporta que haya mujeres alrededor de Akira y se siente profundamente celoso de la relación de este con su amiga de la infancia, Miki. Akira, por su parte, evoluciona de un muchacho encantador a un ser más aguerrido y sediento de sangre, que debe luchar con su propia naturaleza demoníaca a la vez que intenta proteger a los humanos.
Al final de la historia averiguamos que Ryou es nada menos que Satán, ángel caído, enemigo de Dios mismo y líder de los demonios. En teoría se había infiltrado como humano para aprender cómo destruir a la Humanidad, pero conoció a Akira. Y se enamoró. Puso en peligro todo el plan de los demonios y los condenó a una brutal lucha contra los semi-demonios por un amor egoísta, porque no podía permitir que Akira siguiera siendo un débil humano… y muriera.
Go Nagai no es un feminista y tiene ideas muy escabrosas sobre la masculinidad, y por ello justifica el amor de Satán haciéndolo hermafrodita. Pero cualquiera que lea las historias de Nagai verá el claro elemento queer, tanto Yuri como Yaoi —Ryou no se pasa toda la historia en el cuerpo de un hombre por nada… Y su misoginia es evidente—. Que su representación sea positiva es otro tema que también podría ocupar un artículo muy diferente.
Así pues, tenemos al semi-demonio humano y al ángel destructor. Negro y Blanco. Oscuridad y Luz. Un plan divino, un plan perfecto, que se viene abajo sólo por una persona que es capaz de hacerte apartar la vista del camino.
Guin Saga
Una de las historias que siempre sale a colación cuando Miura habla de Berserk es Guin Saga. La menciona prácticamente en cada entrevista, afirmando que es un ávido seguidor desde hace años. Esta obra de más de 130 libros, inconclusa por la defunción de su autora, cuenta la historia de un poderoso hombre llamado Guin al que le imponen una máscara de leopardo que no es capaz de quitarse. Se lo describe como un hombre digno, gigantesco, además de un gran espadachín. Goza de una fuerza monstruosa que le permite hacer frente a cualquier criatura sobrenatural que se le interponga en el camino.
Le acompañan las dos perlas de Parros, unos mellizos con el cabello plateado relacionados con poderes de videncia. En el manga hasta podemos ver un asombroso parecido entre Lady Amnelis y Griffith, que parece ser más un guiño que otra cosa, pero un guiño encantadoramente descarado. Lo que nadie puede negar, al menos teniendo en cuenta lo insistente que es Miura en la influencia de este trabajo sobre su obra, es que Guin y Guts comparten rasgos bastante característicos.
Kaoru Kurimoto, la autora de la esta saga de novelas, la más larga del mundo, no sólo es conocida por trabajar en publicaciones yaoi, sino por incluir en la propia historia de Guin a muchos personajes homosexuales o bisexuales. Hasta se encuentran entre sus páginas a prostitutos masculinos y nobles travestis (Aldo Naris). Al parecer, a partir de la mitad de la historia el elemento homoerótico se dispara lo suficiente para que ni los fans puedan negar que existe.
Lamentablemente, al haber sólo 5 novelas traducidas y la mayor parte del producto continuar en su idioma natal, no podemos desarrollar mucho este aspecto. Sin embargo, que Miura lea a una escritora de fantasía que trata tanto la homosexualidad y admire su obra demuestra que no tiene muchos problemas para leer todo tipo de historias siempre y cuando sean buenas.
Griffith y Guts
Estas son unas pocas de las muchas influencias que tiene Berserk. Y, aun así, hay y habrá fans que consideran ofensiva la mera posibilidad de sugerir que Griffith sea gay —o bisexual, aunque un gay es perfectamente capaz de mantener sexo con mujeres, sobre todo si le han enseñado que la homosexualidad es algo negativo y tiene experiencias traumáticas con hombres—, que la relación que tuvo con Guts pudiera rozar algo platónico o incluso algo que fuera más allá. Que Guts sea un personaje que nunca se ha interesado por el cuerpo de las mujeres, ni siquiera cuando tiene a Casca frente a él, completamente desnuda, parece ser poco relevante. Con la actual explosión de terminología sexual podríamos entrar a discutir si Griffith es un homosexual reprimido, si Guts es demisexual o no. Todo caería en saco roto porque el material es el que tenemos…
Y es un material muy ambiguo.
Creo que nadie puede negar que el diseño de Femto, sobre todo en sus primeras apariciones, aparte de ser una copia de Batman, tiene mucho de queer. Si pensamos en la tendencia a identificar a los villanos con algo sexualmente agresivo, es decir, a relacionarlos con la homosexualidad que puede presentar un peligro para la integridad masculina del protagonista, no es tan raro que Griffith entre dentro de este espectro. Al menos inicialmente, ya que Miura parece haber buscado librarse del diseño de Femto.
Con el tiempo Griffith, que no estaba bien pensado en los primeros volúmenes, como revela Miura en una entrevista, se convierte en un personaje profundo y lleno de contradicciones. Es delicado y angelical, pero también una máquina de matar. Es inteligente y minucioso, pero un rechazo puede provocar que todo su plan se venga abajo solo por la necesidad física y emocional de recuperar el control, lo cual le lleva a seducir a la princesa Charlotte. Se sabe por encima de los demás y desea un amigo que esté a su altura, por eso se ve atraído por Guts, que le sigue pero también mantiene un elemento de individualidad como no ha visto nunca. Por eso es tan doloroso para él pensar en Guts, a quien odia y quiere al mismo tiempo, mientras le torturan en la cámara de la torre. Porque Griffith, más allá del posible homoeroticismo, es un personaje muy completo y que tiene todas esas contradicciones que caracterizan a los humanos y a hombres orgullosos como él.
La relación de Griffith y Guts se vuelve tóxica muy rápidamente, si es que no lo fue desde el principio. Es una que exige la sumisión por parte de Guts y cuando se rebela, Griffith no sabe qué hacer. Desde su primer encuentro ha demostrado su posesividad sobre Guts y no ha imaginado que las cosas pudieran cambiar.
Ahora me perteneces. Quiero que seas mío. Griffith
Griffith encuentra a Guts fascinante, como a nadie más. Nunca demuestra interés romántico por Charlotte o Casca, mientras que en el caso de Guts no está tan claro. Dentro de esa ambigüedad, cuanto menos resulta evidente que siente admiración por él, lo cual no se puede decir que experimente por otros personajes. Y estoy segura de que con ningún otro sentía la suficiente cercanía como para bañarse desnudo o entregarle el Kama Sutra. Tampoco arriesgó nunca, jamás, su vida de forma absurda… Excepto por Guts. Y recordemos que lo hizo en más de una ocasión. Eso no es algo que se hace por alguien a quien consideras una herramienta. Griffith demuestra hasta qué punto valora a Guts cuando decide, a pesar de que en términos políticos un personaje brusco y que no participa en las fiestas le sirve de bien poco, que lo matará antes de permitir que se vaya. Porque, a un nivel subconsciente, necesita sentirse validado por la única persona que aprecia de verdad.
Lo que siente por él no tiene por qué ser algo sexual. Hasta la fecha, Griffith ha demostrado que considera que el sexo es un instrumento: se prostituyó con el conde Ganon para obtener dinero; tuvo sexo con la princesa Charlotte para sentir que recuperaba el control sobre alguien y luego violó a Casca para hacer daño a Guts. No, desde luego, por un motivo u otro, Griffith no piensa en el sexo más que de forma pragmática. Es difícil imaginarlo deseando algo tan carnal con Guts como no sea para manipularlo. Pero eso no invalida el aprecio que siente por Guts. Reducir su relación a mera amistad o envidia parece muy corto de miras.
Y es que nos estamos olvidando de un actor muy importante, que es Guts, quien no juega un papel pasivo en esta historia, aunque fuera lo que Griffith deseara. Hemos mencionado que no arquea ni una ceja al ver a Casca desnuda, pero cuando tiene su divertido baño de agua con Griffith, se sonroja. Antes de eso le pregunta si es homosexual y Griffith, desplegando una clarísima actitud hetero (no), no contesta, se limita a evadir la pregunta. Guts piensa que Griffith tiene una cara bonita y puede que sea eso lo que le impide sentir un rechazo como el que le inspiran los demás hombres. Nuestro protagonista no tiene ese problema con las mujeres (Casca, Farnese) y los niños y la única clara excepción a la que permite acercarse es Griffith, que lo coge por la cara y se aproxima mucho en varias ocasiones. En realidad, antes que aversión, le sucede todo lo contrario, pues también termina por obsesionarse con él, con ser válido ante sus ojos. Incluso si eso significa traicionarlo o arriesgar la vida con tal de que no pueda volver a mirarlo por encima del hombro.
Como colofón final, hay que recordar su relación es tan estrecha, que Griffith considera a Guts tan especial, que Casca siente celos. Ella, que también vio desnudo y vulnerable a Griffith; ella, que deseaba ser su espada y se vio obligada a vivir a la sombra de Guts; ella, que quiso ser la persona especial de Griffith…
¿No es suficiente para valorar lo ambiguo de esta relación?
Entonces permitidme hacer referencia a una de las tantas películas que sirvieron para construir la idea de Berserk. Lady Halcón se estrenó en 1985; Berserk, en 1988. Esta película estaba protagonizada nada menos que por Rutger Hauer, el actor que más inspiró para crear a Guts. Hauer interpreta a un caballero medieval vestido de negro, que lucha con una ballesta, y a quien se acusa en cierto momento de anteponer el odio al amor. Ha sido maldito a estar separado por siempre de su amada, una dama tan hermosa que cualquiera que la ve la desea o se enamora de ella al instante. El responsable de la maldición ha hecho caer sobre ambos un terrible conjuro: él se convierte en un lobo negro por la noche y ella en halcón durante el día. Los únicos momentos en los que pueden tocarse y verse, pues viven prácticamente en mundos distintos, es cuando la noche y el día se unen. Además, un eclipse juega un importante papel en el desarrollo de la historia. Una referencia poco sutil, ¿no creéis?
Por supuesto, podríamos hablar de las imágenes freudianas que conciernen los enfrentamientos de Guts y Griffith, en especial la primera batalla, donde Guts afirma que le enseñará a Griffith cómo se usa la boca en el combate y muerde la espada de Griffith… Pero sería ir demasiado lejos. Eso sí, hay que señalar que los símbolos freudianos continúan en el Eclipse. Allí Griffith no muestra interés en Casca, sino en destrozar psicológicamente a Guts, ya que durante toda la violación no deja de mirarle a los ojos.
Después del Eclipse, Griffith y Guts tienen muy pocos encuentros, pero Neo Griffith —al que muchos hombres encuentran atractivo e incluso su voz les hace sentir cosas «extrañas»— siempre aparece por encima de él, en teoría feliz de haberse librado de sus sentimientos. En teoría. Nosotros sabemos que su destino está entrelazado y las cosas no van a ser tan sencillas. Después de todo, Guts está marcado por Griffith. Siempre lo estará, tanto física como emocionalmente. Y Griffith no sería lo que es si no fuera por Guts.
Solo tú me hiciste olvidar mi sueño.
Porque es su historia, porque si no se hubieran conocido no habrían llegado hasta donde están. Dejadme que lo diga una vez más: el amor es un sentimiento que no tiene por qué ser romántico. Hay muchas clases de amor y no todo incluye o exige una relación romántica o sexual. Con todo, si tenemos en cuenta las historias de las que toma inspiración Berserk, donde varias enfocan el romance entre los dos protagonistas —La rosa de Versalles, Lady Halcón, Devilman— como un amor imposible y doloroso porque se ven separados por numerosas circunstancias, bien sea el estatus social, bien un hechizo, una lucha entre el Bien y el Mal, no es absurdo pensar que el subtexto homoerótico de esta maravillosa serie es muy poderoso y difícil de negar.
En cualquier caso, lo bueno del subtexto es que, quien quiera ponerse las gafas hetero, puede ignorarlo. Para los demás siempre estará ahí.
Solo queda por ver cómo terminará la aventura de ambos personajes.
¡Que el viento sople a vuestro favor!
¡Mil gracias a @juanjimver por la portada!
Jamás volveré a ver a Guts como un macho. Me dio mucha risa recordar lo de «te voy a enseñar a pelear con la.boca» y le muerde la espada XD. En su momento con mis gafas hetero vi la acción como algo bien macho…
Ojojojo, ¡éxito! Muchísimas gracias por haber leído este artículo y permitir que te ayude a quitarte las gafas hetero. ¡Te queda un mundo entero por descubrir de referencias subliminales maravillosas, en especial con espadas!
¡Un saludo! <3