Si pensabais que íbamos a ir al Salón del Manga de Barcelona solo a hacer una entrevista, os vais a llevar una —esperamos que grata— sorpresa. Y es que resulta que no solo fuimos preparadas para charlar con Klaux. ¡También pasamos un rato con dos de las editoras de Tomodomo!
Para quien no lo sepa porque vive debajo de una piedra, Tomodomo es una editorial española dedicada al manga que nació hace unas pocas primaveras —o más bien veranos— allá por 2014. Empezaron publicando series cortas y cerradas como Seven Days y Nieve en verano y, desde entonces, han ido creciendo y trayendo a nuestras estanterías otros títulos más largos como Shonen Note, Pájaro que trina no vuela o Amor es cuando cesa la lluvia.
Tomodomo es sin duda una de nuestras editoriales favoritas por la frescura de su catálogo y de sus traducciones, así que no pudimos resistirnos a pedir esta entrevista. ¡Muchísimas gracias a las chicas de Tomodomo por dedicar un ratito a hablar con nosotras!
—Lo primero que nos gustaría saber es: ¿cómo os conocisteis? ¿A quién se le ocurrió crear Tomodomo?
Ana María Caro (en adelante AMC): Érase una vez…
*risas*
Alina Shchasnovich (en adelante AS): Érase una vez… un fanzine llamado Life in a Glasscase. Un fanzine yaoi.
AMC: Sí. Pero cuéntalo tú que eres la fundadora.
AS: Empezó por ahí en 2007… ¿En 2007 era?
AMC: ¿El fanzine? Yo es que no estaba.
AS: Ahora no estoy segura en qué año empezó. *risas*
AMC: Sí, 2007, porque en 2014 cumplía siete años.
AS: Ah, vale. Pues empezó por ahí en 2007 un fanzine; el primer número era una parodia yaoi de Death Note *risas* Todo el mundo hacía cosplay de Death Note. Hicimos de cartón un Matt gigante… Empezó como un fanzine yaoi y gracias al fanzine nos conocimos, pero ya más adelante, ¿no sé en qué año fue?
AMC: ¿2012…?
AS: ¿Pero nos conocimos personalmente o tú lo encontraste en Internet?
AMC: Fui yo. Porque el fanzine era colaborativo, recopilaba historias de quienes quisiera participar. Siempre ponías el anuncio en junio. Entonces yo te escribí diciendo «yo quiero participar», mandé un resumen y tal y cual y ya mandé el cómic.
AS: Pero lo encontraste en Internet, tal cual. O sea, no fue por ninguna persona, ni por habernos visto en ningún Salón.
AMC: No, porque yo seguía a Nerea.
AS: Ahora me estoy enterando yo de cosas. *risas*
AMC: El fanzine era famosillo entre la gente del mundillo, porque todas las que dibujaban bien salían en el fanzine.
AS: ¿Ah, sí?
AMC: Claro. Marta, Nerea…
—O sea, había que salir en el fanzine para ser popular.
AMC: ¡Sí! Esos fanzine vendían un montón. ¿No? ¿Hay cifras? ¿Se pueden dar las cifras?
AS: No, son secretas. *risas* Las cifras no se dan, ni en fanzine ni en editorial.
AMC: Bueno, bueno. Había sequía de yaoi, la gente quería y traía originales, fanarts… Cuenta lo que me estabas contando a mí el otro día, sobre cómo lo publicitabais. En plan: «¡Yaoi, yaoi!»
*risas*
AS: Que estábamos ahí en el stand de fanzines y nos poníamos a gritar «¡yaoi, yaoi!» y la gente venía.
—Como polillas a la luz.
AS: Y luego pusimos una bandera arcoíris gigante y escribimos «YAOI», entonces la gente venía atraída.
AMC: Luego añadimos un fanzine yuri, porque adoptaste el de la chica que lo hacía…
AS: Sí, había uno de yuri que se llamaba The Yuri Project, pero las chicas que lo hacían lo acabaron dejando… Hicieron el último número y dije «Buah, esto no puede ser, no hay ningún fanzine de yuri», entonces montamos uno yuri también. Del yaoi al final sacamos ocho números, creo, y del yuri sacamos cuatro números. Y luego los especiales, por ahí en medio, pero… pero bueno. Resumiendo, nos conocimos gracias al fanzine, ella participó como dibujante, luego nos conocimos ya en persona, y dijo «Ah, pues sé japonés, puedo traducir». Y ahí ya la cosa fue degenerando.
AMC: Su sueño era montar una editorial.
AS: Sí. Llevaba… siete años con el fanzine y pensaba: «Ya quiero hacer algo más serio, ya he probado autoeditar, he probado montar cosas con gente de diferentes países, hemos ido a eventos de fuera… Quiero hacer algo más serio en plan editorial». Y la idea siempre había sido publicar manga que nos gustase. También quería publicar autoras de aquí. O sea, usar la editorial como una plataforma para promocionar autores nativos. Lo primero ya está hecho, lo segundo todavía se encuentra en proceso, pero bueno. Siempre estuvo la idea y se hizo. Como que se alinearon los astros.
AMC: Coincidíamos en gustos, también…
—O sea, os quedasteis pensando y dijisteis: «Ostras, tenemos de todo, podemos hacerlo».
AMC: Sí.
AS: Es como que… teníamos todo. Luego encontramos una diseñadora, también, que la conocíamos y lo hacía muy bien. Le dijimos: «Ah, ¿pues quieres diseñar?». Y así fue.
—Antes de fundar Tomodomo ¿a qué os dedicabais cada una? ¿La formación que teníais era profesional o habéis cursado estudios que os hayan ayudado para lo que estáis haciendo ahora?
AMC: Yo estudié japonés por libre. Es decir, yo no soy traductora de carrera. Yo hice Comunicación Audiovisual y luego me doctoré en Narrativa Audiovisual. O sea que comprendo más el lenguaje del cómic que el idioma japonés en sí. Cuando empecé a traducir he ido «subiendo de nivel». El Noken, he ido a Japón a estudiar y tal… Pero antes de la editorial yo estaba un poco en el limbo.
—Es decir, a la universidad no entraste diciendo «voy a ser traductora».
AMC: No, porque yo creía que eso no iba a poder ser. Pero, de hecho, yo quería estudiar…
AS: ¿Pero cuántos años llevabas estudiando?
AMC: Cuatro. Me hice completo el…
AS: No, no, pero ¿cuatro cuentas…?
AMC: Cuatro yendo a clase. Y después cuando empecé…
AS: Llevabas como quince años estudiando japonés.
AMC: A ver, no, pero estudiando japonés todos los años no. Desde que empecé ya había leído y tenía práctica. De adolescente (no habían sacado todavía Ayashi no Ceres) yo… A ver, antes no había scanlations, por entonces lo que daban era la traducción en inglés y mi hobbie era pasarlo al español. Aparte de Comunicación Audiovisual, mi otra opción era Traducción e Interpretación. ¿Qué pasaba? En Granada, que era donde había Traducción e Interpretación, no había japonés. Y en Sevilla había japonés, pero no había Traducción e Interpretación, lo pusieron después. Que siempre me pasa lo mismo, me lo ponen después de que yo vaya. Así que hice otra cosa y cogí el japonés de libre configuración. Pero siempre había estado ahí el sueño… ¡porque yo me metí en Comunicación Audiovisual para hacer cómic! Era lo más parecido que había de estudios para aprender a narrar con imágenes. Así que más o menos siempre había estado ahí el sueño, lo que pasa es que yo creía que eso no se iba a poder hacer. Lo veía muy lejano.
AS: Sí… En mi caso yo sí soy traductora de estudios. Estudié Traducción, pero no japonés. Porque pensaba «Oh, no, es muy difícil, es imposible». Pero sí estudié Traducción, y después de terminar Traducción, hice un Máster de Edición. Eso fue lo que me permitió saber cómo funciona una editorial. En aquel momento ya llevaba años con el fanzine, quería hacer algo más serio… Me metí en Google, busqué «Para hacer editor qué hay que hacer, estudios de edición» y «¿Hay Másteres universitarios para eso?». Pero yo lo hice en una editorial. En realidad se puede decir que hice un curso, no un Máster universitario propiamente dicho. Pero lo hacen en una editorial de Barcelona, son muchos editores que vienen y te explican cosas muy prácticas. En plan «¿Cómo hacer un presupuesto?», «¿Cómo pedir los derechos?», cosas así. Pensé que era lo mejor para alguien que quiere dedicarse a la edición. No era teoría, sino cuestiones prácticas que te ibas a encontrar. Y el curso duraba un año, con prácticas y ayuda una vez ya quieres montar la editorial. Así que es muy útil.
—Tú ya al grano.
AS: Sí, porque me dije «¿Qué es lo que quiero hacer? A ver qué es lo más parecido, cómo lo puedo encontrar». Para alguien que quiera dedicarse a esto, lo mejor es probar. Un fanzine es la mejor práctica que puedes tener, y luego hablar con editores de verdad para ver qué es lo que tienes que hacer.
—En Mistral no tenemos ni idea de cómo se hacen las propuestas a editoriales japonesas, ni si por ejemplo las editoriales son muy recelosas ante nombres nuevos españoles… Nos gustaría sabe cómo lograsteis contactos, conseguir confianza, conseguir traer cosillas… Porque estáis trayendo títulos muy buenos.
AS: Poquito a poco. En Japón parece que lo que pesa es la experiencia, el ser constante, persistente. Cuando hice el Máster me explicaron que, para conseguir los derechos tienes que ir a la Feria del Libro de Frankfurt, que es la Feria del Libro profesional más importante que hay en el mundo. Hay muchas Ferias del Libro, pero que están orientadas como al lector, al público general, y esta es para profesionales. Vienen autores, agencias, editoriales de distintas partes del mundo, y se encuentra todo el mundo ahí. Entonces fui con mi tarjeta de visita, que no tenía la editorial ni nada, pero iba ahí a presentarme y a explicarles mi proyecto. Y tuve mucha suerte porque había hecho fanzines antes. Lo que hice fue decir cuántos años llevaba publicando, aunque señalando que eran autopublicaciones. Pero a ellos les pareció bien, vieron que tenía experiencia…
AMC: Que tenía calidad, el libro estaba bien.
AS: Sí, que el libro estaba bien, y eso nos permitió empezar. Ahora otras editoriales que han empezado, gente que tiene estos proyectos, me han comentado que se pide que hayas publicado algo antes. No puedes entrar directamente con manga japonés, sino que antes tienes que hacer algo de un autor español o alguna otra cosa. No te pueden dar un manga de entrada sin haber hecho nada antes.
—Quieren saber cómo lo vais a hacer, básicamente.
AS: Sí, ver que más o menos sabes lo que haces, no…
AMC: Que no se lo das a cualquiera.
AS: Sí, exactamente.
—Cada manga es como tu hijo, no se lo vas a dar al primero que pase.
AS: Sí…
—También nos llamaba la atención que, por ejemplo, al principio editabais obras breves, cerradas. Me acuerdo de cuando empezasteis y me encontraba con Nieve en Verano, En la misma clase, Seven Days… Eran cositas cortitas, dos o tres tomos. Nos gustaría saber qué os animó a empezar con series que eran ya más largas, como Shônen Note, Amor es cuando cesa la lluvia, que creo que ni siquiera estaba cerrada cuando empezasteis… ¿A qué se debe el cambio?
AS: A que nos gustan mucho. *risas*
AMC: Sí… A ver, lo primero fue una orientación. Presentarnos. Empezamos editando cosas cortas para que la gente no se saturase, que nos fuera conociendo. Ahora que hemos cogido más rodaje nos hemos visto capaces de hacer otro tipo de cosas. Pero aun así, por ejemplo, Shônen Note estaba cerrada. Siempre nos hemos puesto el límite en diez tomos. La primera con la que lo vamos a romper es Requiem. Y de hecho, al principio quisimos sacar la de… la del jazz. ¿Cómo se llama? ¿La del jazz?
AS: ¿La del jazz…?
AMC: Sí, la que sacó Milky Way.
AS: ¿Milky Way y jazz? Ah, sí, sí, sí.
AMC: La de Kids on the Slope.
AS: Kids on the Slope.
AMC: Pero era demasiado.
—La de los años ’80 y tal…
AMC: No quisimos, nos pareció demasiado arriesgado. Igual hoy en día la hubiéramos cogido, pero en aquel entonces estábamos todavía tanteando e íbamos con más precaución. Y también se van acabando las opciones. Quiero decir, no hay tantas series cortas que te gusten mucho.
—Claro. Bastantes de los títulos que traéis no son desconocidos, pero a lo mejor tampoco son tan sonados, tan mediáticos como Naruto, One Piece, a lo mejor Tokyo Ghoul… Nos preguntábamos si eso a lo mejor pudo ser un riesgo para convertiros en editorial, que lo primero que llegara a El Corte Inglés, al FNAC, fuera a lo mejor una obra que el público no conociera a priori.
AMC: Yo creo que son alicientes, ¿verdad? Es decir, compartir lo que te gusta y nadie conoce con más gente. Eso es lo que te lleva a editar, en realidad.
—Sí, bueno, así empezamos con Requiem. Una de Mistral dijo «Aquí todo el mundo tiene que conocer Requiem» *risas* Estamos todas igual.
AMC: Sí, es eso, en realidad. Como fan, pero… upgrade. En plan «¡Léetelo, léetelo!».
—En general los títulos que traéis son menos cliché, o tienden menos a romantizar lo tóxico que otros que sí hay en el mercado que también quizás resulten más mediáticos, más conocidos del boca a boca. Entonces nos preguntábamos si sois muy exquisitas decidiendo el título, o si a lo mejor tenéis en cuenta la influencia que puede tener Internet, el fandom…
AMC: Exquisitas somos, pero con nuestros gustos. Es decir, sabemos que hay obras que gustan a la gente y que son buenas, pero no nos llenan personalmente. Sabemos incluso que hay gente a la que le puede ofender que nosotras digamos «No vamos a editar esto porque no nos llega». Eso es muy personal. A mí también me hiere cuando me dicen «¡Es que a mí esto no me gusta!» cuando para ti esa serie es tu vida entera…
AS: Va mucho por gustos. Hoy estaba vendiendo el Konbini-kun (El Chico del Súper), y vino una chica que estuvo hablando del yaoi y dijo «Mira, estos me gustan, pero es que Junko no me gusta nada, es que no me gusta, no siento nada, me parece muy aburrido, no me gusta». Y luego al cabo de un rato vino otra chica, super emocionada «¡Buah, Junko es lo mejor! ¡Me encanta! ¡Qué feliz soy!». Las dos tienen razón, simplemente que para cada persona hay un libro. Tenemos nuestra opinión, no creemos que sea ni mejor ni peor que la de nadie, simplemente como vamos a hacer el trabajo nosotras, vamos a hacer algo que queramos.
AMC: Algo que nos llene. Porque es una matada, al fin y al cabo.
AS: Porque no vamos a sacrificar nuestra salud, nuestro dinero (que es una inversión y es un riesgo) y nuestro tiempo, sobre todo nuestro tiempo, en algo en lo que no creamos. Tenemos que creer en ello. Entonces, más que fijarnos, que deberíamos, es muy intuitivo. Es en plan «Me gusta esto».
AMC: Es corazonada total.
—Nos preguntábamos, aunque hemos hablado un poco de ello antes, si tenéis muchas trabas a la hora de editar, o si en general traer y distribuir manga a España es más o menos sencillo.
AMC: Sí… depende de la editorial.
AS: Al principio cuesta, pero cuanto más tiempo llevas, menos. Cuando empiezas con una editorial las dos trabas son: una, tener la licencia, los derechos; y la segunda, la distribución. Pero tuvimos suerte por el hecho de haber hecho fanzines. Nos daba la experiencia y la confianza para que las editoriales japonesas y las distribuidoras españolas trabajasen con nosotras.
—Hasta hace poco el panorama editorial de manga en España era bastante escaso. En cierta parte, sigue siéndolo. Pero con vuestra llegada, también Milky Way, traéis cosas bastante diferentes, variedad. Y la verdad es que se nota, es que estamos todos mucho más contentos, hablo en general. Pero según qué géneros no tenemos a lo mejor tantas opciones de compra como por ejemplo en Francia. Hay un manga que te gusta, al final vas a Amazon y ves que está en francés… Y te dices que qué haces con esto.
AMC: Sí, nosotras también.
—Y entonces, ¿hasta qué punto os gustaría seguir participando en esta expansión?
AMC: Es que vamos un poco a nuestra bola, en realidad. Ha sido involuntario. Expandir el mercado no era un plan. No publicábamos por justicia, sino lo que nos gustaba de verdad. Y casualmente el hueco estaba ahí. Entonces, decíamos antes, se alinearon los astros. Igual también porque nosotras representamos lo que es el lector de manga en España. Hemos crecido con ciertas series, nuestros gustos se han moldeado de alguna manera y coinciden con los vuestros.
—También imagino que si en realidad lo que vosotras quisierais leer ya estuviera editado tampoco haríais «falta», que hasta a lo mejor suena un poco cruel, pero…
AMC: Sí, claro, es eso.
AS: Sí, sí, sí. Yo creo que en las editoriales más grandes los editores son mayores, son de otra generación. Tienen otras ideas.
AMC: Sí.
AS: Ahora hemos venido nosotras, pero a lo mejor de aquí a diez años habrá otros editores nuevos…
AMC: Que tengan otras ideas, exacto…
AS: Y tendremos que renovarnos, o no sé qué tendremos que hacer, ya veremos.
—Bueno. A ver, sigo *risas*. Nos gustaría saber cómo organizáis el trabajo, si es un régimen muy estricto o si os lo tomáis con más calma…
AMC: Calma y caos.
AS: Calma y caos *risas*. Intentamos planificar, pero luego pasan cosas…
AMC: Nunca se cumple el planning, pero bueno, vamos sacando, que es lo más importante.
—Yo todas las semanas digo que voy a sacar una reseña y nunca la saco, soy igual *risas*.
AS: Al final la imprenta manda. Cuando es el límite para imprenta es cuando hay que matarte los últimos días, «Venga, vamos a hacerlo».
—Hemos apreciado que os tomáis libertades que sirven para caracterizar personajes a los ojos de un lector nativo. Nos llama mucho el proceso de localización; todo suena muy creíble y natural para un español. ¿Cómo es el proceso?
AMC: A ver. Es que en realidad no es algo que yo haga conscientemente de «Voy a hacer por marketing para vender más», sino que es lo que me pida el texto japonés. Cuando leo japonés intento buscar un equivalente en español. Si es un chaval de 15 años, trato de que hable como un chaval de 15 años español. Si es un señor mayor, intento que hable como un señor mayor en español. Tienes que hacer tu proceso de documentación. Prestas atención a la tele, a las redes, a ver qué expresiones están de moda, cómo habla tal persona… Hace poco leí un artículo en el que entrevistaban a la localizadora/traductora de la serie de las Kardashian. Le pidieron una traducción muy choni, era un requisito. En la entrevista hablaba del proceso, de tener siempre la oreja puesta para coger expresiones que veía que eran reales. Pues más o menos es el mismo trabajo. No es algo que yo me invente, sino es lo que me pide a mí el texto, porque en japonés hay muchísimos registros porque la sociedad está muy estratificada. El habla marca mucho el rol del personaje. Si os fijáis, por ejemplo, los bocadillos no tienen rabito. No está la dirección de quién habla. ¿Por qué? Porque por la forma de hablar en japonés se entiende perfectamente quién está hablando. Y al traducirlo tienes que conservarlo o no se entiende quién es…
AS: De hecho, en las scanlation a veces es confuso; no sabes quién habla porque no marcan eso.
AMC: Claro, es confuso. Para la narración misma del manga es importante darle una voz propia a cada personaje. El ejemplo más clásico son Sajô y Kusakabe, de En la misma clase. Tenían que tener una forma de hablar completamente opuesta. Tú al traducir un texto tienes un texto básico y luego le pones pues la sal y la pimienta, para que se distinga. Si no Kusakabe no es Kusakabe, no tiene gracia.
—Qué bonico que es.
*risas*
—Y bueno, ¿qué os parece en general el mercado del manga en España?
AMC: ¿Ahora mismo? Bien.
AS: Bien.
AMC: Es guay que haya tanta variedad, que cada uno encuentre su manga. Lo que me da pena es que con tanto trabajo no tengo tiempo para leer. Ahora comprendo cómo te quedas desfasado. Es decir, tienes tanto trabajo que no tienes tiempo ni para leer lo que sacan aquí, ni lo que sacan en Japón. Entonces se da esa paradoja. Que haya tanta variedad significa que no puedo centrar mi atención. Cuando sacan menos series te las puedes leer todas. Cuando hay tantas, te vas a perder cosas obligatoriamente. Entonces tienes la cara y la cruz.
—Prestáis bastante atención a las redes sociales, animáis a vuestros seguidores a participar en concursos…
AMC: El concurso de fanart es totalmente por nuestro placer de verlos…
AS: De nuestras series…
AMC: De nuestras series.
AS: Porque no hay…
AMC: Exactamente.
AS: Pensábamos hacer algo de cosplay este año, pero al final estábamos ocupadas con los cinco libros que teníamos que sacar y no dimos abasto. Pero para el año que viene…
AMC: A ver si podemos hacer que quien venga de cosplay de nuestra serie, le regalamos un tomo.
AS: Le regalamos algo, lo que sea.
AMC: O cosas así. Es fangirlismo puro, ¿eh?
—Entonces *risas* la pregunta era quién lleva las riendas, si os gustaría organizar más cositas, para conseguir más feedback, o si os vais a quedar así…
AMC: Ahora lo tenemos que reorganizar.
AS: Sí, porque siempre lo llevaba Ana, pero Ana tiene que traducir, tiene que hacer muchas cosas…
AMC: Sí, Ana está ya…
AS: Ana está ya saturada. Entonces tenemos que mirar a ver quién nos va a llevar las redes, porque yo soy muy borde por las redes, yo no las puedo llevar. Yo contesto mal.
—Ana tiene mucha paciencia… El año pasado di mucho por saco en Navidades con un pedido que os hice, que era uno de Shônen Note. No sé si me llegó otra cosa, faltaba un tomo, y me compré todo en una tienda al final. Pero mucha paciencia, porque yo creo que te bombardeé…
AMC: *risas* Siempre hay mucha gente, es eso. A mí me gusta contestar a todo el mundo y hacerle caso a todo el mundo, que igual… Claro, yo no soy experta en redes, igual tampoco es lo que tienes que hacer, pero…
AS: Ana es el poli bueno y yo soy el poli malo.
—También nos gustaría saber qué título habéis disfrutado más editar.
AMC: Qué difícil, ¿verdad…?
AS: Yo pienso que debería ser al revés la pregunta, cuál hemos sufrido más. *risas*
—¡Podéis añadir!
AS: Yo tengo un ránking sobre qué es lo que cuesta más de maquetar. *risas* Número uno, Seki. Número dos, Moto Hagio. Número tres… Orange.
AMC: Eso sí. Disfrutar se disfrutan todos, porque yo me lo paso muy bien traduciendo. Con Jackass! me lo pasé pipa, por ejemplo. Es que te lo pasas muy bien y sufres al mismo tiempo, porque es mucho trabajo. Pero está bien… Yo lo leí al final y la verdad es que me gustó. Que recuerde, porque está reciente, pero todos en general se disfrutan, sí. Si no, no harías esto, porque es muy sacrificado.
—Y bueno, ya para acabar, si hay alguna obra que os gustaría traer a toda costa. También ¿tenéis en mente traer de GL/yuri?
AMC: Sí, estamos buscando títulos de yuri. La chica con la que estábamos hablando hace un momento nos había traído recomendaciones de yuri. Pero hay menos variedad que BL, que es más fantasía.
AS: Pero ahora ya no hace falta que busques, que ha sacado Planeta ya.
AMC: Sí, ha sacado cinco.
AS: Y ha sacado uno que me gusta, además.
AMC: ¿Ah, sí?
AS: El de Shuninta Amano (The feelings we all must endure)
AMC: No sé cuál es… ¿El que tú me recomendaste que son tres tomos?
AS: Sí, ese.
AMC: ¡Ah! ¿Ese lo va a sacar Planeta?
AS: Así que, Ana, no necesitas buscar nada. Ya puedes traducir. *risas*
AMC: Y lo de la otra serie… La de Richard, Requiem.
AS: Lo queríamos sacar… fuertemente.
AMC: De momento no tenemos nada… bueno, está la eterna.
AS: La eterna mía, que es Nabari no Ô, de Yuhki Kamatani, porque es mi manga favorito de todos los tiempos, y algún día se sacará. Entonces lo sacaré, me arruinaré, y cerraré la editorial. Fin de la historia.
AMC: Fantástico. El Canto del Fin de Tomodomo: Nabari.
—¡Muchas gracias por concedernos la entrevista!
AMC: Nada, un placer.
AS: A vosotras.