‘Jackass! ¡Se mira, pero no se toca!’ de Scarlet Beriko

Tomodomo ya es especialista en BL/yaoi, de modo que a nadie ha debido sorprenderle (por mucho que nos frotemos las manos de alegría) cuando anunció que traería Jackass! ¡Se mira pero no se toca! de Scarlet Beriko. Es una forma perfecta de presentar a esta autora al público español, con un tomo único, pero no demasiado corto y que define a la perfección el estilo de Beriko con su obra más juvenil.

Jackass! presenta dos tramas que se desarrollan al mismo tiempo. La primera trata de Keisuke y Masayuki. Keisuke es un chico alto y con aire de matón pero corazón de oro, que se está planteando si ir o no a la universidad por la mala situación económica de su hermana, que es la que los sustenta. Masayuki es, como bien dice la sinopsis, un pijo guaperas… que tiene un intenso fetiche con las medias. Tanto que no le interesa especialmente el sexo con mujeres, con tal de poder disfrutar de las piernas envueltas en medias negras.

¿Cómo juntamos estos dos elementos? Bien, la hermana mayor de Keisuke aprovechó una noche para ponerse sus pantalones de hacer ejercicio. Cuando Keisuke se los puso antes de hacer gimnasia, se encontró con que dentro se habían quedado las medias. Y llevaba una puesta hasta casi la mitad. Masayuki se ofrece a comprarle comidas a cambio de que siga usando las medias para su recreación.

Esto supone un punto clave del manga. La mayoría de BL/yaoi juegan demasiado con el non-con, no solo por morbo o por explotar un tipo de gusto particular por forzar a otro personaje a reconocer que les gusta que su pareja sea controladora, sino por tradición. La mayoría de las parejas de BL empiezan como personas que no han descubierto su sexualidad (si es que directamente no se dice una y otra vez que son hetero), una parte suele imponerse a la otra mediante chantaje. Este, por suerte, no es el caso de Jackass!. No, al menos, en la medida que tanto Kei como Masa están descubriendo un terreno sin explorar. Cuando Kei accede, algo a regañadientes, señala que es «un descubrimiento para él». Es decir, que siente curiosidad por este nuevo placer descubierto.

Ponerse medias es cosa de mujeres, un atentado contra la masculinidad tradicional. En muchos BL se explota la idea de que el pasivo de la pareja suele ser el equivalente a una mujer, de modo que se lo vuelve más delicado, más sentimental o vulnerable. En Jackass! se juega con algunas de estas ideas, de forma superficial: Masa, que es el proactivo, es rico, confiado y no duda de su sexualidad. Kei, en cambio, está más desconcertado, se siente utilizado y no sabe bien cómo afrontar sus sentimientos.

Sin embargo, a Kei no se lo trata como a una mujer ni tampoco se lo feminiza ni se da ninguna situación social donde los personajes se burlen porque se ponga medias. Al contrario, Beriko resalta la belleza de los cuerpos masculinos y no tiene miedo de tocar temas que tradicionalmente no se consideran adecuados para hombres. Kei encontrará un gran apoyo en otro personaje gay, amigo de la infancia, y también en su hermana mayor.

Si hay algo tóxico en el caso de Kei y Masa, es cómo no saben enfocar la relación en sus inicios. Y es cosa de los dos mejorar y aprender a valorar los sentimientos del otro.

Por otro lado, tenemos la segunda pareja, algo más problemática. Katsumi es un adolescente abiertamente gay, muy cómodo con su sexualidad, descarado y simpático. Pero fuma, se salta las clases y se mete en algunos líos con compañeros. O, más bien, otros le buscan las cosquillas. El delegado, en particular, no duda en acosarlo en un intento de mantener su «hombría». Katsumi, con todo, lo cala muy rápido y nota que lo que pasa es que siente atracción sexual por él y no quiere reconocerlo. Se juzga a este personaje como se debe, pero tampoco se lo trata de malvado. Se encuentra con otras personas que le dan opción a conocerse a sí mismo, y la historia también le permite redimirse.

¿Problema? El delegado no es interés romántico. La pareja de Katsumi es el enfermero del instituto. Y no precisamente uno que acabe de terminar la carrera. Ya no es solo un dilema que un profesor salga con un alumno, por mucho que sea consentido por las dos partes, sino la diferencia de edad. Katsumi es menor. El doctor se siente (como es normal) atormentado por esto y toma decisiones más o menos drásticas para al menos anular uno de los factores. Pero tampoco hay una profundización en el tema. La historia es encantadora cuando intentas no considerar el contexto, pero sigue promoviendo el romance entre un adulto y un menor de edad, por espabilado que sea.

Con todo, si algo es interesante es que en este binomio el rol clásico de seme/uke no podría haberse invertido más.

Así pues, ningún personaje es un santo. Tienden, dentro de su egoísmo o de los arranques juveniles, a hacerse daño, a mentirse o atacarse. Aun así, siempre es fácil comprenderlos en gran medida gracias al maravilloso arte de Beriko, donde cada plano es un gustazo. Si no hay humor, hay erotismo o escenas simpáticas que es un placer leer. Las líneas son deliciosamente fluidas (con pestañas gigantes en los perfiles), los personajes estilizados y atractivos sin que dejen de ser variados. No solo eso, sino que la anatomía es perfecta y las piernas de Keisuke son tan bonitas como se resalta una y otra vez. Da gusto verlo y no tener que creernos lo que dicen los personajes.

Por otra parte, merece destacarse el trabajo de traducción de Ana María Caro. Los personajes suenan como adolescentes (españoles, en concreto, con cada referencia o frase hecha que no puedes evitar reírte), en general con un vocabulario creíble y que distingue a cada uno. Masa es más educado, Kei agresivo y malhablado y Katsumi suelta de vez en cuando corazón en medio de burrada tras burrada. Es muy difícil confundirlos entre sí. La edición, a cargo de Alina Shchasnovich, es preciosa, y cómo olvidar el trabajo de maquetación de Nerea Gómez o el diseño gráfico de Laura Gras para traernos un tomo sin errores y de calidad. ¡Ah! ¡Y no podemos olvidar la tarjeta extra que trae consigo o las preciosas ilustraciones a color de las primeras páginas!

No puedo dejar de recomendar Jackass! ahora que nos ha llegado, al fin, a España. Ojalá aprovechéis esta oportunidad para conocer a Scarlet Beriko. ¡No tiene precio!

 

¡Que el viento sople a vuestro favor!

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