Analizando Umineko: Legend of the Golden Witch. Capítulo 5. Oro

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Resumen básico del capítulo


Después de la última comida agradable que van a tener los Ushiromiya, los niños deciden pasar un rato en la playa antes de que empiece a llover y hablan de acertijos, brujas y maldiciones. Los adultos, por otra parte, descubren que no son tan listos como pensaban.

 

Metacomentario


Puedo imaginar a Sayo frotándose las manos mientras se prepara para escribir la escena del retrato. De verdad que puedo. Es el comienzo de su historia, de toda la mitología que ha creado durante años y que la convierte en la ama y señora de Rokkenjima por las noches —también por el día desde que heredó el anillo de Kinzo, pero me entendéis—. No por nada vuelve a apartar a Battler, metafóricamente, del control de la narración para poder describir al detalle la leyenda sobre el oro, el trato de Beatrice y de Kinzo, y todo lo que alimentó su imaginación desde niña. Por supuesto, también está mezclando un poquito de la verdad… Lo cual puede llevar a reflexionar sobre cómo los rumores muchas veces rozan lo real, cosa que puede explorarse en otros Episodios con las Cabras y los otros relatos que giran alrededor de Rokkenjima o el propio diario de Eva.

De primeras nos plantea el misterio de Umineko: ¿es Beatrice real? Battler lo duda; Maria lo defiende con creciente irritación. George ya plantea su forma de ser paternalista con respecto a la magia, entrenado por sus experiencias con Shannon, mientras que Jessica hace lo imposible para que Maria no se moleste. Qué bien conoce Sayo a todos y qué bien juega con las opiniones de un lector. Uno que viene predispuesto a saber más de la bruja, pero que casi seguramente se ponga del lado de Battler para negar su existencia. Sayo debía ser consciente de que que defender la magia mediante las palabras de una niña no otorga mucha credibilidad a Beatrice, pero ahí está el desafío. Porque si uno acepta que Beatrice es una persona, una identidad, alguien que de verdad le ha entregado un paraguas a Maria, puede empezar a hilar ideas.

El epitafio siempre ha sido un acertijo imposible de resolver para alguien que no sea japonés, y también para quien no puede recorrer la isla ni tiene ya pruebas de los sitios a donde debe ir… Pero es importante que se trate un poquito porque Sayo nos está mostrando en la cara cómo ella fue capaz de resolverlo. Los pasos de los primos intentando, torpemente, descubrir el misterio por su cuenta son la demostración de lo que no hay que hacer. ¿Por qué iba a haber un tesoro en una ciudad que no esté en Rokkenjima? Es anticlimático y se aleja de la idea de la búsqueda del tesoro.

Y hablando de un tesoro… Sayo se asegura de que neguemos la posibilidad de su existencia mediante argumentos lógicos de George, que tras un larguísimo discurso se nos presenta como alguien confiable y razonable en asuntos de economía. ¿Y por qué este recurso? Porque el oro importa bien poco a Sayo o a Battler como no sea a modo de medio para obtener una aventura o una recompensa espiritual mayor. Porque para Ryukishi07 tampoco debería ser importante. Pero, ah, la realidad es muy distinta, ¿verdad, Kyrie?

Sayo hace que Battler comente que crear un epitafio para que descubran el oro es algo muy «del estilo del abuelo», lo cual me lleva a pensar en los retorcidos métodos de Sayo para contar la verdad. Kinzo forma parte intrínseca de Sayo, aunque a ella no le guste. Por mucho que tema su sangre, la educación que ha recibido, el ambiente en el que ha crecido, la han influenciado hasta el extremo de escribir esta novela y decidir su propio futuro. Me pregunto hasta qué punto es consciente de lo parecida que es a su padre/abuelo.

El caso es que, yendo de aquí allá, Sayo nos ha proporcionado muchísimos datos reales, así como pistas con las que trabajar, pero disimuladas en medio de un torrente de información. Como suelen hacer las buenas historias de detectives. No solo eso, sino que juega con nuestras expectativas, que conoce muy bien, para desviarnos de la verdadera historia.

Como apunte, no puedo evitar sonreír con tristeza al notar la diferencia con la que trata Sayo a sus personas. A pesar de que Shannon es torpe, siempre la describe «moviéndose con gracia», mientras que Kanon… En fin. Da la impresión que Sayo quiere que dé. Me gustaría saber hasta qué punto verdademente Sayo lograba ser elegante cuando interpretaba a Shannon y cuánto es parte de la narración y el deseo de idealizar a su persona más femenina…

Aparte de todo esto, creo que Sayo se luce uniendo la leyenda del oro al saltar de la conversación de los niños a la de los adultos. De esta forma logra que cobre una verdadera dimensión en la historia. El dinero es una obsesión de los adultos, así que es importante para la trama. En especial porque los personajes tienden a hacer esfuerzos por desacreditar la leyenda, pero Sayo no está dispuesta a permitir que nos deshagamos de la posibilidad de que hay diez toneladas de oro que van a jugar un papel importante, ni tampoco de la leyenda de la bruja, desde luego.

Sayo describiendo a su personaje favorito es tan cantosa que no puedo evitar reírme. En especial lo de la «sabiduría». Es todo tan fantasía. Si el cuadro está basado en Beatrice Kuwadorian, entonces debería plasmar a una niña inocente y aislada. Si fuera Bice, sería una joven enamorada y triste. Así que los meta elementos BRILLAN porque Sayo quiere darnos una clara impresión de refinamiento -que no existe- de Beatrice. Quizá Ryukishi la imaginó mucho más digna de lo que luego fue…

Ayuda a construir la tensión entre los protagonistas. Los adultos no están dispuestos a creer en la bruja, pero sí en la existencia del oro porque de algún lado debía sacar Kinzo la confianza para los préstamos. Por eso es necesario que se nos establezcan las bases «creíbles» de la leyenda. Porque luego deberían ser la motivación principal para intentar resolver el acertijo de Beatrice. Cosa que no logran. Me gusta pensar en esto como un fallo garrafal de Sayo a la hora de caracterizar. Como sabemos, en Prime los hermanos se unen por la avaricia y logran resolver relativamente rápido el juego de Sayo. En sus novelas, no. Irónicamente, Kyrie y Rudolf son de los que se rinden a Sayo, por ejemplo, en el Episodio 4, pero…

Sayo no los conoce.

No sabe lo que harían ellos de verdad si tuvieran cerca el dinero. Este desconocimiento de Sayo, esta necesidad de «crear» una historia que siga ciertos patrones es algo que se desmonta por completo en la parte de Respuestas cuando vemos el tablero, y aprecio mucho que Ryukishi07 haga el esfuerzo de distinguir lo que es una novela de lo que sería la cruda realidad. Ya desde aquí se va construyendo la idea del Truco y la Magia.

Y entonces, tras la discusión del oro por niños y adultos, Sayo nos mete una escena completamente Meta donde informan a Kinzo de lo que dicen sus hijos. Primero, Sayo nos induce a pensar que Kinzo de verdad está vivo cuando en la habitación solo está ella como Kanon. Por otro lado, en realidad sucede ques Sayo debe estar repasando para sus adentros todo lo que ha escuchado sobre los hermanos. Qué triste que hasta en ficción, Sayo tenga que esconder su verdadero poder bajo la imagen de Kinzo.

En cualquier caso, esta conversación es terriblemente valiosa vista en retrospectiva y me pregunto si se dio alguna vez antes de la muerte de Kinzo y Sayo la introdujo para darnos con un canto en los dientes. Casi seguro que sí.

Kinzo sospecha muy fuerte que Kanon es Lion. Hasta se preocupa por si va demasiado rápido para él. Por favor, por favor, POR FAVOR, ¡qué evidente es todo! Por eso se interesa en particular por este muchacho —insisto en que no vemos que trate así a Shannon— para animarlo a resolver el epitafio. Hasta le explica el motivo por el que lo ha dejado en un sitio donde todo el mundo pueda visualizarlo sin problemas. Para una persona como ella, tan, tan desesperada, tan atrapada por sus propios actos (pero sobre todo por los de los demás) arriesgarlo todo y que haya una sola y gran posibilidad de que ocurra un milagro debe aparecer como la única esperanza, la única salida.

A su vez, a través de Kinzo, vemos la insistencia en que todos deben crear la idea de la magia o no habrá una sola posibilidad de que ocurra. Muy a lo yo creo en las hadas, Sayo sabe que la familia al completo ha de de intentar resolver el misterio para que la atmósfera funcione como debe hacerlo. Por eso insistirá una y otra vez en sus cartas para recordarles qué es lo que se supone que tendrían estar haciendo.

Y entonces Kinzo le ofrece dulces a su Lion. Kanon los rechaza porque «es un mueble», cosa que debe doler a Kinzo, pero también nos hace sacar el pañuelo cuando entendemos que Sayo no se considera digna de aceptar regalos de nadie. Mucho menos del cabeza de familia. Kinzo, como tantos otros, no se lo toma en serio… Pero creo que lo más importante es que sonríe y no le regaña. Está desesperado por ganarse su afecto y por eso es amable y paciente con él. Solo tratad de imaginar cómo habría reaccionado ante cualquiera de sus hijos si respondieran «no lo sé».

En cualquier caso, Sayo tiende a usar a Kanon a menudo en las escenas de fantasía durante los dos Episodios en los que es la escritora. Como se comenta aquí, refleja que es ella quien está moviendo las piezas y que es con Kanon con quien se siente más cómoda y representada.

Por otro lado, Sayo mete una escena entre Genji y Kinzo donde se miente abiertamente al lector a la vez que se introducen detallitos sobre que, sí, el epitafio pretende dar el control de la familia Ushiromiya a quien resuelva su misterio. Nanjo reconoce que ha intentado resolverlo alguna vez, mientras que Genji sabe dónde está el dinero, así que da todo un poco de igual. Su forma de usar «mueble», con todo, siento que es una malinterpretación por parte de Sayo. En cualquier caso, Genji pretende morir con ella estos tres días, así que el futuro le da más o menos igual. Es interesante que Nanjo habla hipotéticamente sobre la muerte de Kinzo. Vamos, que muy sutilmente, a pesar de que son dos aliados de Sayo, podemos escarbar por debajo de las mentiras y ver que Nanjo en realidad se refiere a Kinzo como si ya estuviera muerto.

 

Personajes destacados


La verdad es que George brilla bastante en este capítulo porque es el que más se acerca siempre a la verdad. Cuando se trata de examinar algo desde lejos, es hábil, ingenioso, capaz de ver ideas románticas como las de Sayo o Kinzo y figurarse qué tratan de conseguir. Pero como con Shannon siempre le puede la actitud paternalista, egocéntrica y prepotente, no le funciona demasiado en el día a día. Por eso Sayo nunca se volcó del todo en él. Creo que en cierta entrevista, Ryukishi07 afirmó que podría amar a Shannon si supiera la verdad. Pero dijo Shannon. No Sayo. Ay. De todas formas me adelanto y esto es terreno de la declaración y el siguiente Episodio.

El caso es que George entiende las intenciones de Kinzo; dejar el epitafio bien al descubierto. Cualquiera, sirvientes incluidos, lo vería: Lion no podría pasarlo por alto. También es George quien establece que no es ridículo considerar que Kinzo llamara «bruja» a una persona capaz de prestarle diez toneladas de oro en una época donde no tenía conexión alguna. Y luego se dedica a hacer apuntes históricos muy sorprendentes que, sin duda, le vienen de su padre —y que destrozarán una declaración de matrimonio—.

Pero todo este conocimiento está mal dosificado. Me dan ganas de sacudirlo cuando se pone a hablar de precios de mercado para responder a Maria. ¡Simple, George, hazlo simple! Sorprendentemente, luego sabe ganársela diciendo su peso en oro. Es un momento bonito, la verdad, igual que cuando más tarde demuestra saber qué es lo que ha escrito Maria en sus trabajos de clase. Puede que lo haya escuchado de refilón porque Eva comentó algo, ¡pero se le ha quedado y sabe usarlo para que Maria se tranquilice un poco! Situaciones así explican por qué Maria tiende a confiar en George aunque este no tenga el carisma de Battler.

Y hablando de Battler… Aquí es cuando se nos presenta su cabezonería con las brujas —el texto lo justifica con que quiere distinguirse de su yo infantil que temía este tipo de leyendas— y siempre me parecerá extraño que sea tan desconsiderado con una niña que literalmente le está gritando al oído que las brujas existen. Es que hasta Jessica tiene que darle un toque de atención (sorprendentemente no es George quien aprovecha la oportunidad), y eso que ella no es que respete o aprecie los gustos de Maria. Pero al menos no los machaca. ¿Es este el mismo chico que jugaba con Maria e inventaba tonterías para hacerla reír?

Más adelante, Battler hace una comparación con Papá Noel/Santa Claus, pero en ocasiones así el texto japonés se me hace completamente absurdo en su necesidad de que los personajes metan la pata para meter acto seguido una escena hiper explicativa. Battler ha tenido buena mano con Maria hasta ahora, jugando con ella, imitándola y «rebajándose» a su altura para hacerla feliz. Su negación actual es, cuanto menos, forzada por parte del texto para construir a Battler como antagonista de las brujas y para marcar a Maria como la obsesa de la magia —obsesión que luego se tornará siniestra hasta que aprendamos su contexto en otros Episodios—. Es increíble cómo la narración usará a Battler de acuerdo a lo que se necesite en el momento, cuando en general es bastante amable en términos emocionales, como se muestra al ser el único que siente lástima por su abuela, que sin duda sabía que le estaban poniendo los cuernos.

En fin, alegrémonos por cómo introduce Sayo a Shannon, porque cómo no iba a acercarse a ver qué hacen los niños cuando hablan de su querida Beatrice. Se establece de inmediato que Shannon es respetuosa y encuentra fascinante a Beatrice, sin dudar en lanzarle flores porque «es muy bella». La excusa, por cierto, para que acompañe a los niños es que Kumasawa la ha incitado a llevarles galletas cuando ACABAN DE COMER. Maria es un pozo sin fondo, miradla qué contenta está de zampar más. Pero aunque la excusa es plausible, me inclino más a pensar que ha sido Sayo quien decidió ir corriendo detrás de su recién llegado Battler. Por cierto, no perdamos de vista que Shannon aparece justo después de que Maria termine de hablar sobre Beatrice.

Al final deciden hacer un picnic gracias a Jessica, que no me cabe duda de que quiere huir lo más rápido posible de la mirada de Beatrice.

Diría que «cautivar» es demasiado suave.

La necesidad de Krauss de mentir una y otra vez me fascina, en especial por el desparpajo con el que se mueve. Lo ves cavar su propia tumba con una sonrisa arrogante en el rostro, es increíble. Todos sus hermanos van a por él, y es cierto que tiene un as bajo la manga, pero… Sigue siendo un juego muy peligroso donde cualquier error les daría el poder a ellos. En especial porque Krauss, evidentemente, necesita el oro, pero no tiene ni idea de dónde está. Es evidente que se está metiendo en un lío del que no va a saber salir, tal y como le dicen Eva y Rudolf; porque tienen derecho a su herencia y pueden usar a sus abogados. Por eso Natsuhi y Krauss van, a su vez, tan lejos ocultando la muerte de Kinzo. Ay…

Con todo, adoro la forma que Umineko tiene de tratar los mitos. La explicación de Krauss, aunque sea pura mentira —una que hasta ha implantado en Natsuhi—, podría ser muy real. En particular cuando señala cómo «la leyenda se debilitó al incluirse una bruja a posteriori». Como no podía ser de otra forma con una escritora como Sayo y una historia como Umineko, hay un enorme interés en cómo se crea una idea, una mentira, una ilusión. Y todo esto dará, con el tiempo, lugar a las versiones de los «fans» de la tragedia de Umineko.

Pero, señor, qué manía más asquerosa tiene Krauss de acosar en concreto a Rosa. Puedo verlo cuando era mucho más joven haciendo lo mismo con una niña pequeña y es muy repugnante.

Krauss pasa la mayor parte de este capítulo esperando a que sus hermanos se pongan en evidencia para destrozarlos. Se nota que disfruta de la situación. Nunca ha tenido la autoridad de Kinzo, pero siempre ha podido imponerse a sus menores y se regodea en este poder. Una vez uno se da cuenta de lo mucho que presionan con la muerte de Kinzo y lo rápido que van a actuar entonces, es fácil ver que están desesperados por dinero. De lo contrario, ¿por qué presionarían tanto? Es el punto débil de su alianza. En el momento en que intentan aflojar y jugar a poli bueno, Krauss ya los tiene en su mano. Y mirad cómo se prepara —algo comprensible tras esta eterna lluvia de amenazas— antes de descubrir la verdad.

Me encantan detalles pequeños de los hermanos; cuando Krauss demuestra que tiene el control sobre la situación, Rosa y Eva se ponen en tensión mientras que es Rudolf quien entra en pánico en primer lugar. Ya no es solo que sea el más cobarde de todos —si hasta Kyrie no sabe de sus problemas económicos, madre mía—, sino que me pregunto si Krauss no se ensañaba con él cuando eran jóvenes. Luego Eva también empieza a perder el control, pero no puedo evitar notar que el que lo pasa peor cuando ve que Krauss vuelve a las andadas es Rudolf.

Por otro lado, todos tienen problemas similares, pero los afrontan de manera distinta. Krauss depende su esposa en privado, pero en público deja que la insulten y mantiene el control para rebajar a sus hermanos en cuanto creen que han ganado. Eva ataca, muerde y araña, mientras que Hideyoshi aparece como el «poli bueno», duro pero cercano, y siempre apoyando a su esposa. Cuando la fachada se viene abajo, Eva sale a defender a su esposo y se mantienen unidos. Rudolf es tan orgulloso que no confía en Kyrie ni en público ni en privado. Y Rosa… Rosa está sola. Guarda silencio hasta que Krauss la ataca tan fuerte que empieza a chillar, como suele hacer Maria cuando alguien rompe sus ilusiones, y trata de protegerse gritando que Krauss no tiene derecho a curiosear en su vida a pesar de que ella ha estado haciendo exactamente eso en la de él.

Pistas de las que no nos damos cuenta

 

Básicamente es la verdad, pero nos la han presentado como una leyenda. Eso sí, Bice no le cedió alegremente el dinero, pero nos están diciendo a la cara lo que sucedió.

GEORGE HA RESUELTO UMINEKO.

Luego Jessica deja caer un ejemplo bastante aproximado a la realidad donde se señala que una mujer pudo prestarle mucho dinero a Kinzo.

Función del capítulo

Establecer el importante epitafio, que está unido a la existencia de Bice y, por tanto, de las demás Beatrice. También, aunque se dice muy suavemente, está el tema de que cualquiera que encuentre el oro puede quedárselo. Eso nos remonta a cuando Kinzo intentaba, con desesperación, que Lion saliera de las sombras.

Por supuesto, se busca liarnos con todas las eternas, interminables discusiones acerca de si tiene Krauss o no el oro. Resulta muy agotador de leer y no me extrañaría que la mayor parte de la gente se salte esta parte, en especial en una primera lectura… Y con el narrador (Sayo/Ryukishi07) explicando los diálogos que acabamos de leer. Es muy, muy reiterativo y muy innecesario, aunque se necesite cierta idea para entender la inmensa presión económica y judicial a la que se someten los hermanos. Con todo, una vez uno se da cuenta de la cantidad de investigación que han realizado los hermanos para asegurarse de que el oro existe, sienta las bases para que entendamos por qué se creen la historia de Sayo y están dispuestos a obedecerla. Harán cualquier cosa por obtener el oro, hasta «jugar» con una pequeña sirvienta.

 

Manga


El manga debe pasar y mucho las tijeras por este capítulo, cosa que comprendo pero no deja de ser anticlimática, porque no vemos cómo los hermanos atacan con todo a Krauss solo para luego encontrarse con que los estaba esperando y sigue siendo mejor bully que los tres juntos. Y las discusiones son intensas, da la impresión de que estemos en un capítulo de Oliver y Benji con dramas como la catapulta infernal. Es imposible tomarse en serio los problemas monetarios si tenemos a Krauss despidiendo aura intensita.

Por otro lado, empiezo a teorizar que Kei Natsume odia a Kanon. Señora, ¿podrías dejar de cortar sus puñeteras escenas, que es un personaje importante? Porque bien que podríamos ahorrarnos a Kinzo con los ojos desorbitados gritando lo de siempre (o el super trauma de Battler ante el epitafio). Es todo tan over the top, tan pls, tómame en serio que esto va a ser chungo.

No te preocupes, Kanon, si no te dan amor ya te lo doy yo. De verdad que me duele que la escena se haya reducido… a esto cuando es tan importante en retrospectiva para comprender a Kinzo, su búsqueda de Lion y cómo funciona Sayo como Game Master… Y eso por no hablar de sus reflexiones sobre ser un mueble. Pero no boobs. Vaya, es que es casi un ataque directo a la concepción de Sayo.

Y el capítulo acaba sin pena ni gloria y saltamos a Shannon apretando los brazos para marcar pechos. De verdad que no puedo con la versión Legend del manga. Es tan perezosa, tan exagerada y poco trabajada, sin detalles ni amor por el ritmo pausado de Umineko, que no puedo. Os dejo por aquí otro análisis más detallado que el mío.

P.D.: nunca me convenceréis de que la autora no prefiere a Shannon por el fanservice. Jamás. Porque es un personaje terriblemente superficial porque debe ser una máscara. Y duele que se ignore la caracterización que Sayo da a Kanon para sustituirla por Shannon (cosa que no me parecería tan mal, pero sigue siendo horrible porque rompes el dinamismo de las personas de Sayo, si no fuera por cómo se la dibuja) para atraer a fans babosos.

 

Detalles a mencionar


Es interesante que se mencione que los hermanos solían recorrer la isla en busca del dinero. Rosa no encontró Kuwadorian en una búsqueda del tesoro, pero encaja bien con el conocimiento de la isla… Sobre todo porque fue su madre —ojalá tuviera nombre— la que extendió la idea de que la bruja existía. Me pregunto hasta qué punto sospechaba de la existencia de Beatrice-Kuwadorian o de su madre, ahora mismo no recuerdo si se mencionaba en algún punto.

También me gusta que Battler sea quien a veces reflexiona sobre su abuela paterna y cómo debió vivir bajo el yugo de Kinzo. Ya comentó algo en el capítulo anterior, y en este se pregunta qué debió experimentar al saber o sospechar que su marido tenía una amante. ¿Quizá porque no puede evitar pensar en lo que hizo su padre a Asumu, puesto que Kyrie estaba embarazada cuando esta murió?

Dos años, un año después de que Kanon naciera, interesante…

Krauss debería apellidarse Sin embargo. Si no mete un However/Daga en cada frase, explota.

Por aquí os dejo una interesante reflexión sobre lo que sucederá en Prime (o en el Episodio 5) cuando alguien obtenga el oro y el resultado no guste a los hermanos. Kinzo desde luego fue estúpido a la hora de intentar dejar un legado a Lion que no tiene ninguna prueba notarial. Con todo, creo que el análisis no investiga las reglas sobre la herencia en Japón (aunque sí menciona, muy por encima, el hecho de que ese oro no es propiedad de Kinzo, ni de Lion, ni de ningún Ushiromiya, sino de Italia).Y, en cualquier caso, los hijos deben recibir algo de la herencia —por no hablar de que hay que pagar por recibirla— por ser descendientes directos. No me imagino a Sayo yendo a ningún sitio a explicar que es hija de la hija no oficial de Kinzo y de este mismo.

Supongo que las mayúsculas son para provocar tensión, pero no puedo evitar imaginar a Ryukishi07 subrayando cosas para sus tonticos lectores. A veces lo odio muchísimo. Imaginad lo ligero y veloz que hubiera sido Umineko sin la tendencia japonesa a explicarlo todo.

Por otra parte, aquí tenemos el motivo por el que Hideyoshi y Eva deciden participar en el juego de Sayo. Harían cualquier cosa por dinero inmediato.

Contador de risas creepy

¿3? No debería contar las risas malévola de Krauss porque son muy suaves y contenidas, al menos en comparación con las señoritas que vendrán después, pero me ponen los pelos de punta con toda su amargura y crueldad.

Contador de «Beatoriche»

1

Contador de «muebles»

2

 

¡Que el viento sople a vuestro favor!

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