Opinión de Berserk 367

Berserk, por Koji Mori y el Studio Gaga ha vuelto una vez más, esta vez solo dos semanas después de los dos últimos capítulos. Tres capítulos de Berserk en dos semanas. En qué mundo vivimos. Entre esto y la anunciada vuelta de Hunter x Hunter, desde luego vivimos en una timeline algo extraña.

¡Vamos a por nuestras opiniones!

Judeau

Posiblemente este ha sido uno de los únicos capítulos de Berserk donde mi reacción ha sido un «meh» durante todo  hasta llegar a ese final donde he pasado de la relativa indiferencia al «no, por favor». Pero Don’t Panic.

Se nota, y mucho, aquello que comentó Koji Mori sobre de que solo dibujarían aquellas escenas que Miura le hubiese descrito en el pasado y que recordase bien. Porque el ritmo del capítulo es… extraño. Existen grandes lagunas que me parecen injustificables y para las cuales la única explicación es esa: Miura no las explicó, así que no las metemos.

A pesar de que ya estábamos avisados sobre que pasaría, no ha sido hasta ahora que nos hemos dado cuenta de lo extraño que resulta y de lo difícil que va a ser pasarlo por alto.

Por ejemplo, la «batalla» de Zodd contra Guts. No son más que un par de páginas donde intercambian, si es que podemos llamarlo así, dos golpes. En seguida, Griffith parece que ya se ha aburrido de todo esto y ha ido a por Casca.

Y, sin duda, el hueco que más duele es el de Farnese. Cuando Griffith va a por su antigua compañera de armas, Farnese —y Schierke, de paso—… desaparece. Literalmente. En un panel, está agarrando a Casca desmayada. En el siguiente, Griffith ya la tiene entre sus brazos, y a su alrededor no hay nada. Y duele especialmente porque el desarrollo de Farnese estaba ligado al de Casca. La noble había encontrado su camino en la vida al lado de Elaine, ahora Casca, como su amante cuidadora, y podrían llegar a compartir un vínculo muy cercano. La cosa es que Farnese moriría antes que ceder a Casca al que ella misma sabe, porque lo ha visto directamente en sus recuerdos, que es el origen de todo su trauma.

Así que sí, queda muy extraño que desaparezca sin más. Sé que poco pueden hacer por detener a Griffith, y está claro que, en un capítulo «completo», Griffith las habría rechazado con sus poderes, las podría haber paralizado con su presencia como hizo con Ganishka, o podrían haber quedado afectadas como Dannan, y entonces solo tendría que recoger a Casca de entre sus brazos.

Pero no le demos más vuelta a lo que no ha salido. Hablemos de lo que sí.

Me encanta cómo el enorme árbol de cerezos queda desnudo por completo, precediendo a la destrucción de la isla. No hay mayor demostración de poder que el hecho de destrozarlo todo sin que haga falta que mueva un dedo. Griffith-Femto es de otro plano astral, está muy por encima de cualquier mortal y me encanta que lo hagan notar de esta forma.

Hablando de arte, diría que aunque hay ciertos momentos donde se nota que esto lo dibujan varias personas y a alguno que otro no se le da del todo bien la perspectiva y las caras de los personajes, el resto es brutal. Es algo caótico, aunque la distribución del capítulo y lo que está pasando en el mismo contribuye a ello. Pero esos paisajes a rebosar de detalles son poderosísimos y siguen arrebatando el aliento.

Ah, y Zodd sigue teniendo cara de pug.

Y llegamos al controvertido final. Sí, parece lo que todos nos tememos. Griffith va a raptar a Casca, su madre, y se la va a llevar a Falconia. O esa es la impresión que quieren dar. No me creo que consiga sacarla del país sin resistencia. Ya no Guts, que ahora sí podría hacer uso de su armadura para intentar detenerlos, sino de Danann y los sabios de la isla. Estos no han hecho absolutamente nada, y estaría bien cierta demostración de poder por su parte. También está el tema de que quedan todavía tres capítulos para acabar este arco, así que por eso creo que va a tener ciertas dificultades para irse…

En todo caso, don’t panic y esperemos al capítulo que viene.

¡Nos vemos en un mes!

Suzume

Coincido con Judeau. Es decepcionante encontrarse que el pausado ritmo de los capítulos anteriores va a quedar de lado. No siempre, por supuesto, pero sí cuando no sepan qué hacer. Y, aunque Kouji Mori haya explicado el motivo (si es que es esa la razón de este, hm, poco fluido capítulo), no me parece excusable. Por poner un único ejemplo: Guts necesitaba ese momento de pánico y horror al ver que Griffith se estaba dirigiendo hacia Casca, pero solo tenemos una página en la que vemos cómo corre directamente hacia ella. No es suficiente, no en una historia como Berserk.

Por supuesto, hay más. Igual que Judeau, me molesta que Farnese no haga nada por defender a Casca. Habría sido un momento de personaje maravilloso, en especial si no hubiera sido capaz de hacer otra cosa salvo quedarse paralizada bajo la brutal mirada de Griffith. Habría sido el pistoletazo de salida para más desarrollo de personaje. Lo mismo puedo decir sobre Schierke.

El arte no me ayuda a aceptar este tropiezo. Comenté con Judeau que puedo distinguir al menos dos manos trabajando a la vez. Una se ocupa de las expresiones más importantes; las primeras páginas, mejor logradas, con ese ritmo algo más pausado donde podemos ver las reacciones de Guts. Ahí el delineado es limpio y las caras y anatomía están bastante bien logradas. Y luego está la persona que hace las escenas donde aparecen Danann y compañía, que me hicieron gritar por dentro por el bajón de calidad. Quizá haya una tercera mano haciendo anatomías y sombreados que se acercan peligrosamente a los de Isayama y SnK, no estoy segura.

Puede que esté siendo demasiado dura, pero no creo que sea injusto resaltar un trabajo pobre. No es tanto cuestión de compararlo con Miura como señalar que, al haber tantas manos trabajando en un mismo manuscrito de forma equitativa, el resultado es muy poco sólido.

Y si Berserk es algo es… increíblemente sólido.

Estos últimos capítulos me han hecho reflexionar bastante sobre la importancia del autor. La visión es esencial para diferenciar un trabajo de otro. Miura ponía un increíble mimo a todos sus capítulos. Incluso aquellos que odio me dejaban sin aliento por todo el trabajo, la devoción y el perfeccionismo que se percibía en su acabado. El Arco de Fantasía perdió parte de ese fanatismo por la perfección, lo cual me parece bien, pero fue la experiencia de Miura lo que permitió que un ritmo de trabajo menos exigente no se tradujera en pérdida de calidad. Sí, echo de menos el antiguo estilo, pero aun así este arco era impresionante. Y, más importante aún, Miura dominaba el ritmo de la narración e imprimía su personalidad al mismo. Si había que dedicar un capítulo mudo a presentar la guerra de Griffith, se hacía. Si en un único panel se podía desarrollar el modo de vida de unas criaturas como los gigantes, se hacía.

Y era este amor por la narrativa «cinematográfica», por el lenguaje no verbal, lo que hacía que Berserk se convirtiera en algo especial. En mi relectura me he dado cuenta de que hay partes flojas. Y no, no hablo solo del Arco del Guerrero Negro. Me refiero a ritmo de historia, a personajes que no «justifican» el tiempo que roban a partes importantes de la trama, a excesos de gore que no aportan nada, etc. Parecerá quizá una conclusión básica, pero sin el arte de Miura, sin su decisión a volver esta gran historia una personal y distintiva… Berserk sería un manga bastante típico. La historia, de hecho, es simple, el mundo no es tan original, y los diálogos a menudo son dolorosamente explicativos, como puede pasar cuando Farnese vuelve con su familia.

Sin embargo, el arte volvía esas «debilidades» literales fortalezas. No importa que Griffith en el fondo no sea tan distinto a tantos otros villanos, porque hemos estado con él, le hemos visto ser humano, perder parte de su humanidad y luchar por cumplir su sueño. Da igual que Slan sea un personaje cliché a morir, porque los pequeños detalles sobre su forma de disfrutar de las emociones ajenas y su impactante diseño (que sería, reconozcámoslo, meh en un artista con menos talento) la hacen distinguible. Por favor, la anterior Mano de Dios nos emociona no solo por el bagaje emocional de tantos años leyendo Berserk, sino por la magnífica presentación, la pausa antes de estamparnos un panel impresionante en la cara.

Berserk tiene mucho de teatro, donde todo se transmite directamente por voz al espectador, pero que necesita de un buen y refinado dramatismo para transmitir la monumentalidad de sus ideas sin que suspiremos y digamos oh, otra historia que dice lo mismo. La conjunción de pequeñas piezas hacían a Berserk mayor que todas sus partes.

Y esto ¿para qué lo digo?

Para justificar que si el ritmo de este capítulo hubiera sido mejor, si el arte fuera más rotundo, si tuviera un lenguaje más vibrante, pasaríamos por alto bastantes de sus errores. Qué digo, los perdonaríamos, como hemos hecho muchas veces antes. No estaría preguntándome con la misma irritación por qué Casca no está desangrándose y convulsionando de dolor al entrar en contacto con Griffith, por ejemplo, si la ejecución hubiera sido sólida. No estaría encogiéndome de hombros ante los entes que aparecen a sus pies en la última página, porque es fácil no darse cuenta de que están ahí.

De hecho, estaría dispuesta a perdonar el hecho de que Miura, que en paz descanse, hubiera decidido que no tenía suficiente con que Casca haya sido un chiste andante durante décadas, sino que va a reducirla una vez más al objeto pasivo de la historia…

Justo cuando acababa de recuperar su autonomía y podía volver a ser un personaje.

Como Judeau, tengo esperanzas. Mi impresión es que Griffith no va a desaparecer sin más con Casca (si fuera el caso, ya lo habría hecho). Danann tiene que defender su territorio. Skull Knight debe proteger la tumba de la persona que amó. La isla de Elfheim al completo ha de vengar el mundo que Griffith está destruyendo con su mera presencia. Quizá no consiga llevarse a Casca (porfavorestoytanagotadadeestetipodemierdaynolovoyaperdonarsiMiuranoestáparahacerlosoportable). O quizá sí y se la quede cual princesa en la torre para que su yo-bebé deje de intentar escaparse cada luna. No lo sé. No me gusta.

Solo sé que puedo perdonar la perspectiva, la anatomía y la belleza de una imagen…

Pero no la ausencia de lenguaje cinematográfico.

Si tengo que gritar con Guts porque se hayan llevado a Casca, quiero sentir cada momento. Quiero ver ese esfuerzo narrativo, tanto si Mori tiene notas de Miura como si no. Puedo perdonar que Farnese y Schierke no hagan nada, pero no que desaparezcan de escena sin un simple empujón. Puedo perdonar que Casca no aúlle de dolor, pero no que Guts no tenga esos importantes momentos que expresan su mundo interior.

De verdad, el trabajo que Studio Gaga está haciendo es uno muy pesado, con mucha carga emocional. No quiero ser negativa, sigo pensando que es maravilloso que estén haciendo esto.

Pero empezaron tan bien…

Solo espero que esto sea un tropiezo.

(Y que Miura no hubiera decidido convertir a Casca en una princesa en el castillo por favor no).

¡Que el viento sople a vuestro favor!