¡No olvidéis leer los capítulos anteriores!
Resumen básico del capítulo
Battler escucha conversaciones a escondidas, intenta un interrogatorio que no tiene mucho éxito y sale escarmentado de la cocina cuando los sirvientes y Maria tratan de convencerlo de que Beatrice ha estado ahí todo el rato. Por otro lado, Eva decide jugar todas sus cartas contra Natsuhi con la intención de obligarla a cantar sobre qué ha pasado con Kinzo. Y si para eso tiene que hacerla parecer una asesina… Uy, todos conocemos a Eva. Es más que capaz.
Metacomentario
Siempre me resultó extraño que los sirvientes, aunque fuera en grupo, se desplazaran libremente por la casa sin que nadie los vigilara/protegiera. ¡Ahora es evidente el motivo: no están preocupados porque los asesinos están entre ellos!
La narración insiste en lo cansados que están Kanon y Genji, cosa normal después de haber matado a seis personas y fingir que aquí no ha pasado nada. El colmo de la hipocresía es cuando Kanon se pregunta en voz alta por qué Shannon ha tenido que morir de forma tan horrible (los muertos de verdad supongo que dan un poco de igual). Pero claro, tenemos que interpretarlo como que se pregunta si era necesario matarla, seguir el juego con las normas concretas que se ha marcado y tal. Genji le dice que olvide la forma en que murió, porque lo importante es que ha tenido mala suerte. Por supuesto, como esto es una novela, se trata de Sayo diciéndonos que es muy posible que la mala suerte se interponga en su camino cuando intente asesinar a la familia, de modo que debe estar preparada. Además, para tener mayor libertad de movimientos va a tener que matar a Shannon o a Kanon llegados a cierto punto…
Kumasawa llora diciendo que quiere volver a ver a Shannon, así que quizá es una indirecta muy directa a Sayo para que abandone la partida. Eso y que apreciaba a Shannon, su rol como persona. En fin, el resto de la conversación sirve para explicar indirectamente el funcionamiento de la magia de Sayo y cómo deberá ponerse en marcha cuando llegue la hora de la verdad.
Y entonces… ¡Sayo hace que Battler por fin se mueva!
Atraído sin duda por la sospecha de que los sirvientes ocultan algo, los ha seguido y se ha puesto a escuchar de los sacrificios. Por supuesto, quiere enterarse de más, pero no sé cuán inteligente es plantarse SOLO delante de los posibles asesinos a interrogarlos.
En cualquier caso esta escena es SUPER divertida. Porque Battler pregunta: ¿qué es Beatrice? Kanon aparta la mirada y Battler, que había prometido agarrar del cuello de la ropa al asesino…
Voilà.
En ocasiones como esta, adoro Umineko.
Kanon sufre porque Battler es bastante alto, pero probablemente también porque su crush está muy enfadado con él. ¡No es un reencuentro muy romántico!
Y entonces Kumasawa mintiendo sobre que Kanon no oculta nada, ay, señor. Antes de que Battler pueda seguir haciendo daño a Kanon, Genji interviene para decirle que se lo contarán todo. Una mirada entre «padre» e «hijo» y se deciden a contar la versión fantástica de la historia, por supuesto. Hablarán, ¡pero no han prometido contar la verdad! Se limitan, pues, a seguir el juego de Sayo.
La información que dan a Battler es parte real, parte fantástica, parte mezclada. Por ejemplo, se dice que Beatrice ha trabajado para el amo desde mucho antes que Genji lo hiciera, lo cual puede ligarse con que Bice era su pareja forzosa, Beatrice Kuwadorian sirvió a los propósitos de este hombre y literalmente Sayo ha trabajado en la casa. Battler trata de tomárselo a broma, pero claro, toda esta gente sabe que se está burlando de mujeres muertas de forma cruel… Además de la fantasía de Sayo.
Kanon vacila. Me pregunto si Sayo se planteaba si decirle la verdad, o dejarle caer una pista realmente difícil de evadir. Al fin y al cabo, se muere por compartir su mundo interno… Y porque la detengan. Pero ¿cómo hacerlo para que Battler la tome en serio? Sayo tiene la idea romántica de que Battler debe perseguirla, encontrarla, detenerla. ¡No puede hacer todavía una confesión de villana!
Y sale Kumasawa al rescate, evadiendo la posibilidad de una confesión. Beatrice «no tiene forma», lo cual es completamente cierto. Solo existe dentro de la gente que la imagina. Sayo interpreta su rol y ya está. Pero claro, aquí se juega a que es una bruja que no ha conseguido reconstruir su forma humana.
Es interesante que Kumasawa apunte a lo mucho que Beatrice deseaba tener la forma de su retrato… Pobre Sayo. Y luego vuelve a ser Kanon quien nos habla de las mariposas y quien nos da más y más información sobre Beatrice, a pesar de que se supone que es el más remilgado respecto a su presencia. Por supuesto, es que Sayo es capaz de expresarse mejor a partir de Kanon y no puede evitar mostrar su respeto y cariño por su propia creación.
Mirad cómo disfruta.
Que no me digas en la cara que no existo, guapo, o te vas a enterar.
Se lo están pasando genial los tres, debo decir. Pobre Battler.
Y ENTONCES LLEGA MARIA. ¿Por qué los adultos la han dejado suelta? Ni idea, pero estoy segura de que se introduce no solo porque Sayo la usa como supuesta escritora, sino para desviar la atención de Battler y del lector.
De verdad que no me creo que una niña tenga este vocabularioooo.
«Eres del tipo que Beatrice más odia», ay, la ironía, porque Beatrice está hecha para enamorarse de Battler. Acto seguido se introduce la idea de la gente resistente a la magia, como si fuera algo de nacimiento y no de crianza.
Sinceramente, cuando Maria empieza a volcar toda la información sobre lo que ella y Sayo han creado, la idea de la bruja se vuelve más y más irreal. Es una bruja de videojuego, no de cuento. En historias de fantasmas, la suspensión de la incredulidad funciona mejor cuantos menos datos tenemos del enemigo. Por eso la sensación de inquietud cuando todos los sirvientes hablan de Beatrice sin contarnos más que algún retazo de su historia, unido a la música ambiental, funciona tan bien por contraste con… esto. Sayo no tanto, porque suele callarse más cosas, pero Maria y Tohya crean a una Beatrice de anime, con rangos, tipos de demonios e invocaciones y en fin.
Me encanta cómo Battler reacciona en contra cuantos más datos le dan, algo creíble, a la vez que Maria confiesa la verdad: todo se lo contó Sayo.
Y a pesar de que nos han dicho que Beatrice no tiene forma, que su rostro no está definido, Battler vuelve a hacer las preguntas equivocadas: ¿quién te dio la carta? Uf. Para reírse en su cara, todos fingen mirar a alguien que está detrás de Battler, lo cual puede provocar más de un escalofrío.
Después Sayo escribe a Battler como alguien que nunca creerá si no ve las cosas con sus propios ojos, así que establece su arco como la persona a la que hay que convencer y sugestionar. Lo que, en una relación abusiva como sería la de Beato y Battler, se llama gashlighting, en especial con el: has cometido un pecado imperdonable y todos moriréis por ello. Sí, Sayo está enferma, pero no deja de ser manipulación de la víctima.
En vez de decirle las cosas. Porque así es Umineko.
Me encanta que Kanon parece reprochar a Battler sus palabras. ¡Ay, la decepción, que el novio no quiere creer en Beatrice!
Más tarde, Sayo habla de los niños que quieren hacerse adultos y empiezo a preguntarme si las referencias a Utena no serán cosa de ella, solo que expresadas a través de George. Eso o George se lo ha grabado a fuego en la cabeza de repetirlo tantas veces.
Agh, me gustaría que los sprites no fueran tan felices, porque puedo entender que hablen de cosas para distraerse, pero la explicación eterna de cosas que se pueden resumir en media página rompe un poco bastante con la atmósfera del dichoso asesinato.
Hey, más chorradas sobre el género y lo que hacen los chicos y las chicas. Falta hablar del color azul y el rosita. De nuevo, esta puede ser una conversación filtrada por las concepciones de Sayo y la obsesión que siente respecto a los géneros, lo frustrada que se siente como Kanon porque no es lo suficiente fuerte para un hombre dentro de la media, pero no sé hasta qué punto conceder el beneficio de la duda…
A pesar de que hablan de Maria, George básicamente se dedica a inspeccionar los motivos y la psique de Sayo. A pesar de lo cargante que puede resultar su conversación, creo que es fascinante cómo Sayo sabe que él es quien comprendería mejor estas ideas. Sin duda porque se las ha expuesto. El problema de George es que es prepotente y mira por encima del hombro a la gente, de ahí la frustración de Sayo. Al contrario que Battler, George no desprecia sus fantasías ni sus juegos… Pero tampoco las toma en serio, las considera una etapa a superar. Y no es que no tenga razón, pero lo expresa de forma terrible, con un paternalismo enervante y equivocado: ojojo yo sé lo que es bueno para ti y tú no. George siente simpatía por Shannon, pero le falta la empatía de ponerse en los zapatos de otra persona, cosa que Battler sí puede hacer con algo de más libertad.
Por otro lado, me pregunto si Sayo no se siente avergonzada del mundo que ha creado, porque aunque usa la excusa de Maria, todo el rato estamos hablando de niños pequeños, inferiores a los 12 años. Esto podría llevarnos a reflexionar, también, que Sayo no es adulta a pesar de tener 19 años. Sus traumas infantiles y, sobre todo, juveniles, y su intenso deseo por no tener que exponerse al mundo exterior a Rokkenjima han hecho que se quede atrapada en un limbo entre la adolescencia y la juventud. No sé hasta qué extremo será consciente de ello, la verdad.
Y bueno, luego hablan de cómo los criados se ven obligados a reconocer a Beatrice por Kinzo y se compara a la bruja con la gente religiosa y Dios. Bueno, bueno, bueno. Es interesante por cómo se ha creado la superstición, pero de verdad que le dan demasiadas vueltas.
Luego tenemos a Battler teorizando bien, sobre cómo alguien de entre la familia está fingiendo todo para crear la ilusión de Beatrice. Es decir, sin tonterías sobre quiero a mi familia (a la que no conozco) así que no voy a sospechar de nadie.
Pero claro, no íbamos a acabar Umineko en la segunda novela, ¿verdad?
La que se inclina más hacia la existencia de la 19 persona es Jessica, que SÍ conoce a toda la gente que vive en la casa, que ha visto a su padre muerto y no quiere pensar que alguien a quien ve todos los años (o los sirvientes) puedan ser responsables. Pero toda esta carga emocional se trasladará a Battler, sin sentido alguno. Jessica es la persona que tiene los motivos para querer creer en la persona extra. Está familiarizada con toda esta gente. Battler no. Battler es el punto de vista externo perfecto. Pero ya sabemos cómo es Ryukishi con Battler y sus motivaciones, ¿verdad?
Me fascina, de todas formas, que siga siendo George quien se adelanta a los demás en cuestión de unir cabos. Es él quien se da cuenta de que los asesinatos son alguna clase de ritual, que puede tener que ver con recuperar todo lo que ha sido creado por la familia Ushiromiya. No solo eso, sino que lo conecta con el epitafio. Sayo confía mucho más en él que en Battler para deducir cosas, ¿eh…?
Hideyoshi, por supuesto, trata de incitar a Battler a pensar en la dirección del epitafio, pero la conversación deriva hacia por qué se atacaría a los miembros más cercanos a Kinzo si lo que buscaba el asesino era que simplemente se resolviera el poema. Sayo pretende dejarnos caer el tema de la suerte, pero sobre todo que reflexionemos sobre los motivos que tendría para matar a gente.
Battler va por el buen camino. Por desgracia, es casi imposible deducir que una amiga de la infancia ha decidido matar a tus padres y al resto de la familia en un arranque suicida, que incluye hacer explotar dinamita capaz de llevarse buena parte de Rokkenjima por delante, porque quieran que recuerdes una promesa de montar a caballo y sacarla de ahí.
Así que lo más fácil sería: esta persona quiere ser detenida.
Pero, francamente, Sayo no da esa impresión.
La verdad, todo esto me hace pensar en Monster, de Naoki Urasawa, y particularmente en su villano, Johan. Si comparamos las dos historias, tenemos a dos asesinos —bueno, Sayo solo en intenciones— que han sufrido profundos traumas con sus madres, han sido maltratados desde niños y que deciden matar a gente a sangre fría. Claro que, a la hora de la verdad, sus enfermedades son diferentes. Johan no vacila en disparar y provocar matanzas, mientras que Sayo llora al pensar en hacer daño a sus seres queridos y se rinde rápidamente ante la muerte. ¿Lo importante? Johan sí que quería ser detenido. Por eso dejaba siempre vivo al protagonista, hasta escribía en paredes que se estaba volviendo loco, que alguien debía ponerle fin a sus actos. Cuando llegan ciertos momentos de la trama, sonríe al protagonista y se señala la frente, animándolo a disparar a ese punto concreto.
Eso es querer que te detengan porque una parte de ti está horrorizada por los crímenes que perpetra.
Sayo, como ya he dicho, nunca llega a poner un dedo encima de nadie. Todo lo que hace es pura y directa fantasía, novelas que arrojaría al mundo para que extraños las leyeran y, si el Destino lo quería, pudieran averiguar su existencia a pesar de que ella misma trabaja activamente para borrarla del mundo.
Por tanto, los mensajes son cruzados, contradictorios y… Bueno. Novelescos. Es difícil darse cuenta de que Beatrice quiere ser detenida, cuando lo máximo que hace es jugar muchísimo contra las cuerdas. Podríamos asociarlo a una personalidad que disfruta del riesgo puro y duro. No es hasta que vemos el Metamundo que podemos empezar a imaginar cuál es el objetivo de Beatrice, y solo gracias a que Bernkastel y Lambda no los dirán a la cara.
No creo que esté lo suficiente trabajado, la verdad.
Pero me voy por las ramas. Volvamos a la historia.
Battler sospecha, por la desaparición de Kinzo, que está el patriaraca está siendo chantajeado. No tiene mucho sentido hablar de esta teoría porque Sayo se está guardando el cadáver para cuando sea necesario sacarlo a la luz, pero valoro que imagine que la gente sospecharía y seguramente tomaría un mal camino intentando deducir qué pasa aquí.
Eva, por su lado, se lo toma todo a guasa. Es tan evidente que sabe más cosas que los demás…
Por un momento he estado segura de que preguntaría si Kinzo seguía vivo, pero no, solo saca el tema de que solo se puede entrar y salir por la puerta. Es gracioso que insista en que es la persona de máximo rango Ushiromiya cuando existe Sayo. Parece evidente que nuestra querida niña no les ha dicho que ella es la heredera de Kinzo. Eso o ha prometido cedérselo todo a los hermanos y Eva se regodea de antemano.
Al cabo de un rato se revela el tema del papelito que puso en la puerta, que no tiene nada de sentido a menos que sospechemos de Eva o sepamos que quería probar que Kinzo está muerto y que nadie entra y sale de su habitación como no sea un zombie debido a que la única llave la tenía Natsuhi.
Es decir, que Natsuhi está mintiendo sobre el encuentro con Kinzo, como bien señala George, PORQUE ESTÁ MUERTOOOO. Claro que queda la duda de por dónde habría salido el cuerpo —pero Eva puede asumir que simplemente lo han enterrado por algún sitio dela isla, supongo—
ES QUE LO DICE EN LA CARA, ME MUERO.
Recuerdo ver esto en el anime, y luego en la VN, y pensar que Eva era una capulla desalmada y que pobre Natsuhi. La cosa es que tiene toda la razón. Toda. Ryukishi sabe manipularnos perfectamente en algunas cosas.
Los sirvientes saben bien que todo lo que Eva está diciendo es cierto, así que es el turno de Sayo, la líder, de establecer el curso de acción, aunque Genji ya ha tratado de calmar a Natsuhi:
Me resulta curioso el verbo que se usa. Endure, «aguanta». Y lo que Kanon dice es que lo soporte, que se aguante, como siempre ha hecho delante de Eva…
En cualquier caso, Kanon y Genji deben saber que la pistola está descargada, así que por eso mantienen la compostura.
Entonces Battler decide salir en modo rescate shonen, riendo y lanzando un discurso eterno.
Pero, en serio, ¿por qué nadie habla normal en esta VN? ¿Por qué les permiten hablar tantísimo y dar tantas vueltas en vez de tener una conversación directa y normal? Así normal que esto dure horas y horas, por dios. Battler se tira como página y media diciendo que va a darle la vuelta a la lógica de Eva en vez de desmontarle el argumento diciendo: ¿y si el abuelo se escondió debajo de una cama y salió después de que quitaras el papelito?
¿Os imagináis cómo habría hecho callar eso a Eva? Pero no, Umineko tiene que ser cargante as hell.
Me pregunto si Ryukishi07 se sentía guay diciendo ojojojojo mirad cuánto razonamiento e intelectualidad hay aquí por favor, además es todo super chulo con POSES:
Al final todo se interrumpe cuando Jessica finge un ataque de asma y Kanon corre a atenderla. Su seiyuu le hace parecer francamente preocupado. Me gusta el detalle, aunque también es que Kanon no puede hacer otra cosa que fingir que no sabe que está haciendo el paripé.
Me pregunto qué pretendía Sayo que hiciera Battler cuando en sus propias novelas (ya lo interpretemos como la influencia del Meta o la propia escritura de Sayo) reconoce miles de veces que los personajes esperarían a que llegara la policía antes de dar ningún paso…
Aquí Battler afirma que no quiere sospechar de nadie y puedo entender que Sayo construyera toda la escena para que la carga emocional fuera demasiado para los personajes, que decidieran recurrir a la política de mantenerse neutrales y a la espera. Sin embargo, bien que ha atacado a Eva con ganas. Me gusta que ella insiste en descubrir al culpable, continuando con lo que Sayo espera de ella.
Pero tras este espectáculo y cómo Eva trata de culpar a Natsuhi, es evidente que Sayo ya ha decidido a quién matar.
No me termina de convencer que se deje marchar a Hideyoshi y Eva a pesar de la pelea, tendrían que insistir más en AISLARSE EN UNA HABITACIÓN DONDE NADIE LOS PUEDE ESCUCHAR EN MEDIO DE UN TIFÓN. Pero bueno, ya hemos visto que Sayo puede apañar lo que quiera con la lógica de la necesidad del guion. Recuerdo tirarme de los pelos viendo esto la primera vez. Es tan evidente que van a morir que no puedo con mi vida.
Aunque el detalle de que no quieren que les sigan ni Genji ni Kanon por ser «sombríos» dice mucho. Eva y Hideyoshi son conscientes de quiénes están al mando, ¿eh? Supongo que también podría haberse acordado de antemano su aislamiento para recibir supuestas instrucciones, pero como intentan sacudirse a Kanon de encima, Sayo les tacha mentalmente con MUCHA FUERZA.
Cerramos el meta con Battler deseando creer en algo intermedio entre el 18 y el 19, lo cual debería ser posible porque Beatrice no termina de existir. Pero claro, ya tenemos a Kanon y a Shannon que son una misma persona, así que…
Personajes destacados
Battler por fin cobra algo de protagonismo y, por su cuenta, intenta interrogar a los sirvientes. Debe tener sangre estadounidense, porque tras escuchar parte de su conversación a escondidas yo habría corrido a los brazos armados de Natsuhi para contarle lo que han dicho los sirvientes. Pero Battler no. Él se planta a hablar con ellos, sin contar con ningún apoyo del resto de la familia, y trata de sonsacarles la verdad.
Sus preguntas son las equivocadas, y la forma de meterse los sirvientes con él, también. Cuanto más tratan de convencerlo, más se resiste. Desde luego, me sorprende que tras tantos años sirviendo a Kinzo no tengan nada de mano izquierda ni sepan usar la psicología inversa. En cualquier caso, entiendo la actitud negacionista de Battler y me gusta, porque es creíble en la mayor parte de sus reacciones. Por ejemplo, que mienta con lo del amuleto, cuando Maria resulta tan frustrante, tan irritante, es completamente comprensible.
Cuando medita sobre Maria imitando a otras personas o comportándose de forma extraña, Battler reconoce que de niño se comportaba como un cabrón mientras trataba de lucirse ante el sexo contrario. Me pregunto en qué sentido lo hacía, puesto que no recuerda la promesa y dudo que la identifique como algo tan grave —no lo es— como Sayo —que tiene unas circunstancias imposibles de prever para un treceañero—. ¿Acaso era borde con Sayo? Porque solo recuerdo que fuera arrogante y que trataba de impresionarla con su experiencia leyendo libros. Aparte de eso, si tenemos en cuenta que Jessica y George probablemente se metían con él, que tuvo problemas en el colegio y que es muy empático… Dudo que se comportara como lo que hoy denominamos fuckboi.
Si eso, parece un niño triste que se quedaba atrás por rebeldía. Un profesor llegó a abofetearlo para ponerlo en vereda. No apruebo los métodos, pero… Madre mía.
Por cierto, se comenta que la memoria de Battler es muy buena. Debe ser solo para lo que le conviene a Sayo/la historia.
Después es capaz de plantarse cuando ha escuchado las discusiones de sus tías y de defender a Natsuhi, no tanto porque esté de su parte como porque no le gusta ver cómo Eva trata de salirse con la suya. Es tras este momento que empieza a decir lo de «no quiero sospechar de ninguno de nosotros» y prefiere trasladar la culpa a Beatrice, como se hace con los espíritus malignos. Comprendo la sensación, pero debería ser momentánea y durar muy poco. Insisto en que ningún personaje se siente aterrado a pesar de la situación. Battler debería estar más que dispuesto a sospechar de los demás —y no a desear asesinatos imposibles que solo pueda hacer una bruja, de verdad, que Battler no es un buen personaje. Cómo puede estar deseando algo así con lo empático que es—.
En especial cuando mueran Hideyoshi y Eva.
Cambiando de personaje… Resulta interesante cómo Maria se vuelve más y más desafiante frente a las bravatas de Battler. Cuando cree que puede probar algo se vuelve arrogante, insistente, porque por fin, por fin, por fin van a tener que creer en ella, les guste o no.
Sigo pensando que su personaje no estaba muy elaborado a estas alturas, de modo que no puedo culpar a Jessica por palabras como esta, porque Maria es la pura exageración, más que Eva, y eso ya es decir bastante:
No sé hasta qué punto es justo hablar del aislamiento de Maria para explicar su comportamiento, porque siento que durante este episodio es más un plot device y una pantalla de humo del tamaño de un rascacielos, en vez de simple y buena caracterización. Desde luego es posible ver por qué actúa de ciertas maneras cuando conocemos su pasado y su soberbia y actitud marisabidilla cobran completo sentido, pero hay demasiados que chirrían. Por ejemplo, en otras novelas hasta en su forma de MARIA continúa teniendo una forma de hablar infantil. En serio, es imposible que pueda manejarse con el vocabulario del que hace gala (y si fuera posible, debería notarse como algo extraño y anormal, pero los personajes están más preocupados por su actitud). Pero, ey, mencionan a Gaap más tarde y con eso me quedo conforme.
¿Rosa dando bofetadas? ¡Qué inesperado!
Jessica habla bastante en este capítulo. Aunque en general sus aportaciones son redundantes o poco significativas, me gustan los silencios que se apoderan de ella cuando llega la hora de hablar de Beatrice o los sirvientes. Es un detalle agradable ver cómo intenta medio ocultar la realidad. No sé si Ryukishi07 tenía pensada a estas alturas la broma que le hicieron Sayo y el resto de los sirvientes, pero encaja de maravilla con su comportamiento. Debe ser muy inquietante pensar que todos los sirvientes, incluida su amiga, puedan ser fanáticos de una bruja que no existe.
La verdad es que la vida de Jessica es una de constante frustración. Hasta cuando salta a defender a su madre —la sonrisa de Natsuhi al hablar de Kinzo es tan… pura, ugh— recibe reproches porque no habla como una señorita. Dice muchísimo de su vida cotidiana. No sé cómo no se ha pegado un tiro a estas alturas. Tiene que ser horrible lidiar cada día con Natsuhi.
Y creo que tras esta dinámica tóxica podemos ver por qué Jessica es como es. A Natsuhi se le va la olla cuando la insultan y se protege bajo vanidad y orgullo heridos. Jessica, por el contrario, ataca. Es la reacción natural de alguien joven que es pinchado todo el día por su forma de ser. Precisamente por eso resulta adorable que Jessica salte de inmediato a defender a su madre en cuanto nota que Eva trata de meterla en un lío.
Eso sí, no puedo dejar de notar que Jessica está muy, muy bien para acabar de perder a su padre con una escena horrible y digna de pesadilla. Lo extraño es que no salte de forma más agresiva contra Eva. Luego rompe a toser, fingiendo como de costumbre, para poder escapar de la situación y atraer la atención hacia sí.
Y hablando de Eva… Adoro cómo se aferra una y otra vez a lo de la puerta, poco dispuesta a permitir que nadie le robe el momento ni se desvíen de la idea que quiere plantar en la cabeza de todos. Si tenemos en cuenta que siempre ha visto a Krauss y a Natsuhi como un estorbo en su camino para ser la líder de familia, que sospechaba fuertemente que ocultaban la muerte de su padre y que cree que todo es un juego, puedo comprender que quiera aprovechar el momento de gloria para cargar contra Natsuhi.
Esta, entre tanto, se compromete más y más con su mentira, ya no solo por orgullo, sino porque es lo único que la sostiene en una situación desesperada. Pero, a pesar de que podemos sentir lástima por ella, es terrible lo que está haciendo y cómo se autoengaña cuando saca a comentar lo del ala de los Ushiromiya. Si al menos Kinzo hubiera sido bueno con ella, pero ni eso.
Como colofón, me encanta que hasta George se vuelva contra Eva (y no tiene excusa de quiero estar con mi Shannon). Podemos, quizá, interpretarlo como venganza y rebeldía contra sus padres, pero… No lo creo. Realmente parece incómodo por cómo han presionado a Natsuhi a admitir que cometió un asesinato. La rebeldía viene después, cuando elige quedarse en la habitación. Vamos, Sayo hace que se quede porque si no, no puede matar a sus padres. Pero es interesante la dinámica de Eva, imperiosa, vs Hideyoshi, que reconoce a George como un adulto.
Pistas de las que no nos damos cuenta
Pues… Pues eso. Es cierto. Bice y Beatrice Kuwadorian existieron. Simplemente están mezclando información, cosa no muy complicada ya que todas comparten un nombre.
Os presento el autopsicoanálisis de Sayo a través de George.
*susurra* O sea, que son cómplices y están todos en el mismo saco.
Ea, Umineko resuelto otra vez. En esta ocasión, por Battler, que teoriza cómo una persona que existe —pero noooo quiere sospechar de su familia— y que se encuentra entre los 18 esta esforzándose por crear la imagen de Beatrice.
Qué vaaaaa, para nada era una trampa. En cualquier caso, es una indicación muy clara de que Eva sospechaba que Kinzo estaba muerto y que nadie saldría del cuarto.
IN THE FAAACE. Siento que se me fuera el cursor y tuviera que retroceder, pero al menos así veis a Natsuhi reaccionando con toda la hipocresía suprema del universo.
Función del capítulo
Principalmente, establecer la magia a través de los sirvientes… O la sospecha de su complicidad. Una que nos negamos a aceptar porque es tan típico y han matado, en teoría, a uno de los suyos. Por otro lado, se nos suelta muchísima información interesante acerca de Beatrice de forma indirecta hablando de Maria, pero es una información que debemos coger con pinzas y que nos puede llevar a idear escenas de transtorno de múltiple personalidad.
Por supuesto, el punto clave es el movimiento de Eva contra Natsuhi. Para empezar, la vuelve muy sospechosa. ¿Por qué dudaba que Kinzo estuviera en su cuarto? ¡Porque no cree en lo que le dicen Krauss y Natsuhi! Eva estaba convencida de que Kinzo ha muerto, de ahí su insistencia en entrar al despacho y comprobarlo. Su impulso de dejar la etiqueta es su forma de presionar, de jugársela contra Natsuhi para que tenga que admitir la culpa y así Eva pueda hacerse con el control bajo las mismas narices de Sayo. No le sale bien y como emocionalmente no podemos evitar estar del lado de Natsuhi, dado que Eva se ha presentado como una abusadora desalmada, Natsuhi no pasa a ser nuestra principal culpable. No todavía. Parece tan perdida y desconcertada, confía tanto en Kinzo a pesar de que este no se lo merece, que nos da aire de víctima… Al contrario que Eva.
La violenta pelea por la supremacía de estas dos mujeres es, a su vez, una condena a los ojos de Sayo. Eva es incontrolable, volverá a intentar salirse del guion. Por otro lado, Eva y Hideyoshi se condenan por sí mismos al decidir aislarse de motu propio. Me pregunto qué habría hecho Sayo si George hubiera decidido ir con ellos. ¿Habría interpretado los dos que son cercanos como madre/padre e hijo y habría perdonado a uno de los padres? Parece difícil de creer, porque necesita que no haya testigos.
Manga
Aunque apenas se represente la cara de Kanon durante la escena de la cocina, me encanta cómo se nota que no es que no tenga sentimientos (como da la impresión su sprite), sino que es un chico resentido y herido. Una buena representación de lo que está sufriendo Sayo. También me gusta que sigamos a Battler mientras espía la conversación, pone mucho más a la defensiva al lector cuando se da cuenta de que los sirvientes están en el mismo ajo que Maria.
Wow, Kanon es chiquito al lado de Battler.
Esto me hace pensar en las peleas que solía tener Battler en el colegio. En cuanto cogió altura debía aterrorizar a los demás chavales, vaya.
Y es maravilloso cómo Genji y Kumasawa miran a Kanon, a la espera de ver qué decide. Eso sí, no me agrada que no salgan a defender a su niño como en la VN. Por otro lado, como Kanon es siempre quien habla, tiene más sentido que sea él quien le cuenta un poco de todo a Battler en vez de alternarse con Genji. Se lo pasan genial troleando a Battler, eh.
Con todo, la escena donde se supone que miran a Beatrice es rara, porque primero miran detrás de Battler y luego hacen como que Beatrice está entre ellos, pero lo perdono todo porque Maria mira directamente a Kanon, ay que me da.
La carita de Kanon cuando Battler los manda a la mierda es oro. Pero, madre mía, qué largo ha sido el tema de la cocina, cómo se ha extendido para intentar meter miedo.
Como no hay mucho que comentar que difiera de la VN, vamos a saltar directamente a la batalla entre Eva y Natsuhi. Siempre me sorprenderá que Eva sea más calmada que su versión de la VN y que Natsuhi, en cambio, tienda a más explosiones (diría que la excepción es cuando Jessica se lanza a gritar contra Eva. Aunque sigue siendo ridículo, ves por qué Natsuhi grita también. Simplemente todos se contagian del tono). Las amenazas de la primera son… controladas, susurrantes, malévolas, no puro recochineo. Es una versión distinta, pero me parece interesante. Y manda callar a George sin mirarlo, la adoro también. Hideyoshi de verdad parece lamentar atacar a Natsuhi, es un buen detalle.
Hmm, el arte ha mejorado bastante a estas alturas.
Me encanta el panel en el que Natsuhi se siente violentada por todas las miradas que la juzgan y, por tanto, salta a aferrarse a su ilusión. También que se le dedique un huequito a Jessica para horrorizarse cuando ve que su madre va a disparar. Curiosamente Kanon no interviene. No miraré mal a la autora porque hay muchos personajes ya en escena. Pero madre mía cómo me sobra fuckboi Battler cogiendo el rifle.
Por qué la gente no puede decir las cosas tal cual, por qué necesitamos diez páginas para exponer una teoría, aaaaaaaaaaaaah. La cara de odio cuando Battler vuelve las cosas contra Eva es perfecta. Puedes oírla pensar: niñato de mierda, voy y te intento ayudar y me lo pagas así. Hey, Kanon sale de la nada para ayudar a Jessica cuando rompe a toser.
Después de tanto griterío, se agradece ver que que Battler está a punto de desmoronarse, que parece sentirse sucio. El problema es que luego se hace un repaso por todos los personajes y se deja más claro que nunca que no debería confiar en ellos. No tiene sentido para la trama que no sospeche. ¡Los sirvientes estaban hablando de sacrificios y de que ojalá hubiera muerto otra persona que no fuera Shannon! PERO, HEY, ¡tienen cosas bonitas a su favor y no quiere que sean malas personas!
La patada de Eva sobraría…. en otras circunstancias. Aquí nos muestra que Eva es fuerte y eso siempre mola, pero en especial es necesaria porque nunca vimos en la introducción del manga que supiera artes marciales. Por otro lado, si lo consideramos con perspectiva, Eva no solo se está luciendo, sino que rechaza físicamente a la mujer que oculta la muerte de su padre. Nice.
Como siempre, aquí tenéis un estudio más detallado del manga.
Detalles a mencionar
Debéis estar tan cansados después de cargar cadáveres y destrozarles la cara, tomad un poquito de agua, jojo. De todas formas creo que Kumasawa casi no es consciente de que las cosas no son un juego hasta que van a matarla.
Esto es monísimo. Aunque… si no se lo contó a nadie, ¿Sayo se lo está inventando? ¿O está disimulando diciendo que no se lo contó a nadie, pero sí a ella? No sé, se me hace raro que un niño que quiere impresionar a la chica que le gusta, a la que apenas ve un día o dos al año, le confiese algo así. Por supuesto, podría ser cosa del mundo Meta. Supongo. Pero es super incoherente, ugh.
Evidentemente el lingote que te mostraron no existe. Todo correcto.
Es la tercera vez que los padres mandan a callar al pobre George. Se ve por qué prefiere estar entre los niños, donde su autoridad es menos contestable.
Contador de risas creepy
22 kihihihihihi, madre mía, Maria, relax.
Contador de «Beatoriche»
Me siento muy decepcionada con la escasez de Beatoriches gritados en esta novela.
Contador de «muebles»
0
It’s all useless
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