El anterior capítulo de Mahou Shoujo Ore reveló a un nuevo macho: la madre de Saki. Todos sabíamos que lo era, pero fue genial verla en su forma de armario. Parece que ahora que estamos tan cerca del final vamos a ver a los machos que quedan. No, esto no es spoiler: salen en el opening.
Empezamos el episodio con un concierto de PRISMA. Parece que el grupo no está pasando por un buen momento y cada vez consiguen reunir a menos público para sus actuaciones. Da la impresión de que van a tener que ir pensando lo de retirarse si las cosas no mejoran.
Por otro lado, las protagonistas se dedican a seguir a su sospechoso número 1 (el único, en realidad), Hyoue. Si hay que esconderse tras un arbusto, ellas lo hacen como buenas acosadoras investigadoras. Hay que decir que ambas se lo pasan en grande: Saki se pasa el día mirando a Mohiro y sufriendo porque Hyoue se le pega como una lapa y Sakuyo aprovecha para acercarse a Saki con la excusa de que pretende pasar desapercibida. Incluso le besa en la mejilla aprovechando que se hacen pasar por pareja.
Mi consejo para futuros acosadores investigadores es que no usen gafas ridículas de colores chillones si no quieren llamar la atención… A no ser que sea Año Nuevo o en algún sitio donde todo el mundo vaya de esa guisa. Gracias a Dios, el manager les ha llamado y tienen que dejar su stalkeo.
Volviendo con las chicas de PRISMA, les acaba de tocar la lotería. Figuradamente, claro. Justo estaban comentando en una cafetería que les gustaría ser chicas mágicas para poder competir contra las Macho Shoujo (en el mundo del espectáculo, no en sus violentas batallas) y aparece un señor casi casi tan chungo como Kokoro-chan que les ofrece justo eso. Hay que ver cómo les vende la moto. Qué tipo tan embaucador. Les podría haber hecho firmar un contrato en el que le dejan todos sus bienes y ni se habrían dado cuenta. Mis dieces para el tal Happy.
Nota: ese contrato es como el que firmó Saki, el señor se llama Happy y dice que necesitan usar el Poder del Amor. ¿Os oléis lo que se está cocinando?
Mientras PRISMA sella su futuro, el manager de las Macho les anuncia feliz de la vida que causaron una impresión así como muy fuerte —y aterradora— en sus superiores durante el Meet and greet, pero que como al público le había encantado la violencia actuación y se habían hecho virales, les han hecho un hueco en un concierto conjunto con Mohiro, Hyoue y PRISMA. En realidad se han aprovechado completamente de que el grupo está en su peor momento y no iban a llenar el local. El manager lo dice alegremente, pero Saki se entristece porque lleva tiempo siendo fan de PRISMA.
Cae la noche y dos nuevos machos mágicos llamados PRISMA aparecen para salvar a una chica de manos de una banda de tíos chungos. Vaya que han tardado en aparecer. Ambas se quejan de que no pueden hacer magia —como la denominación de chica mágica da a entender— y empiezan a valorar el duro trabajo que han estado haciendo las protagonistas.
Michiru (la rubia) se da cuenta de que cada vez que se transforma, su forma macho envejece a gran velocidad. Esto se debe a que no cuenta con la cantidad necesaria de Poder del Amor. ¿Será que su crush con Ore no le basta? El caso es que quiere dejarlo pero no puede: el contrato no se puede romper así como así.
Aparecen unos demonios para llevarse a Mohiro —vaya, Hyoue ha desaparecido de su lado— y PRISMA aprovecha la oportunidad para entrar en acción y darse a conocer como machos chicas mágicas. Desgraciadamente, Michiru no puede más y tienen que venir Ore y Sakigasuki a encargarse del demonio nya alfa que ha surgido de la fusión todos los nyas. Es un bicho así como enorme y más kawaii y siniestro de lo normal.
Ore y Sakigasuki les revelan su secreto: hay que confesar su amor para poder usar el Poder debidamente. Ore se confiesa a Mohiro —rompiendo el corazón de Michiru—, Sakigasuki se confiesa a Saki —para variar— y Michiru hace lo mismo con Ore—que lo flipa—. Cuando llega el turno de Runa, pasa algo completamente previsible inesperado: se declara a Michiru. Podría haber drama y eso, pero el capítulo está terminando y tienen que darse prisa, así que entre las cuatro se cargan al macro nya con su renovado Poder del Amor.
Esto es lo que pasa cuando cada capítulo es más o menos autoconclusivo: con las prisas hay temas que no pueden explotar. Digo yo que podrían haber alargado esto un poquito para enseñarnos el drama entre Michiru y Runa si no nos hubieran metido el condenado capítulo de relleno puro y duro. Sí, hablo del quinto episodio. Por culpa de Chizilla, Michiru no ha podido entrar en pánico, como toda obra shoujo exige, cuando Runa se le ha declarado. Además, mucho han tardado en aparecer en condiciones. Y es que estamos a 4 episodios del final. ¿Estas mujeres serán relevantes o más relleno? Porque hay que recordar que son exclusivas del anime.
Ahora que el nya ha sido derrotado, es el turno de Kokoro-chan para brillar: le echa la bronca a Happy porque su contrato rozaba lo ilegal y es evidente que Kokoro es el amo de esa zona. No hay nadie más chungo que Kokoro-chan. Happy revela que captó a PRISMA porque admiraba a Kokoro y quería ser como él. Kokoro le da una patada en la cabeza y deja al otro KO, pero en un KO lleno de felicidad porque su ídolo le pateó la cara. Lo podemos llamar la felicidad del fan masoca, pero no creo que necesite un término porque aquí to Dios tiene un husbando o waifu que mataría por que le pisara la cabeza. No es mi caso, hablo de un amigo. Sí. Eso.
Cambiemos de tema porque me estoy metiendo en un pantano del que no podré salir. Hyoue cierra el episodio con una mirada enigmática y con un comentario de «Así que ahora hay más [machos]» que para nada le hace parecer aún más sospechoso de lo que ya era.
En el próximo capítulo Saki y Sakuyo seguirán con su stalkeo a Hyoue (y de paso, a Mohiro-chan). ¿Se desvelará de una puñetera vez si el malo maloso es Hyoue como nos llevan dando a entender desde el inicio? ¿O será otro personaje y nos han estado trolleando y riéndose de nosotros? ¡Ya queda poco para saberlo!