Analizando Berserk. Capítulo 5: Guardianes de la codicia (III)

Analizando Berserk ha alcanzado el capítulo 5, ¡solo nos quedan unos trescientos para ponernos al día, weee!

Abrimos con una panorámica del castillo del conde, en el que el protagonista se ha colado. Si algo podemos decir es que Miura ama la arquitectura… Y que una comparación entre este escenario y la magnífica Falconia arrebata el aliento. ¡Eso es mejorar y lo demás tontería!

Después saltamos a Puck. El pobrecito fue capturado por los esbirros del conde, y ahora se encuentra dentro de una jaula, lamentando no haber podido salvar al desgraciado Vargas. ¿Qué destino le espera? Con todo lo que sabemos del conde, no puede ser uno muy agradable… Pero, si nos fijamos, la jaula tiene un velito. Como si fuera un regalo.

Así que cuando entramos a la habitación de Theresia, a la que ya habíamos visto con brevedad en el capítulo anterior, no debería sorprendernos que Puck se haya convertido en una especie de ofrenda.

Pero Puck no ha visto antes a Theresia, de modo que su cara cuando escucha la palabra padre es magnífica.

A lo largo de la escena, queda claro que el conde busca el cariño de su hija mediante pequeños detalles. Intenta, hablando en plata, comprar su amor. Y no funciona. Theresia se mantiene distante, fría y apática. Ni siquiera se emociona al ver a Puck, un elfo de verdad. Con un par de palabras se explica la dinámica padre-hija:

¿Te sientes sola, Theresia? Aguanta un poco más… No puedo dejarte pasear por esa ciudad inmunda repleta de herejes acechando en cada rincón…

Es decir, que Theresia es una princesa en la torre, que el conde intenta mantenerla «pura» e infantil (una dinámica que a Miura le debió saber a poco, dado que la explotó en una forma mucho más oscura y menos emocional con Charlotte y su padre) y así solo logra que se distancie más de él. Tanto que no quiere ni permitir que la toque.

De esta escena se pueden extraer un importante paralelismo. Cuando Guts se va deshumanizando y volviendo más cruel, Casca tampoco permite que la toque y reacciona con horror, asco, ante su presencia. La resignación del conde y de Guts ante este rechazo también similar. Ambos atan a distintas niñas, uno con cuerdas, el otro dentro de una cárcel, para «protegerlas» pero acaban hiriéndolas físicamente más de una vez.

Pero, ahora mismo, lo más importante que el conde sufre

Más de una vez he leído que los Apóstoles no tienen sentimientos. Que no son humanos.

Pero lo son.

Humanos brutalizados, con capacidades físicas injustamente poderosas y una facilidad indescriptible para caer presa de sus instintos más bestiales. Los hay más monstruosos que otros, pero también ocurre entre los humanos, como vemos una y otra vez en la política y en la vida cotidiana. Si Miura hubiera querido hacer criaturas que fueran simples demonios, no habría hecho que el Apóstol serpiente llorara y suplicara por su vida. No tendríamos este arco del conde. No exploraríamos a un hombre tan terrible que se merece todo lo malo que le pueda pasar, pero que, aun así, intenta conservar lo único que considera bueno. Su hija. Sí, el conde no quiere permitir que Theresia se vuelva «como su madre», no quiere verla como a una persona… Pero un maldito Apóstol es capaz de ser mejor que el rey de Midland. Como veremos, hasta sacrificará su vida por ella.

Es decir, evidentemente, la quiere a su manera.

¡Pero nos adelantamos!

De pronto el conde siente la presencia de Guts y no pierde un segundo en volcarse en el placer de la caza. Así puede olvidar que su hija le teme y que sospecha que es un monstruo.

A continuación se da una larga batalla en la que Guts demuestra que sabe de táctica. De hecho, sería muy bueno jugando a Dark Souls. Está en unas escaleras estrechas y no puede competir contra el conde y Zondark al mismo tiempo, de modo que ataca a distancia. Una y otra vez. Cuando queda claro que no van a poder derrotarle si mantienen el statu quo, el conde consume el cuerpo de su soldado y grita:

¡¡A menos que me revientes la cabeza resucitaré todas las veces que haga falta!! ¡¡Las  que haga falta!!

Así que… Por supuesto, Guts le corta la cabeza y, muy educado él, le da las gracias por la información. El conde intenta parasitarle para sobrevivir, pero falla miserablemente. ¿Os suena esto? Oh, sí, es básicamente lo que va a pasar al final. El conde, al borde de la muerte, clamará a la Mano de Dios para que sacrifique a Guts a cambio de no morir. Solo que no funcionará. Qué gran giro está plantándose, a la vez que nos colma de información acerca de cómo funcionan los Apóstoles.

Después de que Guts esté a punto de desmayarse por la pérdida de sangre y solo siga adelante por el odio, saltamos a Puck y Theresia.

Lo primero que hace la chica es liberarle, prometiendo que está a salvo. Puck responde:

No me engañes para devorarme después.

Lo cual es una forma categórica de describir el mundo de Berserk. Theresia afirma que sabe lo que es estar encerrada. Y evidentemente no es feliz. Pero en cuanto dé un paso fuera de su tan temida jaula… El mundo comenzará a comérsela viva.

Irónicamente dado este primer encuentro, es Puck quien va a introducir la idea de que tiene que salir de su torre.

Pero sigamos con Theresia.

Es normal que sospeches… Soy su hija, al fin y al cabo.

Theresia cuenta su versión de los hechos sobre qué pasó con su padre. Al parecer, hace unos años llegó un grupo de herejes que secuestró a su madre para obligar al conde a reconocer su «desviación» religiosa. Y, vaya, sacrificaron a su madre, porque no hay mejor forma de convencer al líder de la región de que acepte una herejía, claro.

La realidad es otra, pero creo que lo más interesante es cómo podemos ver, a grandes rasgos, una historia que parece hablar del propio conde. Llega una influencia extranjera que afecta a su esposa, y como no puede soportarlo, la sacrifica a unos dioses desconocidos a cambio de ser inmune a la aflicción o la desesperación.

Yo, personalmente, presentaría una reclamación porque convertirse en Apóstol claramente no despoja al conde de tales sentimientos, pero ya llegaremos a esto en el siguiente tomo. De momento quiero resaltar que Miura ya coquetea con las convenciones sociales y religiosas, y lo que significa tener una crisis de fe. Desde luego, lo llevará mucho mejor con Farnese, pero es un inicio muy prometedor. Además, es muy interesante que el conde mantiene las mismas ideas sobre religión… incluso tras empezar a servir a la Mano de Dios.

Me explico.

Theresia asume que fue la muerte de su madre lo que cambió a su padre. Que por eso se dedica a cazar herejes sin descanso. No. Más que eso.

¡En realidad, no importaba si eran herejes o no…!  ¡Parecía como si torturar personas le divirtiera! Tengo miedo… A veces noto… como si él… no fuera humano… Como si fuera otra cosa…

Nosotros sabemos que el conde usa a los herejes como excusa para torturar a placer. Pero hay algo más. Solo hay que ver su forma de tratar a Theresia. Sigue obsesionado con la pureza, con la dignidad, con sus antiguos propósitos. Más o menos igual que le pasa a Femto, que continúa persiguiendo su sueño, el conde no se limita a comer o a destruir de acuerdo a su nueva naturaleza de Apóstol, sino que intenta limpiar el mundo de todo aquello que entiende como sucio o desafiante. Simplemente ahora su influencia y su ambición se han multiplicado. Si antes perseguía herejes, ahora va detrás de cualquiera que se atreva a oponerse a él incluso mediante una mala mirada.

Y, por supuesto, Guts es la mayor amenaza a la que ha enfrentado jamás.

Nuestro protagonista recorre un castillo sorprendentemente vacío. Se ha vendado la cara de tal forma que recuerda bastante a Vargas… Y no creo que sea casualidad que unos guardias bromeen sobre que aparezca un fantasma.

Poco después vence sin mucho esfuerzo a los cincuenta hombres que Dahl ha traído consigo haciendo gala de bastante inteligencia a la hora de esquivar ataques. Si damos un voto de confianza a Miura, diría que está demostrando que Guts tiene experiencia de campo de batalla. Y, bueno,  está el diminuto pero crucial detalle de que puede reventar no solo a gente armada sino a una columna de un solo tajo.

Yeah. No tenían muchas oportunidades contra él.

Como es normal, los soldados huyen ante tal bestia parda y Dahl se queda solo.

 

Y volvemos a Theresia y a Puck. Después de un breve intercambio acerca de lo que debe ser volar, Theresia acaba explicando que lleva años encerrada:

Este es mi mundo. Y esta ventana, mi cielo.

Puck apunta, estudiándola, que su mirada no es la de una niña. Y adoro mucho lo que ocurre a continuación. Escuchan a unos guardias hablando de Guts, y Puck siendo Puck quiere ir a ayudarlo. Al principio Theresia se niega, hasta el punto de gritar… Pero casi de inmediato reflexiona. Es evidente que no quiere ser como su padre. Y, también, que es una buena chica, sorprendentemente madura. Le abre la ventana y dice, con una sonrisa amarga:

Vamos… Ve. He sido yo la que ha dicho que comprende cómo se siente uno estando encerrado.

Fiel a su palabra, le permite marchar a pesar de que se echa a llorar porque sabe que se va a quedar sola.

Y Puck siendo Puck, regresa para prometerle que volverá a visitarla. La cara de Theresia es pura alegría… Hasta que el elfo añade:

Y entonces te sacaré de aquí.

Theresia se queda casi transfigurada. La posibilidad de salir de verdad no había asomado a su mente desde… ¿Quién sabe cuánto? Solo es una niña pequeña. Es fácil acostumbrarse a una rutina. No pasa hambre, ni frío, ni le falta nada material. Solo… libertad. Amor.

Su personaje sirve para presentar lo difícil que resulta salir de la cueva en la que nos metemos para protegernos. La niña sabe que hay algo malo en su padre. Que todas esas muertes no pueden ser justas. Pero no quiere afrontar esta realidad. Su celda le ha atrofiado la voluntad.

A su vez, Puck asume que la historia de Theresia es cierta y plantea un drama casi griego, trágico, acerca de la vida del conde:

¿Para vengarse de los herejes que arrebataron la vida a su amada? ¿Para eso abrazó el conde la magia negra? Invocó a los Mano de Dios y se convirtió… ¡en un diablo!

Ay, si la vida fuera tan blanca y negra…

Volviendo a Guts cabría esperar que hubiera matado al frágil Dalh de un capirotazo, pero no lo ha hecho. Solo le ha dado un puñetazo. ¿Por qué dejarlo vivo? Creo que asumir que pretendía usarlo como escudo es un poco pretencioso por nuestra parte dada la… diferencia de tamaño. Además, Guts es un hombre que, ante todo, reacciona. No elige su terreno. Se adapta al mismo. Así que no creo que tuviera un plan. Creo, o me gustaría creer, que se limita a partirle la nariz porque es un civil desarmado.

Entonces el conde desafía a Guts y Dahl se esconde. De hecho, se nos muestra la columna exacta que escoge como protección. Comienza la pelea. Guts logra evitar la primera trampa del conde, pero no la segunda, que es una extensión de su cuerpo. Una que… Le sale de entre las piernas. Yay. Con su transformación destroza un muro, lo cual permite a Puck acercarse al campo de batalla, y vemos por primera vez la verdadera forma del conde.

Es terrorífica.

Una suerte de gastrópodo gigante sin concha de la que emergen elementos claramente antropomórficos que recuerdan a manos o… Y luego está la cara sonriente, salida de una pesadilla.

 

Para Guts debe ser una manifestación literal de sus pesadillas si asumimos que está recordando el Eclipse.

La pelea es muy desequilibrada. Guts no tiene prácticamente ninguna oportunidad, es tan pequeño que sus golpes no hacen daño y la masa del conde literalmente provoca terremotos en el casillo. Theresia sale viva por pura chiripa cuando parte del techo se le viene encima (y tenemos un momentito de comedia cuando se da un coscorrón. Miura insiste en recordarnos que Berserk no es realmente grimdark). Ya podemos sentir cómo el Destino entrelaza sus hilos para hilvanar una tragedia. Los Beherit parecen manipular la fábrica de la realidad. Nunca se activan si no pueden atraer a una víctima de sacrificio. Y aquí no puedo dejar de ver cómo Theresia, aun tomando sus propias decisiones e inspirada por Puck, empieza a arrastrarse hacia el agujero negro que es el Beherit.

En contraste con Theresia, que ha liberado a su prisionero y ha decidido emular a alguien más frágil que ella, Guts no vacila en utilizar Dahl para sobrevivir. Y, bueno, este hombre ha permitido el asesinato de cientos de inocentes para protegerse a sí mismo así que… se lo merece.

En contraste con Theresia, que ha liberado a su prisionero y ha decidido emular a alguien más frágil que ella, Guts no vacila en utilizar Dahl para sobrevivir. Y, bueno, este hombre ha permitido el asesinato de cientos de inocentes para protegerse a sí mismo así que… se lo merece.

Pero no deja de ser una jugada sucia por parte de Guts. Lo único que me pregunto es cómo murió, si a manos de Guts o de la columna. Me cuesta creer que Guts confiara en que Dahl iba a ser dócil y a no descubrirse a sí mismo después de que le pusiera su puñetera capa encima, convirtiéndole en un claro cebo… Así que… ¿A lo mejor sí que lo mató?

Quién sabe.

Todo sirve para lograr cortarle un ojo al conde, lo cual no es ninguna estocada o mandoble definitivo.

Guts se la juega y pierde.

Vomitando sangre, apenas sin fuerzas, solo puede  escuchar el horrendo discurso del conde:

No doy crédito a mis ojos… ¿Te grabaron un estigma y aún estás vivo? Nunca habría imaginado nada así.

Muchos fans debieron pensar que se salvó por sí solo de la Mano de Dios porque es un Macho Alfa. Pero más tarde se nos mostrará que no. Que necesitó ayuda. Porque el trabajo en equipo, el ayudarse unos a otros es lo que hace que se pueda sobrevivir. Y eso es algo que Berserk siempre ha tenido muy claro.

¿Buscas venganza? Nunca la podrás obtener; eres solo un humano. ¡Mira! Una sola caricia mía y a duras penas puedes levantarte. No tienes por qué seguir luchando, mintiendo y temiendo hasta quedar poseído y consumido por los malos espíritus. Así es. Tu lucha es inútil. Ponle punto final. Te liberaré de tu sufrimiento. Te enviaré de un plumazo al lugar en el que desde el primer momento  debes estar… ¡El mausoleo de nuestro Dios! Eso es algo que quedó decidido desde el momento en que ese estigma fue grabado en tu nuca…

Creo, y solo creo, que no se vuelve a hablar de este mausoleo en los siguientes tomos. Es posible que se deba  a un desliz por parte de Miura. Para empezar, la palabra 御霊屋 (odamayo) proviene de la cultura sintoísta, y hace referencia a un templo en el que se realizan rituales para los difuntos. En definitiva, no tiene cabida en el universo más o menos occidental de Berserk. Por otro lado, Miura decidió retirar el capítulo de la Idea del Mal porque desvelaba demasiadas cosas antes de tiempo. Y, quizá, porque no tenía toda la historia muy, muy definida. A esto se suma el hecho de que más tarde veremos que el conde en realidad no sabe a dónde van las almas condenadas al morir. Así que opino que Miura estaba tanteando sus ideas, pero terminó por decantarse por el desconocimiento en el que viven los Apóstoles inferiores.

Por otro lado, quiero justificar esta frase concreta con algo que, personalmente, me parece intreesante. Y es que el conde está mezclando lo poco que sabe sobre la Mano de Dios con sus conceptos personales respecto a la religión. Un mausoleo, al fin y al cabo, es el lugar donde reposan los muertos. El conde renunció a sus creencias, pero aún sigue hablando de una Divina Providencia y está convencido de que lo protege una entidad superior (los Mano de Dios, que le han dado su fuerza) que justifica sus actos. Es decir, se siente seguro y convencido de que su camino es el correcto. Así que podría asumir que los muertos son entregados a un altar divino. El conde sacrificó a su esposa a sus nuevos dioses, así que para él está muerta. Sin más. No hay infierno ni cielo, porque no quiere pensar en ello. Solo inmortalidad en su caso y desaparición para sus víctimas.

Pero basta de especular. Mirad cómo se regodea el cabrón. Como si no fuera suficiente saber lo que les hace a sus víctimas, ahora tenemos la confirmación final de que disfruta destrozando psicológicamente a las personas antes de devorarlas. Y claramente tiene mucha experiencia. No le ha costado nada imaginar las motivaciones de Guts, a pesar de ser la primera vez que se encuentra con un caso como el suyo. Cual gato que juega con su presa, destruye las defensas físicas y luego las mentales de Guts. Mirad lo cerca que está de hacerle llorar de pura desesperación. Porque, en ese momento, Guts se cree todas y cada una de sus palabras.

Y como está convencido de que el problema es ser un humano, cada vez renuncia a más partes de su humanidad. Ya ha dado pasos brutales, como acabamos de ver, pero es a partir de ahora cuando empieza a caer hondo.

A su vez, el conde establece la gran pregunta de Berserk: ¿puede un humano vencer a la Mano de Dios?

Una pregunta todavía sin responder.

Y aquí cerramos el tomo con el conde vapuleando sin piedad a Guts, hasta que logra, al fin, que deje ir su espada, el símbolo de su oposición a los demonios.

Ojos destrozados

9

Gente partida por la mitad

9

Niños muertos

0

¡Que el viento sople a vuestro favor!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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