Resumen básico del capítulo
Battler despierta en el Purgatorio y, al contrario que sus compañeros, se niega a creer que muriera a manos de una bruja. Beatrice tiene algunas cosas que decir sobre ello.
Metacomentario
La Tea Party se abre con un título claro y directo: Purgatorio.
¿Están los personajes muertos? Bueno, nosotros sabemos que sí. Ahora, no han muerto por consecuencia de este episodio… Y por ello de aquí pueden surgir muchos enfrenamientos en el fandom, dependiendo de si te sitúas del lado de «esto es el más allá» o del «esto es mundo meta y no tiene nada que ver con espíritus». Debido a que Ryukishi tampoco hace ningún esfuerzo por aclarar estos detalles… Queda a disposición del lector.
Personalmente me inclino porque esto es un Purgatorio en el sentido Meta. Para empezar, es una Tea Party. Una fiesta del té es donde nos reunimos a comentar cosas. Y, casulamente, aquí están todas las ideas, acumuladas y en forma antropomórfica, de los personajes y de las criaturas mágicas que jamás han existido y que no tendría sentido que aparecieran en forma espiritual como ocurrirá con las Estacas del Purgatorio. Son ideas encerradas porque mucha gente no descansará hasta que se haya averiguado la verdad.
Es decir, esto es el conjunto de historias creadas alrededor de la tragedia de Rokkenjima. Por eso todo el tema de mantener la caja y el secreto a salvo en la última novela. Umineko no habla tanto de la muerte como de cómo las vidas, con sus mentiras y verdades, con las historias que se fabrican y transmiten, afectan al resto del mundo.
Desde luego, puedo entender por qué la gente prefiere interpretarlos como las almas de los difuntos y ya, en especial en los arcos de respuesta donde parece que se haga pagar a los personajes por los pecados que cometieron en vida. Pero asumir que todo esto ocurre porque Sayo no tuvo suficiente con que Battler la apoyara (dentro de lo que podía, ya que dudo que le contara cosas respecto a su género) y arriesgara su vida en Prime… Me parece ir muy lejos. El Meta funciona dentro de una concepción más grande, con Tohya y muchas otras personas luchando por averiguar lo que sucedió. En el mundo de las ideas, de las leyendas que Sayo se esforzó por crear, Beatrice continúa viva. Ella sigue viva debajo de su máscara. Y terminará muriendo y desapareciendo porque nadie es ni fue capaz de encontrarla. Cuando Meta!Battler averigüe más o menos quién estaba debajo de Beatrice, ya será tarde, igual que en la vida real… Porque nadie, jamás, sabrá quién fue.
Todos llegaron demasiado tarde y Sayo desaparece de la narrativa para dejar paso a una reconstrucción de Beatrice hecha por Battler, Tohya y quién sabe quién más.
No es coherente, pero tampoco lo es en el caso de que sean espíritus y puedan intervenir con brujas, mundos de ideas y presentarse en el Senado de las brujas. Es absurdo. Es fantasía.
A Ryukishi no le importaba demasiado frente al sentimiento y el resolver las cosas «dentro» de nosotros mismos. De lo contrario, ¿cómo iba a seguir Ange viva o podríamos coordinar tantas existencias de Meta!Ange y su destino con la realidad?
Por cierto que la presentación de la Tea Party no ayuda a aclarar nada. Todo el inicio es una reminiscencia de los finales de Higurashi, donde los personajes se presentaban como si fueran actores de una serie y daban sus propias opiniones respecto. Para los fans de las anteriores novelas, es una clara señal de que esto no va a ser la misma clase de historia. Que este Meta es importante y juega otra clase de papel.
Los que vienen de fuera, entonces… Pues no sabrán qué pensar, me imagino.
Creo que lo interesante es que este Meta está dentro del control de Beatrice, claramente. Quizá tiene todo este poder porque la idea colectiva es que ella fue la responsable de las muertes. Si fueran meras almas, me imagino que Rudolf y Kyrie andarían por ahí riendo muy fuerte y no le seguirían el juego a nadie.
Curiosamente, los personajes hablan como si hubieran estado sentados, mirando lo que ocurre, igual que sucederá en otras novelas, pero no están ni molestos ni asqueados. Una mala decisión por parte de Ryukishi, que quería romper con Higurashi…
Me resulta gracioso que Jessica sea quien se centra en la muerte de Shannon, mientras que Battler lo hace en la de Kanon, reconociéndolo como alguien «épico» que encaja en el rol que Sayo aspiraba para un chico.
Los personajes se van poniendo de acuerdo respecto a la existencia de Beatrice —cuando preguntan que por qué Kanon y Shannon, que reconocen y «respetan» a Beatrice murieron, Kanon evade la pregunta diciendo que tendría sus razones y Shannon lo justifica con los sacrificios— y se presenta el argumento de «yo creo en las hadas»: la magia no funciona si alguien no cree. Sayo se divide entre el deseo de que Beatrice exista… y alguien sepa ver más allá. Pero no quiere que destruyan sin más a Beatrice, sino que miren con amor lo que hay debajo.
Después George señala que fantasía y misterio parecen haberse fusionado en esta historia. Y yo, perdonad que os diga, me río mucho porque en breves va a aparecer Beatrice y claramente esto no es algo que pasaría en una novela realista, no dejo de preguntarme a dónde quería llegar Ryukishi con este inicio. Por supuesto Maria se enfada y dice que no es fantasía, que es real. Pero el problema es que los occidentales entendemos por «fantasía» un género como tal. No se plantea demasiado bien la idea de que debas demostrar (o tenga sentido alguno) que nada de esto es real si estás viendo y hablando con Beatrice.
Y Battler se niega —en un mal momento, no voy a negarlo, porque justo los primos se han dejado llevar por lo que quiere Sayo: que resuelvan el jodido epitafio—.
Y empezamos con el victim blaming, qué ganas, YUHUUUU. Es que hasta en las fichas donde se habla de las muertes se menciona siempre que Battler es un idiota y que, por su culpa, los que están en la Tea Party fueron al infierno y que la bruja aun así parece incapaz de dejarlo ir porque lo considera un juguete entretenido. Viva el romance. Desconozco qué entidad ha escrito esto, ya que no parece ser Sayo, pero… Dios, si esto no confirma que no son las almas, entonces no sé qué podemos esperar. ¿Que Sayo sea tan monstruosa para que, después de arrepentirse de todo y ver cómo todos mueren, decida secuestrar el alma de su amado y destrozarla a pesar de que ella misma decidió descansar para siempre y acabar con todo?
¿Culparlo de haber olvidado lo sucedido porque la onda expansiva de una explosión lo alcanzó de lleno?
Voy a intentar sacar algo lógico de esto: todo rezuma a odio por sí mismo. Todo rezuma a Tohya, que es muy posible que no estuviera pensado por esta época… Pero me parece que encaja mejor.
Pero bueno, volvamos al tema. Que es que Battler considera que no es justo dejarlo ir todo con la idea de una bruja y la novela entera insiste en culparlo de las muertes de los demás, del sufrimiento de las Piezas a pesar de que Battler está haciendo lo correcto. Porque Umineko no llega a ser una historia de anti-intelectualismo; no te dice que haya que esconderse bajo la fantasía, sino que hay que aceptar esta durante un tiempo cuando es capaz de salvarte la vida.
Pero al final toda fantasía termina por romperse. De modo que esta tortura personal para Battler es terrible.
¿Y por qué se lo está torturando? Porque, en teoría, es culpable: Sayo decidió suicidarse al saber que regresaba. Ya hablaremos de eso en otro momento, pero también se le echa en cara no poder ver con amor. Y yo lo siento, Sayo, pero si tu Meta!Beatrice se presenta como la asesina, ¿por qué iba nadie a intentar comprenderte con amor?
Así que siempre encontraré despreciable su comportamiento en esta parte de la historia. Al ver que Battler cumple sus expectativas, que no está dispuesto a rendirse, le obliga a tener respuestas inmediatas frente a asesinatos que no ha podido investigar, y lo castiga permitiendo que la gente muera a su alrededor de forma terrible y diciéndole que «es tu culpa» porque la magia no puede existir si no crees.
Ah, pero Battler creerá cuando comprenda. Creerá cuando sepa para qué funciona la magia. Entonces se convertirá en un Hechicero, como lo es Sayo. Son adultos. No pueden tener la misma magia que MARIA. Es imposible. Hasta EVA Beatrice comprende el sistema de la magia y por eso le funciona tan bien, demonios.
Por otro lado, puedo apreciar la creciente irritación de Shannon y Kanon porque es un reflejo de lo indignada que se siente Sayo como escritora cuando no valoran el esfuerzo que ha hecho para crear un misterio.
Y se puede creer su irritación por el modo que usa a los personajes para que se pongan de su lado.
Dioses, recordaba que la primera Tea Party era aburrida, pero no tanto. Ryukishi, aprende a usar las tijeras POR FAVOR. Puedes saltarte la mayor parte del diálogo porque NO lleva a nada.
Y entonces llega la maravillosa escena donde Battler exige magia —como si no fuera suficiente sobrenatural estar vivo tras ver tu propio asesinato— y Beatrice aparece de la nada. Recuerdo romperme tanto la cabeza en el anime, y también la VN y el manga. No tiene maldito sentido exigir esto como demostrar que no hay brujas.
De verdad que no. Lloro.
Creo que siempre me llamará la atención que Battler especifique que nunca antes ha escuchado la risa de Beatrice cuando esta decide aparecer. Sabemos que Sayo se reía en la novela que escribió, y que se supone que Battler ha estado viendo, así que… ¿Qué indica esto? ¿Que en Prime Sayo nunca rio y por eso no reconoce la voz de esta Beatrice?
Kanon presenta a Beatrice mientras que Shannon le da la bienvenida. Si necesitabais mejor definición de sus roles respecto a Sayo… Y no dejéis de notar que Beatrice únicamente aparece en el mundo Meta en esta primera novela porque antes no tenía suficiente fuerza narrativa, ni mágica, ni nada, para aparecer como su propia persona en la historia. Es decir, que solo después de que hayamos leído el libro entero somos capaces de aceptar verla, toda rubia, increíble y con voz sensual, y la reconocemos como una persona. Es un detalle maravilloso.
Sayo establece una regla de worldbuilding: Battler ha nacido con esencia anti-magia. Porque ya sabéis, la gente nace, no se hace. Pero bueno, dejando esta tontería de lado, lo importante es que se pone en negrita que si la gente no cree, entonces la magia no existe. Mientras Battler se resista, podemos asumir que sí, que hubo un componente humano en los asesinatos. Es más, es lo que deberíamos hacer nosotros.
Pero, claro, esto te lo están presentando como un yo creo en las hadas donde precisamente hadas existen. Resulta absurdo. Simplemente asumes que Battler «mata» la magia como se puede matar a Campanilla (que sin duda existe en su propia historia).
Toda la parte de reconstruir los asesinatos no nos interesa en temas de Meta, más allá de comentar que Beatrice empieza siendo digna y guay y tranquila y luego se le va la olla y siempre me desconcertará. Supongo que es lo que tiene lidiar con un escritor jardinero. De una forma u otra, me imagino a Sayo super encantada de poder mostrar a su maravilloso personaje y desplegar todo su lore con las estacas del Purgatorio.
Solo apuntar que el primero en morir cuando la magia desaparece… es Kanon, el más cercano a Beatrice. Y que la narración es absurda. Cuando Shannon se toca la cara «como si tuviera dolor de dientes. Pero aparentemente no era dolor de dientes». A veces me pregunto por qué quiero tanto a Umineko.
Eso sí, prestad atención a las muertes que acaban con los primos y que claramente destruyen sus cuerpos. Es difícil asumir que esto es cosa de una explosión, pero visto en perspectiva…
¿Por qué Jessica de pronto cambia de opinión y le suplica que siga negando a Beatrice? Bien, evidentemente es un mensaje de Beatrice que controla sus Piezas, pero también creo que es más o menos apropiado porque Jessica odia y teme la magia.
Por el contrario, George quería aferrarse a la ilusión porque dentro de la misma existe Shannon. Maria es la única que, a pesar del dolor, se va en paz porque confía en que será revivida. Por desgracia, creo que también juega un componente sexista donde se juega con ideas caballerescas. Por supuesto que una mujer va a suplicar y va a tener más efecto en el público.
Después de toda esta tortura psicológica, Sayo obtiene lo que quiere. Battler se decide a vencerla. ¿Pero es tan buena jugada como ella se cree… ? Battler habría funcionado mil veces mejor charlando con sus primos y con ella, sentados tranquilamente, para intentar averiguar la verdad. ¡Pero eso no es tan emocionante y no da tanta pena cuando descubras la verdad! Sayo la está pifiando fuerte.
Y por una vez tenemos un discurso furioso, más o menos creíble, e impactante. Tras ver la crueldad de Beatrice, te alimentas de las palabras de Battler y es muy difícil no ponerse de su lado.
Todo termina con un alarido de Battler y… ¡Nos vemos donde viven las brujas!
Personajes destacados
Estoy segura de que Battler es fan de Detective Conan y por eso tiene unas ideas peregrinas sobre los asesinatos. Pongo la mano en el fuego.
Battler no funciona bien bajo presión. Para nada. Por eso Beatrice aparecerá luego para discutir con él y «pasárselo bien» y solo habrá algunos avances cuando tengan cierta igualdad de condiciones… Pero, para entonces, Battler estará más que quemado de jugar un juego que no entiende y nunca llegará a buen puerto.
Aquí se deja llevar, más que nada, por la frustración de tener que dejar ir a un asesino para echarle la culpa a algo que no existe. Eso no es justicia, en especial porque él ha sido una víctima.
Pero a Battler le cuesta conciliar ideas entre personas y los crueles asesinatos —normal, son de novela—. A ello se une que nunca ha podido investigar una habitación y que se encuentra en un ambiente hostil. Seguro que habéis sufrido al tener que dar vuestra opinión en un grupo donde todos te miran como si fueras idiota y te exigen pruebas de inmediato. Y no lo hacen de buenas, no dicen «bueno, vamos a discutir opiniones». Como historiadora, me ha sucedido que esperen de mí que sea Wikipedia y pueda recitar datos y hechos de memoria. Cuando no lo hago, descartan mi opinión. Y así pasa con innumerables temas, como el feminismo o cualquier cosa. El poder de grupo es terrible, ciego, igual que estos personajes que prefieren rendirse y dejar de pensar. ¿Por qué creéis que en la tercera novela, Sayo decide que no se conforma con que Battler abandone el intelectualismo y acepte la mentira sin comprenderla?
Vamos a ver… No es imposible. Es el problema de no establecer tus normas, Sayo, y no permitir que se investigue una habitación. Si quieres presentar una novela que pueda resolverse, debes dejar claras las reglas. No vale con que Ryukishi venga muchas novelas después con las reglas de Van Dyne a lloriquear porque la gente no lo pilla.
Y como ya me he quejado de ilustraciones y narración mentirosa, vamos a gritar: Battler ha leído cientos de novelas de misterio y policíacas. ¿Por qué no piensa en la ÚNICA ARMA que se ha mostrado en la historia? Como UNA PISTOLA.
Lo dicho, no hay mucha explicación watsoniana: Battler está confuso y funciona mal bajo presión. Claramente es doylista: Ryukishi no puede permitir que Battler sea hábil y directo desde el principio, porque entonces se le acababa la historia.
Sin embargo, Battler no es estúpido. Es el primero en insistir en que todo podría ser una pantomima. El problema es que es una idea que lanza al aire y no trata de aferrarse a ella porque, de nuevo, tenemos la excusa de que no quiere culpar a nadie de la familia. Y se nos antoja indignante que alguien pudiera estar fingiendo ya que la narración nos ha mostrado momentos íntimos y de muerte. Es más fácil creer en una bruja.
Es interesante reflexionar sobre la imagen que tenemos de Battler como un incompetente, cuando nosotros en su situación… ¿qué haríamos? Nunca sé definir hasta qué punto es Ryukishi saboteándole y hasta dónde es su propia personalidad, pero cabe una interesante reflexión sobre cómo absorbemos lo que los personajes dicen. ¿Acaso no es fácil imaginar a Sayo horrorizada porque es posible que Battler diga la verdad pero lo haga sin pensar? Así de fácil es desmontar su metódico asesinato… Y solo queda protegida porque Battler es una persona bastante inocente en algunos aspectos y por el plot armor que la protegerá hasta el cuarto episodio.
RYUKISHI, si solo PUDIERAS mantener esta caracterización para que Battler fuera más implacable todo sería mucho más interesante y exigiría que Beatrice fuera aún más inteligente para esquivarlo y desconcertarlo.
Se supone que Battler debe aprender a no ser como Erika, pero ¿de qué sirve esa crítica si nunca ha sido como ella? Desde luego no le interesaban los motivos de Beatrice y renunció a ellos, pero es que es parte de un personaje, de una víctima de asesinato. Erika es un personaje distinto porque funciona mejor como Detective al ser externa al juego y no tener lazos emocionales, pero ya está. Battler debería ser más distante, ciertamente, si se quería hacer esta dichosa crítica. Algo irónico visto cómo se trata después a los verdaderos asesinos, de los que se nos cuenta y descarta rápidamente que lo hicieron todo porque eran malas personas y tuvieron lo que se merecían.
Y, por cierto, adoro a Beatrice como imagen y como señora de femdom duro que sin duda enseñaría a Battler unas cuantas cosas sobre cómo se besa un trasero, pero lo siento tanto por él. Cuando conoces a Beatrice imaginas que es una bruja que se aburre y que un tío le intenta negar su existencia. Es normal que se enfade. A la hora de la verdad, Sayo está acercándose así a él para que reconozca que la máscara que ha creado es real, pero a la vez quiere que la destroce.
Y para eso le va a someter a una tortura psicológica y física que implica constantemente humillación, y que no descarta abuso sexual, como sucede al final de la segunda novela.
Así que…
Sí.
Amor.
Pobre Battler.
Sigo preguntándome si reaccionaríamos tan bien si Beatrice fuera un hombre y Battler una mujer.
Battler acaba llorando, gritando a pleno pulmón que Beatrice no «humille a los muertos». Y me dan ganas de gritar porque a eso se dedica Sayo en sus novelas, por mucho que la intención fuera otra. Por supuesto, el mundo se encargará de hacer lo mismo con todos los Ushiromiya y tendremos después a las malditas cabras…
Pistas de las que no nos damos cuenta
Oh, Sayo siendo pasivo agresiva, me encanta.
KANON ES BEATRICE, NO SE PUEDE DECIR MÁS ALTO Y CLARO. Por supuesto, Shannon se postula a favor de la existencia de la 19 persona porque incluso en el Meta quieren hacernos pensar.
Es difícil que duela si no tienes heridas. Qué humor tan extraño tienen todos para reírse de estas cosas.
Nos resulta horrible la mera idea, pero… PERO ESTABA AHÍ Y NO LO TOMAMOS EN SERIO PORQUE BATTLER SE PONE A MEZCLAR IDEAS INTELIGENTES CON MÁQUINAS IMPOSIBLES.
Aparte, se nota que el episodio 5 es cosa de Battler, eh. No quiere matar a nadie.
Pobre Battler, que podría haberlo entendido desde el principio, pero Sayo se sintió amenazada y puso a sus personajes a tratarlo como un idiota.
En negrita, para que nos demos cuenta de que este es uno de los malditos objetivos de la historia. Claro que estamos tan confusos pensando qué cojones pasa aquí, por qué no vamos a creer en un personaje que aparece en nuestras narices en un sitio que claramente no es «el mundo real» que…
Función del capítulo
Dejar bien claro que la historia continúa, desde luego, al establecer la profunda y letal rivalidad entre Beatrice y Battler. A su vez, también es una tentación para que caigamos en el lado de la magia. Pero, desde luego, su principal objetivo es desafiarnos para encontrar una forma humana de resolver los crímenes de Beatrice. Sí, tras esta novela Beatrice ha logrado la suficiente credibilidad para aparecer ante nuestros ojos, pero no debemos dejar de notar que solo aparece como tal en el mundo Meta. Nunca le hemos visto la cara en la historia y, desde luego, tampoco en Prime.
Eso ya debería dejarnos caer que esta Beatrice no es completamente real. Sabemos que la Beatrice del cuadro está muerta. Qué casualidad que esta mujer sea igual en todo a ella, ¿verdad? No es creíble a menos que se trate de magia. Y si no es magia, significa que esta persona que ha adoptado el aspecto de Beatrice no es así en la realidad.
Tenemos que probar que la bruja no existe. Como bien nos dice Sayo a través de Jessica, manipulándolos como la buena titiritera que es; deny her, erase her… Si Sayo quiere aparecer, Beatrice debe desaparecer. De modo que todo se convierte en un enfrentamiento para averiguar su identidad.
Una lástima que vayamos a perder la perspectiva de este objetivo muy pronto.
Manga
El manga hace un esfuerzo por introducir a los lectores a la Tea Party que, la verdad, ha de tenerse en cuenta. Battler despierta en este lugar, rodeado de gente que se supone que ha muerto, y está callado y desconcertado a la vez que intenta digerir la situación. Sigue siendo confuso, pero al menos Battler continúa siendo nuestra proyección y estamos al mismo nivel de desorientación.
Como no se toma nada como un juego, creo que su reacción contra la idea de las brujas funciona mucho mejor. Es lo primero que puede «entender» de todo lo que ha pasado.
Beatrice es bellísima y está muy, muy bien caracterizada. Puedo sentir la impaciencia que embargaba a Natsumi Kei por presentarla de una vez por todas. Por otro lado, me gusta cómo caracteriza a personajes como Maria ante la negación de Battler. No hay tanto desdén como incomprensión.
Eso sí, esta Beatrice no es elegante ni digna como en la novela. Ya tiene esas carcajadas histriónicas del resto de VN y esas miradas de loca, mezcladas con sonrisitas infantiles, que tanto van a formar parte de su esencia. Me da un poco de lástima, pero también resulta evidente que Natsumi Kei contaba con la ventaja de haber leído cómo sería Beatrice mientras que Ryukishi todavía estaba en proceso de crearla.
Por supuesto, como podemos cambiar de escenario, la magia de Beatrice resulta mucho más imponente y la terquedad de Battler, más descarada. También los personajes mueren de forma mucho más veloz (y gore), cosa que agradezco porque se alargaba demasiado en la VN. Y se me encoge el corazón cuando Battler mira las caras de Shannon y Kanon al volver a ser asesinados y se siente culpable por lo que está haciendo. Pero esa es la realidad a la que se enfrenta. Si quiere averiguar qué sucedió, tiene que despojar el mundo de fantasía y enfrentarse a los cadáveres.
La rabia de Battler se siente y podemos ver el regodeo de Beatrice, que ha logrado su objetivo. Muy bien representado todo. Eso sí; aunque me guste el simbolismo del ajedrez,en la última escena Battler aparece con una pieza enfrentándose a grito pelado a Beato. ¿De dónde ha salido todo esto?
En cualquier caso, es una buena forma de cerrar, intensa y poderosa, quese aprovecha de lo visual para poder mostrar la ira de Battler contra Beatrice y su desprecio por las vidas humanas.
Como siempre, ¡aquí un análisis mucho más detallado!
Detalles a mencionar
Pobre Jessica, adelantando su propio final a manos de Kyrie. Me pregunto si sería una indirecta de Ryukishi… Por otro lado, es interesante que Shannon habla de roles. ROLES. ¿Lo pilláis?
Nunca entenderé esta comparación a menos que sea para señalar que Maria es una niña pequeña y no sabe hacer buenas metáforas. I mean, cielo, sabes que te estás burlando precisamente de la gente que creía en la magia, ¿no?
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