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Resumen básico del capítulo
La familia se reúne para cenar. Kinzo no aparece, pero sí les llega una bonita carta de la bruja Beatrice, que promete quedarse con toda la herencia a menos que puedan derrotarla en un juego intelectual. Y cual manzana maldita de Eris lanzada a la mesa de los dioses, se arma el Caos.
Metacomentario
Si pensamos en lo que ha sucedido, no es muy difícil unir cabos. Sayo usa a Kanon para buscar a los primos cuando podría haber empleado a Shannon. ¿Por qué? Shannon tiene más relación con Maria, sería más natural usar a su alter ego amable a la hora de la búsqueda. Sin embargo, Maria ya tiene su paraguas, ya se ha encontrado con Beatrice… De modo que es mucho más fácil desviar la atención sobre Shannon/Kanon si un chico es quien ha atravesado toda la zona, pudiendo haber pasado por el jardín. No conectamos la idea de Kanon con Beatrice por la diferencia de género, algo que se llevará aún más lejos después, cuando se burlen al imaginar a un adulto con el vestido de Beatrice. Y, sin embargo, no deja de tener sentido y ser coherente. Beatrice suele manifestarse tanto en Kanon como en Shannon, así que Maria no tiene ningún problema para identificarla.
Mirad cómo se preocupa. Falta que les grite que cómo se atreven a ignorar a la pobre niña. Además, el ácido contra Rosa es intenso y maravilloso. Por otro lado, me encanta el descaro con el que Kanon miente. Visto con retrospectiva, resulta tan evidente que lo que hizo fue pasarse por donde estaba Maria, darle un paraguas y la carta, y luego continuar hasta la casa de invitados… Hasta la narrativa reconoce que, tomando el camino más corto, casi por fuerza debería haberse cruzado con ella.
No puedo dejar de apreciar que Sayo decida que sea Kanon quien ponga en marcha las cosas. Es su persona menos asociada a la magia (a pesar de que, sorprendentemente, tiene muchas escenas mágicas), la que menos busca la catástrofe final y que prefiere el suicidio en solitario, pero a su vez es la más apropiada para ser agresivo pasiva con los primos. Quizá hasta lo escogió pensando que así podía descargar mejor su mal humor por lo que sucede a Maria.
En cualquier caso, el resto de la escena, una vez encuentran a Maria, es algo torpe. En principio se deja de lado el tema del paraguas porque no se quiere llamar la atención sobre Kanon, así que Sayo hace que Battler deduzca que ha salido de la bolsa de Maria. Me gustaría saber si es uno plegable o no, porque dudo que quepa ahí dentro… Los beneficios de ser una novela y no un medio completamente visual, supongo. Y habría estado bien así, pero Jessica de inmediato saca el tema para que Maria pueda decir que Beatrice se lo ha dado. A Ryukishi07 le queda trabajo como escritor, porque tiene la tendencia a presentar demasiadas cosas que deshace después y que podrían haberse resumido y presentado sin dar tantas vueltas.
Dios, no recordaba que el Primer Episodio era tan insistente con las escenas de fantasía de Kinzo. Básicamente, Krauss está haciendo el paripé y Nanjo se encuentra a solas frente al tablero, que nunca cambiará de posición. Por cierto, ¿no es sospechoso que Kinzo reciba a tanta gente cuando no deja de insistirse en que está aislado y siempre de mal humor?
Y, oh, la voz de Krauss no alcanza los oídos de Kinzo, ¿eh, Sayo?
Aunque no se desarrollará hasta más tarde, ya se empieza a trabajar la idea de la magia unida a espacios aislados. Beatrice no puede abandonar Rokkenjima, porque fuera de ella no tiene poder para engañar a la gente. Kinzo no puede abandonar su habitación porque es un cadáver, y solo dentro del dormitorio es posible crear la ilusión de que sigue vivo.
Kinzo declara que solo abandonará el lugar si Beatrice revive. Creo que es una clara referencia a lo que vivió Sayo cuando se la obligó a vestirse de Beatrice, a la vez que nos dice que la magia de Kinzo no va a funcionar como él espera. Después de todo, abandona la habitación, pero muerto y a la brasa. No se reencuentra con Beatrice.
De vuelta a la familia, creo que las debilidades de Ryukishi07 se muestran en momentos como este. Pocas veces he leído textos más artificiales donde se tiene que determinar personaje a personaje quién ha salido y quién no para que tengamos claro que nadie ha podido darle el paraguas a Maria.
¡Excepto Kanon! Claro que tenemos que fiarnos de la palabra de Shannon, que nos dice que ha estado junto a ella y a Kumasawa preparando las habitaciones en la mansión principal para que no haya que enviar a nadie bajo la lluvia.
Kumasawa sugiere que Kanon podría haberle dado el paraguas, pero ya sabemos que él ha dicho que no y Maria salta para gritar que NO. Así que no podemos evitar descartarlo por completo, en especial cuando se resalta que la responsable ha sido una mujer.
La escena donde los sirvientes se encuentran en el pasillo fácilmente puede traducirse en Sayo hablando con Genji para explicarle lo que ha sucedido y que entienda que ha sido ella quien ha entregado el paraguas. Curiosamente, el sprite de Shannon no sale a pesar de que oímos su voz. ¿Será porque es Sayo quien habla, sin la máscara de su persona? Kanon en cambio sí aparece para dar su versión de los hechos, vaya… Como se comenta aquí, probablemente la conversación de los sirvientes sobre Kinzo se pueda traducir como: ¿de qué forma justificamos que Kinzo no fuera el que le dio el paraguas a Maria?
Y entonces Kanon fulmina a Gohda con la mirada por atreverse a ser arrogante con Genji. Este tiene que calmar al chico con unas palmaditas en el hombro. Sayo respeta mucho a Genji, desde luego… Y notad cómo expresa sus sentimientos no con Shannon, sino con Kanon.
Kumasawa continúa sola hacia la cocina, mientras que Sayo se queda junto a Kanon y pregunta:
Genji responde que no lo sabe. Kanon comenta de informar a Kinzo, pero Genji le recomienda paciencia porque Beatrice aparecerá por sí sola si de verdad ha revivido, aunque es posible que ni siquiera se presente. Básicamente… Sayo tiene dudas. El paraguas es una trastada. La carta todavía se puede ocultar o ignorar después de que se lea en voz alta.
Curiosamente, aquí Genji se refiere a ambos como muebles, pero se trata de una escena de fantasía que está describiendo Sayo, que se apropia de la palabra para enfocarla hacia lo que ella siente.
Qué bonito, básicamente te cuentan la verdad. ¡Kanon es Beatrice!
Una vez Maria saca el sobre, lo primero que nos señala la narración es que debemos fijarnos en el sello de los Ushiromiya, cosa que luego también harán los personajes, pero ya sabemos que Ryukishi07 es explicativo a morir. Natsuhi, que es la principal rival de Sayo en esta historia, casi se atraganta al darse cuenta de lo que esto significa. Después Sayo se regodea describiendo el nerviosismo de los hermanos, en particular de Eva, y usa a Nanjo para refutar cualquier posibilidad de que no se esté usando el sello de Kinzo. Al fin y al cabo, le hemos visto hablar como amigo de Kinzo y como médico de confianza. ¿Por qué no íbamos a creerle? Los hermanos no lo hacen, pero nosotros estamos condicionados a mirarles con rechazo, mientras que Nanjo no nos parece mala persona.
Cuando Maria por fin lee la carta, cambia totalmente de personalidad y demostrando una increíble seguridad en sí misma. ¿Me pregunto si se está imaginando que es poseída por Beatrice y por eso imita su forma de ser?
Sayo usa a Battler para destacar lo básico, que la carta habla básicamente de un contrato con el diablo, y George lo manda callar. Creo, sinceramente, que Sayo está transmitiendo su irritación a través de George. ¡Que no le estropeen el momento!
En resumen: si me descubrís, habré perdido. Teniendo en cuenta que Sayo está obsesionada con los misterios y la inteligencia, hay que remarcar que siempre enfoca todo, incluso las anteriores conversaciones entre los hermanos, como una batalla de intelectuales —la verdad, Sayo tiene una idea extraña de intelectualidad cuando en el mundo Meta se dedica a destripar y desmembrar a gente, pero bueno, ya llegaremos a eso en el segundo Episodio—. Es una pena que se sobrevalore en su encarnación de Beatrice. Ciertamente los hermanos son capaces de lo peor, pero han llegado lejos a su manera y son inteligentes. Negarlo es estar ciego. Por eso Sayo permitirá que Eva o Rosa lleguen al oro. Pero, a su vez, nunca toma en serio la amenaza que suponen los hermanos para ella, ya que estas novelas son su fantasía de venganza.
Y entonces cerramos capítulo con una escena de total fantasía donde Kinzo «ignora» a sus hijos. Pobre Krauss, que debe estar a punto de sufrir un infarto por tener que fingir que su padre sigue vivo y a la vez consumirse de ansiedad mientras se pregunta qué está sucediendo. Shannon aparece dentro del despacho de Kinzo, sirviéndole té, y se muestra incómoda mientras mira hacia la puerta y escucha los gritos. Me gustaría pensar que Sayo deja caer a través de su persona que se siente un poco violenta con la situación, pero no me cabe duda de que también está frotándose las manos mientras imagina el caos por el que deben estar pasando los hermanos. Hasta hace que Genji pregunte si debe mandarlos callar. Escena que se me hace muy inquietante porque Sayo lo usa como un asesino, así que…
Kanon resume la situación y, de nuevo, es el personaje más cercano a Kinzo después de Genji y Nanjo. Parece ser el espía principal. Supongo que podríamos traducirlo como que Sayo se siente más activa con Kanon, porque Shannon sería de cerrar los ojos y limitarse a sentirse incómoda.
Y, Sayo, por favor, empiezas a hacer que Kinzo parezca un disco rayado. Un poco de innovación.
Personajes destacados
La conversación sobre Jessica y las clases me parece innecesaria porque no aporta mucho, más allá de explicar que Battler es un romántico y que no es tan fácil vivir en una isla. Me llama más la atención que nunca se mencione que Shannon iba al colegio con Jessica. En cualquier caso, es interesante reflexionar acerca de las diferencias entre ambas. Shannon tiene dinero, experiencia para un trabajo, es la dueña virtual de Rokkenjima y no es capaz de ver vida más allá de sus límites. Toda su existencia se limita a mantener la fantasía dentro de la isla. Jessica no tiene dinero ni independencia, está tan atada como su amiga a la familia y al deber, pero se muere por escapar y vivir en la universidad. Se nota la clara diferencia entre la crianza de ambas y cómo el estatus social afecta al futuro de cada una, ya no solo por sus sueños (que en el caso de Sayo están afectados por dramas muy, muy especiales, psicológicos y psiquiátricos. La pobre necesita hospitalización y medicinas antidepresivas, entre otras cosas, antes de ni siquiera poder soñar ni con empezar a recuperarse. No es cuestión solo de valor o de desear vivir por tu cuenta), sino por las verdaderas oportunidades que tienen para perseguirlos. Aun así, noto cierta ternura cándida por Jessica en la narración y me gustaría saber cómo se sintió Sayo, que tan bien parece comprender a su amiga de la infancia, mientras escribía esto sabiendo que pretende matarla…
Claro que la conversación deja de ser mona cuando uno se da cuenta de que están intentando evadir por todos los medios pensar en lo que ha pasado con Maria y Rosa.
A pesar de que Rosa es una persona horrenda, Ryukishi07 construye un buen personaje al no volverla completamente malvada. Rosa es una mujer sometida a una presión inmensa, con una infancia terrible y un secreto a cuestas que ha impedido que se convierta en una adulta equilibrada. Y como podemos acceder a su punto de vista, Rosa se vuelve memorable porque, a veces, puedes llegar a simpatizar con ella.
Más allá de su irresponsabilidad al dejar a su puñetera hija llorando bajo la tormenta, me resulta interesante que la forma de copar con los problemas sea dormirse. No recuerdo si esto se llega a repetir o a desarrollar, pero parece un método bastante asociado a la depresión: cuando algo te supera, te acurrucas y duermes. Es algo que también hacen muchos niños.
Me gusta el detalle de que Genji la cubra con una manta. Hace pensar en la de veces que ha cuidado de estos chicos a los que piensa asesinar y en cómo ha debido ver escenas muy similares a lo largo de los años. Pero Rosa no duerme tranquila. Se ve que está en tensión no solo por Maria, sino por encontrarse en su antigua casa, así que se despierta de inmediato. Me pregunto si Rudolf solía hacerle bromas desagradables si la encontraba dormida…
Y entonces recuerda a Maria.
Su reacción es emoción cruda y está muy bien construida. Creo que representa a la perfección el ciclo del abuso. Rosa quiere y odia a Maria al mismo tiempo. Se deja llevar por lo peor de sí misma, pero en cuanto se calma y se arrepiente se ve que la quiere, que se preocupa por ella, que es consciente de que el problema reside en sí misma y no en su hija.
La seiyuu hace un trabajo excepcional llamando a gritos desesperados a su hija. Los pelos de punta, de verdad.
Poco después vemos que Rosa está tan aliviada de que Maria se encuentre a salvo que ni siquiera se molesta por sus «uuh», cosa que Battler/Sayo no dejan de notar. ¡Ryukishi, deja de anotar cosas así, que es evidente! Por cierto, nunca he leído teorías sobre Rosatrice, pero me pregunto cómo reconcilian los fans la idea con esta escena. ¿Cómo le daría Rosa el paraguas a su hija…?
En cualquier caso, Rosa es toooorpe lidiando con Maria. La historia necesita que lo sea o el misterio no se habría sostenido por mucho tiempo, por supuesto. El caso es que habría bastado con preguntar: ¿y cómo era esta Beatrice? Y el dedito de Maria habría apuntado a Kanon. Mucho más eficiente y peligroso que cualquier bromita con pechos falsos.
Pero la escena se construye bien para crear la ilusión de una persona extra en la isla, en especial cuando se demuestra que no ha sido «nadie» de los presentes y Rudolf insiste en preguntar a Maria. Rosa quiere que la entierren viva, se nota, pero ha provocado sola la situación así que a aguantarse.
Francamente, la familia da mucho asco. Agh, Krauss invitando al resto a reírse de Maria. Rosa no es una buena persona, pero en situaciones así es fácil ver por lo que pasó en la infancia y tenerle compasión.
La verdad es que no hace falta hablar muy en profundidad de Maria porque la narración nos hace el trabajo. Podemos comentar lo feliz que está por tener su minuto de atención, lo mucho que ha trabajado para memorizar la carta —porque dudo mucho que sea capaz de leerla, y menos con ese maravilloso creepy-tono. Claro que también puede ser cosa de Sayo, que se toma libertades y da protagonismo a la Pieza Maria porque es de sus favoritas— y cómo prácticamente nos baña en la esperanza de que al fin todos los adultos acepten la existencia de Beatrice. ¡Les está escribiendo, al fin y al cabo! En vano, por supuesto. Pobre niña, que ha vivido una experiencia horrible con su madre, se ha congelado bajo la lluvia, y todo el rato ha estado guardando su «regalo» con la ilusión de una criatura en Navidad… Para esto.
Pero sin la escena, tan fresca y tan dura, entre Rosa y Maria, no tendríamos los datos suficientes como detectives para entender que la última de verdad necesita creer en las brujas. Son su bote de salvación, visto que en casa tiene a una mujer que la golpea y maltrata, y que tampoco puede escapar del bullying en el colegio. Así que, si estamos dispuestos a aceptar el reto de Beatrice, hemos de pensar qué es lo que ha ocurrido de verdad: que Maria ha aceptado el paraguas y la nota de alguien que se hace pasar por la bruja. Es decir, que ya sea un miembro o no de la familia, el culpable es humano y la magia no existe.
Y qué detallito, debo decir, que Rosa diga que Maria no es tan espabilada para bromear con algo tan grande. No es que carezca de razón, pero esa forma de expresarlo… Eso sí, me gustaría que Ryukishi07 decidiera si Maria puede notar la burla en la voz de la gente o no. Porque en ocasiones salta sobre Battler y compañía al notar sarcasmo, pero en otras como esta… no.
Cambiando de personaje, aquí se dan buenos puntos en la caracterización de Battler, porque es capaz de darse cuenta de lo que está sucediendo, de cómo cambia la atmósfera del comedor y de aportar incoherencias sobre las teorías alrededor del paraguas. En cierto momento, el personaje reconoce que había escuchado que Eva no se lleva bien con Krauss, pero con mirar a su alrededor (y comprobar que Rudolf y Rosa hacen muecas cuando sus hermanos mayores se disponen a ir a la carga de nuevo) entiende que la realidad es mucho más complicada y venenosa. Habría que ser un ladrillo para no darse cuenta, eso también es cierto, porque incluso si no hubiéramos leído la larguísima discusión, con esta pequeña escena podríamos notar el cansancio, la resignación a una dinámica antigua y terrible.
Resulta interesante que Battler se convierta, una vez más, en el cabeza de turco cuando Kyrie decide desviar (con tono juguetón, aunque me pregunto cuánta malicia hay detrás de sus palabras) la conversación hacia los estudios. En cualquier caso, Battler confía tanto en ella, a pesar de que afirme que mantienen una relación distante, que decide que es mejor hablar de esto que centrarse en la pelea de Krauss y Eva. Me pregunto hasta qué punto esto es cosa de Sayo lanzándonos indirectas y cuánto es simple caracterización de Battler como personaje.
Eso sí, cabe no olvidar que Battler y Kyrie coinciden en que la carta debe ser leída, así como en muchas otras ideas. Los parecidos razonables terminan ahí, por desgracia. Al contrario que su hijo, que prefiere mantenerse en la sombra, Kyrie siempre se mantiene firme a pesar del caos. Es ella quien insiste en que hay que averiguar qué está pasando, comprobar si Kinzo está vivo y todo eso. Qué terrible es Kyrie, incluso si Sayo la mantiene muy de secundaria. ¿Os imagináis que Sayo, quien no conoce al verdadero Battler, y Tohya, que le odia, le hubieran hecho la mitad de eficiente que Kyrie? ¡Adiós a la historia de Umineko!
De refilón creo que podemos comentar cosas como que George vuelve a adoptar la faceta de adulto, pero tiene que hacerlo remarcando de forma indirecta que Rosa es mala madre y que deben volver cuanto antes a cubierto no vaya Maria a pescar un resfriado. ¡Gracias por hacerle el trabajo ahora, cuando no es grave, supongo!
Me gusta que hasta Hideyoshi llegue al punto de echar la bronca a Eva para que deje de atacar a Natsuhi por cualquier cosa. Y Nanjo intentando meter cizaña, que no se note que Sayo lo ha seducido con dinero, por favor.
La verdad es que el motivo tras las reacciones de Natsuhi se camufla de maravilla porque la hemos visto saltar una y otra vez a defender el «orgullo» de los Ushiromiya.
Pistas de las que no nos damos cuenta
¡Pero entonces no habría podido pasarse a darle un paraguas a Maria y daros a entender que no está en casa con Rosa, así que os toca ir a buscarla!
THE WOMEN.
Por supuesto, la gracia de esta frase es que no debería causar confusión alguna; Kumasawa y Shannon son las que han llevar las cosas a la cocina mientras que Genji y Kanon, no. ¿Por qué iba a mencionar a Kanon? Pero en realidad la magia se ha roto y solo quedan tres personas en vez de cuatro; Kanon no está, porque Sayo va vestida de Shannon. Qué grandes es esta clase de momentos.
Eso sí, la fantasía nos muestra inmediatamente después a Kanon para que no nos pongamos a pensar. No deja de ser la forma de mostrar la verdadera reacción de Sayo ante la presencia de Gohda, que se atreve a dar órdenes a Genji.
Función del capítulo
Qué menos que comenzar de una vez por todas el misterio de Umineko. Sayo es muy clara respecto a lo que espera de nosotros. Un duelo intelectual. Un juego entre el gato y el ratón para ver quién se deshace antes del otro bando. Como lectores contamos con una clara ventaja (y también… desventajas, puesto que las escenas de fantasía nos afectan) sobre los jugadores. Si hay alguien que puede desvelar la identidad de Beatrice, somos nosotros. Así que el desafío está lanzado.
Van a sucederse crímenes si no se encuentra el oro. Con cada crimen, tendremos pistas. ¿Podemos detener a Beatrice?
No porque nos falta llegar al corazón de la historia y When They Cry tiene que tirar con ocho novelas.
Manga
Volviendo a mis desventuras con el manga… Aquí te ponen la sombra de Beatrice, cubierta con el paraguas que dará a Maria (llega cuando ya está lloviendo), con su inconfundible vestido. Menuda manera de matar a los que postulan por el Misterio.
La conversación sobre Jessica y los botes es mucho más breve, casi triste por parte de Jessica. En cierta manera, me gusta más porque no da taaaantas vueltas innecesarias y enfoca bien la sensación de encierro de la pobre. Pocas veces nos tomamos en serio su arco, sometida a unos padres más o menos tiránicos, aislada del mundo y deseosa de poder ser una adolescente porque las demás historias le hacen sombra. Pero la verdad es que es una situación desagradable, más si somos partidarios de que Jessica es consciente de que su abuelo está muerto y sus padres están haciendo algo ilegal.
¡Sorprendentemente, la dibujante mantiene que Kanon va a buscar a los niños! Ya esperaba que cambiara todo y nos metiera otra vez a su favorita. ¡Pero da igual porque no le dedica casi escena, voy a llorar! Eso sí, es Battler (y no Jessica) quien nota que Kanon está buscando a alguien y supongo que recupera un poco la esencia de la VN, donde se deja claro que el protagonista tiene buena opinión de él. También vuelve a Battler un personaje más consciente de la gente que hay a su alrededor. Es un cambio pequeño pero agradable. En especial si nos damos cuenta de que Battler ha salido sin paraguas a buscar a su primita, motivo por el que luego acaba estornudando. Es un buen chico, desde luego.
Pero, siguiendo con los sirvientes, la escena que tienen más tarde mientras «tratan» de poner en orden sus coartadas es muy graciosa porque se mantiene el tono de «oh, no, la bruja ha llegado» y que no puede ser más absurda con Genji, Kanon y Shannon reunidos en un único sitio. Pero ya sabemos que en el manga todo es overdramatic, ahora me oiréis quejarme más. Genji tiene que detener a Kanon, que hasta masculla don’t boss us around!, pero no reacciona por defender a Genji, lo cual es una desgracia sobre la vaca de la autora, ni tampoco se pone a Gohda llamando la atención solo a las mujeres. Mal. Se mantiene la conversación entre Kanon y Genji (gracias) y las expresiones del primero están bastante bien conseguidas. Lástima que no tengamos diálogo interno.
Debo decir que, cuando Natsumi Kei quiere construir escenas buenas, lo consigue. La desesperación de Rosa al comprender lo que ha hecho se transmite muy bien. Por otro lado, no la vemos yéndose a echar una siestecita, así que supongo que nos deja una imagen un poco menos oscura de ella… Si es que eso es posible después de la demoníaca paliza que dio a su hija en el anterior capítulo.
Y bueno, ver a mini Maria siempre es adorable, así que punto a favor del manga. Teniendo en cuenta que está como a -50 para mí, tampoco es que marque mucha diferencia.
Me gusta que Maria aparezca sentada en el suelo, motivo por el que no se la veía entre las rosas ni con el paraguas. Añadimos a eso que hace muchísimo viento y es comprensible que no escuchara cómo la llamaban a gritos. Creo que las sonrisas de George y Battler al ver cómo Rosa pide perdón sobran, eso sí, es como si se intentara decirnos que ¡bueno, Rosa no es tan mala madre, al fin y al cabo! Y es muy cuco que sea Jessica quien se ocupa de secarla. Claro que ¿a dónde ha ido Rosa? En cualquier caso nos saltamos todos los comentarios de George, así que definitivamente tenemos a personajes diferentes de los de la VN.
Por desgracia, la narrativa de Natsumi Kei todavía necesita mejorar mucho y es infinitamente más apropiada para el Episodio 3, cuando es Tohya el narrador y todo deja de ser tanto misterio y drama para volverse darks y con magia y fuegos artificiales a lo adolescente. En fin, la cara de trauma de Battler cuando Maria dice alegremente que Beatrice le ha dado el paraguas es tan… innecesaria. Y volvemos a las expresiones malévolas o traumatizantes de Maria, a la que me tienta pasar a llamar la Niña del Exorcista de forma definitiva.
¡Por Dios con las reacciones ante Beatrice de los adultos, que ahora parece que todos estén poseídos! No puedo tomarme este manga en serio. ¿Por qué están todos tan aterrorizados? ¡En la VN es comprensible! ¡Es un grado aceptable! Pero aquí son todo ojos gigantescos, en blanco, lanzando chispas y todas las variantes que uno pueda imaginar. No sé por qué Battler sonríe y traga saliva como si estuviera ahí viendo algo que le encante o acepte un desafío cuando es Kyrie, en el siguiente capítulo, la que le tiene que meter algo de interés en la cabezota. De verdad que es un constante absurdo. ¡Y Maria es tan creepy cuando en la VN simplemente lee con voz de adulta y parece que haya adoptado una personalidad un poco diferente!
El manga cumple su función, pero no transmite la inquietud de la VN, donde sientes que Beatrice poco a poco va rodeando a los personajes y que lo bueno está por comenzar. Aquí la autora, en sus intentos porque la gente esté segura de que es una historia con cosas, vamos a decir, «serias», ha descartado el tono para crear algo mucho más weird horror. No hay sensación de distinción entre lo humano y lo mágico. Francamente, no me extrañaría si la historia derivara hacia que todos en realidad son vampiros, invocadores de demonios y demases.
Como siempre, por aquí tenéis otro punto de vista del manga.
Detalles a mencionar
¡Quiero saber quién ganó la carrera entre Battler y George!
Pobre Krauss, ¿os imagináis el susto?
Y ya está. Con esto se ha logrado crear una imagen tan «ridícula» que, por cómo nos hemos criado, descartamos de inmediato la posibilidad de que un hombre lleve un vestido y Kanon/Sayo queda protegido y a salvo de las sospechas más inmediatas.
Oyyy qué cerca estuvo de revelarse el juego de las personas de Sayo. Tened en cuenta que esto sucede mientras Kanon mira por una ventana. La luz crea reflejos, de modo que Kanon… Se ve a sí mismo. Preciosa imagen.
A veces Natsuhi tiene respuestas sarcásticas que me dan la vida. El trabajo de su seiyuu ayuda mucho, claro.
PORQUE ESTÁ MUERTOOOOO.
Rosa’s revennnnge. Y, mientras tanto, Krauss se muere porque no sabe dónde está el oro, así que es muy posible que alguien externo como Beatrice controle ese aspecto de la herencia.
Llegados a esto punto, no puedo morderme más las uñas. Tengo que señalar que Umineko nunca ha tenido una gran redacción. Siempre ha presentado un texto confuso, que salta aleatoriamente de primera a tercera persona, cosa que ni siquiera el formato puede justificar, como si se hubiera escrito a trozos. Este capítulo en concreto sufre muchísimo por este motivo. Me gustaría ponerlo como parte del Meta, como algo en lo que Sayo falla (o escribe a propósito) por ser escritora primeriza, pero no me atrevo. Me imagino que el uso de personas distintas sirve al propósito de desconcertar, para poder saltar libremente de escenas mágicas a realistas… Pero es un caos en el mal sentido de la palabra, es una catástrofe y dan ganas de arrancarse los ojos porque a veces la tercera persona es omnisciente, a veces no, a veces la primera persona sabe mucho más de lo que debería, ¡y en otras ocasiones no! Uno se acostumbra, desde luego, y permite un ritmo mucho más ligero que Higurashi, por ejemplo, donde la primera persona y el estilo farragoso y repetitivo de Ryukishi07 —además de los malditos juegos y escenas de relleno— convertían una novela sencilla en algo muy, muy difícil de tragar. Sin embargo, sigue siendo desesperante en Umineko. Battler narra ciertas escenas, pasamos a la tercera donde Sayo quiere destacar a Beatrice y… ¿Y por qué no podía seguir Battler si acto seguido va a retomar el control de la narración? Es su segundo contacto con Beatrice, habría sido mucho más interesante ver sus reacciones desde dentro.
En fin, no tiene sentido protestar por esto o tendría que hacer un análisis del estilo de todas las novelas de Umineko y no tengo fuerzas ni interés. Puede que Ryukishi07 quisiera experimentar. Puede que no se le ocurriera otra forma. Pero ojalá hubiera hecho algo menos torpe. El fuerte de Ryukishi07 siempre ha residido en los personajes y la ambientación, después de todo, no en la escritura.
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