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En el capítulo anterior de Evangelion asistimos al resultado de la batalla contra el Tercer Ángel, así como a los efectos que tuvo en la psique de Shinji. Ahora llega el momento de averiguar qué es lo que le espera al Tercer Niño en su nueva vida como piloto.
Para empeza, la serie nos plantea la situación no solo mediante el empleo de la música, sino un primer plano de los ojos vacíos de Shinji. Estamos ante el típico entrenamiento que todo chico debe pasar para volverse más fuerte, pero Shinji no está emocionado o motivado, ni siquiera asustado. Recibe órdenes de Ritsuko y las obedece de forma automática. Si no fuera contra un Ángel, probablemente nos inquietaría ver a un niño disparando de esta manera. Como un soldado desalmado, o una máquina sin conciencia.
Sin embargo, no sería cierto. Shinji solo está manifestando su forma de afrontar los traumas; en silencio, tragándoselo todo y anteponiendo lo que los demás esperan de él. Shinji obedece para evitar enfrentamientos, sin plantearse dudas o manifestarlas en voz alta. Sabe qué clase de recibimiento tendrían; solo hay que ver qué pensaron los adultos (y el público menos objetivo) cuando se negó a montar en la EVA 01. No merece la pena recibir tanto odio, así que obedece. Es más fácil.
Ritsuko expone bien este modus operandi, uno que no termina de hacer gracia a Misato. Puede que le traiga demasiados recuerdos de su propio período en el que era incapaz de hacer nada, o simplemente que está comenzando a proyectarse en Shinji. Misato desea vengarse de los Ángeles que mataron a su padre y destrozaron el mundo. Por eso está en NERV. Sin embargo, no es una piloto. No puede ejecutar la venganza con sus propias manos. Por ello tiene la tendencia, malsana, a proyectarse en Shinji y a reaccionar mal cuando sus expectativas no se cumplen.
Por otro lado, quizá es tener que convivir con un alma en pena le hace imposible olvidar que está enviando a un niño al campo de batalla.
También es posible que, simplemente, Misato no soporta a quienes obedecen sin más. Es cierto que no muestra esa actitud con Rei, pero dado que Misato usa alegremente los roles de género para imponerse a Shinji, probablemente le influye verlo como un hombre que no consigue estar a la altura de lo que se espera de él.
Como casi todo en Evangelion, el título del episodio es deliciosamente revelador, y advierte que va a tratar el aislamiento con el que se nos presentó a Shinji en el primer episodio, cuando tampoco conseguía contactar con nadie por teléfono. Vamos a ver cómo Shinji no solo es incapaz de hacer amigos, sino de que rehuye la mera posibilidad.
Esta falta de comunicación ya empieza con Misato, que sigue durmiendo mientras Shinji se va al instituto. Dicho de otra forma, no vamos a disfrutar de esas hogareñas escenas donde la madre o cuidadora le da un bento al enérgico protagonista que llega tarde a clase. Al contrario, Shinji marcha con desánimo. Y si Misato, más de una vez, insiste en invadir la intimidad de Shinji entrando en su cuarto sin permiso, ahora lo deja ir tras las clásicas respuestas monosilábicas de adolescente sobre que todo está bien. Es decir, que Misato tiende a inmiscuirse cuando siente que tiene el deber, pero esta responsabilidad se evapora a menudo, porque es más cómodo dejar pasar las cosas.
En su defensa hay que reconocer que está preocupada, como demuestra en la conversación con Ritsuko. Y, por cierto ¿veis lo que has hecho Anno? Ritsuko y Misato son dos amigas que hablan por teléfono sobre que Shinji no recibe llamadas. Aislamientooo.
La conversación entre las dos amigas sirve para plantear el tema central de Evangelion, que es el Dilema del Erizo. Se trata de un dilema intrínseco en todo ser humano, que busca el contacto social con otras personas, pero teme resultar herido en el proceso. Shinji es un gran exponente que ha tomado la medida de cerrarse al mundo para evitar que le hagan daño. Misato no puede evitar comentar, desbordando hipocresía, que es algo que se te pasa cuando te haces adulto y aprendes de relaciones humanas.
Porque, claro, no es como si los adultos de Evangelion no fueran el mayor ejemplo de Dilema del Erizo en su vertiente más ácida y dañina, ni como si todas sus acciones repercutieran en la generación más joven.
Pero Shinji no es el único que se aísla, en su caso con auriculares y música. Rei también lo hace. Y si él no tiene amigos, Rei ni siquiera cuenta con alguien que se preocupe por ella a pesar de casi ser una momia andante con todas esas vendas.
Sin embargo, una historia sin interacciones es inviable, y este capítulo introduce a ciertos personajes secundarios, pero de gran importancia: Kensuke, Hikari y Toji. A partir de ellos nos asomamos al mundo corriente de Evangelion, y averiguamos que las noticias mienten, que Kensuke tiene ciertas conexiones para conseguir buena información y que no ha habido víctimas mortales en el enfrentamiento contra el Ángel. A pesar de ello, y como es normal, la gente está abandonando la ciudad. Y cómo no. Que no haya muertos no significa que los ciudadanos quieran soportar más ataques similares, o que no haya habido heridos como la hermana pequeña de Toji, Sakura, que se encuentra ingresada.
Oh, y quizá no os hayáis fijado, pero Toji solo menciona a su padre y a su abuelo como parte de su familia. Ambos están demasiado ocupados trabajando, motivo por el cual no ha podido venir a clase hasta ahora, ya que ha tenido que quedarse cuidando de su hermana para que no esté sola. ¿Y su madre…? Guardad este detalle para más adelante,
Va a tener relevancia.
Así pues, ahora sabemos que las acciones de Shinji han causado daños.
¡Y toca exposición de lore! Usar las clases como excusa para explicar hechos de los que los personajes ya deberían ser conscientes es un recurso habitual y Evangelion no es una excepción. Un profesor que repasa la lección sirve perfectamente para sintetizar los acontecimientos que los espectadores deberíamos conocer. En este caso, se presenta la versión pública del Segundo Impacto. Al parecer, la historia es que hubo un meteorito que impactó contra el continente antártico, lo que hizo subir el nivel del mar y alteró el eje de la Tierra, con sus consecuencias terribles, entre otras que la población mundial se haya reducido a la mitad.
Escribes de una manera genial. Qué forma de captar los matices de una serie tan compleja! Saludos desde Colombia.
¡Hola, Stephanie! ¡Muchísimas gracias, de verdad! Me hace mucha ilusión que me digas esto y que (espero) te estén gustando los artículos. ¡Un saludo desde España! <3