Analizando el anime de Sailor Moon: episodios 11-13

¡Analizando Sailor Moon para pasar el rato este verano! Aquí podéis ver el anterior. Y recordad: spoilers por todos lados.

La trama


En el episodio 11 Luna por fin tiene a tres Senshi consigo, pero ninguna parece estar por la labor de ejercer de heroína y prefieren quejarse de otros problemas más inmediatos. Como Luna no tiene ni idea de cómo encontrar a la Princesa, Ami decide que lo mejor es que se centren en matar monstruos y confiar en que la señorita se dignará a aparecer en algún momento. Así pues, acuden a investigar un nuevo parque, Dream Land, donde está desapareciendo gente. Por supuesto, Jadeite y una youma están detrás de todo. Podéis imaginar, por el nivel de interés que ha puesto en este plan al construir todo un parque de atracciones, que Jadeite está un poco desesperado: la reina Beryl empieza a perder la paciencia con él y quiere asegurarse de acumular toda la energía posible para calmar sus amenazas de muerte. Lo ideal sería, claro, acabar con las Senshi, pero parece tarea difícil aunque ya tienen sus imágenes. La magia de los trajes de marinerito las protegerá, supongo, de que los villanos decidan un día acceder a registros de Tokio para dar con ellas. ¡No puede ser tan difícil en comparación con comprar toda clase de edificios para abandonarlos después, venga ya!

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Las Senshi llegan a Dream Land y Luna y Ami se van a investigar por un lado para escapar de la creciente rivalidad que estalla entre Rei y Usagi. Es divertido verlas enfadadas la una con la otra cuando básicamente tienen el mismo nivel de infantilidad; la única vez que nos podemos inclinar por Rei es cuando grita que una señorita vestida de princesa tiene un aura maléfica a su alrededor y Usagi dice «nah, es demasiado buena para ser mala». Sumad a ello que están paseando con un parque con una tecnología que ni tenemos ahora y sorprendeos porque Usagi no vea que hay algo raro ahí. Por cierto, montando en un trenecito se encuentran con nada menos que Mamoru, y Rei pregunta a Usagi si no le recuerda a Tuxedo Kamen (!!!!!!!!!!!!!!!!!!). Usagi, por supuesto, no se lo traga.

Ami, por su lado, acaba encerrada dentro de un lugar donde le arrancan toda su energía. Rei y Usagi van al rescate, y acaban pasando por toda clase de situaciones ridículas entre las que se incluye soñar que montan a caballo cuando en realidad están jugando a subirse a escobas. Al final Ami, de alguna forma, se une al grupo y derrotan a la princesa-youma combinando sus ataques después de recibir una ayudita por parte de Tuxedo Kamen. ¿Creíais que iba a haber alguna clase de comentario social? ¡Nope!

En el siguiente episodio, la reina Beryl está muy, muy irritada con Jadeite. Después de recibir un sermón frente a todo el Reino Oscuro, el youma Tetis (que para nada está enamorada, por algún motivo, de este señor) se ofrece a ayudarle a recoger más energía de la que podría imaginar. ¿Cómo? ¡Organizando un crucero romántico! Yeah. Aunque por darle un voto a Tetis, la energía más poderosa que se encuentra en los humanos es el amor, que puede rivalizar con el Cristal de Plata, de modo que no anda muy desencaminada al sugerir esta idea. Tras poner en marcha la publicidad, la clase de Usagi no deja de hablar del crucero y de soñar con montar junto a alguna pareja porque ¡es gratis! Usagi trata de ganar uno de estos pasajes en una lotería, sin éxito, solo para que llegue Rei y lo logre a la primera usando sus poderes para hacer trampa después de restregarle a Usagi por la cara que no tienen tiempo para tonterías así. Como Rei se niega a darle el premio a Usagi, invita a Ami a ir con ella al barco con la intención de encontrar novios a bordo. Ni que decir que Usagi está muy mortificada, por lo que no es de extrañar que acabe usando el Bolígrafo Deus ex Machina para convertirse en una periodista y colarse sí o sí en el crucero.

Jadeite, vestido de capitán, la descubre en la sala de máquinas y se ofrece a sacarla de allí. Y se da la extraña situación en la que Usagi se aferra a su brazo porque he is hot y Jadeite parece francamente incómodo, por no decir desconcertado, por este comportamiento humano que para nada es acoso. Luna, que de vez en cuando usa su capacidad para notar auras, nota que la que este capitán despide es maligna e infumable, pero Jadeite se escapa de las manos de Usagi antes de que la gata pueda actuar. Y bueno, Tetis absorbe la energía de las parejas enamoradas, excepto Ami y Rei, y Sailor Moon acude a defenderlas sin olvidar resaltar lo triste que es que no tengan pareja. La venganza se sirve fría, Rei. Las tres Senshi vencen sin mucho esfuerzo a Tetis combinando sus ataques, pero Jadeite resulta mucho más duro y casi sin duda habría matado a Usagi si la reina Beryl no lo hubiera teletransportado convenientemente ante su presencia, furiosa porque Tetis (que era su youma) esté muerta.

Hey, a pesar de que tampoco hay comentario social y ni idea de qué pasará con el barco, que resulta estar en ruinas, ha sido un buen episodio para poner a Jadeite contra las cuerdas.

Por desgracia, su último capítulo (cuyo título es puro spoiler: Girl Power! El fin de Jadeite) no está muy a la altura en términos de animación y escritura. La reina Beryl, harta de tanto fracaso, da un ultimátum bastante serio a su subordinado: o mata a todas las Senshi, o acabará sometido al Sueño Eterno. Jadeite se molesta por esta falta de confianza y decide transmitir a lo Devilman un holograma por todo Tokio desafiando a las Senshi a enfrentarse a él en el aeropuerto o destruirá la ciudad. Es divertido que este villano no decida primero quemar todo Tokio y luego asegurarse de que las Senshi han perecido, pero si tuviéramos enemigos inteligentes, Usagi y compañía no habrían durado un suspiro. Las Sailor acuden al aeropuerto a la hora convenida y deben esquivar a los guardias de seguridad, que han acabado poseídos por Jadeite… Las chicas se transforman ahora y resulta que los guardias no son personas, sino que están hechos de arcilla. Así que Mars puede destruirlos sin pestañear. Pero, ¡sorpresa!, Jadeite ha visto que se transformaban y conoce sus identidades, lo cual no importa mucho cuando pretende matarlas, así que es un punto de tensión que no va a ningún lado. Jadeite les suelta barbaridades sexistas, las niñas responden que girl power y entonces él les arroja encima aviones. Las chicas, sin embargo, se las apañan para que Jadeite acabe atropellado por uno de ellos y… ¡Oh, no! Se teletransporta de vuelta al Reino Oscuro (porque supongo que no podía teletransportarse a otro lado del aeropuerto) donde la reina Beryl lo introduce dentro de un cristal y lo manda a algún rincón remoto donde todos nos olvidaremos de él para siempre.

De modo que la saga de Jadeite concluye y se nos presenta a otro villano mucho más interesante: Nephrite.

Ninguna de las protagonistas parece muy afectada por la muerte de Jadeite (en su defensa diré que el guion les limpia las manos de esa víctima concreta) y vuelven corriendo a buscar a Tuxedo Kamen, que no solo está vivo, sino completamente seco a pesar de haber caído al mar. Las abandona tras recomendarles que sigan valorando su amistad.

¡Un buen consejo, por una vez!

Personajes destacados


Las tres Senshi (+ Luna)

Como suele pasar en series como esta, el hecho de que un animal mágico esté reuniendo un grupo de niñas sin experiencia, entrenamiento ni motivación, no es importante para la trama. Así, resulta… decepcionante que el episodio 11 abre con Luna tratando de dar una lección a sus tres Sailor sobre su misión más importante: encontrar a la Princesa, y no se dedica más de un par de minutos a que ni siquiera Ami está interesada en ello. Más importante aún, incluso Rei no tiene ni idea de por qué ha sido convertida en Sailor Mars y rápidamente apuntan las debilidades del plan de Luna. ¿Cómo van a encontrar a la Princesa? ¿Cómo van a buscarla? A menudo se resalta que Luna es responsable y eficiente, pero ni siquiera sabe cómo guiar a las niñas. Es Ami quien tiene que decidir que pelearán por defender a la gente mientras «Luna recopila información sobre la Princesa», como si no fuera eso lo que llevan haciendo desde el primer episodio. Y, de nuevo, es Ami quien lee periódicos y persigue posibles pistas, no Luna.

De modo que, dejando a la adorable gatita de lado, me parece más interesante que Usagi por fin tiene compañeras en las que confiar… Más o menos.

Ami ya está establecida como personaje porque no tiene demasiado fondo (lamentablemente) para explotar tal y como se ha planteado. No sabemos por qué aspira a proteger el mundo, si es una romántica, si desde niña ha soñado con un papel de autoridad o nada. Usagi está… bueno, porque Luna la ha forzado. Rei parece unirse al equipo a regañadientes, pero no hace amago alguno de irse.

Es más, Rei pronto empieza a regañar a Usagi por no actuar como «una Sailor» y asume un papel más activo porque es capaz de sentir auras que, imagino, Luna no puede percibir. Durante la misión en el parque de los sueños, tanto Rei como Ami actúan con cierta madurez, mientras que Usagi prefiere divertirse… Como de costumbre. Es fascinante cómo se establece de inmediato una dinámica de rivalidad y desdén entre ella y Rei, con las dos pujando por el control de la situación a pesar de que Usagi suele dejarse llevar por la corriente. Lo cual implica que Rei le despierta un nervio personal. Y resulta entretenido contemplar estos enfrentamientos, incluso si Rei es demasiado agresiva, porque Usagi confía en ella a la hora de la verdad. Por ejemplo, salta a sus hombros para protegerse de un león mecánico ¡y Rei no se la quita de encima! Más que amigas, diría que se está estableciendo una relación de hermana mayor (Rei) y hermana menor (Usagi). Se ve perfectamente cuando Usagi se queja de que su helado es más pequeño que el de Rei y trata de cambiarlos. Sé que Usagi toma confianzas rápido, pero es que Rei acepta esa familiaridad y se lo pasa bien chinchando a su compañera.

Es por esta intimidad, esta disposición a jugar y a llevarse mal, pero protegerse mutuamente, que la relación de ambas es mucho más interesante y ágil que la de Ami con cualquiera de las dos.

Luna es, por cierto, una terrible estratega por hacer que Rei y Usagi vayan juntas a investigar el parque. Rei es la más poderosa en ataques físicos mientras que Ami proporciona cobertura, distracción y análisis. No tiene ni un solo ataque agresivo. ¿Qué puede hacer ella sola en caso de que las amenacen los enemigos? Nada, como se ve cuando Luna permite que entre sola a un edificio que desprende un aura maligna. Por supuesto, Ami acaba atrapada y eso obliga a Rei y a Usagi a colaborar. Es evidente que todo esto se hace así para que Rei tenga tiempo de establecerse como personaje, pero es tan ridículo…

Con todo, es agradable ver que Rei, a pesar de toda su eficiencia, y Usagi son niñas que se dejan llevar por fantasías, como la que les presenta el youma de Dream Land donde cabalgan con Tuxedo Kamen. Así que las dos cometen exactamente el mismo error, estúpido y adolescente, y a pesar de que es irritante como giro de guion, creo que también sirve para ponerlas a un mismo nivel. Un punto de rivalidad, pero también de encuentro.

Por cierto, ¿qué debe pensar Mamoru al salvar a dos niñas, curiosamente iguales a las que se encontró antes, que sueñan con montar con él en tío vivo y a caballo…? Tengo sincera curiosidad.

Y entonces las tres se unen para vencer al enemigo (¿por qué Jadeite sigue en las malditas sombras cuando su vida está cada vez más en juego en vez de, no sé, actuar y poner fin a todo? ¡Misterio! Seguro que no se debe a que el número de episodios por temporada está establecido), lo cual resulta un buen trabajo en equipo. Eso sí, habría estado bien verlas planear de antemano posibles formas de aunar sus poderes en vez de sacarse una fusión de la manga y poner mayor énfasis en mostrar las dichosas bragas de Rei, pero bueno.

La rivalidad entre Rei y Usagi no deja de crecer episodio tras episodio. Comparten intereses, pero a la primera le gusta fingirse adulta y la segunda es más sincera y directa, de modo que queda en manos del espectador decidir cuál es más infantil, la que disfruta con las obsesiones de una niña pequeña con todo su corazón o la que disfruta siempre que lo cubra con una capa de supuesta madurez.

En cambio, Ami se queda en el aire, sin cambiar. Habría estado bien que ocupara con claridad una posición de hermana mayor, pero sus opiniones y su presencia son tan débiles que no es capaz, por ejemplo, de ceder su puesto en el crucero romántico a Usagi (aunque sabe que de verdad quiere ir y al que dejan entrar a menores de edad porque, bueno, es un barco para matar a gente así que les dará igual la edad) o de dar opiniones firmes.

Al menos tenemos cierto desarrollo de Usagi cuando deben hacer frente a Jadeite. Para empezar, Usagi debe hacer frente con cierta antelación a la posibilidad de un combate peligroso. Nada de actuar al momento, no. Como consecuencia, se pasa el día preocupada y ansiosa, hasta que la embarga el deseo de proteger a sus amigos, que no se toman en serio una amenaza alienígena-terrorista, y se muestran más que dispuestos a ir a cotillear la supuesta batalla en la que participarán las Sailor. Es un buen punto que su papel como buena amiga lo que la decide para pelear.

Eso y la competitividad con sus amigas, claro.

Me encanta oír a Usagi gruñir su frase para convertirse porque no va a dejar que Rei y Ami sean las únicas que se luzcan. Aun así, a pesar de los enfrentamientos y la competitividad por ser más guapas o por tener novio, diría que hay camadería entre Usagi y Rei. Eso sí, es una suerte para ambas que Ami está ahí para enfocarlas hacia la pelea.

Lo que podría haber sido una escena horrible, con Tuxedo Kamen acudiendo en modo héroe a defender a las chicas, se transforma en una reivindicación pseudo feminista de las tres protagonistas de su papel como soldados capaces de apañárselas por sí solas para pelear.

A día de hoy solo los viejos creen que son mejores que las mujeres.

You go, Rei!

¡Eso es! ¡Insultar a las mujeres es básicamente feudal!

No os cabrá duda alguna de que esta es Ami, ¿verdad?

¡Abajo con la discriminación de género!

¡Oh, Usagi, ya podrías mantener el mensaje más a menudo!

Temas


Obsesión y romance

Sailor Moon no tiene remilgos en tratar ideas tóxicas, pero a la hora de aplicar esas críticas a sus protagonistas, entonces los guionistas miran a otro lado y hacen como que todo es perfecto. Por supuesto, sabéis que hablo de Mamoru y Usagi, entre otras cosas.

Así que hablemos del youma Tethis. Al servicio directo de la reina Beryl, es la principal enemiga del episodio 12 y se presenta como alguien competente con muy mal gusto para los hombres, ya que está muy interesada en Jadeite. Que sus sentimientos no sean correspondidos parece ser un obstáculo que pretende salvar logrando que Jadeite esté en deuda con ella. No sabemos si es que simplemente le interesa el cuerpo de Jadeite, que es lo único bueno que tiene, si pretende conseguir amor o si solo quiere establecer una relación de poder.

Y debido a esta ambigüedad y a que Thetis, como tantísimos otros youma, muere sin pena ni gloria, Sailor Moon se permite aparecer como una serie moralizadora que no le da muchas vueltas a las situaciones que presenta. Porque Thethis habla de la obsesión, la idealización y la confusión y cómo todo esto parece confundirse con romance. La diferencia entre Thethis y las protagonistas, en particular Usagi, y su relación con Mamoru, es que Thethis tiene agencia y control sobre Jadeite. Por otro lado, todo su personaje se reduce a su obsesión con Jadeite, sin tratar ni por encima su posible lealtad a Beryl.

Vaya, vaya, que un personaje femenino gire alrededor de uno masculino no es nada nuevo, ¿verdad?

Pero es cierto que no hay espacio. Thethis es la villana de un único episodio y, para colmo, acaba eclipsada por Jadeite, a pesar de que por fin conocíamos a un youma con personalidad y deseos propios. Una pena, pero nos puede servir para tratar el problema de Usagi y Rei.

Buena parte de la rivalidad entre Rei y Usagi se construye sobre el estatus de tener novio a cualquier precio, copmo si fuera una carrera. Sin ir muy lejos, Usagi fantasea con que es una «chica mala» porque está «enamorada» de dos chicos y no es «fiel» a ninguno. Siente que, así, forma parte de esos romances tan idealizados que consume sin pausa. Pero no lo deja en una fantasía, sino que tanto ella como Rei se arrojan a la caza de posibles parejas, sin importarles que no los conozcan, y se conforman con que sean guapos y relativamente jóvenes. Y no es que sea un problema representar cómo se comportan muchas chicas en la realidad, que se dejan llevar por el mismo deseo de tener un estatus y que tienen crush completamente normales con adultos atractivos… Pero ¿la serie no debería mandarnos un mensaje, ya que no se calla con otros temas? ¿Es que este no es lo suficientemente importante?

Está bien fantasear con tener novio porque te gusten los chicos, pero ¿hacerlo por presión social? ¿Porque es lo que debe hacerse? Entonces ya entramos en terreno pantanoso. Usagi y Rei no piensan más allá de la primera fase del noviazgo, que es tener a alguien a tu lado para presumir frente a amigas, y hacer cosas románticas, como bailar, cogerse de la mano o besarse (in extremis). Esta romantización de la pareja es parte esencial del personaje Usagi, que se ha criado en una familia tradicional y agradable menos cuando la madre decide echar a patadas a su hija de la casa.

Podéis sentirle gritando para su interior «¡quitádmela, quitádmela!»

Sin embargo, igual que el anime lanza mensajes contradictorios sobre las obsesiones femeninas, aquí decide no mojarse a pesar de que Usagi acaba nada menos que lanzándose a los brazos de un villano en su obsesión. ¡Es que es cómico, gente! ¡Es que no vamos a renunciar a hacer que Rei y Usagi se enfrenten por Mamoru/Tuxedo Kamen, porque no se nos ocurre otra forma fácil de hacer reír y de crear tensión artificial que la rivalidad entre mujeres por un hombre!

Y es agotador e irritante, porque se ve que es un recurso más para caer en clichés.

Y luego tenemos a Usagi como una acosadora alrededor de Jadeite, que por una vez se siente profundamente incómodo. Es una escena que pretende hacernos reír (y en mi caso lo consigue) por la ironía de la situación, pero la tendencia a poner a las mujeres obsesionadas con «cazar» a hombres como meras bromas a costa de ellos y de ellas resulta problemática. Claro que las intenciones de Usagi son puras, simplemente quiere ir de su brazo y… estar muy cerca… y… presumir de novio… Y, bueno, tiene catorce años. Si fuera una mujer adulta se consideraría penoso, nunca peligroso o dañino. En especial porque la víctima es Jadeite, que es el personaje más ridiculizado de esta primera temporada.

También sería innovador realizar una crítica, que noto implícita pero no se desarrolla, sobre el comentario de Usagi sobre insinuar que la gente guapa no puede ser mala si en esta serie hubiera personajes con belleza variable. Pero quitando a Umino y un par de ancianos…

Qué bonita una relación que suele acabar con una niña llorando, ay.

En cualquier caso, su relación con Mamoru es… Es ugh. Cuando se lo cruza en el episodio 13 Usagi trata de afirmarse en su personalidad atolondrada afirmando que está bien así porque a Motoki le gusta. Un enfoque infantil, pero bueno. ¡Usagi es una niña! Y Mamoru no tiene mejor idea que no solo burlarse de ella, sino de Motoki también, lo cual la hace romper a llorar intensamente. El interés romántico huye en vez de pedir perdón porque la gente está mirando y se siente incómodo. Pocas veces se nota tanto como en este momento la diferencia de edad. Es una relación muy, muy incómoda.

Repaso de los planes villanos

Si hay algo digno de admiración es la capacidad de entendimiento que tienen estos alienígenas de la sociedad humana. Para ellos no es un secreto el papel de la publicidad, las modas o los precios, y por si fuera poco saben capitanear barcos, entienden de música pop, pueden crear parques temáticos que ni Disney Land, controlan trenes fuera de servicio…

¡Lástima que no sean más eficientes! Francamente, el problema de la reina Beryl es que da demasiadas oportunidades a hombres como Jadeite. ¿Por qué sigue permitiendo sus fracasos? Ah, ya, por conveniencia del guion. Y también porque el Reino Oscuro es extraño. Su estructura es claramente matriarcal, lo cual no excluye que haya elementos patriarcales con los generales siendo hombres, con un ejército femenino. Podría empezar a hablar acerca de la cosificación de las mujeres, dado que las youma aparecen para morir y no tienen el trasfondo de Jadeite o el resto de sus compañeros, pero dejémoslo en que si la reina enviara a youmas como Thethis, que son mucho más hábiles, a reunir energía, y el guion no decidiera interponerse, sus planes avanzarían con mayor prontitud.

Pero debo reconocerle un punto a la serie: Jadeite acaba pagando por haberse aprovechado de Thetis. Sí, ella tampoco tenía intenciones puras, pero Jadeite no movió un dedo para evitar que la mataran y pretendía quedarse con el mérito de haber recolectado la energía. Así pues, Jadeite no solo paga por hacer algo que conlleva la muerte de otra persona, sino que esto nos permite ratificar que la Reina Beryl es temible. Paciente hasta cierto punto, parece que llega al límite de su comprensión cuando tres niñas no dejan de dar palizas a uno de sus generales… Y que planea la propia caída del mismo. Quiero decir, en los dos capítulos en los que emplea de forma consistente su omnisciencia sobre Jadeite, además de demostrar que puede atraer a sus subordinados con teletransporte, no se molestó en proteger a Thetis y directamente interrumpió un combate de Jadeite porque estaba enfadada con él. Para mí es evidente que buscaba cumplir sus peores predicciones sobre Jadeite y ya.

Y cómo no estar tentada, viendo lo nefasto que es Jadeite cuando lo alejas de sus planes capitalistas. No solo se proyecta sobre todo Tokio, porque le importa bien poco que la gente sepa de su existencia ahora, pero el resto del tiempo trata de pasar desapercibido, sino que da una localización clara a las Senshi de dónde piensa a aparecer. ¡En un aeropuerto porque pensaba desde el principio usar aviones para intentar atropellarlas!

Quiero decir, ¿es… imaginativo, pero… podría haber usado sus poderes con los que estuvo a punto de derrotar más de una vez a las Senshi? Y hasta cierto punto es eficaz, dado que ninguna puede detenerlo y necesitan de la intervención de Tuxedo Kamen para distraer a Jadeite. Sin embargo es una pelea bastante aburrida, por no decir fácil, y una forma algo triste de terminar con el primer villano. No es difícil que Nephrite destaque tanto frente a Jadeite porque al menos tiene personalidad e interactuará con otros personajes como Zoisite.

Al menos Jadeite ha servido para que la reina Beryl aparezca como una villana decente, que deja muy claro el destino de los sucesores de este señor si siguen siendo tan desastrosos como él.

Apariciones de Tuxedo Kamen

2

Apariciones de Mamoru

2

Uso del extraño deus ex machina bolígrafo para convertirse en cualquier persona

1

¡Que el viento sople a vuestro favor!

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