Esta vez nos han preguntado en el Curious Cat de Mistral acerca de Shingeki no Kyojin/Attack on Titan:
¿Mikasa o Eren son diferentes en el manga y el anime? Porque para nada me parece buenos personajes hasta donde llegué en el anime (la segunda temporada). Eren es el prototipo de héroe shonen que repite cada vez que puede «Voy a matar a los titanes» mientras Mikasa parece existir solo para Eren.
Aquí contestaremos sobre todo la primera parte. ¡Gracias por la pregunta, anon!
Ah, y antes de dedicarnos al tema: tened en cuenta que la primera, segunda y tercera temporada transcurren más o menos en dos-tres meses. Es decir, desde el ataque a Trost con la segunda aparición y el Titán Colosal, hasta el final de la última temporada solo han pasado unos meses.
No olvidéis que es muy poco tiempo y que la gente no cambia tan rápido.
Los cambios respecto al manga
Si bien el anime de Shingeki no Kyojin suele respetar bastante la trama, los planos y mejora las expresiones de los personajes, es cierto que no es totalmente fiel. Hay muchos cambios menores, de escenario, de diálogo, de personajes… Y otros más grandes. Ya hablaremos de ese incomprensible cambio del final de la primera temporada, con Eren arrojándose cual berserker tras Annie. De momento, fijémonos en Mikasa.
A menudo se tacha a Mikasa como un mal personaje porque, a pesar de ser muy fuerte, vive centrada en proteger a Eren. ¿Hasta qué punto influencia que sea una mujer protegiendo seriamente a un hombre? Sin duda, mucho. Dudo que hubiera tantas quejas si los sexos estuvieran invertidos. En Berserk tenemos innumerables hombres protegiendo a sus chicas, por no hablar de historias como Devilman u otras como Naruto, Bleach, etc, donde la jerarquía de protector > protegida resulta dolorosamente evidente. En SnK, Mikasa tiene una fuerza prácticamente sobrehumana que escuece muchísimo a Eren porque la centra en él. Y parece que también molesta a muchos espectadores/lectores. Pero más allá de posibles raíces machistas, el problema no es tanto que Mikasa proteja a Eren, sino que a ello se le sume que no «tenga ninguna profundidad» ya que solo sabe pensar «Eren, Eren, Eren».
Y hasta cierto punto… en el exclusivo caso del anime, tienen razón sobre que puede resultar cansino. Pero hay que resaltar que el anime tiende a destacar un aspecto concreto de los personajes (la furia de Eren es un ejemplo, la sobreprotectividad de Mikasa es otra, la «cobardía» de Armin, otra) y quiere jugar mucho más que el manga con el interés romántico de Mikasa por Eren. Para empezar, su diseño es más bonito, más agradable al ojo y un poco menos musculoso y seco que en el manga. ¡Hasta lleva pintalabios! ¡Es guapa, Eren, por qué no te das cuenta! No solo eso, sino que es bastante menos emocional que en el manga. Pero tengamos en cuenta que hubo muchos, muchos directores en el anime y al menos tres guionistas distintos. Yasuko Kobayashi en particular se centró en el contenido de Eren x Mikasa… Y se nota (ella fue la que puso a Eren berserker, why). Su Mikasa adopta papeles que, por ejemplo, tenía Armin en la obra original.
A ello hay que añadir que el anime borra directamente escenas que Mikasa tiene por su cuenta, sin la presencia de Eren.
Por mencionar unas pocas cosas: en el primer episodio se hace que Mikasa mire todo el rato a Eren cuando Hannes está hablando; en el manga no se muestra la reacción de Mikasa excepto cuando Eren comienza a gritar. Me suena que no se mostró que podía ser bastante violenta con él, por cierto, y de forma cruel. En el segundo episodio, cuando Hannes arrojaba a Eren al suelo, Mikasa se liberaba del soldado y corría a ponerse del lado de Eren. En el manga no, simplemente estaba devastada y se quedaba junto a Hannes. También en este episodio, escrito por Kobayashi, por cierto, se adelanta el flashback de Eren en el que soñaba con lo que le hizo su padre. En el manga ocurría tiempo después, y se despertaba junto a Armin y otros personajes. En el anime está a solas con Mikasa.
Y así una larga lista. Por poner una de las que más me fastidia, se da en el episodio 25. Se borra por completo el monólogo interno de Mikasa respecto a cómo lamenta que Levi haya quedado incapacitado por su impulsividad (Levi se torció el tobillo protegiéndola de Annie) y jurando que va a hacerse responsable por sus acciones dando lo mejor de sí en la batalla. El anime además hace que Mikasa sustituya a Jean en la charla del tejado con Hanji y se añade una escena donde casi muere y solo se levanta para murmurar Eren… Por no hablar de la masacre que hacen Annie y Eren en la ciudad, ¡pero no voy a hablar de eso! Eso para otro episodio. El caso es que en vez de capturar de forma tranquila a Annie, con Armin en una mano indicándole instrucciones a Eren para lanzar a Mikasa, tenemos a Mikasa ascendiendo sola. No solo eso, sino que en vez de quedarse colgada en la muralla, de modo que es la primera en ver al Titán Colosal que hay debajo, baja corriendo para abrazar a Eren cuando en el manga es Armin quien lo extrae del titán.
Por supuesto, si estos cambios se acumulan y son constantes, no es extraño que la gente piense que Mikasa solo existe para Eren.
Y aún así, incluso en el anime, creo que es evidente que Mikasa tiene su profundidad.
Aprender a vivir por sí misma
Cuando Mikasa era muy pequeña, unos hombres asesinaron a sus padres a sangre fría. Un chico desconocido (Eren) mató a los asesinos y la instó a matar, a pelear, para poder sobrevivir.
Pocos años después, Mikasa perdió a su familia adoptiva y solo le quedó Eren como superviviente de una etapa que la hacía feliz. Una que siempre recuerda mediante su bufanda y que aspira a recuperar algún día, a pesar de que es un deseo que cada vez queda más lejos.
Pero una cosa estaba clara: Mikasa le había jurado a la madre de Eren que no permitiría que el chico se metiera en líos.
Cuando el Titán Colosal regresa, Mikasa acepta las instrucciones de este chico, de Eren, de cumplir con su deber. Es una soldado y debe obedecer órdenes. No solo eso, sino que es una de las mejores soldados del reino. Y Mikasa hace caso. Va a salvar a ciudadanos y no vacila en amenazar con la muerte a aquellos que están alargando cada minuto que sus compañeros (y no dice «mi familia» o «el chico que me gusta») pasan luchando contra los titanes. Mientras cumplía con su deber y se convertía en el ídolo de una niña pequeña, Mikasa no sabía que su amigo, su salvador, su única familia…
Había sido devorado.
Cuando encuentra a su otro amigo de la infancia, Armin, lo primero que hace no fue preguntar por Eren, sino por el chico que tenía delante. ¿Estás bien, estás herido? Y sonríe al darse cuenta de que no es así. Solo entonces dice: ¿dónde está Eren?
Y al averiguar lo que pasa sufre un colapso. Entra en un modo suicida que la arroja contra todos los titanes y reflexiona sobre cómo ha perdido, de nuevo, a su familia. Renuncia a reconstruir su vida, porque no puede más. Cuando aparece un titán, se resigna a morir. Sin embargo, en el manga mira la espada rota que empuña y recuerda que estuvo en una situación similar cuando tuvo que rescatar a Eren, hace muchos años. En el anime su cuerpo se mueve por sí solo. De una forma u otra, Mikasa se niega a morir.
Mikasa decide que seguirá viviendo, que no puede dejar de pelear y que así alguien recordará a Eren. Puede parecer «ufff, el ship», pero pensad en cuantísimas familias han desaparecido del reino. Pensad en lo que pasa cuando morimos. ¿Quién recordará a los padres de Mikasa si no es ella? ¿Quién recordará a su segunda familia, a Eren, si no es ella? Es una parte del duelo. Copar con el vacío existencial y luego intentar quedarse con lo mejor que nos dejaron los que se marcharon.
Y entonces, Armin le entrega su gas y se prepara para suicidarse. Exactamente como ha hecho ella. Mikasa reacciona arrojando la cuchilla por el tejado y diciéndole que no piensa dejarle atrás.
En pocos segundos ha aceptado sobrevivir y decide proteger a Armin, arriesgando su vida (y la de Connie, que tampoco quiere dejarlo atrás) para impedir que el chico sea pasto de los titanes. No solo eso, sino que reflexiona sobre su responsabilidad al incitar a los demás cadetes a lanzarse a una carga suicida. Y decide remediar sus actos.
Está más que dispuesta a seguir viviendo sin Eren.
Por un lado, aquí se establece el camino de Mikasa como soldado. Su responsabilidad es importante. Muy importante. Y cada vez que falle, aprenderá a ser mejor. Por otro lado, establece la primera separación de Mikasa respecto a Eren y demuestra que su trama es aprender a vivir sin importar quién esté con ella porque aún tiene compañeros y gente por la que se preocupa.
Sin embargo, contra todo pronóstico, contra toda lógica, Eren sigue vivo. No sé vosotros, pero yo también me pegaría como una lapa a una persona que quiero y que ha vuelto de entre los muertos. Y entonces, cuando está dispuesta a escapar con Eren, confía sus vidas a Armin. Ya antes, cuando pensaba que Eren estaba muerto, estuvo de acuerdo con sus planes para retomar el edificio atestado por los titanes en dos ocasiones y jamás ha olvidado que está viva gracias a Armin.
Incluso cuando todo parece perdido y el discurso de Armin no ha cobrado efecto, continúa mirándole, sonriendo. Confiando. Porque es su amiga.
Tras esto, sí, Mikasa continúa siendo sobreprotectora con Eren y Eren se molesta porque todos están arriesgando sus vidas. Como digo, es algo que Mikasa va aprendiendo lentamente. Desde luego, pequeños cambios en el anime vuelven su devoción por Eren algo más irritante que en el manga. Tanto si es que le coge las manos y parece a punto de llorar en vez de estar preocupada y enfadada, como suele representarla Isayama para enfatizar que Eren la ve como a una madre:
Para Eren la presencia de Mikasa le recuerda más a una madre que a una amante. El amor hacia una madre se considera valioso, pero al mismo tiempo hay partes muy irritantes. E igual que ocurre con nuestras madres, Eren empezará a crecer cuando se vuelva más independiente de Mikasa. Espero dibujar esta escena un día.
Por ejemplo, al dejar que sea Armin el que lo despierte y demás pequeñas escenas. En general todas las veces que Mikasa se enfada porque hacen daño a Eren son justificadas. ¿Levi reventándole la boca (y los dientes)? Yo también me enfadaría. ¿Annie devorando a su mejor amigo apenas una semana o menos desde que asumió que estaba muerto? Yo también me volvería loca. Y sí, el anime parece olvidar de vez en cuando (aunque en ocasiones añade escenas de Mikasa salvando a gente) que esta joven es una soldado, que no se bajaría de su caballo cuando hay titanes cerca para viajar en un carro con un Eren inconsciente porque es más útil, no sé, luchando.
Pero en general Eren se pasa la segunda temporada débil por las transformaciones y las heridas. Cuando Kobayashi no está añadiendo escenas o suavizando a Mikasa, en general tenemos a una joven que a pesar de sus traumas pone su fuerza y habilidad al servicio de un bien mayor.
La cosa es que a menudo se le pide que proteja a Eren porque es una pieza importante de la lucha contra los Titanes, como se ve en el episodio 37 (28 del anime):
Levi: Mikasa, usa todas tus habilidades para proteger a Eren.
Mikasa: Sí, señor. Por supuesto.
Levi: No sé por qué estás tan unida a él… Pero contrólate. No vuelvas a cagarla.
Mikasa: Sí, señor… Por supuesto.
La misma trama reconoce que Mikasa es demasiado sobreprotectora y se le exige mediante una figura de autoridad como Levi que aprenda a controlarse. Así no cometerá más errores como contra Annie.
En el anime, sin embargo, Eren perdió el control al ver cómo moría el grupo de Levi y se lanzó furioso contra Annie, por lo que las palabras de Levi se dirigen contra él… A pesar de que en el manga Levi reconoce que Eren no cometió un error. Y eso es quitarle una evolución a Mikasa, que siempre se mantiene silenciosa, pero creciendo poco a poco. Porque aquí reconoce que por su culpa murieron personas y hubo que recurrir a un plan arriesgado para salvar a Eren. No es una lección que olvide y a partir de este momento Mikasa cada vez actúa menos junto a Eren y se la sitúa al lado de Armin.
El anime trata de ignorar que Armin y Mikasa suelen preocuparse por igual de Eren, o que cuando se les ordena retirarse para que luche contra Reiner, ambos obedecen de inmediato a pesar de su ansiedad. Y sí, es un problema sobre todo para la caracterización de Armin y por hacer un balance de las relaciones de EMA.
Pero al final se trata de cambios menores. Sí, afectan, pero no quitan que Mikasa luche por todos sus amigos aunque se comporte como una madre con Eren.
No se puede negar que Mikasa alberga sentimientos románticos por Eren. O, al menos, sentimientos que canaliza de esta manera. El rumbo de la historia, sin embargo, indica que Mikasa y Eren van a tener que crecer sin depender del otro.
El lema de Mikasa, el que parece promover Isayama, es que el mundo es hermoso y cruel.
Una vez aprendió a superar sus ansias de suicidio cuando perdió a Eren. Desde entonces, la trama no deja de prepararla para una separación. Ya sea con el secuestro a manos de Annie, de Reiner y otros actos que no mencionaré ya que el anon no ha pasado de la segunda temporada, Mikasa se vuelve menos y menos instrumental en la salvación de Eren. Siempre se va a preocupar por él porque le quiere, pero no significa que no vaya a mancharse las manos o a arriesgar su vida por Armin, por Jean, Sasha, Connie… Por sus amigos.
No significa que no tenga una moral que defender, que jamás piense en otras personas.
Porque Mikasa no es un mal personaje. Simplemente no solemos estar en su cabeza, porque es una persona pragmática, que actúa porque tiene las cosas muy claras y marca de inmediato sus objetivos. Armin, Eren o Erwin sirven mucho más al propósito de monólogos internos. Mikasa se parece más a Levi, que tiene mucho más tiempo en escena por ser un favorito de los fans. Por eso es una lástima que le arrebaten en el anime los momentos en los que va alcanzando mayores grados de madurez.
Y, aun así, su desarrollo es evidente. Desde que perdió a sus padres y despertó su fuerza, Mikasa se ha enfocado en proteger a los que son más débiles que ella: Eren y Armin. Si no buscaba en sí unirse al ejército es porque Mikasa, ante todo, echa en falta la tranquilidad y los mundos pacíficos. Mikasa nunca albergó el sueño de Armin de ver qué había más allá de las murallas, ni tampoco lo compartió como es el caso de Eren, porque tantas pérdidas la volvieron conservadora con lo poco que tenía. Mikasa se conforma con estar viva y son, de momento, las acciones de los demás las que provocan que reaccione en consecuencia. Porque el mundo insiste, una y otra vez, en arrebatarle lo que más valora.
Es una divergencia interesante de todos esos personajes femeninos «fuertes» que pasan por violaciones o torturas para después volverse fríos, crueles e impositivos (aunque luego la trama te diga que tienen su parte soft porque si no cómo van a gustarte) como puede ser Velvet de Tales of Berseria. Mikasa no busca venganza, sino proteger. Es una Mamá Oso, una bestia andante que no pretende alzarse en el poder para mandar a los demás, ni tampoco aspira a nada más que mantener el mundo tal y como le gusta que sea. Con ciudades que no estén destruidas, sus amigos vivos y mucha paz.
Pero a pesar de que no pueda obtener su sueño, no se rinde. Porque es fuerte. Porque es una buena persona que se preocupa demasiado en ocasiones. Mikasa es una persona que se desmorona y se reconstruye en pocos minutos.
No creo que debamos considerarla mal personaje porque alrededor de los que quiere se muestre controladora y, a veces, tóxica emocionalmente. No deja de ser una niña de 15 años que ha vivido demasiado y de la que se le exige que se lance con sus amigos a la boca, literalmente, de Titanes.