Analizando Sailor Moon: episodios 14-15

¡Seguimos analizando Sailor Moon! Aquí podéis ver el anterior. Y recordad: spoilers por todos lados.

 

Trama


Una esperaría que, tras Jadeite, hubiera un par de episodios de descanso, ¡pero no!

El capítulo 14 por fin pone nombre al enemigo: Dark Kingdom, el Reino Oscuro. Es la única revelación útil que da la persona que habla con Luna a través de los recreativos. Esta (es decir, Artemis) se ha quedado encajada en que los villanos están buscando por algún motivo energía humana. ¡No me digas, quién iba a decirlo! No sé cómo la Tierra sobrevive estando en manos de Artemis y Luna, que todavía ni siquiera sospechan que están buscando el Cristal de Plata, cosa que los espectadores saben ya desde el primer capítulo.

Por otro lado , es hora de presentar a Nephrite, villano de maravillosa caballera y que dará lugar a una de las tramas más queridas y problemáticas de la temporada. Este ikemen está más que dispuesto a hacerse notar ante la reina Beryl y ya de primeras afirma en voz alta que es más listo que Jadeite. ¿Y cómo lo demuestra? Pues con un plan detallado: seleccionará energía de gente muy concreta que se halle en su momento más álgido, en vez de reunir llamativos grupos de gente con energía mediocre.

De buenas a primeras parece una idea aceptable. Elegir como víctima a una única persona debería dificultar la tarea de protección a las Senshi… Pero, pobre Nephrite, no tiene ni idea de que el guion juega en su contra.

Aparte, se presenta también a su rival inmediato, Zoisite. Sí, ese que en algunas traducciones se le hizo mujer.

De momento hay que quedarse con que la trama central de Sailor Moon empieza a tomarse más en serio a sí misma y abandona un poquito la estructura episódica. Comienza a crear una línea argumental que avanza con cada capítulo. Y se hace mediante los villanos, en particular enfatizando cómo se enfrentan y ponen la zancadilla entre sí. Por ejemplo, Zoisite hace las veces de Casandra al advertirle a Nephrite que su orgullo supondrá su caída.

Ah, he de señalar que Nephrite se construye una catedral completamente siniestra y gótica para poder leer las estrellas desde luego que esta serie no es noventera y encontrar a un humano (DENTRO DE TOKIO, POR SUPUESTO) que alcance el punto álgido de su energía. Y tiene un trono.

Dramático, eficiente, con un casoplón, puede leer de verdad las estrellas y tiene coche. No solo eso, sino que se crea una única identidad (Masato Sanjoin) para ganar cierto renombre en el vecindario y poder acceder con más facilidad a sus víctimas.

Desde luego es un enemigo mucho más interesante, y trabajado, que Jadeite.

Lástima que su objetivo inicial sea una niña de instituto. Empezamos creepy, eh.

Esta chica es una amiga de la infancia de Naru y un as del tenis. Guiado por las estrellas, Nephrite aprovecha su carisma y look de ikemen para aproximarse y tocar la raqueta de la muchacha, en la que introduce un youma. La idea es que este incrementará la energía de la niña hasta extremos brutales para luego robársela. ¿El problema? Que implica un cambio violento de personalidad.

Cuando Naru acude a Usagi, preocupada porque su amiga está extrañísima, esta se lanza a explorar. Y lo hace sin pedir ayuda a sus amigas, porque para no romper la costumbre, Rei y Luna han sido bordes con ella y quiere demostrarles que es una Senshi eficiente. Sin embargo, acaba enfrentada al youma de turno, que la mete dentro de una gigantesca pelota de tenis y la somete a una tortura humillante que parece sacada de algún corto clásico en blanco y negro de Disney: botar por todo el escenario. Tuxedo Kamen hace una dramática aparición en un banco iluminado por un misterioso foco para salvar a Usagi… Y demuestra, sorprendentemente, sufrir dolores de cabeza ante la presencia del enemigo. ¡Misterio~!

Entre ambos destrozan al youma y todo vuelve a la normalidad, pero Nephrite ha conseguido presentarse como alguien que va a dejar más huella personal. Claro que, no vamos a mentir, Jadeite puso un listón muy bajo…

Y que su primer acercamiento haya sido a un ser querido de Naru para nada es intencional, no señor.

En el episodio 15, a pesar de su calidad, pasan muchas cosas interesantes. La víctima del día es un jardinero. El pobre se encuentra impotente ante la destrucción del parque que siempre ha cuidado para que se construya encima un centro de entretenimiento. Nephrite hace que uno de sus youma posea el… sombrero… del tipo.  Gracias a esto, el jardinero aprende a controlar a los animales y los vuelve contra los trabajadores. No creo que se siente a pensar que esto podría derivar en que esos animales se conviertan en objetivo de exterminadores, pero bueno.

Lo interesante es que parece que los guionistas han reflexionado sobre lo desagradable que es Mamoru y le someten a un lavado de cara. Por un lado, literal, ya que empieza a parecer más joven en cuanto a diseño. Por otro, se mejora su comportamiento haciendo que salve a Luna de un accidente de tráfico. Tras contemplar este acto de heroísmo masculino, Rei está más que decidida a tener una cita con él y creo que funcionaría mucho mejor si aparentara sus catorce años y pudiéramos reírnos del pobre chico que no sabe qué hacer con una niña que le lanza indirectas muy directas. No es el caso. Rei trata de chocar con él para que se sienta culpable y la invite a tomar algo; un tropiezo provoca que acabe en el suelo y Mamoru le pise la cabeza. Después de asegurarse de que está bien, continúa caminando de largo… ¡Pero Rei no está dispuesta a rendirse, de modo que lo invita a un té como disculpa por haber hecho que le pise la cabeza! Creo, sinceramente, que Mamoru debe aceptar por lástima. Quizá también con la intención de asegurarse de que no le había destrozado las neuronas en el proceso.

Sin embargo, ¡logra que la lleve a merendar! Usagi, consumida por los celos, usa a Umino como excusa para entrar a ciertos sitios a cambio de una cita. Después los sigue cuando van de paseo por el parque mentado.  El destino logra que Luna y Ami paseen por el mismo lugar justo cuando el youma alcanza el máximo de energía del jardinero, por lo que todas las Senshi pueden acudir al rescate. Eso sí… Mamoru parece sufrir, como si pudiera sentir la aparición del youma. Las Sailor y Tuxedo Kamen se unen para derrotar al enemigo, y Rei y Usagi acaban discutiendo si Mamoru es o no es su misterioso salvador.

Personajes destacados

Usagi y un poquito de Naru

Lo cierto es que estaría bien que la serie se molestara en tratar con un poco de seriedad el complejo de inferioridad que a veces tiene Usagi. Un complejo general, pero que se enfatiza por cortesía de Luna en general. Por ejemplo, un punto importante del capítulo 14 es que la gatita afirma que, sin Ami y Rei, el Reino Oscuro ya habría robado toda la energía de los humanos. No es como si Usagi hubiera arriesgado su vida muchas veces antes de tener compañeras. ¿Cómo no va a afectar que te digan algo así?

De modo que, cuando Usagi decide meterse sola en la boca del lobo, para demostrar a Luna y a Rei que es capaz de hacer las cosas bien… La serie lo reduce a comedia porque es cobarde. Usagi soporta constantemente que la insulten, pero la consecuencias derivan en que desarrolle un comportamiento impulsivo y temerario. Y en una serie coherente, podría llegar a ser fatal para ella. Pero pocos actos tienen verdaderas consecuencias en Sailor Moon a largo plazo, y se centran solo en las inmediatas sin tocar el origen de las mismas. Se echa en cara a Usagi su posible muerte, así como haber puesto en peligro a sus amigas, pero jamás se afronta el comportamiento de Luna.

O el de Rei, claro. Pero, para eso, tendría que interaccionar con Usagi y quien lo hace es Tuxedo Kamen. ¡Sin embargo, no voy a quejarme porque Tuxedo hace algo más que lanzar una rosa! Ya era hora. Que salve a Usagi, y no se ría de su situación (al contrario de lo que haría Mamoru) consiguen que la chica se obnubile aún más con él.

Por suerte, no todo es negativo. El personaje de Usagi es bastante proactiva a la hora de ayudar a sus amigas. Se muestra amable, comprensiva, voluntariosa… Y, cuando Naru se encuentra tan desconsolada por lo que le sucede a su otra compañera y rompe a llorar, Usagi se ofrece investigar la situación. ¡Ella, que no conoce de nada a la amiga de Naru, y que poco podría hacer para ayudar! Pero lo hace porque es su personalidad. Son detalles como este los que la vuelven entrañable y la ponen en el buen camino para ser badass.

Y, hablando de Naru… Como su papel es importante en este arco, resulta natural que la historia comience con ella. Lo cierto es que es una pena que no se la use más, porque se trata de un buen personaje. En esta primera temporada es el ancla que nos recuerda que Usagi es una niña pequeña que solo quiere jugar a videojuegos, pero que al final a lo que se dedica es a proteger al mundo… Y lo hace para que sus amigos puedan disfrutarlo. Sin Naru, la lucha de Usagi no sería lo mismo.

Por eso Naru tiene que ser una buena amiga. Una que se abra a Usagi, que la chinche de vez en cuando, pero que también la escuche, la invite a salir y así la vuelva loca de preocupación cuando un villano la aceche. No solo eso, sino que la inocencia con la que Naru ve las cosas, típica de una niña de catorce años a la que no han obligado a ser una guerrera, también permitirá que reflexionemos sobre la humanidad de los enemigos como Nephrite.

Rei

Sorprendentemente, a pesar de que se echa muchísimo en cara a Usagi que solo piense en chicos, Rei no es que le ande muy a la zaga. Se trata de un detalle que siempre desconcierta a los fans del manga, donde Rei es un personaje maduro, elegante y que no siente interés por los hombres (vaya, vaya), y para la propia Takeuchi, que protestó por esta interpretación de la chica.

La diferencia más radical entre ambas es que Rei no plantea sus ideas en voz (tan) alta, como no sea para herir a Usagi. También el problema es que la serie enfoca a Usagi como una superficial sin remedio, mientras que cuando Rei se entera de la destrucción de un parque y decide que llevará, cueste lo que cueste, a su inexistente novio a una cita antes de que desaparezca… Bueno, no se la juzga con la misma crudeza que en el caso de Usagi.

Ya he comentado en otro artículo el problema de cómo se obsesionan las adolescentes, sin que la trama nunca aborde de verdad el tema, con la idea de tener un estatus: ser chica con novio mayor. Aquí se ve claramente que Rei no está interesada en Mamoru, sino en que es un tío guapo, guay porque salva animales y rico. ¡A por él! Se toma muy seriamente el perseguirlo, hasta el punto de aprenderse su horario para poder fingir un encuentro casual. Si Mamoru fuera el que hiciera esto y no viceversa, creo que se enfocaría como algo muy inquietante. Pero también Rei tiene 14 años. Esperemos que no mantenga este comportamiento…

Por si tenéis curiosidad, aquí hay una entrevista donde se comenta que lo más probable es que Rei confundiera amor por admiración.

La serie insiste en convertir todo esto en situaciones cómicas en las que Rei, de una forma u otra, acaba en el suelo. Es como si los propios guionistas se rieran de ella, como si la invitaran a rendirse y se divirtieran con su terquedad, que no será recompensada (ni debería serlo) porque todos sabemos que la pareja final son Usagi y Mamoru. Además, la obsesión de Rei no se examina ni profundiza, sino que se emplea como un pequeño obstáculo para Usagi. Cuando el hecho de que otra chica esté crusheada por Mamoru se convierta en una molestia, el guion extinguirá discretamente con los sentimientos de Rei. Una pérdida de tiempo que podría haberse dedicado a que aprendiéramos más de su vida, de su familia o de su rutina en su escuela.

Ahora, hay un momento que funciona: cuando escucha a Mamoru enfadado por cómo los humanos desprecian el medio ambiente se queda callada. Sorprendida. Porque sí, el chico al que persigue por interés (comprensible) resulta que tiene opiniones en las que coinciden. Se nota que ahí es cuando empieza a gustarle de verdad.

Por otro lado, Rei parece ser la única inteligente del grupo, ya que es la que insiste una y otra vez que Mamoru y Tuxedo son la misma persona, aunque lo haga más para fastidiar a Usagi que otra cosa. No puedo dejar de sentir que son los guionistas susurrándonos que sí, que saben que es evidente, pero que tenemos que aguantarnos con la densidad de los personajes porque es lo que hay.

Mamoru

¡Ya iba siendo hora de que Mamoru tuviera algo de desarrollo! En el episodio 15 nos acercamos a su faceta más mundana sorpresa, tiene otras cosas que hacer aparte de criticar a Usagi cuando salva a Luna de un atropello y hace de niñero para Rei. Esto, por un lado, crea un nada disimulado paralelismo con el episodio anterior, en el que Tuxedo Kamen se la llevaba en brazos y, por otro lado, suaviza la imagen del universitario. Averiguar que es amigo de Motoki también nos permite verle más allá de «es el tío que investiga a los youma y se pone un traje y antifaz para lanzar rosas». Igual que Usagi y las demás, tiene una vida cotidiana que alterna con una misión mágica… Lo cual despierta una serie de preguntas. ¿De dónde saca sus poderes? ¿Cuál es su objetivo? ¿Por qué no se da cuenta de que Usagi y Rei son Sailor Moon y Sailor Mars?

En general se muestra bastante desinteresado con todo lo que no sea reírse de Usagi. A pesar de que pisa la cabeza de Rei, trata de seguir de largo, y luego acepta tomar algo con ella sin cortar con sus dolorosamente evidentes intentos de ligar con él. Diría que no sabe qué hacer con esta desconocida, pero lo sorprendente es que se deje arrastrar a citas con ella sin sentir interés. El anime no esclarece si es por pena, si no tiene algo mejor que hacer o si simplemente el guion lo está utilizando a su gusto para crear humor.

Si durante el episodio 14 pareció reaccionar con dolores frente a la presencia de uno de los youma de Nephrite en su forma de Tuxedo Kamen, en el 15 directamente los sufre mientras es Mamoru. Todavía no se ha dejado claro, pero el chico no sabe que se convierte en Tuxedo Kamen, que hace las veces de un alter-ego distinto. Una pena porque en el manga se limitaba a ponerse las ropas (así que solo hay que imaginarse a un chaval de 16 años decidiendo disfrazarse porque se ve a sí mismo como guay y morirse de risa y amor), pero también un enfoque interesante a su modo porque el anime trata con mucha más severidad los problemas de memoria de Mamoru, originados tras el accidente que le arrebató a sus padres. Como consecuencia, parece que no es capaz de recordar lo que le ocurre cuando se convierte en Tuxedo Kamen…

Es evidente que su relación con el Reino Oscuro y su papel como Endymion terminarán siendo vitales en esta temporada.

Eso sí: escucha abiertamente a Usagi gritarle a Rei que Mamoru NO puede ser Tuxedo Kamen. ¿Acaso su alter-ego tampoco es consciente de quién es su otra personalidad…?

 

Temas


En el episodio 14 tenemos el tema de las estrellas juveniles en la persona de Rui Saionji.  Acosada a todas horas por la prensa más agresiva e irritante, es una buena chica que no busca fama, sino simplemente dedicarse de forma pura al tenis. Diría que el tema es cómo un adulto puede aprovecharse de las intenciones de alguien más joven.  Y ese adulto viene encarnado en Nephrite, que decide aparecerse no como alguien random sino una persona poderosa. No solo tiene coche (alarmas respecto a Utena), sino que se ha esforzado por crearse una persona pública como un empresario y utiliza sus poderes para ponerse por encima de Rui y atraerla hacia su terreno asegurándole que es un entrenador. De esta forma consigue maldecir su raqueta con uno de los youma, que explotará a Rui hasta que pueda robarle su energía.

Si lo miramos en términos simbólicos. es realmente escalofriante. Podría ser una referencia clara a las drogas o al dopping, ya que el crecimiento de Rui es artificial y se viene abajo en cuanto le quitan el instrumento que le proporciona puntos extra en tenis. No solo eso, sino que afecta a su forma de ser y comportarse, lo que tensa sus relaciones con el resto de la gente al convertirla prácticamente en una abusadora. Por supuesto como después se olvida de todo y la serie también ignora su existencia, ¿para qué imaginar que esto le causa secuelas?

El episodio 15, por otro lado, trata un tema común de los años ochenta y noventa: la preocupación por la naturaleza. Podéis ver reflexiones similares en las historias de Miyazaki o de las CLAMP, que contemplan con tristeza la destrucción de los espacios verdes para que sean sustituidos por empresas capitalistas. Pero no se profundiza mucho. El tema se soluciona con que los animales atacan a los trabajadores y, claro que sí, la empresa se rinde. No vuelve al cabo de una semana a comprobar si los animalillos se han tranquilizado o traen a gente para exterminarlos.

Ah y, claro, no podemos olvidar el bullying contra Umino. Usagi lo engaña fingiendo que va a una cita con él para poder entrar a un bar donde están tomando algo Mamuru y Rei y, luego, cuando este insiste en que terminen lo que han empezado, todos se ríen de Usagi. Porque ¡por supuesto que sale con un chico feo! Uno que la serie ridiculiza sin descanso porque cómo va a gustarle alguien así a Usagi, demonios, si es que está claro que todo es una broma.

Pobre Umino, yo te acompaño en el sentimiento.

 

Apariciones de Tuxedo Kamen

2

Apariciones de Mamoru

1

Uso del extraño deus ex machina bolígrafo para convertirse en cualquier persona

0

 

¡Que el viento sople a vuestro favor!

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