La trama
El episodio 31 es… relleno. Y, la verdad, no merecería la pena el resumen de no ser por la referencia a Rhett Butler de Lo que el viento se llevó. Empezamos in media res con Luna huyendo desesperada de una manada de gatos, asumo que machos, con un evidente deseo… vamos a decir predatorio. Claro que las bromas con manadas de tíos persiguiendo a chicas no es que sean poco habituales en Sailor Moon, así que pocas sorpresas por este lado.
Luna acaba salvada por el susodicho Rhett Buttler realizando una parodia de Tuxedo Kamen. Solo que, buuuu, es un gato gordo. Un gato gordo, mascota de una niña que tiene el último Cristal Arcoíris algo tan importante y pasa en este episodio agh.
Entre tanto, Rei intenta escaparse de la quedada entre las Senshi y llama a Mamoru con la intención de quedar con él, pero nuestro muchacho está lógicamente preocupado porque solo queda un Cristal que recoger. Las chicas cuentan con una ventaja: Ami y los «datos» que sirven para que su ordenador estime una localización probable (ahora, y no con los otros dichosos seis Cristales).
Luna no quiere entrar a la casa de Rhett Buttler, por lo que se queda fuera… Y los gatos vuelven a rodearla por todas partes. A pesar de sus… ruidosos maullidos, las chicas no escuchan nada aunque están a unos pasos. Rhett Butler siente la presencia de Luna y sale despedido de la casa, por lo que su dueña sale a buscarlo y de alguna manera, Ami, Makoto y Usagi se apañan para perderla de vista el suficiente tiempo para que Zoisite la encuentre y caiga sobre ella de una forma MUY CREEPY.
Luna vuelve a ser rescatada, con tan mala suerte que acaba con Rhett Butler en una alcantarilla. ¿Os veis venir ya el plot twist? Quiero decir: por qué darían tanto protagonismo a un gato si no fuera porque EL GATO es el verdadero Youma.
Zoisite no se lo esperaba. En realidad, ninguno de los personajes. No hay nadie que no se lleve un buen fiasco. Pero todo merece la pena porque las Senshi acaban en una incómoda situación al no tener espacio para actuar y Jupiter se queda mirando las bragas de Mercury durante… un buen rato. ¿Qué querrán decirnos con esto, me pregunto…?
En fin, que son tan patéticas que Zoisite se retira avergonzado.
Ok, no. Zoisite decide no aprovechar, por motivos de stupid plot, la mejor ventaja que ha tenido jamás para matar a tres Senshi de golpe y empieza su peor día al tener que moverse por nauseabundas y terribles alcantarillas. Voy a decir que es la parte más disfrutable del episodio.
Las Senshi se quedan guardando a la niña pequeña, seguras de que es ella la que tiene el Cristal Arcoíris a pesar de que la vara de Usagi (que se pone a jugar a videojuegos en vez de preocuparse por Luna) no reacciona a su presencia. Una pensaría que al menos Ami se daría cuenta, pero ¿he dicho ya que este episodio es estúpido? Sí, no hace ni un párrafo. Sigamos con las maravillosas desventuras de Zoisite, que acaba en medio de ratas (aunque las dibujan como si fueran bollitos adorables) y lanza un aullido hermoso. Quiero decir, yo también gritaría. No tan fabulosamente, pero eso. Rei evita a su pesar (y para mi alivio) una cita con Yuiichiro porque se malinterpretan el uno al otro mientras se parodia Lo que el viento se llevó con carteles de fondo. Luna comprende que Buttler está encaprichado de ella y Zoisite por poco los atrapa mientras es perseguido por un mar de ratas… En este capítulo todo el mundo parece olvidar usar sus pocas neuronas, ¡pero VUELA muchacho!
Al final Sailor Mars acaba interponiéndose en el camino de Zoisite y da un discurso sobre el amor con… la… música de Sailor Moon de fondo… Vaya… En fin, que Luna le echa la bronca por no «medir» la situación antes de ponerse a hablar, lo cual tiene gracia teniendo en cuenta que Zoisite HA ESPERADO a que acabe de charlar para sacarle el Cristal al gato. Entonces aparece Tuxedo Kamen Y ROBA CON TODA LA TRANQUILIDAD DEL MUNDO EL CRISTAL en la CARA de Zoisite y los hombres vuelven a perseguirse. Empieza a convertirse en un patrón entre ambos. Hm…
En fin, Luna intenta detener al Youma, que la salva de una caída en absoluto mortal, y las Senshi llegan por fin (echándole la culpa a Usagi como si ellas no hubieran cometido el error de no darse cuenta de la varita) y consiguen curar al gato sin necesidad de darle ni un golpe. Aunque al menos Sailor Jupiter se luce rescatando a Luna con mucha gracia. El episodio termina con Luna mirando al cielo y pensando en el gato con una sonrisa, pero lo imagina sonrojarse y como que se le corta el rollo.
¿Gordofobia? Quizá. ¿Importante y desagradable comedia a costa de hombres más asociados con lo femenino (siempre y cuando no sean guapos como Zoisite)? Totalmente. ¿Explicación alguna de por qué demonios los animales de este episodio se han comportado de forma tan extraña? ¡Ninguna! Asumiré que las ratas se habían enamorado de Zoisite y que por eso lo perseguían. Visto el nivel del guion, no creo que esté muy desencaminada.
Me cuesta creer que esto fue obra de Ikuhara y que recibió un premio.
El episodio 32 es otro episodio un poco de relleno, pero que se esfuerza por avanzar las tramas de personajes secundarios… Es decir, establecer un pseudo romance entre Umino y Naru completamente innecesario, pero que sigue siendo mejor a lo que le echan a la pobre Rei encima.
Pero comenzamos con Luna en los recreativos, recibiendo la promesa de que pronto las cinco Senshi estarán juntas (sí, falta esa rubia clavada a Usagi que sale en el opening pero todavía no vemos por ningún lado). Por tanto, ha llegado el momento de revelar la Verdad. Y tras mucha intriga, Luna revela a las muchachas que proviene de la luna. En vez de preocuparse porque el satélite no tiene atmósfera ni zona habitable, las chicas se interesan más por el motivo de que descendiera a la Tierra. ¡Cosa que les ha dicho más de una vez: para reunir a las Senshi y encontrar a la Princesa! No sé por qué sigue siendo algo que poner en duda a estas alturas. El único dato real que se da es que la Princesa es la del Reino de la Luna (que fue destruido y actualmente tiene 0 habitantes, pero en fin, eso no motivaría a las chicas) y claro, uno como espectador retuerce el cuello para mirar a la única chica que no aparece en pantalla y que es la Sailor Moon, repleta de simbolitos de luna, que está obsesionada con ser una princesa y se parece mucho a la princesa de los recuerdos de Mamoru…
¡Cuánta intriga, no puedo con ella!
Saltamos al Reino Oscuro, donde Kunzite observa los cuatro Cristales que ha logrado reunir Zoisite, que le promete encontrar los restantes para que puedan disfrutar de su indiscutible belleza. ¡Pero hay literalmente una tormenta dramática en el horizonte! Kunzite quiere encontrar el Cristal de Plata para hacer feliz a la reina Beryl. ¡Los celos de Zoisite se desatan!
Porque, claramente, esta es una relación familiar y no romántica.
Y entonces entra así, a bocajarro, la subtrama de Umino, que está claramente enamorado de Naru, la cual le quiere y aprecia pero no románticamente. Parece demasiada casualidad que estas dos escenas vayan seguidas, es como si nos quisieran confirmar que lo de Kunzite y Zoisite también va de romance. De hecho, uno más exitoso que el de los adolescentes.
El caso es que Usagi ha visto muchas películas y le dice a Umino que tiene que persistir y convertirse en un tío guay como Tuxedo Kamen. Umino siendo Umino, se lo toma literal: tiene que ser Tuxedo Kamen.
Así que… Comienza una extraña… sucesión de… ¿burlas contra la propia serie?
Umino persigue a Naru vestido de Tuxedo Kamen con la idea de salvarla de peligros tan exagerados como que le ladre un caniche o intentar evitarles el vicio de las recreativas de camino a casa. He de decir que, cuando les dice que le caminen por encima si están dispuestas a fastidiarse la vida, me pareció casi una súplica para que lo hicieran (y, por supuesto, lo hacen. Yo también lo haría). Motoki les ofrece unos billetes para el equivalente de los power ranger y entre Usagi y Umino convencen a Naru para que acepte una pseudo-cita. Ella no está muy entusiasmada. Cosa normal. Al menos podrían llevarla a un lugar que le apeteciera.
Entre tanto, Zoisite se prepara para obtener el último cristal y jura dárselo a Kunzite. Del que tiene nada menos que una foto posando juntos, en un marco rosa y de oro. Me encanta imaginar al doblador inglés interpretándolo como primo de Kunzite y asumiendo que no solo es gay, sino incestuoso. Y estoy más que segura de que este capítulo se preparó solo para esta escena:
Zoisite sabe, por sus viejos espionajes, que Naru es amiga de Sailor Moon, de modo que planea convertirla en una youma. Pero cuando accede a su hogar, Umino está ahí aún vestido de Tuxedo Kamen y Zoisite decide retirarse por el momento, asumiendo que su enemigo se le ha adelantado.
Así que Umino cae de rodillas tras ver cómo un bello señor desaparece entre pétalos rosados mágicos en forma de corazón. No le voy a culpar. Pero entonces resulta está demasiado obsesionado con ser creepy, motivo por el que ha ido hasta la casa de Naru para preguntarle a qué hora quedar en vez de llamarla por teléfono. Así que olvida comentarle este extrañísimo hecho a su amiga. Porque, ya sabéis, es mejor mantener a las chicas a salvo y protegidas con desinformación.
Vamos a admitirlo: alguien recordó que Zoisite debería poder usar a Naru y decidieron arreglarlo de esta forma, interponiendo a Umino en su camino porque sí. No hay otra explicación.
Al día siguiente Usagi persigue a la pareja, muerta de curiosidad por cómo saldrá la cita (mientras Luna le reprocha que no esté buscando a la Princesa. Y yo pregunto: ¿cómo la debería buscar? ¿Oliendo el aire? ¿Esparciendo esporas? Consejos, por favor, Luna) y Zoisite, en sus intentos por convertir a Naru en una Youma, termina por acertar al pobre actor que está haciendo del equivalente a Power Ranger. Umino que, recordemos, no tiene transformación automática, logra vestirse a toda velocidad como Tuxedo Kamen, y hace un despliegue de virilidad intentando proteger a Naru a pesar de que no es rival para su enemigo. Lo cual es francamente desagradable, ya que si Umino no hubiera intentado hacerse el héroe, podría haber huido con Naru y evitado que acabara (igual que otras tantas personas) asfixiándose dentro de una de las esferas en la que la encierra el Youma. Zoisite aprovecha esta situación para chantajear a Sailor Moon.
Sorprendentemente, el episodio tiene un subidón a la hora de representar la pelea que viene después de que Tuxedo Kamen impida que Sailor Moon entregue el último Cristal Arcoíris. Los personajes saltan, se mueven y atacan de formas coherentes, en vez de limitarse a lanzar un rayo de luz y que todo se arregle sin esfuerzo de animación. Es más, Sailor Moon se las apaña sola para noquear al Youma, purificarlo y salvar así a toda la gente atrapada.
Además, como Luna estaba mirando en vez de recoger el dichoso Cristal, Zoisite usa ilusiones para engañar a Tuxedo Kamen y robar su objetivo. Lo más gracioso es que Sailor Moon se sorprende cuando Tuxedo declara que recuperará el Cristal y no se lo dará a las Senshi. No es como si no lo hubiera dicho ya con anterioridad, no.
Ah, y luego se confirma que Naru y Umino se gustan. Porque al parecer una persona debe ser idiota y dejarse apalear después de acosarte para que surja el amor. Nice!
El episodio 33 es, por fin, POR FIN, el momento en el que aparece Sailor Venus, tal y como nos spoilea el título. Lo primero que vemos es que Zoisite tiene un plan. Uno que ya se hacía esperar después de tantos capítulos: quiere deshacerse de Tuxedo Kamen, porque ha repasado los combates hasta la fecha (en particular la muerte de Nephrite) y ha llegado a la conclusión de que él es el motivo por el que nunca han podido vencer a Sailor Moon.
El plan, por una vez, es sencillo y directo: si Sailor Moon está en peligro, Tuxedo Kamen aparece. Si le atrapan, pueden hacerse con los Cristales que ha birlado. La Reina Beryl acepta, pero advierte a Zoisite que es su última oportunidad, y dado que nos han mostrado la muerte de Nephrite, creo que es fácil adivinar que la situación no pinta bien para el muchacho.
Kunzite, preocupado por su amado, interviene para destacar un fallo del plan. Pueden intentar atraer a Tuxedo Kamen, pero ¿qué pasa con las Senshi? Hay que ocuparse de ellas. Y Kunzite tiene sus propias ideas.
A continuación se da una de las situaciones más irónicas del momento. Hace varios capítulos, comentaba que Sailor Moon empezaba a definirse como una heroína de a pie preocupada por la gente corriente. Sin embargo, poco a poco su historia se ha centrado en la trama del Reino Oscuro en vez de su papel como heroína. Así pues, cuando Fake!Sailor Moon empieza a salvar a gente de robos o hacer un aparente bien común no puedo evitar sentir que está robando el papel que Sailor Moon debería haber tenido.
Casualidad de las casualidades, los villanos deciden atacar el lugar donde Mamoru está leyendo y por el que Usagi y Makoto están paseando. Fake!Sailor Moon salva a unos limpiacristales a los que ella misma ha hecho caer y, tras exhibirse, retrocede. Por supuesto, todas deciden perseguirla. Todas menos Usagi, que llora desconsolada porque le han arrebatado el puesto mientras una chica acompañada de un gato blanco la mira con desconcierto.
Sephiroth Kunzite aguarda al final del camino, riendo malévolamente, porque al parecer ha descubierto las identidades de sus enemigos: entiendo que es porque solo Tuxedo Kamen y las Senshi pueden dar los saltos mortales que da la Fake!Sailor Moon. Me gustaría creer que eso significa que la transformación da super fuerza y super agilidad a los personajes, pero dado el espectáculo de torpeza que montan contra cada enemigo, no sé yo… La incoherencia fulgura, cegadora, durante todo el episodio y más cuando Mamoru llega el primero con un agradable trote. Ni siquiera carrera. Trote. Las chicas, ahora reunidas al completo, literalmente caminan. Se burlan un poquito de Usagi porque la nueva Sailor Moon es muy eficiente y cavilan sobre si puede ser una nueva aliada (Luna, como de costumbre, no tiene mucho que aportar. No sabe nada); pero Usagi es la única que piensa en lo importante: ¡esa nueva chica debería pagarle royalties por usar su imagen y su nombre!
Entonces Kunzite finge atrapar a Fake!Sailor Moon, que para nada es Zoisite, y Usagi se arroja a salvarla, horrorizada. El resto pretende esperar, pero se dejan convencer y hacen su trabajo asegurándole a Kunzite que su sueño de ver el mundo cubierto de oscuridad no va a triunfar. Estoy casi convencida de que el señor estaba teniendo un monólogo interno, pero bueno. En un segundo, las chicas acaban encerradas dentro de una barrera que absorbe sus poderes y Kunzite las tiene a su merced.
Podría, no sé, matarlas ya que su cebo sigue intacto y no las necesita para engatusar a Tuxedo Kamen, y… ¡A ello va! ¡No puedo creérmelo, villanos eficientes!
Tuxedo Kamen acude al rescate de Fake!Sailor Moon, que en cuanto tiene la oportunidad le clava un hielo en el hombro (usar cuchillos normales no estan flashy) y se desvela que es…
¡¡!!
¡Zoisite!
Estoy segura de que ha disfrutado como loco de la atención del público y de ser «capturado» por Kunzite. Que, por cierto, es este quien elaboró este plan… Así que me pregunto qué clases de roles jugarán cuando están en privado. Je.
Se ve que Kunzite y Zoisite son una power couple, porque entre los dos están a puntito de matar a todos los protagonistas en una secuencia bastante tensa y angustiante. El antifaz de Tuxedo Kamen cae y la reina Beryl, que parece que observa de cerca todas las misiones de sus minions (lo cual significa que vio todo el drama con el gato. Ay, señor) lo reconoce. En cambio no reconoce las caras de las Sailor, a pesar de que la de Usagi es exactamente igual a la de su némesis, la reina Serenity, y su puñetera hija, pero supongo que la obsesión malsana por el hombre que quería tener a toda costa perdura a través de los siglos.
A pesar de todo, Tuxedo Kamen está a punto de sucumbir bajo la espada de Zoisite…. Y lo habría hecho de no ser por la oportuna intervención de una misteriosa figura. Los sucesos se precipitan y Tuxedo Kamen está a punto de entregar los Cristales para evitar que Kunzite asesine a las Sailor, cuando Sailor Venus se encarga de liberarlas atacando a las manos de Kunzite y deshaciendo así la barrera. Debo decir que esperaba más de Kunzite y Zoisite que quedarse con la boca abierta viendo cómo entra una nueva Sailor en escena, pero es que no hay que robarle el glorioso momento a la señorita. Uno que el bonito gato Ártemis se encarga de destacar con un discurso digno de concurso de televisión.
Y aun así, el centro siguen siendo los villanos. Zoisite, furioso porque hayan hecho daño a su amado, se interpone entre él y nada menos que cinco enemigos. Da la sensación de que estaba dispuesto a persistir hasta el final, pero la reina Beryl les ordena que se retiren (debo decir que cuando a la reina se le nota el enfado gatuno es más evidente que nunca que se trata de la misma seiyuu que Luna).
El episodio termina con el grupo aceptando de pleno a Venus, y la pregunta de si se trata de la princesa de la Luna. Lo cual no tiene jodido sentido porque es Sailor VENUS, que no nos enteramos!
El capítulo 34 es… Es una montaña rusa de drama y emociones. Y de perder a Zoisite, cosa que JAMÁS superaré. A quién le importa Mamoru y el romance tóxico con Usagi, yo quería a Zoisite…
Pero bueno, vayamos por partes.
En vez de decepcionarse cuando Sailor Venus confirma que solo es una guerrera que protege a la princesa, Sailor Moon comienza a fangirlear todo sonrojada porque su idol forma parte de su grupo de chicas vestidas de marinerito. Qué coincidencia en la que nadie se ha fijado antes, ¿eh?
Con todo, Sailor Venus se marcha rápidamente porque la han pillado en medio de una investigación y saltamos al Reino Oscuro. La reina Beryl informa a Zoisite y Kunzite de que les ha detenido porque no deben matar a Tuxedo Kamen. Al parecer, su líder lo quiere vivito y coleando. La cosa es… ¿es la líder o tú quien lo quiere, Beryl? A Zoisite no le hace mucha gracia, claro, e intenta averiguar para qué quieren a Tuxedo Kamen, pero la reina no tiene por qué explicar sus órdenes (ni spoilearnos la trama).
Entra tanto Mamoru ha regresado a su casa, lamentando no haber podido salvar a Sailor Moon (al resto que le den) pero Zoisite demuestra que es un stalker maravilloso y que ha descubierto su identidad al aparecer en su televisión. Y llamándolo Mamoru-chan. Zoisite reta a Mamoru a un duelo justo para resolver la tensión sexual por los Cristales y Mamoru acepta a pesar de sus heridas. Si conocen su casa no sé por qué no van a por él una vez cae dormido, pero claro. No es igual de emocionante, supongo.
Usagi se lo cruza al día siguiente y no se le ocurre mejor cosa que golpearle aunque anda encorvado y dolorido. Así, leyendo la atmósfera. Mamoru se alegra de que siga tan enérgica como siempre y espera que continúe así (dando sensación de hermano mayor. Again, creepy). Preocupada porque el chico está sangrando, lo sigue y ambos terminan capturados por Zoisite. Por suerte para ellos, Minako y Artemis estaban investigando la torre de Zoisite y ponen en marcha al resto de las Senshi… Que en un primer momento no reconocen a Minako sin su traje de marinerito. De verdad, no sé qué decir.
Zoisite convence a Mamoru para que se deshaga de sus Cristales y rompe a reír:
Estoy contento de que seas tonto.
Luego que por qué Zoisite es mi fav.
Kunzite se aparece junto a los Cristales, los roba todos y Zoisite empieza a atacar a lo bestia con magia de hielo que no sé por qué diantres no ha empleado antes. Usagi por fin va uniendo cabos y sospecha (¡!) que Mamoru puede ser Tuxedo Kamen mientras que Sailor Jupiter revienta la entrada de la torre con un Supreme Thunder para abrir camino a los refuerzos.
Por desgracia, entonces Usagi mete la pata a lo bestia al preguntarle a Mamoru para qué quiere los Cristales, pero supongo que este anda demasiado cansado y asustado para sumar 2+2 y confiesa que busca recuperar la memoria. Una buena forma de establecer el camino hacia la revelación final de sus vidas pasadas. ¡Y por fin nos enteramos de su triste pasado! Pero eso irá en la sección de su personaje. En cualquier caso, este nuevo conocimiento permite que Usagi le cobre un poco más de cariño, aunque siga en total negación sobre Tuxedo Kamen.
Entonces se da un magnífico cambio de tono en la animación cuando la torre se convierte en la base del Reino Oscuro y la música se vuelve siniestramente seria. En un despliegue que grita que nos tomemos en serio a los personajes, Zoisite despliega una tormenta de fuego. Su intención es decirle a la reina Beryl que Mamoru ha muerto por accidente lo cual no creo que funcione si la señora es un Gran Hermano que controla tus movimientos con su bola de cristal. Usagi no tiene otro remedio que transformarse.
Porque…No sé.
Debe tener alguna habilidad para evitar la brutal explosión que sigue. Habilidad que jamás aparece ni vuelve a aparecer. El poder de cierto bolígrafo mágico, quizá.
Pero a quién le importa. Sailor Moon brilla como nunca en los ambientes medio pesadillescos que tantas reminiscencias traen del primer opening. Y con todas las cartas sobre la mesa, dado que Mamoru se saca una rosa con tallo y todo, y reconoce que es Tuxedo Kamen, ya no hay opción para muchas más aventurillas de relleno. Por fin vamos a entrar en lo importante.
Y es tan importante que, en una escena que claramente hace paralelo con Nephrite y Naru, Tuxedo Kamen recibe un nuevo ataque de hielo de Zoisite… para proteger a Sailor Moon. Sabemos que no va a morir porque, bueno, Chibiusa y todo eso. Pero la escena es a cámara lenta, con colores estridentes, gritos agudos y música dramática. Por algún motivo llamado guion, Zoisite da tiempo a la pareja para que intercambien unas cuantas palabras en vez de acabar con ambos. Por supuesto, las Senshi llegan después de subir A PIE, campeonas ellas, para poder hacer las veces del traumatizado público apropiado para tales circunstancias. Ya sabemos que en muchos shojo el dolor no es suficiente si no hay gente para ser testigo.
Los Cristales Arcoíris reaccionan a las lágrimas de Sailor Moon (que lanzan onditas… ¿de luz? ¿Sonido? ¿Es como ese ataque auditivo del primer episodio que los guionistas han enterrado bajo tierra?) y se unen en la Senshi para recrear el Cristal de Plata. Sailor Moon se convierte en la Princesa Serenity qué sorpresa, no es como si saliera en el opening. ¡Y llegamos al fin al capítulo 35 en el que la historia de amor que trasciende el tiempo se revela al fin!
Todos los personajes se esfuerzan en resumir lo ocurrido hasta el momento (la luna de… bueno, de Luna resplandece, indicando que ha recuperado también sus recuerdos al murmurar «Serenity…»); rompiendo bastante la inmersión en la escena. Una que es, la verdad, preciosa, con instrumentos de cuerda y una Usagi serena y triste, llena de autoridad, que reposa la cabeza de Mamoru sobre su regazo. Zoisite decide gritar en voz alta que va a matarles a todos y ataca, pero la Princesa Serenity controla el recién recreado Cristal de Plata. Y, muy badass ella, sin abrir los ojos, envia lejos a Zoisite de una metafórica colleja. Y luego llora por Tuxedo Kamen.
Esto provoca que Mamoru despierte y diga:
Serenity… Todos mis recuerdos han regresado. Serenity… Yo soy Endymion.
Más claro, agua, ¿no?
El nombre hace que Usagi, a su vez, reviva su pasado. Uno donde la Luna tenía atmósfera en el que ambos se amaron. Una princesa de la Luna y un príncipe de la Tierra que intercambiaron como prenda de amor una cajita-colgante de música que, de alguna forma, sobrevivió a los siglos hasta el día de hoy. Magia, supongo. La escena es bastante efectiva gracias al silencio dramatizado. Solo vemos a dos amantes que se quieren con tierna pureza, en contraste con el constante malestar de la pareja actual, y que Endymion voló cual Superman hacia un palacio que acabó explotando.
Puede que la fuerza de los recuerdos (o de manifestar a la Princesa) sea demasiado, porque el traje desaparece y Usagi cae inconsciente. Minako concretamente le toma el pulso para asegurarse de que sigue viva. Por cierto, solo puedo reírme de pura exasperación mientras las Senshi no hacen nada de nada al ver que Zoisite se incorpora. Ni lo atacan, ni lo toman prisionero… Se limitan a fulminarle con la mirada, a pesar de que está al borde de sus fuerzas y podrían vencerle. Así, dan tiempo para que Kunzite reaparezca y proteja a su amado (lo cual crea un interesante paralelismo con la otra pareja de la historia, dado que acabamos de ver cómo uno murió en el pasado y ya sabemos lo que le va a pasar a Zoisite).
Kunzite decide que no quiere enfrentarse a las Senshi por el Cristal de Plata. ¡Así que… secuestra a Mamoru encerrándolo en una esfera! ¡Por algún motivo no hace lo mismo con la inconsciente Sailor Moon y con Sailor Mercury, que jamás ha tenido mucha capacidad para defenderse! Pero, eh, no me voy a quejar de que secuestren al hombre.
Al parecer, los villanos acuden directamente a la Reina Beryl, que no está nada contenta con los resultados de la misión. Aunque concede una prórroga a Kunzite para seguir actuando por su cuenta, se regodea en decirle a Zoisite que él no va a tener la misma oportunidad. Y no porque haya fallado, sino porque intentó asesinar a Tuxedo Kamen a pesar de sus órdenes. No dejaré de preguntarme por qué hacen nada si tienen a un Gran Hermano vigilándolos a todas horas, pero es comprensible que decida asesinar a un subordinado que, a pesar de saber esto, desafía abiertamente sus órdenes.
Kunzite trata de hacerse cargo de la responsabilidad, pero la decisión está tomada.
Y es mil veces más dramática que todo lo de Endymion/Serenity porque conocemos a estos personajes y sabemos que se quieren.
Beryl ataca. Y todo era perfecto. De verdad. Si le quitas el sonido es maravilloso lo trágico y horrendo que resulta. Sin embargo, hay sonido. Y aquí os lo dejo. Al menos cuando grita por el nombre de su amado es más serio y no me hace reír histéricamente.
Beryl muestra el cuerpo de Tuxedo Kamen a la Reina Metalia, que se muestra muy complacida por su presencia. Y es… creepy. Metalia decide que infundirá energía oscura a Endymion. Y mientras este cae en sus manos, Zoisite se prepara para morir. Kunzite se lo ha llevado aparte para concederle, al menos, una partida pacífica. Es una escena muy bien construida, dramática y triste que además cuenta con una última declaración de amor. Una que, gracias a que se mostraba que sí se querían y que lo habían hecho desde hacía tiempo, deja un sabor más agridulce que otros pseudorromances construidos a toda velocidad.
Y volvemos al plot. Las Senshi no saben cómo escapar de la guardia de sus enemigos, de modo que Artemis y Luna deciden que es el momento de hacer exposición. Sailor Venus se une a la idea, porque claramente sí recuerda su propia vida pasada.
El reino llamado Milenio de Plata era una utopía por una reina pseudo inmortal y que al parecer no tenía marido (yo me inclino por la partenogénesis, dado que Serenity es igual a su madre, la reina Serenity- oh.) Pero entonces la Nación del Fuego at-..
A grandes rasgos: una fuerza ambigua y maligna se apoderó de la Tierra y después atacó a la Luna para hacerse con el Cristal de Plata. La reina Serenity aparece al frente de las Senshi interiores sellando el poder maligno, es decir, a la reina Metalia, pero solo después de que el Milenio de Plata fuera destruido.
Vosotras sois las reencarnaciones de esas guerreras.
La reacción de Rei es preguntarse si son selenitas. Minako se apresura a negarlo:
No, somos terrestres de nacimiento. Nuestros padres y madres son nuestros progenitores.
En palabras de Luna, la reina Serenity era tan buena que decidió reencarnarlas a todas en la era más pacífica de la Tierra (lo cual, yo lo siento, parece indicar que esta mujer podía ver en el tiempo y se saltó con descaro todas las guerras de los años noventa como la del Golfo, Somalia, el Congo y mucho más. Asumamos que se refiere a pacifismo mágico). ¿El problema? Que alguien ha roto el sello de la Malvada Voluntad que la reina Serenity detuvo en su día, motivo por el cual tuvieron que crear a las Senshi.
Usagi se derrumba. No quiere saber nada de esto, no quiere pelear y perder a sus amigas. Asqueada, Rei le da una bofetada tras acusarla de cobarde y murmura, entre lágrimas:
Por alguien como tú, Mamoru…
Lo cual es rastrero, pero tiene 14 años, también está asustada y ha visto cómo se llevaban a alguien con quien tenía un crush. Y no todos nos comportamos a la altura de lo que deberíamos.
Ami insiste en que deben protegerla mientras Usagi se encuentre débil y todas aceptan no seguir presionando. Por desgracia para ellas, han perdido bastante el tiempo y Kunzite las encuentra. Y viene dispuesto a matar. Poco importa que Sailor Venus y Sailor Jupiter se detengan a pelear contra él: han olvidado convenientemente que sus barreras pueden absorber cualquier tipo de energía a pesar de que ESE FUE EL PROBLEMA HACE DOS EPISODIOS.
Sailor Mars decide sacrificarse y pide a Sailor Mercury que se lleve a Sailor Moon:
Usagi, ten fe en ti misma. Puedes hacerlo.
Todas las Senshi terminan por caer ante una horrorizada Usagi. Entonces, de alguna forma, se comunican con ella telepáticamente, exhortándola a que no se rinda. Y Usagi se levanta, pidiendo a Tuxedo Kamen que le dé fuerzas. Lo cual es un feo tremebundo a las amigas que se están sacrificando por ella, pero ok, porque al parecer este hombre también es telépata y le manda ánimos, indicándole que use el Cristal de Plata.
Eso o Sailor Moon está alucinando un poco.
Kunzite, por supuesto, espera flotando dignamente en el aire a que la protagonista recobre su resolución en vez de matarla de un golpe. Sailor Moon lo rechaza empleando el Cristal, que parece destruir buena parte del lugar. A pesar de la distancia, Mamoru reacciona a este poder murmurando el nombre de Serenity… Y el episodio termina con Usagi rezando, convencida de que Mamoru sigue vivo en algún sitio.
Personajes destacados
Luna
¿Es posible que haya algo más triste que tengas un capítulo dedicado a ti donde no haces nada más que huir y ser salvada? Y a empujar por el trasero a un gato. Lo cual… poner la cara ahí… En fin.
Mamoru
Qué queréis que os diga, es una pena que no se examine que Mamoru estaba dispuesto a dejar morir de asfixia a numerosas personas antes que entregar el cristal arcoíris…
Lo cierto es que tengo poco que decir que no haya comentado ya porque en general Mamoru me parece un personaje demasiado incoherente y pobre para dedicarle me tiempo. Es absurdo que se obsesione con recuperar un pasado cuando TENÍA 6 AÑOS y su principal foco es la misteriosa princesa, no sus padres. Ok.
Ah, encuentro un detalle bonito que suene el theme de la intro en modo caja de música.
Pero es super creepy que, desde que recupera sus recuerdos, no deja de hablar de Serenity, no de Usagi.
¿Qué más señales queréis?
Zoisite
Ah, de él sí que me gusta hablar.
Hasta Sailor Moon solo nos ha mostrado solo un villano con el que es posible empatizar: Nephrite. Sin embargo, y deben sonarnos las alarmas porque esto solo se hace cuando se planea la muerte de un personaje, Zoisite ha ido adquiriendo elementos atractivos (más allá de su físico) a lo largo de los últimos capítulos. Para empezar, ha protagonizado escenas de comedia que se suelen reservar a las protagonistas, y ha probado ser espabilado e inteligente. A ello podemos sumar, claro, una clara rivalidad con Tuxedo Kamen. Ya sabíamos desde antes que era pareja de Kunzite, pero en el episodio 33 se da un paso más allá de los ojos brillantes y posturas sugerentes. Cuando Kunzite decide arriesgar su propia integridad porque quiere asegurarse de que el plan de Zoisite sale bien, este piensa:
Kunzite, por ti alcanzaré el éxito, incluso si me cuesta la vida.
Lo cual es otro tipo de escena que suele reservarse a protagonistas o héroes, porque pocas cosas hay que admiremos tanto como el amor y la lealtad a otra persona. Zoisite se humaniza en su devoción por Kunzite. Sus sentimientos que, además, son correspondidos. Y el tono, que no exagera ni ridiculiza esta relación, ayuda a elevar un escalón más a los villanos.
Por tanto afecta cuando la Reina Beryl decide librarse de él y dice:
Deshazte de esa escoria.
Tantos años de servicio para esto. Da gusto.
Pero crea el ambiente de tragedia apropiado. En especial porque se ve que Kunzite intenta controlarse. ¿Qué va a hacer si no? Beryl puede matarlo también en un suspiro, como ha hecho con sus otros generales. Y le está indicando que ese es su futuro al indicarle expresamente que se libre él de Zoisite.
Kunzite se lamenta por no haber podido protegerlo, pero Zoisite acepta su muerte con gracia:
Soy feliz de poder morir a tu lado.
Su último deseo es poder morir de forma… hermosa. Y Kunzite, a pesar de su estoicismo, demuestra su verdadero carácter sentimental al abrazar a Zoisite, al sostenerlo mientras crea una ilusión de pétalos para él.
Te amo, Kunzite.
Bueno, por si a alguien le quedaba alguna duda.
Y Zoisite derrama una última lágrima antes de expirar, dejando atrás a un Kunzite furioso e impotente, que descargará su furia contra las Senshi, dado que no puede volverse contra su reina. Una posición increíblemente complicada para un villano, y que le da más profundidad que a la mayor parte de los personajes.
Minako
A grandes rasgos, se trata de una anomalía dentro de las protagonistas porque es la única Senshi con experiencia, que se incorpora directamente sin necesidad de que Luna la ayude a transformarse. Se nota que sabe lo que hace, y que está acostumbrada a un verdadero vigilantismo que le ha arrebatado poco a poco la inocencia, de ahí que desprenda una impresión adulta y reservada.
Usagi/Serenity
Las reencarnaciones son un tema complicado, y más cuando no se deja claro a qué nos estamos refiriendo. Hay historias como Ayashi no Ceres en la que una personalidad parasitaria despierta en un protagonista y lucha por apoderarse de su cuerpo, y hay otras que exploran lo que es tener recuerdos de una vida pasada donde eras una persona distinta y hay que luchar por mantener la cordura sobre lo que eres ahora.
Sailor Moon nunca se decanta por ninguna de estas dos rutas. Se habla de la Princesa Serenity como alguien que despierta, casi como si fuera una persona más que un título o un alma heredada. Pero Usagi no cambia de personalidad, ni tampoco se comporta como si tuviera la experiencia de una muchacha que vivió como princesa (y toda la educación y responsabilidad que ello implica) y vio su reino destruido.
Al menos no una vez deja de estar vestida/transformada en la Princesa. En su caso es interesante que, al contrario que Mamoru, ella no piensa en Endymion. Quien le preocupa es Mamoru. Ella vive en el presente, de cara al futuro, y puede ver a la gente que tiene ante sus narices.
Su interés romántico nope.
Lo cual es bastante creepy.
Ah, también quería destacar que en el episodio 35 Usagi se va definiendo con claridad por esa actitud antibélica que tanto caracteriza el género de las mahou shojo y que será su forma de vencer a Galaxia en lel último episodio. Ahora mismo es básicamente la única de todo el cast que no quiere seguir peleando. A medida que todo se vuelve más grande, más siniestro y más daño le hace, más la sobrepasa. Y me encanta, porque el guion permite que se comporte de forma acorde a una niña de 14 años que acaba de revivir memorias de perder a otro ser querido. De ahí que rechace a Serenity. Ella es Usagi, una niña harta de todo, que debería estar teniendo una vida normal. No está siendo egoísta, sino sucumbiendo al terror. Mientras vemos flashbacks de cómo Mamoru estuvo a punto de morir, Usagi solo puede pensar en que perderá a sus amigas (ah, y lo hará. Por eso esta escena es tan brillante. Ikuhara se redime aquí). Es una pena que todo se resuelva en medio episodio: venirse abajo, no poder reaccionar al trauma y verse inspirada por la casi muerte de sus amigas.
En cualquier caso, creo que es una buena caracterización que Serenity despierte cuando se da una situación similar a la de cómo murió Endymion. Repetirlo todo causó una reverberación en su interior y, con la ayuda del Cristal de Plata, que reacciona al amor…
Temas
¿Supongo que reírse del acoso a mujeres al convertirlo en acoso gatuno?
Ah, y luego está cómo Beryl muestra el cuerpo de Tuxedo Kamen a la Reina Metalia, que se siente muy complacida por su captura. Y es, otra vez, creepy. No es solo cosificación hacia Mamoru y Endymion, sino que están literalmente eliminando la personalidad del primero. Todo sin olvidar que si bien en el manga tiene entre 16 y 17 años, en el anime sigue teniendo entre 17 y 18 y por tanto sigue siendo un crío, tanto si lo consideramos mayor de edad en Europa o nos adecuamos a la mayoría de edad japonesa, que es a los 20. Que tenga tantas mujeres a su alrededor decidiendo aprovecharse física y emocionalmente de él es BRRRR. Y más con esa escena del final donde Beryl le mira casi con pureza y tristeza, diciendo que no importa cuánto ame a Serenity, ella nunca será suya… Con las claras implicaciones de que va a pertenecerle a Beryl.
Todo bonito y nada cringe.
Análisis un poco más flojillo que de costumbre… pero igual es una excelente lectura y manera de empezar este año.