Alita, Ángel de combate. Una película aceptable

No es un secreto que James Cameron se enamoró de Alita cuando leyó el manga y que es saber popular que se moría por llevarla a la gran pantalla. Sin embargo, tuvo que esperar hasta que la tecnología fuera aceptable para crear esos enormes ojazos y, básicamente, tener un personaje casi por completo de CGI que no hiciera gritar a los espectadores. Avatar fue una de las primeras pruebas. Por suerte o desgracia, se volvió tan popular que James Cameron sigue inmerso en la segunda parte (que a lo mejor sale antes de que termine Berserk o Hunter x Hunter, ja).

Así pues, Robert Rodríguez ha terminado por ocuparse de la película. Y aunque al principio todos gritamos por los ojos de Alita, lo cierto es que son el menor de los «problemas» de esta historia.

En principio diría que es aceptable, entretenida, pero no brillante. Lo mejor, desde luego, son las peleas. La coreografía es impecable, ágil y muy fácil de seguir. Los movimientos en slow motion están bien implementados y, sinceramente, da muchísimo gusto cada vez que percibes cómo va a iniciarse una nueva escena de acción. El motorball es el sueño hecho realidad de cualquier fan, excepto por cómo dejan de lado a los personajes originales del manga, y es espectacular ver cómo se baten todos los jugadores en batallas brutales y aceleradas sin que te pierdas en un solo momento.

Es decir, si vais con la intención de ver una película de acción, ¡esta es la vuestra! Se trata de un regalo para los ojos y no me importaría nada volver a verla para disfrutar de las batallas una vez más.

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