¿Os habéis fijado en cómo empieza La Sirenita? No es hablando como tal de las sirenas, sino del malhumorado y peligroso Rey Tritón. Dudo mucho que sea casual, porque La Sirenita, sin desmerecer todas sus virtudes, entre otras comenzar el Renacimiento de Disney, no es realmente la historia de Ariel… sino la de su padre. Que no por nada es el personaje más detallado, profundo e interesante. Lo siento, Úrsula, seguirás aun así teniendo un lugar muy grande en nuestras pobres almas en desgracia.
A veces se dan esos casos. Si habéis visto Mad Max Fury Road sabréis a lo que me refiero. El título lleva el nombre de Max, el protagonista es Max, pero la historia… La historia pertenece a Furiosa. En La Sirenita sucede lo mismo, solo que de forma menos evidente y peor elaborada. Los directores, Clements y Musker, se desviaron muchísimo de la historia de Christian Andersen. No solo eliminaron el drama, el papel de las hermanas, el final o… bien, básicamente todo lo que caracteriza a la Sirenita, sino que dieron mayor papel a la bruja (que incluso adquirió un nombre) y, en especial, a Tritón, que ni siquiera era un personaje como tal en la historia original. Y es que Andersen puso como mujer destacada a la abuela de las niñas, y no al padre. Pero bueno, Disney adora eliminar a figuras maternales, ya lo sabemos. Un día puede que incluso hable de ello en la película de Aladdín.
El caso es que todo esto tiene un motivo sencillo. Los escritores eran todos hombres (al menos en La Bella y la Bestia hubo dos mujeres destacadas como Brenda Chapman y una escritora se ocupó del guion: Linda Woolverton. Esta última autora también elaboró el guion de El Rey León y de otras películas menos destacadas como las adaptaciones de Maléfica o Alicia en el país de las maravillas. Pobre mujer, siempre le quitan cosas interesantes de sus ideas originales). Así que lo que hicieron, aunque fuera de forma inconsciente, fue lo que todos los hombres: meter a un personaje masculino con el que identificarse. No me cabe duda de que por eso está tan bien elaborado.
Pero vamos a examinar la película, por si no me creéis.
Hemos dicho que la historia comienza con menciones a Tritón. Acto seguido, tras los créditos, asistimos a un concierto organizado para el Rey, que exige a sus hijas que lo adulen frente a su reino. En el momento en que una falla y lo pone en ridículo, por fin conocemos a Ariel. Una muchachita de 16 años, curiosa, desafiante y enamoradiza, como sucede a su edad. Tritón tiene muchos problemas con ella porque es la única rebelde de entre todas sus hijas (¿quizá? Tampoco sabemos mucho de ellas, excepto que se esforzaron por distinguirlas en diseño), pero parece mentira que tras siete todavía no sepa lidiar con adolescentes.