En esta página hemos hablado y recomendado muchas obras Boys Love. Es un género que, en general, nos llama gracias a la representación tan positiva que puede ser para el colectivo LGBTI+. Si se hace bien se convierte en una forma de escapar de la normativa heterosexual que todavía sigue arraigada en todas las demás obras del mundo del manganime. Nos faltan dedos en las manos para contar las veces que hemos comenzado a leer una obra para ilusionarnos por intuir una atracción romántica o sexual entre dos personas del mismo género para, al final, acabar imponiéndose una pareja heterosexual o, al menos, los indicios de un romance del estilo —sí, te estoy mirando a ti, Carole and Tuesday—. Ya ni hablamos del queerbaiting. Y por ello, cuando encontramos una buena obra BL, corremos ilusionadas a compartirlo entre nosotras.
Pero no todo el mundo se encuentra en la situación de tener a alguien con quien poder celebrar sus aficiones. Y más en el BL, que, debido a la homofobia de la gente y el estigma que genera de manera inconsciente, es más que probable que eche para atrás a demasiados fans. ¿Y que la gente le dé una oportunidad a leerlos? Suena imposible.
Es verdad que existen BL con contenido muy problemático, fetichización y toxicidad a raudales. Pero… ¿acaso no lo tiene también el romance heterosexual que permea nuestras vidas en todo tipo de medios? Por lo tanto, no es un problema del género, sino de la propia concepción del romance en sí y de las ideas homófobas en mangakas, sean intencionales o no.
Dicho esto, hablemos de una historia que aborda estos temas del estigma, de las expectativas y de lo bonito que puede ser compartir historias que nos gustan. Metamorfosis BL, o Metamorphose no Engawa de Kaori Tsurutani trata sobre el florecimiento de la amistad entre Yuki Ichinoi, una adorable anciana y Urara Sayama, una estudiante que trabaja a tiempo partido en una librería. Tsurutani aprovecha esta enternecedora historia para tratar precisamente la dificultad de comunicación en lectoras del género BL. Y qué mejor para ello que mezclar a dos personas que vienen de mundos completamente distintos: Yuki, de un entorno rural, bastante abierta con la gente; y Urara, una adolescente introvertida y que roza lo antisocial. Ambas son un cliché intencionado de lo que vienen a representar. ¡La amable anciana y la adolescente depresiva!
Yuki, al ver que ha cerrado la cafetería a la que iba con su difunto marido, decide pasarse por la librería de Urara a comprar algún libro de cocina. Una vez dentro del establecimiento acaba mirando por accidente en la sección sobre manga, atraída por la preciosa ilustración de la portada de la obra Solo tengo ojos para ti. Como le trae recuerdos de las historias que leía de joven, como La Rosa de Versalles, decide llevárselo para rememorar viejos tiempos. Al ir a cobrarle, Urara se sorprende al ver lo que la abuelita se está llevando a casa. Porque Solo tengo ojos para ti es un manga BL. Uno que, por cierto, la joven adora. Pensando que puede ser para algún nieto suyo, le pregunta si se lo quiere envolver para regalo, porque… ¿Cómo va a leer una anciana algo sobre una pareja homosexual?
Duele un poco ver cómo Urara es quien se sorprende por ver a alguien con esos gustos, cuando es algo por lo que ella misma siente fascinación. Pero, ¿le podemos culpar? Es un lastre social con el que nos han moldeado y hay mucha gente que piensa en estas obras como una especie de “placer culpable”. Aun así, como vemos más adelante, este pensamiento es fruto de la sorpresa inicial, y no vuelve a cuestionar a Yuki más allá de las inseguridades que afloran de la joven al principio de su relación.
A partir de ahí seguimos sus vidas diarias para descubrir un poco más sobre ellas; estamos ante un slice of life, al fin y al cabo.
Urara es una estudiante que no se relaciona con nadie, a pesar de su deseo de compartir su hobby con las demás. Yuki, a pesar de su edad, da clases particulares a niños pequeños —bastante trastos, como todos los críos— de caligrafía tradicional. Ambas se mueven en el mundo de la educación, pero sus vidas no podrían estar más separadas y es un constante contraste entre lo antiguo y lo nuevo: Yuki vive en la típica casita tradicional japonesa, con su porche en el jardín donde sopla una suave brisa y se comunica con un móvil de tapa muy arcaico que para nada me hace sentir viejo, Urara vive en una casa más moderna, con una habitación de adolescente típica del manganime y utiliza un smartphone moderno para hablar con su nueva amiga. Yuki charla bastante mientras que Urara piensa más que habla y la anciana siempre pasea una adorable sonrisa, al contrario de Urara. A pesar de sus diferencias, es gracias a este nexo que es el BL que su amistad va floreciendo poco a poco.
Si tenemos esto en cuenta, lo gracioso es que, si las dos protagonistas fuesen hombres —y, por favor, con menor diferencia de edad—, la obra podría amoldarse a los clichés de una obra BL. Así que podemos decir que Metamorfosis BL toma prestados los tópicos del género, quizá de manera inintencionada, y los lleva hacia la amistad en vez del romance. Como ejemplo, se me ocurre el momento en el que Urara le envía un mensaje a Yuki con intención de quedar para ir juntas a un evento y, como la anciana tarda en contestar, Urara se come la cabeza en un nivel inimaginable pensando que ha hecho algo indebido y que está yendo demasiado rápido. Como si le hubiese pedido una cita.
Al final es una obra muy inocente y sencilla, donde la intención es sacarnos una cálida sonrisa, ¡y lo consigue!
Para ello lo combina con un arte la mar de sencillo pero, igual que su trama, efectivo. Como ya hizo en Don’t Like This, publicado en España por Ediciones Fujur, las caras que Kawori Tsurutani son minimalistas que consiguen transmitir los sentimientos de sus personajes. Podemos, por ejemplo, distinguir el estado mental de Urara a pesar de que tenga una mirada casi perpetua de apatía y, mientras tanto, Yuki desprende esa amabilidad y dulzura que le caracteriza.
Así que hay que agradecer a Norma por traer esta obra a España, además en una edición tan preciosa y bien cuidada. Nos llega en formato de kanzenban finito con unas cubiertas que asemejan el papel de acuarela y que resultan agradables al tacto y le dan cierta sensación de producto de calidad. ¡Y todo esto sin aumentar su precio! Ahora mismo solo se encuentran disponibles los dos primeros volúmenes, pero dado que se trata de una serie cerrada de cinco tomos, el último de ellos recién publicado en Japón, no creo que tardemos en poder tener todos los números en castellano.
Metamorfosis BL sirve como ejemplo de comunicación, de superar esa barrera formada de miedos e inseguridades que bloquean nuestro acercamiento a los demás. Más allá de eso, no es mucho más ambicioso, y es la obra perfecta para disfrutar en un momento que necesitemos un poco de serotonina en nuestra mente.