Seguimos con el episodio 21 de Evangelion, versión del Director. Nos quedamos en que los seres humanos buscan recrear a dios en términos bíblicos.
Abrimos en 2015 con Ritsuko mirando fijamente a la EVA 01. O, más bien, a Yui. Sabe que está dentro, que está despierta. Lo que yo no sabría decir exactamente es con qué clase de expresión, más allá de la meditabunda, la contempla. A veces daría mucho porque se sacara un remaster de Evangelion con mayor calidad para capítulos como este (y eso que la DC ya arregla muchos detalles de la original). Lo único que saco en claro es que Naoko pensó en Yui antes de morir, la eterna rival insuperable que ahora vuelve a estar más presente que nunca. Puede que esa sea la idea, o puede que no. El caso es que Maya nos informa de que lleva un tiempo sin ver a Misato por los alrededores —¿qué habrán estado haciendo Asuka y Shinji entre tanto?—…
Y saltamos al pasado, a la primera vez que se encontró con Misato, en Tokio-2, 2005. Se nos resumen los acontecimientos mediante cartas que Ritsuko y su madre se intercambian. Un detalle interesante es lo aislada que estaba la primera debido al apellido de la segunda. «Me recuerda el peso que tu nombre trae». Ritsuko siempre estuvo sola, en parte por culpa de una madre ausente. ¡Dilema del Erizo al canto! Es curioso que se tiñera el pelo, en especial tan de joven, porque en Japón a veces se interpreta como un símbolo de rebeldía. Quizá buscó una forma de diferenciarse de su madre.
Pero Misato no tuvo problemas en acercarse a ella. Vemos cómo Ritsuko escucha, sorprendida, a Misato hablar, hablar y hablar. Su voz en off nos explica que tiene la impresión de que su nueva amiga no deja de hablar como si quisiera compensar los años que había pasado en silencio.
Naoko responde disculpándose porque tiene mucho trabajo en GEHIRN —todo mientras se empieza a construir Tokio-3— mientras que Ritsuko habla, sobre todo, de Misato. Igual que en el presente, su amiga desapareció durante un tiempo por «culpa» de Kaji. En el pasado Ritsuko estaba mucho más afectada e irritada por ello porque se había encontrado con una parte de Misato que no conocía —Shinji, ¿eres tú?— y no terminaba de gustarle lo frívolo que era Kaji. Supongo que también había cierto nivel de celos porque Kaji le quitó a su amiga. Es interesante porque no es que Ritsuko odie a los hombres, ni tampoco pueda ser frívola a veces, pero es puro orden y control (y por eso en situaciones como la de Gendo se queda tan descolocada, porque está dependiendo de otra persona) y no casa bien con que Misato prefiera a un hombre por sexo.