Impresiones: ‘Mahou Shoujo Ore’ #9, muy machos y mucho machos

El anterior capítulo de Mahou Shoujo Ore reveló a un nuevo macho: la madre de Saki. Todos sabíamos que lo era, pero fue genial verla en su forma de armario. Parece que ahora que estamos tan cerca del final vamos a ver a los machos que quedan. No, esto no es spoiler: salen en el opening.

Empezamos el episodio con un concierto de PRISMA. Parece que el grupo no está pasando por un buen momento y cada vez consiguen reunir a menos público para sus actuaciones. Da la impresión de que van a tener que ir pensando lo de retirarse si las cosas no mejoran.

Por otro lado, las protagonistas se dedican a seguir a su sospechoso número 1 (el único, en realidad), Hyoue. Si hay que esconderse tras un arbusto, ellas lo hacen como buenas acosadoras investigadoras. Hay que decir que ambas se lo pasan en grande: Saki se pasa el día mirando a Mohiro y sufriendo porque Hyoue se le pega como una lapa y Sakuyo aprovecha para acercarse a Saki con la excusa de que pretende pasar desapercibida. Incluso le besa en la mejilla aprovechando que se hacen pasar por pareja.

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La historia de Emil en ‘NieR’ y ‘NieR: Automata’. Tus ojos no son un pecado

En el anterior artículo tocamos la poca información que tenemos del pasado de Emil, anterior a los eventos de NieR. Fueron, con todo, seguramente los años que más le influenciaron y que más enterró después de tener que petrificar a su hermana Halua. Pero a su vez se trató de un período muy corto de su vida, ya que tras eso transcurrieron mil años sin que apenas pasara nada que lo obligara a cambiar.

Así pues, se fueron sucediendo generación tras generación de Replicantes, como podéis comprobar en este artículo si tenéis curiosidad, pero Emil se mantuvo como siempre y eso de alguna forma ha tenido que afectar a su forma de ser y pensar. No sabemos bien qué fue de él, excepto que tendió al aislamiento, siempre con los ojos cubiertos. Se instaló en una mansión construida sobre el laboratorio y esperó. Y esperó. ¿A qué? Bien, nunca se dice, pero es evidente que aguardaba a que algo cambiara, aunque no estaba preparado para intentar encontrar ese cambio por su cuenta. De ahí que Taro decidiera arrebatar los colores a la mansión para enfatizar la sensación del tiempo detenido, de la falta de vida.

Es imposible imaginar cómo debe ser vivir siglos en la oscuridad, en el olvido, sin más compañeros que aquellos que terminaron petrificados por error y un mayordomo llamado Sebastian. De acuerdo a Taro, tanto Sebastian como Emil son inmortales… Lo cual despierta algunas preguntas. Los Replicantes son sustituidos por los androides —así, a veces se dan problemas como el cuerpo de Kainé, mezclado con el del esposo de su Gestalt, que terminó desarrollando una condición de hermafroditismo— y no mantienen recuerdos. Por fuerza, Sebastian no puede ser un Replicante. ¿Significa que Sebastian es un androide? ¿O solo es un apoyo para Emil al que no conviene dar más profundidad en guion…?

En cualquier caso, Emil pasó una eternidad casi solo, renunciando a su vista después de haber condenado a suficiente gente. Por supuesto, eso implica desarrollar una concepción monstruosa sobre sí mismo. Aunque para la época de Nier ha olvidado que tuvo una hermana, considera que su don es más una maldición que otra cosa. Por eso decide de forma voluntaria dar la espalda al mundo… A la vez que desea amigos. Pero no se atreve a buscarlos, en parte por miedo al rechazo. Sin otras personas con las que interaccionar, Emil mantuvo más o menos su personalidad infantil y se consolaba con libros y música. Exactamente igual que cuando era un sujeto de laboratorio.

Al final, Sebastian escribe a Nier pidiendo ayuda para encontrar una forma de curar a Emil. ¡Tras mil años! Y es que la casa es peligrosa, porque se ha llenado de Sombras. Por una pequeña equivocación, termina carteándose con Yonah y a pesar de las malinterpretaciones que esto provoca, cuando Nier se entera de la situación decide quedarse a ayudar.

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Reseña: ‘Algo entre nosotros’, autodescubrimiento y amor primerizo

Una vez más, Milky Way vuelve a traernos una maravillosa historia BL, esta vez de la mano de hagi, una autora novel que despuntó en Japón con la publicación de Algo entre nosotros en 2017, un tomo autoconclusivo al que se añadió un capítulo extra para su publicación en físico. La editorial asturiana ya nos ha malacostumbrado a licenciar obras de este estilo, llenas de encanto y sentimiento. Pero ¿qué diferencia a este BL de otros que ya nos hayan podido ofrecer?

Como suele ser lo habitual, la historia transcurre en un instituto en el que estudian nuestros dos protagonistas, Tajima y Koga. Aunque ambos son de clases diferentes, terminan conociéndose cuando a Tajima se le cae un cubo con agua desde el segundo piso mientras limpiaba el aula. Preocupado por el chico al que acaba de empapar, decide ofrecerle su chándal de gimnasia como disculpa… a la vez que se pregunta por qué estaría llorando. Al final, Koga acaba confesándole que un gato ha matado a su pez y a Tajima se le cae el alma a los pies porque el culpable es Cerdi, su propia mascota.

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Blame! de Tsutomu Nihei. El silencio del viaje más largo

Blame! es una de esas obras que no está destinada a ser muy famosa. Su estética cyberpunk, sucia y claustrofóbica (o agorafóbica, dependiendo del momento) con la mezcla de lo orgánico y mecánico a lo Giger (Alien), unido a una impresionante falta de diálogo crean un inicial rechazo en el lector. Sin embargo, Blame! es una obra… diferente. En muchos aspectos. Personalmente creo que para bien.

Cuando Tsutomu Nihei inició el manga en 1998, no pensó en una trama concreta más allá de un personaje inmortal —como todos sus protagonistas masculinos, ya que Nihei ha afirmado tener un profundo terror a la muerte— recorriendo una enorme ciudad. Aparte, su diseño de personajes era… simple y con una capacidad muy torpe para los rostros. Es más, el fandom solía bromear sobre la falta de sentimientos de sus personajes, hecho que se mantuvo más o menos hasta Sidonia no Kishi (Knigts of Sidonia en España), cuando empezó a aparecer alguna sonrisa o expresión de indignación. Esto podría deberse a que Tsutomu Nihei no empezó a dibujar hasta bien entrados los veinte, momento que dejó de trabajar en una empresa de construcción y decidió que quería probar a ser mangaka.  Después de fallar en algunos concursos, en 1997 logró entrar como ayudante de Tsutomu Takahashi, que trabajaba en Jiraishin. Allí aprendió las bases y al año siguiente logró empezar a publicar Blame!

Nihei ha afirmado que, por entonces, consideraba que hacer manga era una forma de expresión, más que un trabajo. Lamenta que sus lectores encontraran su manga difícil de leer y considera que Blame! es una obra extraña y opaca. Es decir, hasta cierto punto, podríamos compararlo con cine de autor. Sidonia no Kishi y Aposizm, sus mangas más recientes, en cambio, tienen un estilo y un tipo de historia que intenta llamar mucho más al lector corriente.

Pero incluso entonces, Nihei siempre tiene algo especial: el ambiente. Ya desde su debut con Blame! sus historias transpiran un trabajo del mundo impresionante. Por supuesto, el aspecto más destacado suele ser la arquitectura y la ciencia ficción porque, como bien comenta el autor, no son habituales. ¡Y en algo tiene que destacar si quiere que lo distingan entre todos los demás mangakas!

Pero ¿de qué va Blame!?

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Impresiones: ‘Mahou Shoujo Ore’ #8, aprended de la veterana

El capítulo anterior de Mahou Shoujo Ore nos dejó con intriga: ¿quién es el jefe de los demonios? ¿Cómo luchará Ore sin su báculo? ¿Por qué Saki canta tan mal si se supone que es idol? Al menos una de estas preguntas tiene su respuesta en este episodio.

Empezamos con la ya típica escena de Saki despidiéndose de su madre antes de salir de casa por la mañana. La diferencia es que esta vez se va algo preocupada, pues la mujer se encuentra mal. Y cuando digo que se encuentra mal es que se arrastra literalmente por los suelos. Pero, bueno, Saki confía en que podrá arrastrarse hasta un teléfono para llamar al hospital si le pasa algo. Qué buena hija, desde luego.

No pensemos mal. Lo que pasa es que ese día tiene un evento para celebrar las buenas ventas del primer single de los Machos mágicos y eso es lo más importante de su vida en esos momentos. Mucho más que su madre, dónde íbamos a parar.

El evento es un Meet and greet y Ore está nervioso porque la cola de las fans es casi eterna (prácticamente llega a un lugar censurado que es Disneyland) y le tiemblan las piernas como si fueran hojas suavemente mecidas por un huracán de esos de películas americanas del fin del mundo. Por suerte, la mesa está puesta estratégicamente para que solo se le vea de cintura para arriba.

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Analizando Neon Genesis Evangelion #26. La bestia que pedía amor a gritos desde el centro del mundo

¡Bienvenidos al último episodio de Evangelion! ¡Aaaah, la emoción! ¡Por fin vamos a ter-…! Qué diantres, si queda EoE. Os libráis de los agradecimientos y el llanto de mirar hacia atrás. Aunque igualmente, a los que habéis llegado hasta aquí, gracias. ¡Espero que sigamos leyéndonos durante un tiempo todavía!

El capítulo continúa, como no podía ser de otra manera, con la Complementación y un texto no informan no solo de ello, sino que rompe la cuarta pared y reconoce que no hay tiempo para hablar de la de todo el mundo. ¡No queda otro remedio que centrarse en el caso de Shinji Ikari!

Lo primero que vemos es el kanji de miedo, con un fondo rojo agresivo porque es la realidad a la que se enfrenta Shinji. Si no tuviéramos miedo a hacernos daño… probablemente todos estaríamos muertos porque no tendríamos instinto de supervivencia. Pero imaginando que fuéramos capaces de afrontar el miedo, puede que el mundo doliera un poco menos, que las cosas fueran distintas, que no rechazáramos al Otro y fuéramos mejores personas.

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La evolución de Phosphophyllite en Houseki no Kuni (II)

Aviso: Este artículo contiene spoilers de Houseki no Kuni. No sigas leyendo si no vas al día con el manga.

Continuamos con la evolución de Phos. Dejamos la primera parte después de la muerte de Antarcticite, cuando Phos obtiene sus brazos de oro y empieza a utilizarlos para luchar y proteger a las demás gemas. Es un propósito que está dispuesto a cumplir, si bien ya dijimos que pelear ya no le despierta tanto entusiasmo. Casi inmediatamente después, vemos que esto irá unido muy de cerca de la relación entre Phos y el Maestro. La aparición del Lunarian Shiro, a quien el Maestro conoció y miente al respecto, despertará las primeras sospechas de nuestro protagonista. ¿Sobre qué más mentirá el Maestro?

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Analizando Neon Genesis Evangelion #25. Un mundo que se acaba

¡Aquí estamos! ¡A un capítulo de terminar la serie de Evangelion! Y como falté la semana pasada porque Windows decidió destrozarme el ordenador, os traigo 18 páginas de análisis para que os aburráis y entendáis el por qué divido los ensayos. Eso sí, tenemos que preguntarnos… ¿Qué demonios pasa con estos episodios? ¿Por qué una trama regular, que con el anterior episodio dejó claro que estábamos al borde de una apoteosis, de pronto entró en esta espiral de bocetos, filosofía y brutal introspección?

Dinero. Quizá. Otros problemas, como tener que lidiar con un guion que habla de una organización (SEELE) que provoca el Fin del Mundo y que tuvo muchas similitudes con cierto ataque terrorista que traumatizó a la sociedad japonesa. Así que ¿qué quedaba? Podrían haber hecho lo que Madoka Magica y retrasar el final de la serie unas semanas. No lo hicieron y optaron por cambiar la historia. Desconozco los motivos. Si queréis profundizar un poquito en la producción de Evangelion podéis echar un vistazo a este video. Es fascinante pensar cómo los episodios se escribían semana tras semana un poco sobre la marcha.

El caso es que tenemos la Complementación, vista desde dentro. El resultado son muchas escenas recicladas y reutilizadas de forma masiva con la excusa de flashbacks o de despertar ciertas emociones concretas. Hay animaciones diferentes, nuevas, muy asfixiantes y bien tratadas. También se nos deja asomarnos a lo que estaba planeado para el final de la serie. Pero, desde luego, nada de todo esto alcanza el extremo de la improvisación del episodio 26.

Personalmente me gustan bastante los dos episodios finales por el mensaje que dan, a pesar de que no los veo necesarios (quitando el caso de Misato) porque casi todo ya está dicho. No es difícil entender por qué los fans se tiraron de los pelos cuando se les ofreció este cierre de la serie. Pero ya examinaremos la respuesta de los fans cuando hablemos de End of Evangelion. De momento, toca analizar.

Antes de nada aclaremos una duda. ¿Qué es una Complementación? Pues el Fin del Mundo. Es cuando una Semilla de Vida recopila las almas de sus hijos y los devuelve al caldo original, por llamarlo de alguna manera. Todas las conciencias se mezclan entre sí y se van perdiendo a sí mismas a la vez que experimentan lo que otras personas vivieron. Es decir, es una destrucción de la individualidad, un mundo sin Campos A.T. y sin la privacidad que esto supone. Se podría decir que es el Juicio Final.

Así pues, y en especial en End of Evangelionuna serie de personajes se pasean por la mente de Shinji y por la de otros protagonistas. ¿Significa eso que siempre son esos personajes? No. En ocasiones lo que vemos es la proyección de lo que Shinji percibe de esas personas. Es decir, a menudo solo observaremos conceptossombras, reflejos que se enfrentan a Shinji.

Confuso, ¿verdad? Bueno, es la idea. De todas formas lo profundizaremos poco a poco.

¿Qué es lo primero que vemos en este episodio? QUE NO ES HOMOSE- *se la llevan*.

El caso de Shinji Ikari comienza con Kaworu y su muerte, acompañada de la Oda a la Alegría, la Canción de la Complementación.

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Mistral Chronicles