NieR: Automata comienza con un monólogo de su protagonista, 2B:
Todo cuanto vive está diseñado para morir. Estamos atrapados a perpetuidad en una espiral infinita de vida y muerte. ¿Será una maldición o algún tipo de castigo? Pienso a menudo en el dios que nos «bendijo» con este críptico acertijo… y me pregunto si tendremos algún día la ocasión de matarlo.
Sin embargo, cuando terminamos el juego, la pregunta queda sin resolver.
Yoko Taro siempre se ha mostrado interesado en los ciclos de violencia y muerte desde el primer título de Drakengard, y ha explorado estos temas de distintas formas. Poco a poco ha aceptado una visión más sosegada y menos nihilista acerca de las respuestas que buscamos en el mundo. El mensaje de NieR: Automata en la ruta final es que merece la pena intentar vivir, incluso si sabemos que vamos a morir y cometer errores. Que hay segundas oportunidades y que no podemos afirmar que vayan a ser un fracaso. Por tanto, merece la pena creer, porque es el primer paso necesario para mejorar.