En la parte anterior del episodio 22 de Evangelion dejamos a Asuka a punto de enfrentarse a Arael, uno de esos Ángeles más dispuestos a parlamentar e intentar entender, como Leliel. Y, como suele pasar, no va a acabar muy bien este intento de comunicación.
Está lloviendo. Eso no es impedimento para que Asuka pueda hacer sus mediciones para apuntar, pero las nubes juegan un doble sentido, indicándonos que algo va a salir mal y también sirven como elemento visual hacia el final del capítulo para indicar la potencia de la Lanza de Longinus. Asuka, siempre impaciente, tiene que aguardar a que Arael termine de acercarse y se sitúe en el rango de ataque de su rifle.
Pero, un poco como Ramiel, Arael se adelanta al percibir peligro. Antes de que pueda hacer nada, Asuka ve un rayo de luz que se precipita hacia ella. Un rayo que pretende, metafóricamente, iluminar el mundo con la luz del conocimiento y la comprensión entre dos especies primas. Todo acompañado de un maravilloso Aleluya que puede sacarnos una carcajada. A Anno le encanta meter música disonante cuanto más y más cruel se vuelve la escena, para despertar el enervamiento del público al no coincidir lo que ve con lo que se transmite. Se enajena, por tanto, al espectador para que se sienta incómodo, acercándose un poquito más al personaje.
Por otra parte, la música es simbólica. Se trata de Hallelujah (MESSIAH) de Handel, y luego se incluirán otros movimientos. No volveréis a escucharla y a pensar en otra cosa que Asuka, os lo aseguro. En cualquier caso, ahora nos vamos acercando cada vez más al final de los Ángeles y estos son más poderosos, más inteligentes, más omnipotentes. Quizá por eso esta canción. Hallelujah no deja de ser un himno religioso que canta al Señor y a su poder. En general, los Ángeles dan miedo pero hay pocos que hayan suscitado respeto. Zeruel, número 14, sin duda fue uno de los que cambió esta circunstancia. Es ahora cuando los Ángeles resultan mucho más amenazadores porque una cosa es pelear y otra es que pueda invadir la mente de cualquier persona a distancia, estudiarla, destrozarla.