Impresiones: ‘Mahou Shoujo Ore’ #10, revelaciones

En el capítulo anterior de Mahou Shoujo Ore empezó una sesión intensa de stalkeo mal llamado investigación y se nos prometió una continuación de las protagonistas siguiendo descaradamente a Hyoue y, por extensión, Mohiro. Este episodio cumple con las expectativas, pero empieza de una forma inesperada.

Con el pasado de la madre de Saki.

El décimo capítulo de Macho Shoujo nos muestra cómo Sayuri se convirtió en un macho mágico para defender a su crush —Uno— de unos matones. Hay que decir que Sayuri era exactamente igual que Saki: siempre llegaba a clase por los pelos, desayunaba platos tradicionales japoneses mientras corría porque las tostadas están pasadas de moda desde los años ochenta y le atraía un chaval rarito. Igual que Mohiro-chan es una patatita rara e inexpresiva, Uno es un friki de los cíborgs víctima del bullying.

Es importante destacar que existe una diferencia entre madre e hija. Sayuri quería convertirse en macho para vencer a los matones porque tenía un dorama de la leche montado en su cabeza y creía que si se enfrentaba a ellos como una doncella, acabaría… mal. Como en un dorama especialmente dramático de alguna era feudal.

El caso es que se enfrentó a los malos, se presentó a Uno con su nombre real y comenzaron una bella relación que acabó en boda y con una hija un poco tontita (pero, vamos, hemos visto que la madre es igual).

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Impresiones: ‘Mahou Shoujo Ore’ #9, muy machos y mucho machos

El anterior capítulo de Mahou Shoujo Ore reveló a un nuevo macho: la madre de Saki. Todos sabíamos que lo era, pero fue genial verla en su forma de armario. Parece que ahora que estamos tan cerca del final vamos a ver a los machos que quedan. No, esto no es spoiler: salen en el opening.

Empezamos el episodio con un concierto de PRISMA. Parece que el grupo no está pasando por un buen momento y cada vez consiguen reunir a menos público para sus actuaciones. Da la impresión de que van a tener que ir pensando lo de retirarse si las cosas no mejoran.

Por otro lado, las protagonistas se dedican a seguir a su sospechoso número 1 (el único, en realidad), Hyoue. Si hay que esconderse tras un arbusto, ellas lo hacen como buenas acosadoras investigadoras. Hay que decir que ambas se lo pasan en grande: Saki se pasa el día mirando a Mohiro y sufriendo porque Hyoue se le pega como una lapa y Sakuyo aprovecha para acercarse a Saki con la excusa de que pretende pasar desapercibida. Incluso le besa en la mejilla aprovechando que se hacen pasar por pareja.

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Impresiones: ‘Mahou Shoujo Ore’ #8, aprended de la veterana

El capítulo anterior de Mahou Shoujo Ore nos dejó con intriga: ¿quién es el jefe de los demonios? ¿Cómo luchará Ore sin su báculo? ¿Por qué Saki canta tan mal si se supone que es idol? Al menos una de estas preguntas tiene su respuesta en este episodio.

Empezamos con la ya típica escena de Saki despidiéndose de su madre antes de salir de casa por la mañana. La diferencia es que esta vez se va algo preocupada, pues la mujer se encuentra mal. Y cuando digo que se encuentra mal es que se arrastra literalmente por los suelos. Pero, bueno, Saki confía en que podrá arrastrarse hasta un teléfono para llamar al hospital si le pasa algo. Qué buena hija, desde luego.

No pensemos mal. Lo que pasa es que ese día tiene un evento para celebrar las buenas ventas del primer single de los Machos mágicos y eso es lo más importante de su vida en esos momentos. Mucho más que su madre, dónde íbamos a parar.

El evento es un Meet and greet y Ore está nervioso porque la cola de las fans es casi eterna (prácticamente llega a un lugar censurado que es Disneyland) y le tiemblan las piernas como si fueran hojas suavemente mecidas por un huracán de esos de películas americanas del fin del mundo. Por suerte, la mesa está puesta estratégicamente para que solo se le vea de cintura para arriba.

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Impresiones: ‘Mahou Shoujo Ore’ #6, baños termales

Después del capítulo de relleno puro y duro, Mahou Shoujo Ore nos trae el típico innovador episodio de baños termales. Es el primer anime que jamás ha hecho algo parecido (de los que he visto durante la última hora, al menos). Bueno, vale, no es nada nuevo, pero… ¿No os morís de ganas de ver qué topicazos parodia esta vez?

Nuestro querido manager amante de las chicas mágicas lleva a Saki y Sakuyo a un complejo de baños termales para que actúen en una competición de karaoke. Lo interesante del trabajo es que la solicitud es de antes de que se convirtieran en machos mágicos así que no necesitan transformarse para actuar porque están contratadas como ellas mismas. Las chicas están encantadas.

Es solo cuestión de tiempo de que algo les salga mal.

Justo lo digo y aparecen Mohiro y Hyoue, que acaban de grabar un videoclip por esos lares. A priori no es nada malo, pero fijo que se lía en un rato… O eso espero. Mohiro saluda a Saki y ésta entra en pánico. Por alguna extraña razón, empieza a explicar así como quien no quiere la cosa que se encontraron por casualidad y que no es una stalker y acaba asustando al chaval. Otra vez. Por suerte, Saki recupera su sentido común y se disculpa. Mohiro la mata, digo, ciega con su sonrisa mientras le patpatea la cabeza. D.E.P. Saki.

Hablando de muertos, la chica se pone a espantar a los malos espíritus porque sí, porque puede. No hay explicación alguna. No parece funcionarle porque el fantasma de Hyoue interrumpe su (para nada unidireccional) conversación con Mohiro. Hyoue y Saki empiezan a picarse y a ver quien lo tiene más grande. El talento, claro. Hyoue se lleva a Mohiro —que se deja porque tiene la personalidad de una patatita hervida— y Sakuyo se muere un poco de celos porque su amor está colada por su hermano. Nada que no hayamos visto antes.

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Impresiones: ‘Mahou Shoujo Ore’ #5, ¿ya empezamos con el relleno?

Mahou Shoujo Ore llega a su episodio 5 con una sorpresa: los machos (Saki y Sakuyo) se han ido de vacaciones. ¿Qué será de este capítulo sin ellos? Básicamente: caos, cíborgs, animadores y relleno. Lo normal en estos casos, vamos.

Este episodio va a ser protagonizado por Ichigo Fujimoto y sus cinco hermanos. Al final del capítulo anterior pensábamos que eran mangakas pero han resultado ser animadores. Nada más empezar podemos ver una reunión donde un tal C-Mizu presenta el proyecto de un episodio de anime y es rechazado por presentar similitudes con otro anime protagonizado por sextillizos cuyo nombre no voy a decir pero es Osomatsu. Hay que decir que la escena es directamente cruel: C-Mizu no tiene oportunidad de explicarse y el jefe reacciona con violencia: le lanza los folios a la cara con tanta fuerza que le hace sangre.

Como habréis podido imaginar este episodio es una gran crítica a la industria japonesa de la animación y a la precariedad laboral en la que se encuentran sus trabajadores. No es una situación excepcional. No hay más que ver la resignación con la que C-Mizu acepta el trato que recibe. Si bien el plagio (aunque solo sea en el diseño) debe ser rechazado, esas no son maneras de tratar a un subordinado o, más allá de las relaciones laborales, a un ser humano.

El caso es que C-Mizu llama a los Fujimoto para dar la noticia y arde Troya. Después de tanto trabajo se lo han echado por tierra justo antes de que viera la luz. No tienen recursos para hacer el capítulo con tan poco tiempo, así que la compañía ha prescindido de ellos y ha contratado a otros cuatro que, por mucho dinero, lo pueden tener para emitirlo sin retrasos. Cuatro personas trabajando para el mismo capítulo por separado es una chapuza. Todos hemos visto memes de lo que pasa cuando varias personas hacen las cosas cada una por su cuenta y luego lo juntan al acabar. El resultado es terrible. Apocalíptico. Algo así como la Madriguera de los Weasley. Los Fujimoto son conscientes de ello y por eso piensan hacer ellos mismos el capítulo buscando recursos de debajo de las piedras. Todo para salvar al mundo de… ¿un monstruo raro que hay en la calle?

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Impresiones: ‘Mahou Shoujo Ore’ #4, aparece un cutre-cíborg

Este cuarto episodio de Mahou Shoujo Ore empieza con la figura del rostro cubierto (no tengo muy claro con qué, aunque parece un cubo de esos de palomitas que se compran en el cine) del final del capítulo anterior luchando contra un pelotón de nyas baras que se disponen a cortar la luz de la ciudad para secuestrar a alguien —mi intuición femenina dice que se trata de Mohiro— en medio del caos. El desconocido vence de una forma mucho más elegante que las protagonistas de la serie (con una pistola eléctrica) y de la nada encuentra un periódico donde hablan del debut como idol de las chicas mágicas. No parece gustarle mucho la noticia porque grita al viento «¡Chicas mágicas!» un total de tres veces y cada vez con más odio que la anterior. Es una escenita tan típica del anime que no sé cómo se han esperado tanto para meterla.

Volvemos con las heroínas, que tienen que ir al baño del estudio de televisión a transformarse. Qué no daría yo por ser una de las señoras que presencian cómo dos chicas se meten en unos cubículos, confiesan su amor por un tal Mohiro-chan y por una tal Saki y salen transformadas en armarios tras una luz cegadora. Es que tiene que ser brutal. Como Ore y ¿el otro tiene nombre? son unos profesionales, se dirigen a sus camerinos ignorando a las miradas indiscretas de la gente, que no se corta en preguntarse en voz alta si son hombres, están haciendo cosplay o cómo va la cosa. Seguramente habrá un montón de chicas con esas pintas por esos mismos pasillos, pero ver a dos tíos en falda es el acabose. Por otro lado, llaman la atención de dos idols veteranas que, a juzgar por el opening, serán importantes más adelante.

Saki sigue dándole vueltas el hecho de que Sakuyo se le haya confesado. Y es que es difícil de ignorar ese detalle cuando lo grita cada vez que se transforma y se dedica a pegársele cual lapa en su forma macho. Por si no lo creéis, tenéis más abajo una captura bella bella que sirve de prueba. Por otra parte, Saki está frustrada porque, si bien su sueño siempre fue el de convertirse en idol (y triunfar), jamás pensó que lo haría como Ore. Lo bueno es que Mohiro comentó que ese día estaría en el estudio, así que tiene las esperanzas puestas en verle. Es justo pensar en ello y aparece… con el personaje enmascarado —¿se le puede llamar así?— pegado del brazo.

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Impresiones: ‘Persona 5: The Animation’ #3, todos callan y Mishima habla

En el episodio anterior de Persona 5: The Animation, Ryuuji logró invocar a su propia Persona, Captain Kidd. Además, gracias al extraño ser llamado Morgana —que se enfada si le llaman gato demoníaco—, aprendimos que el grotesco castillo que se alzaba donde el instituto Shujin debería estar era un Palacio, es decir, otra realidad que refleja los deseos del corazón de alguien (en este caso, Kamoshida).

Esto es lo que Igor y sus dos ayudantes de la Velvet Room nos recuerdan al empezar este capítulo. Además, añaden que el Palacio de Kamoshida cobra forma de castillo porque eso es lo que el instituto representa en su distorsionado corazón. Sus habitantes no son reales: solo se trata de sombras a semejanza de los estudiantes de Shujin. Igor se pregunta cómo logrará Ren acabar con ese lugar… Y es que Igor tiene cierta tendencia a hacer preguntas pero lo que es responderlas no es su punto fuerte. Porque, como ya comenté, todo esto lo sabíamos ya gracias a Morgana. Igualmente, se aprecia este resumen por si alguien no hubiera logrado asimilar de las revelaciones del anterior capítulo de una semana para otra.

Por lo visto, el discurso de Igor no es un mero recordatorio que hacen por nuestro bien, sino un sueño que tiene Ren acerca de la Velvet Room. Maldito seas, Igor. No dejas al pobre dormir en paz y, además, nunca nos das información nueva.

Ren aprovecha para contarle su sueño a Ryuuji mientras esperan al tren que les lleva al instituto. El andén está lleno de gente y hay bastante ruido, así que sus palabras no deberían llegar a oídos ajenos… Si no fuera por el hecho de que Ryuuji grita como si le fuera la vida en ello y tiene la sutileza de una ballena varada en una playa. ¿Sabéis quién llega al andén justo para oír al chaval confirmando que los rumores sobre los abusos al equipo de voleibol son ciertos? Sí, el famoso detective Goro Akechi. Resulta evidente que esa parte de la conversación ha llamado su atención. Aún tendrán suerte de que no alcance a coger el mismo metro y de que no les haya oído hablando de Palacios, sombras o un gato demoníaco Morgana, a quien Ryuuji ha bautizado como Monamona. Renren, Monamona… ¿Ryuuji podría ser más mono original? Imposible.

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Reseña: ‘The Promised Neverland’ #1, que no os engañe su feliz portada

Apenas hace una semana que salió a la venta el primer tomo de The Promised Neverland de Kaiu Shirai (guion) y Posuka Demizu (dibujo) y nos ha faltado tiempo para ponernos a reseñarlo. Este manga fue una de las novedades que Norma Editorial anunció en el Salón del Manga de Barcelona del pasado noviembre y, cinco meses después, ha llegado a las librerías de nuestro país con una promoción que seguro que animará a más de uno a hacerse con un ejemplar: la primera edición del primer tomo cuesta solo 4 euros. Dichos tomos están marcados con una pegatina que, para alivio de todos, se quita sin dejar marcas.

The Promised Neverland nos traslada al orfanato House Field Grace, donde varias decenas de niños viven felices bajo el cuidado de una mujer a la que llaman Madre. Cada día, todos los jóvenes dedican parte de la mañana a hacer una serie de tests y luego tienen el resto de la jornada para jugar con el resto de niños —a los que consideran hermanos— o relajarse. La verdad es que es una vida casi utópica para los habitantes de House Field Grace: tienen casi todo el día libre, su casa está en muy buenas condiciones, viven rodeados de naturaleza a las afueras de un bosquecito, nunca les falta comida y su ropa, de color blanco, siempre está inmaculada. Solo tienen que tener cuidado con no acercarse a la Puerta de salida del recinto (que se encuentra separada de la casa, en una especie de muralla) ni a la valla que lo limita por la zona del bosque. No es un gran problema, tienen espacio por el que corretear e, incluso, jugar al escondite entre los árboles.

Entre esos huerfanitos, se encuentran los protagonistas de esta historia, Emma, Norman y Ray, que son los más mayores (con once años) y los más inteligentes. Y no lo digo yo, lo dicen los resultados de sus exámenes, que son simplemente perfectos. De entre los tres protagonistas, Emma destaca por su fuerza física, Norman por sus capacidades analíticas y Ray por sus conocimientos. Emma y Norman son los más sociables del trío y pasan mucho tiempo juntos mientras que, por otro lado, Ray prefiere sentarse por ahí para leer tranquilamente.

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Impresiones: ‘Mahou Shoujo Ore’ #3, ¡el yuri es canon!

Han pasado un par de semanas desde la emisión anticipada del episodio anterior de Mahou Shoujo Ore, pero no creo que nadie haya olvidado cómo quedó la cosa. El final o, más bien, el capítulo entero fue tan intenso que seguramente se os quedó grabado en la memoria. Saki, en su forma Ore, estaba atrapada por los tentáculos del macho nya enemigo—sigo sin saber cómo explicarle esto al psiquiatra— y todo parecía perdido cuando hizo acto de presencia su salvadora: Sakuyo, que había logrado transformarse en Macho Shoujo gritando a los cuatro vientos su amor por Saki.

Algunos malpensados —y la propia Saki— dirán que lo dice de una forma amistosa, o que le gusta la forma Macho de la protagonista (como parece ser el caso de Mohiro). Como el primer armario mágico no quiere quedarse con la duda, se lo pregunta y la respuesta que recibe es clara como el agua. Sakuyo quiere a Saki de forma sexual. De hecho, quiere a cualquier forma de Saki, no específicamente a Ore. ¿Sabéis ese topicazo de la mejor amiga que todo el fandom shippea con la protagonista porque es evidente que está hasta los huesos por ella pero nunca llega a confirmarse que es canon? Pues Mahou Shoujo Ore lo adapta con una mejora evidente: es canon. ES CANON. A Sakuyo le gusta Saki. Tenemos yuri, señores. Y-U-R-I.

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Mistral Chronicles