Impresiones de Banana Fish #6 – Mi ciudad perdida

Al contrario de lo que pueda parecer, me gusta señalar las incongruencias y las barbaridades que Banana Fish nos intenta vender como adultas, románticas y guays, pero en este sexto episodio me he dado cuenta de que he pasado por alto una de enorme. Y ha tenido que ser Max Lobo quien, hablando con Ash, me ha abierto los ojos:

Verte poner muecas de esa manera hace que recuerde que sólo eres un niño.

Por el amor de Dios. Tiene razón. ¡Ash es un crío! Legalmente, es menor de edad en todos y cada uno de los Estados Unidos —y casi todos los países del mundo, por cierto—, y sin embargo… le encerraron en una cárcel de adultos. Qué.

No, en serio. Me parece estupendo que la mafia esté detrás de su reclusión y todo eso, pero no puedes coger y meter a un niño en prisión así sin más, por muy policía corrupto que seas. He estado buscando bajo qué circunstancias pueden encerrar así a un menor y, por lo que tengo entendido, en Estados Unidos se aceptaría en caso de que dicho menor fuese condenado a cadena perpetua. Esa podría haber sido la pena de Ash, ya que le culpaban de asesinato, pero si tenemos en cuenta que lo terminan liberando al cabo de pocos días y sin muchos problemas… Chirría un poco, ¿no?

No sé cómo tomarme Banana Fish después de esto.

En fin. Hola. Bienvenidos.

Como podéis ver, el episodio de hoy empieza fuerte, y esto es sólo el principio. De hecho, estamos ante unos acontecimientos tan especiales que necesito pasarme, aunque sea sólo en esta ocasión, al formato de análisis. Tengo mucho que decir y con unas impresiones no me basta. ¿Lo siento?

Mi ciudad perdida


Vamos a quitarnos el título de encima. Mi ciudad perdida es un ensayo de F. Scott Fitzgerald sobre la idealización de la ciudad de Nueva York en el siglo XX, contrapuesta a una realidad mucho menos atractiva. ¿Es posible separar ambas ideas o están obligadas a coexistir? Aplicamos la obra de Fitzgerald al hogar de Ash, el sitio en el que él y Griffin se criaron —que yo pensaba que habíamos llegado al final del episodio anterior. Ahora entiendo menos lo de quitar el ending, pero… vale— y donde todavía viven sus padres.

En esta escena tiene lugar el que considero que ha sido el momento más gracioso de todo Banana Fish. La pandilla llega a ese precioso lugar bucólico pastoril y todos menos Ash (que es demasiado macho para sentir algo que no sea odio y rabia) se quedan maravillados ante el paisaje. Y entonces Shorter va y suelta:

Cuesta creer que [este sitio tan bonito] sólo está a quinientos kilómetros de Nueva York.

Se me saltan las lágrimas. Quinientos kilómetros.

De no saber lo que está por venir, este sería mi episodio favorito de Banana Fish sólo por esto. Esta delicia de frase. Puede que sólo sea un error tonto, tontísimo de traducción, pero voy a pensar que no es así. Voy a creer que Shorter se ha sorprendido de verdad de encontrar un trozo de campo a más o menos la distancia entre Madrid y Barcelona. La cúspide del humor.

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Recomendaciones Mistral para el invierno (2019)

El tiempo vuela y ya hemos llegado a una nueva tanda de recomendaciones. Empieza el invierno, la Navidad nos pisa los talones, y vamos a aprovechar que la gente tiende menos a la pobreza en esta época para tentaros con juegos y manga variaditos.

El canto a la libertad de ‘Sombras sobre Shimanami’ #1 y #2

Me enamoré de Shonen Note desde que empecé a leerlo. El estilo de dibujo, la historia, la forma de narrarla… Su autora, Yuhki Kamatani, había logrado algo increíble y, al terminar el manga, creía que no sería capaz de superarse. Me equivocaba. Y por eso hoy vamos a hablar de Sombras sobre Shimanami.

La editorial Tomodomo trajo el primer tomo poco después de finalizar la traducción de Shonen Note, pero, a pesar de que se trataba de la misma mangaka, no terminó de atraerme. Por una parte, estaba el altísimo listón que había dejado la obra anterior y, por otra, la sinopsis me parecía demasiado floja. Demasiado básica. ¿Un chico al que acosan por ser homosexual? Es la premisa de cientos de series, películas, libros, cómics, que a pesar de visibilizar un problema muy real, no van más allá de señalar que la homofobia es mala y que debemos ser tolerantes. Vamos, algo cualquiera con dos dedos de frente ya sabe.

Y es verdad… a medias. Porque si conocéis a Kamatani, ya sea por Shonen Note o por Nabari no Ou, sabréis que tiene una forma muy particular de transmitir sus ideas, por básicas que puedan parecer a simple vista. En vez de limitarse a un «la homofobia es mala, respetad a los demás», Sombras sobre Shimanami disecciona a sus personajes para demostrar toda clase de actitudes, no sólo con respecto al género y la sexualidad, sino también sobre la identidad personal y el sentido de una comunidad que lucha contra la opresión. Temas muy presentes en todas sus obras, pero ensalzados al extremo en Shimanami.

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Un lugar en la sociedad: Las gemas dentro y fuera de Houseki no Kuni

Haruko Ichikawa escribió Houseki no Kuni para responder a una pregunta: ¿es posible formar parte de la sociedad sin tener un papel significativo en ella y ser feliz? Toda la trama gira alrededor de ese tema y juega con personajes como Phosphophyllite, que lucha casi con desesperación por hacerse un lugar entre las demás gemas, Cinnabar, que opta por rendirse y aislarse a sí mismo, o Bortz, que tiene su papel muy bien definido y asumido, y es respetado por sus compañeros.

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Reflexionando sobre el feminismo en Dishonored (I)

Hace poco, en Mistral recomendamos videojuegos con buenos personajes femeninos, y no pude omitir a mi queridísimo Dishonored; o, mejor dicho, a Dishonored 2. Y como me quedé con las ganas de hablar largo y tendido sobre las maravillas de este juego, se me ocurrió rescatar mi antiguo artículo de Deculture.es, corregirlo y ampliarlo un poco. Porque esta saga tiene toda una historia con el feminismo y la falta de él, y vamos a analizarla juego a juego.

¡Cuidado, spoilers a continuación!

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Siete razones para amar Shonen Note, de Yuhki Kamatani

El 25 de septiembre del año pasado, la editorial española Tomodomo puso punto y final a Shonen Note, de Yuhki Kamatani, después de más de dos años publicándose.

La historia de Yutaka Aoi, el niño soprano, se ha ganado en este tiempo los corazones de sus lectores y los ha transportado al mundo de sonidos en el que habita. Junto a él, hemos conocido a los miembros del club de coro de su instituto, leído sus historias y sueños y recorrido con todos ellos un largo camino de descubrimiento personal y evolución, trabajado en una delicada fusión de historia y música. Shonen Note es, sin duda alguna, un manga único que merece ser leído, y ahora que el octavo tomo ha concluido, es un buen momento para analizar qué es lo que hace que sea tan especial. Y, para ello, reunimos siete razones.

Aviso: Este artículo no contiene spoilers de la trama ni del final, pero sí del carácter general de la historia.

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Impresiones de Banana Fish #5 – De la muerte a la mañana

¡Estamos de vuelta con Banana Fish! ¿Nos habéis echado de menos? No os preocupéis, todavía nos quedan unas diecinueve semanas de impresiones como mínimo. ¡Viva!

Dejamos el episodio anterior con Ash y Max llorando la pérdida de Griffin, pero este empieza con más optimismo. Renovada la solidaridad entre los dos, Max convence a Ash para que se entreviste con su abogado, y vemos que este le ha conseguido nada menos que la libertad condicional —un poco amañada, ya que la semana pasada vimos que había favores de por medio. No es de extrañar, si tenemos en cuenta que el comportamiento de nuestro protagonista en la cárcel no ha sido ejemplar, que digamos—.

Pero consigue salir, y eso es lo que importa.

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Mistral Chronicles