Analizando el anime de Sailor Moon: 6-10

¡Continuamos con los análisis de Sailor Moon! Aquí podéis leer el primero. Y recordad: ¡spoilers por todos lados!

La trama


El episodio 6, la verdad, es uno bastante decente a pesar de la locura de los planes de Jadeite. Resulta que ha desarrollado un casette malévolo que, cuando se reproduce, roba energía. ¿Y qué mejor idea que reproducirlo en una cadena de música? Por desgracia para Jadeite, el youma de turno pierde el casette cuando la productora Akiko se lo lleva al confundirlo con el que le ha enviado el músico Yusuke Amano. En vez de matar a Akiko, el youma decide retirarse porque entra a la habitación un segundo humano. ¡Cuidado, no vayas poder matar a los dos!

Usagi, que adora escuchar la música de piano de Yusuke, se topa con él cuando está huyendo del youma que lo persigue para recuperar el casette (que, sí, ha acabado en sus manos). Interesada por su comportamiento, emplea el bolígrafo deus ex machina para convertirse en… en una supuesta adulta que para nada tiene aspecto de adolescente y así poder entrar al local para mayores de edad y escucharlo tocar. El youma aparece, roba el casette, y el músico no está dispuesto a dejarlo escapar porque es la única copia que pretendía dedicar a Akiko. Usagi ayuda en la persecución hasta que llegan a la discográfica, donde el youma secuestra a Akiko. Usagi distrae al primero lanzando el casette a lo alto, de tal modo que Akiko queda liberada, Luna atrapa el casette y lo destruye. Tras esto, Sailor Moon se enfrenta al youma y logra derrotarlo con una ingeniosa y poco probable idea de devolverle las altas frecuencias de sus ataques usando altavoces. Usagi termina el episodio contemplando con una sonrisita un CD (¿para qué usan casettes?) dedicado a Sailor Moon.


El siguiente episodio es acerca de idols. Ah, sí, qué tema tan sano y bonito. Inspiradas por una idol local, Usagi y Naru deciden convertirse en unas cantando Moon densentsu… No muy bien. Y sin demostrar mucha habilidad para bailar. ¡Pero no pasa nada! Jadeite va justo tras esta idol, que acaba atada en su bañera y suplantada por un youma que asumiremos que no la asesina porque la necesitará viva para imitarla o algo. La idea de Jadeite es crear un concurso para que toda la gente reciba un pin por hacer cualquier cosa: acrobacias, chistes, bailar, cantar… ¡La cosa es atraerlos y robarles su energía! Naru y Usagi se separan para competir la una con la otra, y aparece Mamoru por casualidad investigando el tema del concurso e invita a nuestra protagonista, cuidadosamente salteando una sarta de insultos y humillaciones, a que ceje en su empeño de convertirse en idol. Al final Usagi debe prestar atención a lo que está ocurriendo cuando todos sus compañeros empiezan a comportarse como si fueran estrellas, firmando autógrafos que nadie recoge, y acude al teatro a investigar, donde se encuentra un hermoso percal. Entre otras cosas tenemos otra escena del Exorcista con el youma, en la que Usagi reacciona con un horror natural y completamente comprensible, y la pobre solo se transforma cuando Luna la convence. Por supuesto, Tuxedo Kamen debe salvarla y al final eliminan al enemigo.

¡El episodio 8 es donde aparece Ami Mizuno, también conocida como Sailor Mercury! Resulta que es compañera de instituto de Usagi y que, al contrario que esta, saca unas notas espectaculares a nivel estatal. Y Usagi siendo Usagi, siente un interés creciente por volverse su amiga y lograr alguna fórmula mágica para sacar más nota… que no implique estudiar duro, por supuesto. De paso, Luna recuerda que está en una misión y que debe encontrar a una supuesta Princesa de la que todavía no tenemos información alguna, por lo que se comunica con sus misteriosos aliados mediante recreativas de Sailor V.

Entonces revela que siente suspicacias sobre Ami debido a su aura, lo cual indica un poco cómo identifica Luna a las Sailor, por mucho que en este episodio confunda a la pobre chica con un youma. Creo que la mejor escena es cuando Mamoru se choca con Luna y Usagi teniendo una pelea y pregunta en voz alta si el gato ha hablado. ¡Pero bueno, la trama! Usagi se dirige a la escuela extracurricular donde estudia Ami, y en la que se reparten CD’s con programas que absorben la energía de los alumnos. Ami, sin embargo, es la única que no lo ha usado porque considera que es «hacer trampa». El youma de turno lanza a estudiantes poseídos en otra escena donde Sailor Moon acaba acorralada contra una pared y parece que vayan a violarla. Entonces Ami muestra en su frente el símbolo de Mercurio, por lo que Luna le entrega un bolígrafo para transformarse en Sailor Mercury y salva la situación esparciendo niebla por la habitación para que Sailor Moon tenga espacio y lance su tiara. ¡Y así, sin angustias por su futuro, Ami acepta su nueva labor con responsabilidad y se propone salvar el mundo además de sacar buenas notas!

En el siguiente episodio, Usagi se esfuerza por lograr que Ami sea más abierta y se la lleva a visitar tiendas, que no de compras, ya que no es que anden muy abundantes de dinero. Luego, la madre de Usagi trae un reloj con forma de gato que provoca que la protagonista se despierte a primera hora ¡y llegue puntual a clase! Como suele pasar con los relojes. Pero no, este reloj es sobrenatural o no explicaríamos que de pronto Usagi empiece a meterse prisa para todo y así aprovechar el tiempo… Y no es la única. Todo el mundo en clase parece morirse por aprovechar su tiempo. Al final Luna deduce que todo es culpa del reloj y lo desguaza junto a Ami, que ahora tiene un mini ordenador portátil para nada adelantado a su tiempo. Una vez recuperada Usagi de su cagaprisismo, acuden a la tienda de relojes para luchar con el youma de turno, Tuxedo Kamen salva el día al romper el reloj que es la fuente de poder del youma y poco más que contar.

En el episodio 10 resulta que están desapareciendo autobuses repletos de jovencitas. Cuando Usagi y Ami acuden a investigar, se encuentran con que mucha gente culpa a la gente de un templo donde trabaja una atractiva joven llamada Rei, que posee intensos poderes espirituales. Y para nada es la siguiente Sailor. Ni siquiera tiene dos cuervos que se llaman Phobos y Deimos, como las lunas de Marte. Su abuelo, un pervertido de cuidado y pederasta y… ¿bisexual? uuuh, ha contratado a un hombre que para nada es Jadeite, y que para nada sugestiona a niñas para que se metan en ese autobús que se dirige a otra dimensión donde se les roba la energía. Nah. Al final Usagi aborda uno de los autobuses fingiendo ser una… una… ¿azafata de autobuses, supongo?

Entre tanto Rei descubre que Jadeite es quien está detrás de todo y este, en vez de matarla, la arroja a la misma dimensión donde acaba el autobús. La tiara de Sailor Moon ahora (y nunca más) funciona como una suerte de lazo para atrapar al youma de turno y Luna le entrega el bolígrafo de transformación a Rei, que se convierte en Sailor Mars, que utiliza intuitivamente sus poderes para convertirse en el tanque del equipo y reducir a cenizas a su enemigo. Como curiosidad, es el primero que no muere a manos de la tiara de Sailor Moon. Tuxedo Kamen, salido de la nada, conduce el autobús para escapar del lugar y Rei se encapricha un poquito de él mientras Sailor Mercury reabre el portal que llevaba a la otra dimensión con el poder de… la… amistad.

 

Personajes


Ami Mizuno y Rei Hino entran a escena

Al contrario que Usagi, que es una chica normal y corriente, el resto de Sailors siempre tienen «algo» que las hace destacar. En el caso de Ami, es la niña más inteligente del país con un coeficiente que salta por las nubes e hija de una doctora (gracias, Sailor Moon, por no olvidar a las madres), lo cual significa que no es solo buenísima en los estudios, sino también rica, guapa y responsable. A ello se suma que le cuesta comunicarse y no tiene mucha idea de cómo comportarse con los demás. Por tanto, despierta las envidias ajenas.

Pero por eso es tan importante que Usagi se acerque a ella por pura curiosidad, sin tener en cuenta los comentarios de sus compañeros. Lo primero que piensa de Ami es que es mona por cómo habla de Luna como si fuera un ángel. A pesar de que hay cierto interés en su relación inicial con Ami para que la ayude a estudiar, se la lleva a que intente pasárselo bien jugando a un videojuego. Así que Ami queda catalogada como de otro mundo a pesar de que todo lo que sabemos acerca de ella es que es una chica agradable, respetuosa, un poco Yamato Nadeshiko… ¿No es exagerado idealizarla tanto?

Quizá. Sin embargo, creo que esto es una consecuencia de la intención original de Naoko Takeuchi, que aspiraba a desvelar que Ami era un robot (que moría cruelmente) cosa que le prohibieron en el manga. Es decir, que Ami esté tan relacionada con la inteligencia técnica y no emocional, y que sea un as con ordenadores, videojuegos y cosas similares es porque sería realmente una criatura distinta a nosotros. En especial porque acepta de inmediato su papel como Sailor Mercury, a pesar de que han estado a punto de cortarle la cabeza con un hacha, así como la existencia de los Youma. Supongo que es parte de su caracterización como alguien muy analítico. Por otro lado, diría que lo más importante de Ami es lo feliz que parece al poder pertenecer a algo. No por ser especial, porque eso la ha aislado, sino porque tendrá compañeras que estarán junto a ella.

Pero si fuera un robot no podríamos admirar la cara de incredulidad, como si estuviera viendo algo ridículo, que se le queda cuando Usagi se transforma, así que me conformo con que sea humana. Aunque casi da la impresión de ser otra cosa porque sabe que Sailor Moon es quien debe dar el golpe final, así que….

El caso es que las Sailor desprenden una energía que se puede confundir con la de un Youma. ¿No habría sido bonito que se sacara partido a este elemento? Lo único que podemos hacer es imaginar que esto se debe a que ambos grupos son alienígenas, o al menos las Senshi lo son en origen, y… ya. Una más de las ideas que jamás se explotarán y que generan ciertos problemas. Por ejemplo, que Luna nunca antes había sospechado de Ami a pesar de que iba a la misma escuela que Usagi. Es más excusable, sin embargo, en el caso de Rei. No solo va a otro instituto, sino que vive en un templo, por lo que no suele ir por los mismos sitios que Ami.

Como clásicas rojo-azul, no podrían ser más distintas. Ami es pura amabilidad y tecnología, mientras que Rei es brutalidad y espiritualidad. Lo lógico, entonces, sería establecer una rivalidad entre Ami y Rei con Usagi como mediadora, pero supongo que tiene cierto sentido que sea entre Rei y Usagi. Después de todo, son bastante parecidas, tienen personalidades fuertes y una suele estallar en furia y la otra en lágrimas. Además, también hacen un juego de rojo-azul. La lástima es que la rivalidad se base en temas amorosos. Realmente, de crushes. Es una dinámica precipitada y salido de la nada. Rei apenas ha intercambiado dos palabras con Usagi y ya la tacha de incompetente, posiblemente fea y sin esperanzas por ligar con Tuxedo Kamen porque, bueno, cómo va a competir con ella. Curiosamente, Usagi parece sentir una admiración por Rei distinta a la que experimenta por Ami. Quiero decir, con Ami no se sonroja. ¿Hablamos ya de la posible bisexualidad de Usagi o nos esperamos a cuando ligue con Haruka? Sin duda a Usagi le atraen las personalidades fuertes y la gente que se cachondea de ella: Mamoru, Rei, Haruka, Seiya… Y en general casi todos son morenos… Veo un patrón.

Rei es popular entre las mujeres, más que entre los hombres diría yo.

Siempre he encontrado interesante que se la presenta como la más espiritual de las Senshi; sacerdotisa desde los catorce años, acostumbrada a luchar contra espíritus malignos y el depravado de su abuelo… También está aislada, como ocurría con Ami, por sus dones, por su sentido de la responsabilidad y por lo maleducada y agresiva que es con los demás. Apropiado para su personalidad de Marte, dios de la guerra sin sentido. Es muy interesante que su poder sea el fuego, tan relacionado con la purificación, lo cual la acerca más que otras Senshi a Usagi, la curandera oficial del grupo.

Entre esto y que al parecer puede hacer profecías, supongo que no es tan raro que Luna llegue a sospechar que podría ser la Princesa, a pesar de que en principio no percibe ningún aura particular como le ocurrió con Ami. Pero, por algún motivo, le deja el objeto de Marte para transformarse. Ojalá entender a Luna, de verdad.

Eso sí, el sentido práctico es escaso en Rei. Para ser un personaje tan agresivo, mientras muchísimas chicas van desapareciendo, prefiere quedarse intentando hacer profecías antes que ver con sus propios ojos qué es lo que está sucediendo. Al menos, debido a su entrenamiento como sacerdotisa, se convierte en un añadido básico para un grupo donde había una chica de ataques muy pasivos y otra que solo puede asestar golpes finales. Rei es tan hábil con la espiritualidad y la magia que ni siquiera necesita que le enseñen la fórmula para lanzar su Fire Soul. Eso sí, se asusta de un gato parlante y no de una Youma. Me fascina la lógica de esta serie.

Usagi, rozando a los superhéroes de a pie

A pesar de que Sailor Moon se va a ganar un renombre digno de Sailor V, la serie casi nunca trata el hecho de que las Sailor son figuras públicas (a menos que quieran hacerlo para un capítulo aislado). Es una discontinuidad típica de las historias episódicas y Sailor Moon peca mucho de ello. Si los guionistas tuvieran que ser coherentes, la población estaría aterrorizada ante los casos de destrucciones, posesiones, monstruos y niñas vestidas de marinerito que salen para salvar a la población local disparando tiaras, fuego o burbujas de agua. Qué se le va a hacer, pero no vamos a negar que habría sido divertido que tuvieran que evadir a la policía y al Gobierno mientras hacen el bien por Tokio, ¿verdad? Y, ahora que lo pienso, qué apropiado que todos los ataques se concentren en una misma ciudad… Desde luego se puede justificar con que Beryl busca el Cristal de Plata, y supongo que habrán acotado la búsqueda en un lugar concreto, pero no deja de ser cómodo para los dibujantes tener unas referencias claras para la vida cotidiana de Usagi y no justificar viajes a otras ciudades de una niña de 14 años que no sabe conducir.

El caso es, hay ocasiones como el episodio 6 donde Sailor Moon trasciende su papel de protagonista de una serie episódica. En esta historia Usagi casi suplanta a su alter ego, porque es ella quien se interesa por el destino del músico, sin que Luna tenga que forzarla a actuar, y lo persigue de un lado a otro para intentar protegerlo. Por una parte es adorable ver a una niña pequeña esforzándose por proteger a un desastrito andante como es este señor, y por otro habla mucho del crecimiento de Usagi como personaje (un crecimiento ambivalente, por desgracia). Puede ofrecer su paraguas a un hombre que la ha embestido, aterrorizado, bromear sobre romances con él en un coche y arriesgar su vida para fastidiar los planes de los demonios. ¡No solo eso, sino que se transforma… frente a la gente que acaba de salvar! Nunca se explica qué pasa con esta escena, pero resulta en una recompensa espiritual para Sailor Moon, que se convierte en la portada del siguiente disco del compositor. Un bonito recuerdo que hace las veces de reconocimiento real, cuando la mayor parte de los esfuerzos de Sailor Moon suelen pasar desapercibidos por el gran público.

Y es que Sailor Moon en este episodio es inteligente y está llena de originalidad. No teme perseguir a sus enemigos una vez convertida en su yo Sailor, y es capaz de volver contra la vampira su propio ataque aprovechando un escenario que casualmente tiene todos los aparatos conectados (a pesar de que es de noche). Sailor Moon hasta sonríe y se enorgullece de sus actos.

No solo eso, sino que no pretende aprovecharse de haber salvado al compositor y se limita a sonreír mientras se queda con el CD (que me pregunto si estará dedicado o no. ¿Sabe él que Usagi y Sailor Moon son la misma persona?). Es adorable, satisfactorio y un paso al frente en la creación de Sailor Moon como protectora y guerrera. Un poco como Spiderman, que siempre protege a la gente de a pie de los malévolos planes de sus enemigos.

Curiosamente la obsesión de Usagi por destacar no se trata en este episodio, pero sí en el siguiente. Es interesante notar que ella prefiere convertirse en una estrella y brillar como Usagi, no como Sailor Moon

 

Temas


Travestismo y ridículo

Umino es un personaje recurrente en esta primera temporada. Ya en el análisis anterior tratamos su obsesión por Usagi, muy influenciada por un comportamiento rancio y machista. Ahora vamos a ir un poco más lejos. Umino, por su diseño, su voz y su papel, es un personaje que sirve exclusivamente para la comedia. Se supone que tenemos que reírnos de que Usagi tenga un pretendiente tan «patético», que siempre cae en las trampas del enemigo, y que evidentemente debe aspirar a algo mejor. Y debe, pero no por su diseño, sino porque Umino la trata como una muñeca o un ideal. Hasta cuando sabe que es mala en estudios, se jacta más de su propia superioridad que otra cosa.

De modo que no debería sorprendernos que Naru, que es más maliciosa de lo que cabría esperar, decide que Umino se va a travestir para que puedan hacer un dueto tipo la Bella y la Bestia. Adivinidad quién es quién. Curiosamente nunca se hace referencias a que Umino vaya vestido de mujer, ni tampoco se le ridiculiza por ello, pero se espera del espectador que se le tuerza un poco el culo y se ría del chico, manipulado por Naru para meterse en el mundo del espectáculo, donde se le tildará de feo y raro. Las chicas de su clase se horrorizan cuando lo ven comportarse con manierismos asociados a los de una mujer.

El travestismo suele usarse como ridículo en los años noventa de forma habitual. Cuando Cloud Strife de Final Fantasy VII se viste de mujer, por mucho que sea tentador desarrollar todo tipo de teorías sobre su identidad y sexualidad, se supone que se busca hacernos reír. Cuando Link se disfraza de Gerudo en Breath of the Wild, aparte de cumplir sueños de algunos jugadores, se le imponen misiones donde tiene que lidiar con babosos… Cosa que no le pasaría si fuera vestido de hombre. En Umineko se trata la idea de que el culpable pueda ser un hombre con el vestido de la bruja para sacarnos sonrisas y descartar de inmediato esa teoría.

Sailor Moon presenta la típica y horrenda dicotomía: si un hombre se viste de mujer, pretende provocar risas; en cambio, si una mujer se disfraza de hombre… Bien, ya sabemos por quién beben los vientos la mayoría de los personajes de esta serie Haruka. ¿Por qué? Porque un hombre es superior, con un rol y una posición a la que aspirar debido a su posición y rol en la sociedad. Por eso las historias de hombres disfrazándose de mujeres son comedias, mientras que las de mujeres disfrazándose de hombres a lo Mulan son transgresoras y trágicas o dignas de admiración. Fijaos en cómo se caracteriza a las mujeres con un aire masculino (digno, claro, si no tienes el físico perfecto entonces eres una broma andante. Pocas excepciones hay como Sakura Ogami de Danganronpa, best character después de Nagito Komaeda).

Lamentable, pero vale la pena reflexionar sobre representaciones dañinas como esta.

Jadeite, el hombre de las mil caras

Los enemigos de la primera temporada tienden a participar bastante más en las fechorías que promueven antes que enviar simplemente a sus demonios. Jadeite es solo el primero de varios. Como sabemos, cuanto menos nivel tiene un enemigo, más cercano es. Creo que la serie juega bastante bien con estas ideas, por poco lógicas que puedan resultar dentro del mundo de Sailor Moon. Jadeite es el último de la cadena de la reina Beryl, el primer enemigo a derrotar, por eso tiene que aparecer a menudo. Que haga el ridículo metiéndose en papeles humanos que, en teoría, odia, pero que comprende muy bien, es un elemento más de su caracterización como minion sin importancia.

Porque ¿cómo tomarnos en serio a un hombre que hace de líder de gimnasio no de Pokémon, aunque ojalá, de mánager, de director de radio o que simplemente se pone unas gafas para pasar «desapercibido» (¿para qué te esfuerzas? ¡Mira a Usagi y a las chicas! ¡Ni siquiera se cambian el peinado!) mientras estudia la sociedad humana y ríe malévolamente porque ha encontrado otra forma de extraer energía.

Jadeite es, por tanto, un personaje bastante ridiculizado, que no deja de fallar en sus intentos de timar a los humanos porque unas adolescentes se interponen en su camino para defender las… ¿bondades del capitalismo? O, más bien, los sueños de las chicas de las que el capitalismo se aprovecha.

Por eso no puede resultar más irónico que Jadeite sea casi un crítico de la sociedad japonesa. Ya comentamos en el primer análisis como Sailor Moon pretende tocar temas sensibles de los años noventa con una mezcla de humor y crítica que no terminan de llegar a ningún lado. Se habla de la industria de los idols, de la música o del durísimo estudio al que se someten los niños japoneses, y Jadeite se aprovecha de cómo los humanos han construido estos elementos para llevarlos a su extremo como, por ejemplo, con el tema de las idols donde no se mojan para hablar de la explotación así que yo también me abstendré por el momento. Muy distópico todo. ¿El problema? La reflexión no va muy lejos porque nunca hay consecuencias.

El ejemplo más evidente es el capítulo 8. Pocas cosas más peliagudas vamos a encontrar que la terrible rutina de los estudiantes japoneses, a los que se fuerza a un brutal sistema competitivo de estudios que apenas les deja espacio para respirar o tener vida propia.

He escuchado hablar de madres que son más fieras que los demonios cuando educan a sus hijos.Reina Beryl, Capítulo 8

Wow, es que hasta la villana extraterrestre de esta temporada considera que es un sistema monstruoso. Por cierto, ¿dónde ha escuchado eso de las madres? ¿Los demonios se dedican a leer revistas de cotilleo? Contadme más, por favor.

Jadeite hace un repaso de lo que se les exige a los estudiantes hasta que llegan a la universidad y Beryl pregunta qué pasa después. Jadeite reconoce que no tiene ni idea. Y ahí se queda el tema. Es una buena pregunta. Evidentemente  no van a hablar de suicidios, de depresión, hospitalización y tal en Sailor Moon, pero la cuestión queda en el aire. Nunca llega a ningún lado.

De modo que es preocupante que conceptos tan ridículos como que una ciudad entera compre relojes de una misma tienda con de la presión por hacer las cosas rápido, la ansiedad de los estudiantes y todo eso (si yo fuera una Sailor derribaría el sistema solo para poder pasar un día TRANQUILA). Porque no pretende dar mucho mensaje, más allá del que el espectador decida por su cuenta.

Construyendo el «romance»

No pienso dejar de quejarme sobre que a Mamoru le suban la edad en la serie, pero por el bien de la pareja, me limitaré a considerar que es como en el manga y apenas le saca un par de años a Usagi. El caso es que el anime se esfuerza por construir una dinámica infantil entre el «sueño de Usagi» —en el capítulo siete nuestra protagonista llora porque Luna no entiende los sueños de las adolescentes y se choca de inmediato con un sonriente Mamoru. Sutil—.

Por cierto, Tuxedo Kamen por una vez hace algo útil y con su rosa revienta el cristal en el que Sailor Moon iba a ahogarse.

El caso es que es comprensible que Usagi se vea atraída por chicos mayores que ella, a los que ve elegantes y guapos. Motoki, que sería un «Beta», dulce y amable, un caramelo hecho persona, poco a poco se va desplazando por Tuxedo Kamen, un «Alfa» más agresivo que llegará a abusar de Usagi robándole un beso mientras está dormida, a quien no conoce y cuya imagen puede idealizar cuanto quiera. Pero me adelanto. De momento, yikes.

Apariciones de Tuxedo Kamen

2

Apariciones de Mamoru

1

Uso del extraño deus ex machina bolígrafo para convertirse en cualquier persona

3

¡Que el viento sople a vuestro favor!

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