Analizando Umineko: Legend of the Golden Witch. Capítulo 2. Kanon

Continuamos con los análisis de Umineko. Recordad: cuidado con los spoilers. ¡Si os habéis perdido los anteriores, aquí tenéis la introducción, así como el prólogo y el primer capítulo!

Resumen básico del capítulo


La familia llega a Rokkenjima. Allí el cocinero, Gohda, ávido de atención y de necesidad de quedar bien ante los demás, recibe a los pasajeros y los guía hacia la casa. Por el camino se menciona el título de esta historia, señalándose que las gaviotas han desaparecido por el mal tiempo… Y que no volverán hasta que todos hayan muerto el tifón haya pasado.

Los personajes admiran el jardín de rosas y se encuentran con uno de los sirvientes de la mansión, llamado Kanon. Después de que este se muestre hosco y poco dispuesto a hablar, se retiran a la casa de invitados —que en realidad está preparada para el futuro parque de Krauss y no solo para albergar las ocasionales visitas familiares, como piensa Battler—. Los niños permanecen ahí para ponerse al día mientras que los adultos se dirigen hacia la mansión principal a reunirse con Krauss y Natsuhi. Además, se nos presenta a la última criada: Shannon.

Metacomentario


Que Sayo se presente con el aspecto de Kanon no es casual, pero ya examinaremos los detalles en la sección de personajes. Lo que nos concierne aquí es su presentación a los lectores: a pesar del filtro de Battler, describe a Kanon con cierto menosprecio, enfatizando su debilidad física como contraste con el protagonista, y no duda en resaltar la hosquedad del chico. Y eso que Sayo quiere mucho a sus personas, pero no puede evitar el continuo machaque con el que se somete a sí misma.

Y, aun así, como señaló Ncfan-1 en este post, Kanon es la vía de escape más importante para Sayo porque no es una idealización como Shannon y Beatrice. Es el más cercano a su forma de ser, por lo que ella misma escogiera presentarlo antes que a cualquiera de las mujeres es importante. Kanon es un chico, pero uno con el que Sayo no termina de saber cómo actuar porque es alguien que nunca se le ha permitido ser. Que precisamente escoja a un hombre como acumulación de todo su odio y que sea capaz de expresarlo habla mucho de cómo se cría a las mujeres, de las expectativas que hay alrededor de ellas y también del trauma de Sayo. Kanon es quien más se acerca a Lion, al ser un hombre, a quien tendría que haber sido ella… Así que conocer a nuestra protagonista, al centro de esta historia, a través de Kanon es algo importante. Es un grito de Sayo al lector para que la reconozca y la encuentre.

 

Lo más importante, con todo, es que permite que se vea que Kanon ha sentido algo respecto a Battler. Es muy fácil olvidarlo, ya que no vuelve a sacarse a colación hasta que Kanon se sacrifica por Battler, y aun así siempre es con la excusa de Jessica… Porque Sayo hará que Kanon se vuelque por completo en ella. Por categorizar esta escena de alguna forma, sería un completo Out of Character, porque Kanon no conoce a Battler, Kanon no siente nada por él, igual que ahora Shannon solo está enamorada de George y es Beato quien experimenta la obsesión por Battler.

Se trata, sin embargo, de un OoC intencional porque Sayo asoma bajo la máscara de Kanon.

Un lector primerizo seguramente sospeche que la reacción de Kanon se explicará más tarde y se enlazará con la trama, pero lo más probable es que se olvide de lo sucedido. Una segunda lectura, en cambio, lo aclara todo.

No me cabe duda de que Sayo estuvo espiando de lejos a los primos, de ahí que Kanon aparezca trabajando con herramientas en el jardín, y que la idea de la rosa para que María tuviera una excusa con la que quedarse fuera y entregarle así la carta se le ocurrió al ver lo que hacía George. Luego solo tuvo que coger alguna tijera de su carrito y asegurarse de cortar la rosa.

Por cierto, creo que deberíamos comentar lo mucho que Sayo odia y desprecia a Gohda. De lo contrario no creo que le hubiera dado tanto espacio en su novela. No se molesta en emplear la inocencia de Battler para disimular que maltrata a Kanon. Y, sin embargo, Sayo se asegura de hacerse daño afirmando que Kanon es un mal sirviente al lado de Gohda. No sé, al menos Kanon se ocupa de su trabajo y no se queda mirando como Gohda.

Aunque hablaremos más de esto en el siguiente capítulo, la ambivalencia de los sentimientos de Sayo pocas veces aparece más claro que con Natsuhi. El personaje aparece representado como una dama hecha y derecha, digna, delicada… Así como firme y terrible con quienes están por debajo de ella, perpetuando así el ciclo de abuso tan clásico de los Ushiromiya. Y, aun así, se molesta en presentar cómo Eva la trata mal sin causa. Sayo es inteligente, sabe leer los comportamientos de otras víctimas como ella… Y comprende la necesidad de descargarse sobre los demás. Después de todo, Sayo disfruta haciendo sus trastadas y que llegó bastante lejos con Jessica en una ocasión. De modo que, aunque siente rencor por Natsuhi, se nota un poso de admiración y respeto, además de lástima, respecto a su posición y a la vida que le ha tocado llevar.

Personajes destacados


KANON, por supuesto.

La primera impresión que tenemos de él es su fragilidad, algo extraño en un supuesto varón, pero vuelve comprensible que a Sayo le resultara fácil vestirse de Kanon y de Shannon.

Y hablando de vestirse, creo que sin duda escogió a Kanon antes que a Shannon para su primer encuentro con Battler porque no confiaba en sí misma ni en la fuerza de sus sentimientos por George. Dentro de la cerrada visión de una creyente sometida a un sistema patriarcal y machista, Kanon es la opción segura porque cómo va a sentirse atraído por un hombre. No solo eso, sino que Kanon no conoce a Battler, fue creado mucho después que él, por lo que se supone que es una figura neutral (claro que esto no se sostiene cuando pensamos que Beatrice tampoco conoce a Battler… Pero como Sayo tiene una mitología muy flexible, puede adaptarla como mejor le plazca). A ello podemos añadir que, al contrario que Shannon, no es una persona amable, por lo que puede permitirse ser borde para ocultar sus emociones y nadie se mostrará sorprendido.

En definitiva, si en su persona de hombre es capaz de no experimentar nada por Battler, entonces como Shannon podría acercarse con algo más de tranquilidad.

Como ya sabemos, no funciona.

Kanon está hecho para expresar todo el malestar, la rabia, la frustración y el rencor de Sayo. Y, aun así, le toca morderse la lengua casi siempre. Solo puede gritar cuando está solo o con gente de confianza como Genji o Kumasawa. Puede que no se aminale como Shannon, pero mientras Gohda lo maltrata no puede decir nada, ya que al ser un sirviente externo Sayo no tiene ningún control sobre él, como sí lo sostiene sobre Kumasawa y Genji. Eso sí, le ignora y presenta una resistencia pasiva que Shannon jamás habría podido mostrar.

No tengo palabras para describir lo importante que nuestro primer «mueble» (expresado con lo que Sayo quiere implicar, no con la idea metafórica de Genji) viene de labios de Kanon. Porque Kanon está furioso, pero también resignado. Por eso es el último en aceptar el amor y las ensoñaciones. Es la faceta racional de Sayo, la cara más cínica y realista que se abraza a la idea de que es una criatura que nunca será amada, por lo que no tiene sentido soñar con otra cosa. Es, también, el que más se resiste a hacer volar todo por los aires.

Se niega a sí mismo la categoría de un ser humano (nadie tiene nada que comentar, vaya, vaya), se cierra sobre sí mismo probablemente como excusa para no interaccionar más de lo necesario con Battler. Es con él con quien no se atreve a hablar, no con el resto de la familia, que ya lo conoce. Debe estar tan, tan nerviosa la pobre Sayo, que creo que cuando Battler dice que Kanon no sabe qué más decir como saludo tiene razón… Solo que no se puede ni acercar al porqué.

Jessica trata de salir a «defenderlo» porque lo último que quiere es que Battler se lleve una mala impresión de él. Es un gesto bonito sabiendo que Kanon la rechazó abiertamente después del festival y que no han hecho las paces desde entonces, pero… Sayo sin duda debió ensayar mil y una respuestas para su primer encuentro con Battler y es evidente que, aun así, se había quedado sin palabras. ¿Qué habría dicho en esta situación? No lo sabemos porque Jessica interviene. Una lástima que sus palabras sean tan torpes y vayan a herir a Kanon. ¿Qué pretendes diciendo «no es sociable», Jessica, encanto? Resulta evidente que lo es, la cosa sería distraer a Battler de este hecho.

Su intervención nos permite averiguar cuándo nació Kanon: tres años antes. Por otro lado, la cronología sirve para que se resalte que un niño es un «senpai» respecto a Gohda y explica un poquito la rivalidad y frustración que experimenta cerca de ellos.

Se está sofocando mucho por dentro. Lo sé, lo sabes, hasta Jessica parece deprimida después y es porque también lo sabe (?).

Pero Gohda es un adulto y ni Shannon ni Kanon tienen la culpa de su situación. Cuando Gohda pone en evidencia a Kanon, Kumasawa sale a defenderlo. Da gusto ver cómo protege a Sayo en ciertas ocasiones, a pesar de que no siempre ponga todas sus ganas. Parece ser, con todo, la forma tradicional de comportarse de los japoneses y de los sirvientes Ushiromiya en particular. Mirar, escuchar, pero no actuar. Y, en el caso de las víctimas de abuso, como se trató en Higurashi con todos los personajes (pero me viene en especial a la cabeza Satoko), la tendencia a no pedir ayuda… Quizá porque asumen que no la recibirán.

Por desgracia, la torpeza y mala suerte de Sayo atacan y la carretilla donde lleva todo se rompe, para horror de Gohda, que insiste en actuar como si estuvieran ante unos reyes y tuvieran algo que demostrar. Una situación horrible, porque seguro que Sayo está maldiciendo muy fuerte para sus adentros, más sabiendo cómo solían tratarla de niña. Y Gohda no mueve un dedo por ayudar a Kanon, a pesar de que es evidente que no puede levantar todo por sí solo. ¡Hasta Eva comenta que ha sido un bully con él, es maravilloso!

Acto seguido tenemos una interesante escena donde los jóvenes tratan de resaltar su masculinidad de formas muy distintas. George, con su tendencia a intentar ser superior a todos, resalta que Kanon es demasiado débil para llevar los fardos mientras que Battler se limita a echar una mano porque puede y no le gusta —me gustaría pensar que es una indirecta hacia Gohda— que la gente se quede quieta cuando puede ayudar.

La sorpresa de Kanon, que seguramente había intentado mirar a Battler como una persona distante, es dolorosa. También bajo el estricto control de Natsuhi debe ser costumbre que nadie ayude en esta clase de estropicios.

¡El crush ataca!

Al final, obligado a marcharse por insistencia de Gohda, Kanon permanece aparte en un largo y revelador silencio.

«Incluso yo…»

Hasta él siente algo por Battler. Hasta él no ha podido evitar reaccionar a la ayuda espontánea del chico del que se enamoró Sayo. La prueba de fuego acaba de suceder. Sayo supo que su final iba a llegar desde el momento en que Battler anunció su regreso, pero ahora está completamente confirmado

Sayo sigue deseando al Battler que ha romantizado desde niña, por mucho que a través de Shannon quiera a George y con Kanon haya empezado a desarrollar sentimientos por Jessica. Y la verdad, viendo que Battler es el único que no hace un comentario irritante o desagradable sobre la torpeza de Kanon, puedo entender el porqué.

Una fachada imposible de mantener, motivo por el que Sayo decide poner la cuenta atrás con la bomba.

El siguiente personaje es Shannon, claro. Sayo ha tenido que hacer un rápido camino hasta la mansión para cambiarse a toda velocidad y correr a servir el té sin despeinarse un pelo, lo cual es entre adorable y ridículo. No sabemos bien qué piensa, pero no es difícil imaginar que se siente más segura en su papel sumiso, probablemente por la fuerza de la costumbre… Pero, la verdad, no es tan pasiva como parece. Solo hay que ver ciertas indirectas que suelta bajo la máscara de niña buena —como cuando le dice a Eva que no se preocupe, que el té está calentito toda sonrojada. Sé que por dentro está que muerde—.

Dicho esto, considero que Shannon es de los personajes menos interesantes de la historia porque es la pura idealización que Sayo ha creado para protegerse. Recuerdo que en Goats Reading Seacats se comentó una vez que resultaba vacía, falsa, y estoy de acuerdo. No es que sea desagradable, pero notas que le faltan dobleces, que es demasiado superficial para una historia como Umineko. Incluso si la máscara de criada delicada y perfecta se resquebraja con pequeños fallitos, no deja de ser casi una Yamato Nadeshiko japonesa. Y todo cobra sentido cuando comprendes cuál es el papel que le ha establecido Sayo, en contraste con el más rencoroso y personal de Kanon.

Por desgracia, no hay mucho más que comentar de Shannon excepto para intentar levantar un poquito la máscara y tratar de adivinar las acciones de Sayo. Si eso, destacar que Battler se muestra sorprendido porque ella siga en Rokkenjima. Eso y que parecía no recordarla, cosa que no dejará de parecerme artificial por parte de Sayo, que es la que escribe. Al fin y al cabo, recordaba hasta a Kumasawa. Y aun así, parece hablar bien de ella una vez la ubica.

Si hasta te dicen para qué existe Kanon, era todo tan evidente…

Que, por cierto, Kanon sale de inmediato en cuanto Shannon se queda sola. El odio, el desprecio que siente Sayo por haberse visto tan humillada es brutal, fruto de años y años de sufrimiento. No es de extrañar que Kanon ya no se moleste en simples insultos, a pesar de que a primera vista pueda resultarnos chocante porque carecemos del contexto.

Adoro cómo, durante el encuentro con Genji, Shannon se apresura a obedecer… Pero Kanon se queda. Es decir, Sayo permanece en su sitio mirando a Genji sin poder expresar bien lo que siente, porque debe estar a punto de gritar. Intenta defenderse, pero mediante Shannon se recuerda que debe volver a trabajar y acumula aún más sentimientos negativos. Así les va a los personajes de Umineko.

Otros pequeño detalle, creo, es que Rosa sea capaz de meterse un poquito con Rudolf por un tema que, evidentemente, odia y desprecia: a los donjuanes. Al fin y al cabo, su marido la abandonó, así que me pregunto si no relacionará ciertas ideas con su hermano mayor, que tendía a tratarla bastante mal. Kyrie, por supuesto, se une a las burlas y casi amenazas hacia Rudolf. Se ve que alguien no va a permitir que otra Asumu le «robe» al marido.

Por otro lado, la obsesión de María con las rosas nos habla ya de su personalidad, por mucho que en este Episodio apenas rasquen la superficie. Como cualquier niño imaginativo, María tiende a humanizar y dar vida a lo que coge cariño, pero en el caso de la rosa seguramente se siente identificada con ella, siempre dejada de lado y ridiculizada por compañeros y su propia madre. El problema es que adultos como George la empujan a «cuidar de ella», incluso a ponerle nombre. Sabemos cómo reaccionó Maria cuando Rosa rompió a Sakutaro. No es buena idea que se encariñe demasiado con objetos o plantas que luego pueden sufrir daño porque se acerca un dichoso tifón y que, de todas formas, están al borde de la muerte. Y aunque George no conoce a fondo a Maria, no dudo que sepa de sus pataletas y de lo mucho que le cuesta comprender algunas cosas.

Asshole.

Ya como último apunte de los personajes, cómo olvidar a George justificando que Kinzo golpeara con un maldito palo a Jessica. Me pregunto hasta qué punto hablan sus celos y su deseo de ser el siguiente heredero —o al menos que se reconozca que es «mejor» candidato que Jessica— y hasta dónde es pura hipocresía por quedar bien delante del resto de adultos.

Y por cierto: a pesar de que quiere parecer uno, rápidamente decide quedarse en la casa con los primos, donde es la autoridad… Frente a una reunión desagradable con todos sus tíos donde a nadie le importaría su opinión, por mucho que Eva insista en llevárselo consigo.

Pistas de las que no nos damos cuenta


 

Kanon y Shannon no aparecen juntos hasta que están a solas o rodeados por otros sirvientes. Pero como tienen diseños diferentes, seiyuus diferentes y Jessica, que se supone que es mejor amiga de una y está enamorada del otro, jamás sospecha nada… ¿Por qué lo íbamos a hacer nosotros?

Como Sayo va vestida de Shannon, Genji le indica a esta que vuelva a la cocina, como si Kanon no estuviera ahí guess what. Me pregunto si tendrían conversaciones durante los descansos, pero visto el estado de Sayo, doy por sentado que nunca fue capaz de confesarse de verdad con Genji, como se ve en esta escena.

 

Función del capítulo


Presentar a Kanon y a Shannon —bien separaditos— para que asumamos que son personas diferentes, además de a Natsuhi.

También establece los preliminares para conocer a Kinzo, así como la idea de que está encerrado en su habitación sin hablar con nadie (y no muerto, claro). Pero, si nos fijamos, nos daremos cuenta de quiénes están en el ajo para ocultar la muerte del patriarca. Todos los que afirman que solo habla con Genji; es decir, los sirvientes… Y Jessica (y más tarde Natsuhi y Krauss, claro). Se deja claro, además, el carácter cruel e intransigente de Kinzo, que no dudaba en golpear con los puños o con palos a sus propios hijos.

La dinámica entre George y Battler se profundiza un poquito más. Aparte de eso, por supuesto, uno de los puntos más importantes es reunir a todos los hermanos en un mismo lugar.

Entre otras cosas, al ver lo snobs y sexistas que son en esta casa, podemos olernos que una relación entre Shannon y George no va a llegar muy lejos, y podemos imaginar por qué este se asegura de mantenerlo todo a escondidas de su madre.

Manga


La presentación de Rokkenjima es mucho más precipitada en el manga en algunos aspectos (como al hablar de Kinzo centrándose mucho en su fascinación por la magia negra) y pasa excesivamente la tijera por otros; prácticamente todos los adultos y sus comentarios desaparecen para favorecer las escenas de los primos. Puedo comprender que se deje a Gohda para más tarde, pero se pierde la tensión a la que suele estar sometido Kanon.

Creo que lo mejor que hace el manga es usar a Battler. La narrativa de las Sound Novel o las Visual Novel siempre tiene que ser un poco superficial, y si bien podemos acercarnos a la personalidad de Battler, el medio visual es mucho más atractivo con todas sus reacciones divertidas. Es muy fácil cogerle cariño viéndole interactuar con sus primos. Además, no es tan, tan, tan buenazo y se puede ver que arruga la nariz al pensar en Kinzo. Al no estar obsesionado con los nombres ni tener que ser el presentador de cada personaje, se le da más espacio para ser un adolescente tardío. En el caso de George, funciona de forma parecida; no ha dado muestras de ser un bully y su personalidad resulta mucho más neutral y madura; Jessica también se beneficia al tener mucho más rango de expresiones de disgusto que en el material original o de PS3 con sus pucheritos. La única que sufre es Maria; ojalá la mangaka no se hubiera empeñado en volverla tan siniestra y creepy.

También creo que funciona mejor que sea Jessica, y no Hideyoshi, la que descubre primero a Kanon (y me encanta verlo dándose un susto importante). La secuencia se acorta porque, al no estar Gohda, no tienen a nadie para meterle prisa, de modo que es cuando le llaman que a Kanon se le caen los sacos de fertilizante y Battler acude de inmediato a echarle una mano. Lástima que, por algún motivo, se traslade la frase desdeñosa sobre la fragilidad de Kanon de George a Battler. Nunca entenderé por qué. Jessica resulta mucho menos irritante porque no salta a interrumpir o a hablar a Kanon y se limita a susurrar con Battler, sin sentirse avergonzada o decepcionada porque la primera impresión de Kanon no sea la mejor. No da tanto la impresión de que esté interesada en él.

Pero Kanon apenas tiene espacio para hacer nada y no se muestra que esté sorprendido por la ayuda de Battler.

Algo tan importante como la aparición de Kanon pierde todo su encanto al no centrarse en su silencios, inseguridades y gestos. Se va de inmediato por su propia cuenta y la forma en la que mira a Battler es extraña, con muy poco dolor (aunque me gusta que se abrace a sí mismo). Podría interpretarse como desdén, como preocupación… Y quién sabe qué más. Al menos el texto original se esforzaba por mostrar que reprimía como podía sus sentimientos. Y por cierto, el manga oficial ha traducido su Even I como I wish I could. De verdad que no entiendo ciertas elecciones para este manga.

Por otro lado, se impone de inmediato la presentación de Shannon. No sé si es solo cosa de Ryukishi07 o de Natsumi Kei, que evidentemente prefiere a Shannon y sus pechotes, pero quiero llorar porque Kanon es mucho más central en este primer Episodio y la autora hace un consciente esfuerzo por desplazarlo.

En cualquier caso, si queréis un análisis más pormenorizado de este capítulo, podéis acudir a este post.

Detalles a mencionar


El creciente nerviosismo de Rudolf no se debe tanto a que vayan a cargar contra su hermano mayor para sacarle todo el dinero posible, sino a que se supone que ha decidido contar la verdad a Kyrie y a Battler. Puede que por eso esté tan dispuesto a tirar de las orejas de Battler; Eva se lo hacía a él para desquitarse, y como todo en esta familia se hereda, Rudolf chincha a su hijo.

Coincido por completo con Akatokuro y Yumetabibito acerca de Jessica. Es imposible que no se haya percatado de la muerte de Kinzo, así que me inclino a pensar que en esta escena miente con descaro. Está muy distinta, no tan hosca y frustrada, y enfatiza mucho que le queda tiempo por vivir a Kinzo… Lo cual a la vez sirve para que creamos que el prólogo pasó poco antes de la llegada de la familia, y no bastante tiempo antes. Otra cosa es que Krauss y Natsuhi la hayan hecho partícipe del plan, cosa que de la que ya no estoy convencida… Aunque no es imposible.

El tema de Jessica como heredera, siempre espinoso, se adelanta a lo que vivirá Lion en su momento… Pero en este caso es pura ironía, puesto que Kinzo ha muerto y su verdadera heredera ya tiene el control de la familia. Por mucho que nadie lo sepa excepto los criados.

Mirad cómo Rosa nos deja caer muy claro que saben que todo es un montaje y que su padre está muerto. No es tonta, como nos quieren hacer creer sus hermanos. Por cierto, no me creo que Sayo haya podido escribir que es la menos venenosa de todos sin romper a reír.

Me pregunto si la insistencia en el dolor de cabeza de Natsuhi, aparte de real (al contrario que el asma de Jessica), no sirve para que nos demos cuenta de que ella es quien carga con buena parte de la estratagema de esconder a Kinzo. Desde luego, tener a Eva en casa ya debe producir un profundo «estrés mental», pero saber para qué viene la familia y que tu suegro está muerto, además de tu marido en bancarrota… Hmmm…

¿Por qué una sirvienta debería saber las marcas de té, a ver? ¡Llamad a Gohda, que para algo está! Casi seguro que Eva la odia porque sabe que le gusta George.

Y solo dejaré esta imagen porque…. Porque… Porque… Por favor, Eva.

 

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