Analizando Neon Genesis Evangelion #17. Apto para ser el cuarto elegido

Seguimos con Evangelion y sus problemas económicos que se solventan con grandes planos fijos.

Como el «accidente» de Shinji no se puede cerrar así sin más, los focos tan famosos de Gainax atacan y apuntan a Misato, que se queda en medio de la oscuridad mientras informa de lo ocurrido. Si albergábamos dudas sobre qué diantres había pasado en el anterior episodio, aquí se dejan caer unos cuantos detalles mediante las voces de SEELE que someten a Misato un interrogatorio intenso. Deberían haber hablado con Shinji, pero el chico está demasiado inestable.

Si tenemos que especular, diría que Misato se habría ofrecido sí o sí a ser interrogada con tal de proteger a Shinji. No podría ser una situación más opuesta a la que va a vivir Ritsuko, obligada a cubrir a Rei III por orden de Gendo.

Pero vayamos al interrogatorio:

¿El Ángel intentó comunicarse con la Humanidad? ¿Estaba el Ángel interesado en la psique humana? Misato no puede responder, pero la pregunta pretende hacer que se nos encienda la bombilla, si es que no hemos unido ideas por nuestra cuenta al pensar que, hasta el momento, ningún Ángel había intentado (o logrado) hablar con nadie. O, también, puede servir para que el espectador desconcertado piense que quizá Shinji no estaba hablando consigo mismo.

Lo más interesante para nosotros, con todo, es que se menciona al Decimotercer Ángel, Bardiel y a los que vendrán después. En particular, se especula si los actos de Leliel pueden tener alguna conexión con la llegada de Bardiel.

Todo esto refuerza la idea de que la aparición de los Ángeles está registrada en los Manuscritos del Mar Muerto. Misato descarta la posibilidad de que los Ángeles estén conectados entre sí porque no hay datos convincentes. Y entonces, sospechosamente, SEELE le da la razón y considera que los Ángeles han estado actuando de forma independiente unos con otros… Al menos hasta la fecha.

Acto seguido, nos encontramos con que Gendo ha estado presente todo el tiempo durante el interrogatorio y confirma lo que ya veíamos venir de antes: que los Ángeles son cada vez más inteligentes (tanto que no cometen los errores de los anteriores).  El tiempo se acaba.

La «muerte» (cuarta EVA) se acerca.

¡E imagen de Toji!

Por si nos habíamos olvidado de que la relación de Toji con Shinji comenzó por su hermana, unas enfermeras que nunca vemos nos resumen que la niña sigue hospitalizada y que él la visita al menos dos veces a la semana. Es decir, que no se recupera, a pesar de que han pasado un par de meses…

Por otra parte, Gendo conversa a su manera con Rei, preguntándole por el día a día y pocas cosas son más divertidas que las charlas entre los personajes más secos de Evangelion (claro que no tiene ni punto de comparación con la conversación que tienen en You can (not) advance, que es para llorar de risa). Lo importante para nosotros es que Rei tiene que ir a ver a Ritsuko. Seguramente por necesidades médicas, como desarrolla el manga, y podemos deducir por una escena posterior.

Como Rei falta a clase (Kensuke también, porque quiere ir a ver una serie de barcos de guerra), a Toji le toca darle los apuntes más tarde. Vamos conectando personajes, de una forma inesperada.

Por otra parte, en Estados Unidos ocurre una explosión. Si escuchamos las mil conversaciones, vemos que en un momento se habla de un Motor S2. ¿Un Motor de Ángel? Oh, sí. Recordad a Shamsel, a quien se le quitó el Motor casi intacto. Es el único del que tenemos constancia así que hay que suponer que se están refiriendo a este. Y…

Una de las sedes de NERV, nada menos que la segunda, situada en Nevada, se ha desvanecido. Las cámaras de los satélites solo muestran una enorme explosión y poco después Maya nos informa de que la Unidad 04 y 89 km de radio han desaparecido. Literalmente. Y Aoba nos confirma que sí, que se recuperó el Motor de Shamsel (por Alemania, vaya, lugar donde se restauró) y que se estaba intentando instaurar en una EVA, probablemente para ahorrar los problemas de los cables umbilicales. El problema, con todo, no es que hubiera solo un error, es que aunque nosotros vemos una explosión, se habla de desaparecer. Como el Mar de Dirac del episodio anterior, tal y como nos dice Ritsuko. Esto podría indicar una conexión entre el Motor S2 y el Mar de Dirac pero… queda en el aire.

Misato gruñe que esto es lo que pasa cuando se juega con cosas que no se comprenden y Ritsuko piensa para sus adentros que están haciendo lo mismo con las EVA, dejándonos caer hasta cierto punto lo que sucederá durante la Complementación.

Pero resulta que hay otra Unidad, la 03, que pretenden traer a Japón. Para aquellos que no tengan muy claro el número de EVAs, se supone que habría unas 16 en total, varias de ellas en producción por distintos países, pero las tres primeras son las que siempre están operativas. En cualquier caso, es evidente que algo ha salido mal y los Estados Unidos prefieren lanzarle la nueva Unidad a NERV antes que arriesgarse a sufrir otra explosión. Solo queda el tema de los pilotos. Si recordáis, ya se habló antes de los Dummy Plug, por lo que Misato pregunta si es lo que pretenden usar para esta nueva EVA.

Ritsuko responde que todavía se tiene que decidir, pero ya tienen prácticamente elegido al nuevo piloto.

Como estamos hablando de Dummys, se nos muestra uno inspirado en Rei, un prototipo menos refinado que el que encontraremos con las arpías de EoE. El Dummy contiene los datos de Rei sobre su comportamiento, porque el límite de la ciencia parece ser replicar un alma o una mente. Entramos en territorio de lore, porque las almas son físicas en el mundo de Evangelion, pero por algún motivo parecen ser totalmente únicas.

Si recordáis, en el episodio 13 se hablaba de programas de implantación de personalidad en ordenadores. La madre de Ritsuko había desarrollado tal programa para crear a MAGI y Misato pensaba que las EVA funcionan así. No es el caso. Aquí nos queda claro: las EVA necesitan almas y mentes. Necesitan pilotos.

Así pues, los Dummy se están creando para intentar replicar, por falso que sea, el comportamiento de un piloto para engañar a la EVA.

—Mientras la EVA crea que hay un piloto y se sincronice, es suficiente.

Por si a alguien le quedaban muchas dudas sobre que las EVA tienen cierta capacidad de entendimiento; reconocen y rechazan al piloto que llevan dentro.

Así pues, ahora tienen una medida de seguridad por si se les quedan inconscientes los pilotos, se rebelan o no están disponibles. Gendo no duda en cargar los Dummy de Rei en las Unidades 01 y 02. Asuka no llegará a saberlo pero es divertido imaginar su reacción ante la idea de que una copia de Rei pudiera manipular a su querida EVA.

Rei está, por cierto, metida en ese extraño tubo que la conecta a una columna y lo que tiene suerte de parecer un cerebro. Mientras Gendo y Ritsuko hablan frente a ella como si no existiera o no les importara que les oiga, escuchamos el sonido de un líquido. Ya solo por el color resulta evidente que está sumergida en LCL y que seguramente tenga que ver con la construcción del sistema Dummy pero, sobre todo, con su salud. Recordemos las pastillas que se tiene que tomar y también cómo acabará el cuerpo de Rei III hacia el final de la serie.

Pero, de nuevo, esto lo trataremos más adelante.

Ritsuko señala que van elegir a un niño cuyo Núcleo se puede preparar de inmediato. ¿Significa que los Núcleos se construyen sin más? ¿O que tienen Núcleos de reservas y después introducen las almas de las madres? Es difícil de decir. A Evangelion le gusta ser ambiguo, no mojarse demasiado, para poder introducir o modificar elementos del lore a posteriori. Personalmente diría que los Núcleos no se pueden fabricar, todavía, en masa y que los preparan para cada piloto individual.

La excepción, por supuesto, serán las EVA en serie.

La escena cierra con Rei sonriendo ante la señal de Gendo de que puede salir —y nos confirma que está en LCL porque puede hablar— y van a comer juntos. Lo cual es bastante incómodo si piensas que lleva quién sabe cuánto rato contemplando a una niña de aspecto físico de 14 años, desnuda, y que se parece mucho a su esposa. Por no decir que es igual. Ugh.

Por desgracia, dudo que la mirada asesina de Ritsuko se deba a estar contemplando esta clase de relación tóxica y abusiva.

El capítulo lleva mucho centrándose en Toji, así que cuando la siguiente escena abre con él podemos ir descubriendo las flechas invisibles que señalan a nuestro nuevo piloto. Cansado de las peleas de Asuka y Shinji, que parecen ser bastante habituales, corta los gritos de Asuka —¡Shinji no le ha preparado nada de comer! ¡Cómo se atreve!— y los dos se sonrojan fuerte por las insinuaciones de ser parejita. En vez de ponerse a ladrarse el uno al otro de inmediato. Interesante.

 

Rodeadas de merchandising de gatos, Ritsuko y Misato hablan del cuarto niño y se nota una más que palpable tensión. Se ve que ninguna ha superado lo que sucedió durante el último episodio y Ritsuko siempre se cierra en banda con todo lo que tiene que ver con las EVA. Misato ya sabe algunas cosas, así que es normal que mire a su amiga con creciente reticencia… y hasta le hable directamente.

Ya sabíamos, gracias a Kaji, que el Instituto Marduk no es más que una fachada. Tal y como se plantea lo de encontrar a los niños, parece más una búsqueda milagrosa que una selección entre grupos concretos, normalmente relacionados con NERV. Sin embargo, cuando Misato se queda desconcertada al ver al candidato, Ritsuko nos suelta una perlita:

—Todos los candidatos fueron reunidos para protegerlos.

¿Y dónde están nuestros pilotos? En una escuela.

Misato, como Mamá Oso que es, rápidamente se preocupa por cómo sentará esto a Shinji —sin dejar de mencionar a Asuka y a Rei, quienes lo llevarán con indiferencia o tranquilidad, según su punto de vista—. No quiere que sufra aún más. Misato siempre había sido callada con los sacrificios de Shinji, parca en felicitaciones. Ahora, todo es diferente. Shinji a estado a punto de morir. Ha estado a punto de perderlo en una batalla donde ella no pudo, literalmente, hacer nada. No era algo que estuviera bajo su control. Se ve que eso ha alterado (o ha hecho que sus sentimientos fluyan con más facilidad) su percepción de la fragilidad de Shinji.

Mientras tanto, nuestros pilotos se van rozando unos a otros. Hikari, evidentemente con la intención de acompañar a Toji, le exige que le lleve los deberes a Rei. Él, sin embargo, se lo pide a Shinji, porque no quiere ir solo a su casa y él la conoce —eso sí, parece satisfecho de ir porque encuentra a Rei atractiva, cosa que a Hikari no le hace mucha gracia—.

La abandonada zona donde vive Rei no ha cambiado. Las obras siguen, el timbre no funciona y Shinji entra pidiendo permiso aunque sabe que no le van a responder. Como ya nos habremos cansado de decir que Evangelion es cíclico, no insistiré, pero el paralelismo con la primera vez que Shinji entró en el apartamento es evidente. Ahora Rei y Shinji tienen una relación más cercana y este no tiene tantos reparos en entrar en la casa de la que puede llamar su amiga, aunque no se atreva a ello. Es más, resulta divertido cómo es Toji quien adopta la vieja postura de Shinji. Más retraído, más asqueado por el estado de la casa de Rei y yendo de puntillas.

Hasta cierto punto, si lo pensamos, es una forma de decirnos que ahora Toji está adoptando, literalmente, el papel de un nuevo piloto. No es muy exagerado aventurar que se ha hecho a propósito para evocarnos este tipo de conexión.

Pero, también, Toji es muy diferente a Shinji. Juzga en voz alta y está en un espectro mucho más machista. Si Shinji ve algo que se sale de lo «corriente», como puede ser la actitud de Misato o su abierta sexualidad, mira mal o se calla las cosas porque está avergonzado y no es de expresar en voz alta sus pensamientos a menos que tome confianza, como comentará Kaji más adelante. Toji, en cambio, es un chico criado con seguridad en su rol de género y sabe que no pasa nada si se queja porque Rei no cumpla sus ideas de lo que debe ser una mujer. ¡Cómo se atreve Rei a tener una habitación y que no cumpla lo que él se imaginaba que tenía que ser!

Las imágenes, bastante recicladas —es más, juraría que han cogido la primera vez que entró Shinji y han pintado a Toji encima—, vuelven a incidir sobre la medicación de Rei para que lo conectemos con su estancia en el LCL. Shinji deja los papeles en la cama de Rei y luego ve que las gafas de su padre siguen donde la otra vez —y sí, la ropa interior también—. Es curioso porque Rei solía guardarlas en un estuche, pero quizá no habría sido tan visual como verlas sin más sobre la mesa.

En cualquier caso, Toji es quien acaba mirando más; las gafas no le «ven», no le reflejan, como si Gendo no se percatara de su existencia. Shinji las ignora mientras recoge la habitación. Toji le dice, con razón, que Rei podría molestarse y Shinji responde:

—Solo estoy limpiando un poco.

—No pienso ayudarte. ¡No es el trabajo de un hombre!

—Vale, pero Misato odia a los hombres así.

—¡No me importa!

Aunque parece dolido por lo último, y aunque pueda ser matón, Toji tiene un gran corazón y es un buen chico. Pero ha sido educado de cierta forma y promueve valores retrógrados y sexistas que sirven para contrastar con un Shinji mucho más «femenino», que hace las tareas que Rei no se molesta en realizar. No olvidemos que Misato lo ha convertido en el amo de casa perfecto, pero es algo que iba implícito en su forma de ser de todas formas.

Y, aun así, hay una diferencia clara con cómo era antes. Por mucho que esté realizando una tarea «inferior», hay confianza en su forma de actuar; también hay amabilidad. Toji resalta que ya no es tan reservado y hostil como antes —y ojalá la calidad de las imágenes fuera mejor, porque es una conversación preciosa y se nota que se les fue el presupuesto para la batalla del final del capítulo— y está dispuesto a hacer cosas por los demás. Quizá porque ahora ha recibido amor y aprecio y, por tanto, tiene algo que ofrecer.

Pero Shinji no es el único que ha estado recibiendo migajas del resto de gente. Cuando Rei llega, no reacciona de mala forma al verlos allí. Eso sí, se sonroja cuando Shinji le explica que ha recogido la basura y le dice que no ha tocado nada más, como su ropa interior, ¿verdad, Shinji?, y farfulla un «gracias». Parece algo pequeño, pero este momento es dolorosamente importante para Rei.

Se nos muestra un poste de conexión telefónica, que es como tocar la campana y gritar que ha habido una clara y directa comunicación entre los dos personajes. Recordad cómo todo comenzó con Shinji incapaz de comunicarse por teléfono y recibiendo constantes cortes. Es un elemento que se explotará más en Rebuild, pero que también flota por la serie, de forma más sutil.

Rei se tumba en su cama, pensativa, una vez se queda sola.

—Gracias… Una palabra de gratitud. Una palabra que nunca había usado.

Se nos muestran las gafas de Gendo. No, ni con él ha dado las gracias.

Gendo jamás ha hecho nada por ella.

Gendo, entre tanto, viaja en tren junto a Fuyutsuki, abordando una discusión de sesgo religioso. Fuyutsuki habla de la ciudad como un Paraíso construido por los seres humanos. Es decir, un mero reflejo del cielo, como recalca Gendo a continuación, mucho más cínico y menos idealista. Según su punto de vista, los humanos no tienen otro remedio que vivir en la Tierra, esperando a la muerte. ¿Estará pensando en Yui? Claro que sí, nunca hace otra cosa. Lo interesante es cómo se apoya en el poder de la ciencia (pensemos, de nuevo, en que los humanos descienden de una Semilla de Vida, Lilith, con el Fruto del Conocimiento). Fuyutsuki le da la razón en parte, pero insiste en que la ciudad sigue siendo, a pesar de todo, un Paraíso. Uno donde viven cobardes, masculla Gendo, pero que viven más tiempo, replica Fuyutsuki. Yo… no sabría si darles la razón. Tokio-3 es una ciudad-fortaleza para camuflar NERV. Y donde atacan los Ángeles.

¿No sería más seguro vivir en un sitio donde un alien no pudiera aparecer de un día para otro y destruir edificios de un suspiro…?

Por otra parte, Gendo sigue demostrando que apesta como ser humano y que le importa bien poco lo ocurrido en Estados Unidos y la pérdida de la Unidad 04. Tienen los datos y la Unidad 01. Aaah, los planes para la Complementación se van acercando… Y entre tanto Fuyutsuki se regodea pensando que SEELE debe estar tirándose de los pelos porque ese accidente no estaba previsto:

—Pueden darse incidentes no previstos en los Manuscritos del Mar Muerto.

Saltamos a Kaji, en principio espía de SEELE, mientras bebe algo con Maya. Se nos muestra una imagen de la papelera, llena de latas desordenadas. Kaji juguetea con ella y hasta le advierte que si intenta quejarse la callará con un beso, pero por suerte Misato les interrumpe.

 

Que Kaji haga esto es importante porque el subtexto nos muestra que su actuación no es más que una fachada: mientras Misato le echa la bronca (y Maya realiza una retirada estratégica), lo vemos recoger las latas caídas y hasta organizarlas bien dentro de la basura para que quepan todas. Esto no es lo que hace el clásico don Juan desinteresado por el mundo que le rodea. Pero solo actúa así una vez está solo con Misato; todavía no muestra su verdadera forma de ser, pero sí relaja sus barreras.

Misato se encara a Kaji y le pide explicaciones —me pregunto de qué hablaron mientras subían de la Cámara de Lilith, que está en las profundidades de la Luna Negra, que dejaron para aquí esta conversación— sobre «Adán» y el Instituto Marduk.

¿Por qué ahora?

Porque se va a incluir un nuevo Niño y porque, diantre, acaba de ver un gigante blanco enorme que seguramente le ha traído ciertas reminiscencias del que acabó con la expedición Katsuragi. Además, siente cada vez más y más desconfianza de Ritsuko. Las cosas no se pueden hacer a solas siempre. Kaji, adoptando una postura de agresión casi sexual, aunque podría ser para disimular frente al resto del mundo, le dice que el Instituto Marduk no existe y dice mediante un código que las respuestas están en la escuela de Shinji. Es decir, lo que ya sabemos: los niños han estado catalogados desde el principio y acumulados en un único lugar para tenerlos vigilados.

Shinji interrumpe la conversación, casualmente porque Ritsuko llama a Misato. Casi parece una interrupción a propósito y por la cara de mala leche de Shinji cuando responde a la invitación de Kaji que es «un chico» nadie se cree tus no-homo, Shinji, quizá haya intervenido con gusto, marcando territorio con Misato.

O puede que no. Puede que simplemente se sintiera un poco amenazado por Kaji y por eso reaccionara de esta forma.

¡Pero igualmente se van a tomar té en el exterior! Se sientan a una buena distancia el uno del otro, aunque la actitud de Kaji es bastante más relajada, y Shinji reconoce que pensaba que Kaji era serio… Lo cual es absurdo porque ¿no lleva viéndolo tontear y huir desde el principio? Pero en fin. Kaji señala a su vez que Shinji es muy directo cuando toma confianza. Y no le falta razón.

Quizá como recompensa por su sinceridad, o por otro motivo, se lleva a Shinji al huerto.

Ejem.

Aquí es donde vemos un fragmento de la verdadera cara de Kaji. Un hombre que parece un Don Juan pero que en privado se dedica a plantar sandías y un pequeño huerto que le gusta regar y cuidar. Se asociaría a un tema mucho más… femenino que masculino, en particular en alguien tan aparentemente agresivo y desinteresado como él. Es más, pide que lo guarde en silencio para que nadie se entere.

Lo que Kaji está haciendo aquí tiene una palabra inglesa apropiada: «nurture». Es una forma de alimentar, de hacer crecer a los demás sin resultar agresivo o imperioso. Algo más asociado a las madres que a los padres, aunque sea un ejemplo de roles de género que deberíamos derribar. Kaji disfruta de este acto y del proceso y lo realiza con Shinji, porque está intentando ayudarle a crecer. La conversación deriva sobre el Dilema del Erizo:

—¿Odias sufrir?

—No me gusta.

—¿Has encontrado algo que disfrutes?

—…

—Eso también está bien. Pero conocer el sufrimiento te vuelve más capaz de ser amable para con los demás. Porque es diferente de ser débil.

La conversación es sencilla y directa y tiene mucho que ver con el capítulo anterior. Misato recibió a Shinji llorando de alivio, pero no se nos muestra que nadie hablara con él. No estuvo cuando despertó, no habló con él sobre lo que había pasado y desde luego no lo mandó a un maldito psicólogo. Así que podemos imaginarnos que solo supo que Rei y Asuka esperaron a que se despertara y ahora Kaji ha hecho un primer intento por acercarse a un Shinji destrozado por la experiencia con el Ángel. No me malinterpretéis, Misato quiere a Shinji. Lo protege frente a SEELE y todo el mundo. Sin embargo, el amor se debe mostrar. Shinji no sabe nada de esto.

Kaji, en cambio, le dice que odiar el sufrimiento no es de cobardes, que no debe apartarse de la vida en general por miedo a sufrir. Porque solo así puedes tener empatía y ser más amable con los demás. Es una derivación directa de la conversación con Toji, donde se dejó claro que Shinji ha crecido como persona.

Por desgracia, la conversación se corta porque Misato lo llama para un nuevo test y, por supuesto, su sincronía ha descendido. ¿Por qué? Bien, Shinji intentó ser confiado (un «hombre») y falló miserablemente, apenas superó una experiencia traumática que lo llevó a rendirse y esperar la muerte. Lo raro sería que no estuviera inestable.

Y como no nos han redirigido lo suficiente hacia Toji, la escena salta a este al terminar las clases mientras lo llaman a la oficina del director. Allí oímos que lo aguarda la voz de Ritsuko.

Shinji y Kensuke charlan, mientras esperan a Toji, y da gusto ver que a pesar de todo Shinji intenta llevar una vida normal y que está pendiente de lo que hacen sus amigos. Y como buen maruja de las EVA, Kensuke deja caer que va a haber una prueba con la Unidad 03 en Matsuhiro. Esta conversación puede parecer superficial y repetitiva, pero justifica que Shinji más tarde recuerde que hay un piloto, un chico como él, en la EVA 03.

La conversación es dolorosa cuanto menos porque Kensuke pide desesperadamente ser un piloto de EVA, mientras Toji es elegido y resulta evidente que Shinji está cada vez más incómodo en su propia EVA. Kensuke deja caer lo de la destrucción de la EVA 04 y Shinji se irrita porque Misato no le ha contado nada. Me encantan estos pequeños detalles donde vemos que Kensuke se preocupa y rápidamente intenta quitar hierro al asunto, porque tampoco es que quiera molestar o hacer daño a la relación de Shinji con su mentora.

Entre tanto, Toji se queda en clase, solitario y pensativo como nunca antes lo hemos visto. Quema la basura y come… solo. Sin sus amigos. Que Toji tiene más materia gris de la que parece se ve cuando Hikari le insinúa muy descaradamente que podría hacerle comida y él comenta que puede ayudarla comiendo los restos de los bento que hace para sus hermanas. ¡Adorables!

Pero lo interesante es que nadie le hace la comida en casa a Toji. ¿Acaso falta una madre…? Asumiendo, claro, que en Japón son las madres (o Shinji) quienes siempre preparan la comida.

Entre tanto, Asuka se prepara para interactuar con Kaji. Aunque este la trata como la niña que es e insiste en que no tiene tiempo, Asuka se queja de que para Misato sí… y presiona. Presiona, porque no sabe cómo recuperar el terreno perdido con este hombre. Y así, con un mero vistazo, nota que en los test de sincronización —¿qué cotilleas con ellos, amigo mío?— hay cuatro, no tres. No solo tiene vista de águila, sino que entiende rápidamente la situación e identifica a Toji. La EVA, crucificada porque para qué evitar el simbolismo si se puede meter, se acerca y Toji…

Toji aguarda a que llegue su destino.

¡Que el viento sople a vuestro favor!

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